8: Inicio (Parte 1)

Nadie nace siendo violento, el sufrimiento y los sentimientos retenido del pasado, se ven reflejados en el día a día de las víctimas como consecuencia de estos.

Belive1097 siempre un gusto escribir con usted.
----+--------+----

~Camilo~

Despierta acurrucado al poncho de su tío, el que aún conserva y utiliza para abrazar mientras duerme. Al abrir los ojos le sonríe el poncho, ve los relojes de arena que están dibujados en la tela y cierra los ojos para apreciar el olor que sale de la prenda de ropa.

Sus pensamientos desde la charla de anoche con su padre siguen siendo los mismos, todas las descripciones que daba su padre sobre estar con alguien de forma romántica, no puede imaginarlo con otra persona que no fuera Bruno.

Algo dentro de él le decía que no podía pensar en su tio de esa forma; pero tampoco podía dejar de sentir lo que estaba sintiendo; quería averiguar que era exactamente lo que sentía y lo averiguaría estando el mayor tiempo posible con Bruno.

Suspira, por mucho que quiera permanecer acostado y abrazado a la calidez de la prenda, sabe que tiene que levantarse.

-¿Camilo estás despierto? - Pregunta un voz adormilada al otro extremo de la habitación.

Camilo sonríe y responde - No, aun estoy dormido -

-Ah bue... ¡Oye! - Se escucha una risita adormilada divertido.

El castaño gira y te topa con los ojitos adormilados de Antonio quien lo ve con una sonrisa en su rostro mientras abraza su almohada.

-¿Qué es eso?- Dice el menor refiriéndose a la tela verde que abraza su hermano.

- ¡NADA! No es nada- Responde Camilo nervioso, no quiere que Bruno se llegue a enterar que trajo la prenda de ropa, y tampoco que lo vean como un niño pequeño refugiándose en ella.

-Parece uno de los ponchos del tio Bruno- Va diciendo el menor mientras se baja de la cama acercándose a Camilo.

- ¡No lo es y no es asunto tuyo! - Grita el mayor con miedo de ser descubierto.

-No me tienes que hablar así- Dice Antonio con ojos llorosos, antes de salir corriendo por la puerta.

-¡Antonio, espera! - Dice Camilo al ver a su hermano, sintiéndose culpable de hacerlo llorar.

Irónicamente, al ir corriendo Antonio no se da cuenta que alguien se acerca y choca con ella, quien irónicamente es la persona de la discordia.

-¿Antonio? ¿Qué te pasa pequeño? - Pregunta Bruno preocupado al ver como el menor llorar.

Antonio solo opta por llorar más y  aferrarse al pantalón del mayor. Bruno, preocupado, lo separa un poco y lo carga en sus brazos, acto seguido Antonio lo abraza por el cuello y esconde su rostro en su hombro.

Se da cuenta de algo, solo hay una persona que pudo hacer llorar al pequeño, más por el hecho de haber salido del cuarto.

Camilo.

A quien ve a asomarse por la puerta de la habitación, Bruno lo ve con ojos serios y con ese brillo verde que toman cuando tiene emociones negativas, mientras consuela al pequeño en sus brazos acariciando su cabello y meciéndolo un poco en sus brazos.

Para luego dar la vuelta e ir al comedor principal y darle de desayunar al pequeño, ignorando la mirada que Camilo le da a su espalda.

Como lo había dicho antes, su deber es cuidar a su familia, sin importar qué o quien.

Camilo nunca había visto esa mirada, notó la molestia de Bruno y empezó a sentir ganas de vomitar.

-Tio Bruno, no quise hacerlo llorar- Dice Camilo en voz baja aún sin creer como el mayor le había visto. No lo soporta.

-Ujum- es lo único que expresa el mayor, mientras ignora a Camilo.

- Tío Bruno - Llama de nuevo Camilo, pero Bruno sigue su camino con el pequeño Toñito. Dejando a Camilo solo en el pasillo sintiendo una opresión en el pecho.

------

Bruno con Antonio se dirige a la cocina en donde puede escuchar a su familia conversando y planeando que hacer de comer.

-Ya no llores, mi pequeño tigre - Dice Bruno en susurro al sentir que aún llora el pequeño, cosa que todos los demás notaron al verlos entrar.

- ¡Toñito! - Grita Félix viendo preocupado a su hijo menor.

Todos se acercan al par para ver que ocurre, Bruno coloca en Antonio en los brazos de su padre.

- ¿Qué pasó, tío Bruno? ¿Por qué está llorando Antonio? - Pregunta Luisa preocupada.

Antes que Bruno respondiera, Antonio habla -C-camilo, C-camilo me, me gritó –

Todos voltean a ver a Dolores para confirmar lo dicho, a lo cual la mencionada al verse acorralada asiente en afirmación.

- ¡CAMILO! – grita Félix molesto.

-Dígame- responde Camilo asustado al grito de su padre asomando su cabeza por el marco de la puerta.

-Me puedes explicar, ¿Porqué le estás gritando a tu hermano?-  Le pregunta un poco más calmado, después de ver a Dolores taparse las orejas.

-Es que quería ver mis cosas, y por eso le grite, lo siento- Dice Camilo mirando a su padre con ojos de compasión.

- Ese no es motivo para gritarle a tu hermano, además tienen que compartir- Le dice su padre mirándolo serio.

-El tenia... algo parecido al poncho...del tio Bruno y... quería verlo- Dice Toñito de forma entrecortada por el llanto.

Todos miran a Camilo que está totalmente avergonzado mirando al piso.

-El tio Bruno se lo dió para que calmara sus nervios durante la noche - Responde Dolores ante la pregunta silenciosa que se presenta en ese momento.

- Es importante pero no te da el derecho de gritarle así a tu hermano y más por un pedazo de ropa. Sin ofender, Bruno- Dice Félix, a lo que Bruno le resta importancia.

-Pero papá... - Camilo comienza a hablar, pero es interrumpido por su padre.

-Pero nada- Se detiene Félix al recordar la situación y al pequeño en sus brazos - Eh, Mira ¿Puedes darle el desayuno a Antonio? -

Antes de que Mirabel hable, Bruno responde - No te preocupes, Félix. Las chicas y yo lo cuidaremos, quédate tranquilo - Dice refiriéndose a Luisa y Mirabel.

Félix acepta y pasa a Antonio a los brazos de Mirabel, y así los tres (Félix, Dolores y Camilo) salen de ahí y poder conversar en familia, durante todo ese tiempo, Bruno en ningún momento dirigió su mirada al de cabello rizado, cosa que le está causando dolor en su corazón.

-------

~Bruno~

"-Oooooook, se que estamos molestos con Camilo; pero podemos admitir que es tierno que aún tenga la ropa asquerosa de Bruno-” Dice Jorge.

"-Si, esperemos que Bruno no le diga que lo ama por eso-" Dice Hernando burlándose.

"-Te imaginas las cosas que hará con ese poncho-" Dice Jorge.

"-No empieces Bruno esta sensible desde ayer, Fifi no ayudaría en estos momentos, Boris esta al salir por todo el conflicto de los niños y tu estas pensando en cochinadas-" Le replica Hernando.

"Estoy molesto con él en estos momentos, no quiero saber de lo lindo o excitante que les parece. Al contrario de ayudarme me están generando un dolor de cabeza-" Piensa mientras seguía con su rostro molesto.

"-No creo que sea la gran cosa, son hermanos, los hermanos pelean constantemente-" Dice Hernando viendo que Bruno esta exagerando todo.

"-Además fue para protegerte, no sabemos lo que pensó Félix de que Cami tenga ropa tuya, Bruno" - Dice Jorge.

"- En primer lugar, Jorge deja se ser paranoico. En segundo lugar, deja de relacionar todo al sexo, tercero Bruno cálmate" -Dice Hernando de forma autoritaria.

"-No me importan las razones, Camilo se esta comportando como un niño-" Piensa Bruno.

"-Bueno considerando que es un niño, tiene sentido que se comporte como uno-" Dice Hernando.

"-Adolescente-" Dicen al unísono Bruno y Jorge.

“- Además hay que tomar en cuenta que ha pasado por mucho en estos días-” Intenta razonar Hernando.

“-No es razón para desahogarse con su hermano menor. El niño también está sufriendo al ver separados a sus padres y estar lejos de su mamá. Ahora, silencio-” Dice Bruno de manera sería y sin dar lugar a refutar lo dicho.

- ¿Tio Bruno? – Llama Luisa, captando la atención del mayor.

- ¿Eh? Disculpa, ¿Qué decías Luisa? – Pregunta un poco apenado Bruno. Más viendo como Luisa y Mirabel lo ven.

- Pregunté que ¿Qué le gustaría comer? – Pregunta Luisa viendo un poco preocupada - ¿Se encuentra bien? –

-Si, no te preocupes, creo que aún estoy algo dormido – Ríe nervioso al ser de nuevo descubierto enfrascado en sus pensamientos - ¡Ah! ¡Es cierto! – Dice de repente para luego buscar entre sus ropas y sacar una caja – Bueno, me llevó un poco de tiempo hacer los ingredientes, pero valdrá la pena-

Dicho esto, Bruno se dirige hacia la cocina en donde ve que no hay leña para encender el fuego.

-Luisa, disculpa, pero ¿Podrías traer un poco de leña? – Pregunta Bruno viendo como su sobrina le da una respuesta afirmativa y sale a realizar dicho favor – Mirabel, ¿Puedes traer un libro que está en la mesa de noche en mi cuarto? – A lo que la mencionada asiente y deja a Toñito en brazos de Bruno.

Quedando solos ambos, el menor pregunta viendo  curioso al mayor - ¿Y yo que haré tio? –

El mayor sonríe y le responde – Tu, mi pequeño tigre, me vas a ayudar a preparar la mezcla para unos deliciosos panqueques – A lo que el menor sonríe.

Bruno coloca a Antonio en una mesa junto a la cocina y así buscar unas tazas y platos para el desayuno.

Cuando Luisa y Mirabel entran de nuevo a la cocina, ven como su tio y Toñito se encuentran llenos de harina en sus camisas y cabello, pero sonriendo mientras tararean una canción y siguen moviendo una mezcla en una taza.

Luisa coloca la leña en la estufa, y la enciende. Mirabel le da el libro a Bruno y el mayor en si, Ojea unas hojas y se pone en marcha a cocinar.

Sus pequeños sobrinos y cuñado se merecen un buen desayuno.

------

Mientras ocurre lo que pasa en la cocina, en el jardín trasero, sentados alrededor de una pequeña mesa redonda, se encuentran Félix, Dolores y Camilo.

-Muy bien, Camilo. Te doy la oportunidad de que expliques el por que de tus acciones – Le dice Félix cruzándose de brazos y viendo a su hijo.

Camilo por su parte, se avergüenza ya que al final todo el asunto fue creado por algo muy simple y algo tonto. Además no quiere que su padre tampoco diga cosas de el o de Bruno con respecto a la prensa de vestir.

-De acuerdo. Dolores – Llama Félix aún viendo al menor.

- Antonio le preguntó a Camilo con respecto al poncho verde que tiene del tio Bruno, seguramente para sentir su tela o asegurarse bien si era de él, y al intentar acercarse Camilo le gritó sin más, lo que asustó e hizo llorar a Antonio – Responde Dolores viendo directo a su hermano, un poco dolida por sus acciones.

Félix respira hondo para calmar sus nervios y luego ver a su hijo – Camilo, ‘mijo, yo se que en estos momentos estás pasando por cosas un poco fuertes y estamos en un ambiente tenso. Entiendo que en estos días tu tio Bruno te ha ayudado y dado aliento mientras haz estado triste, se lo agradezco con todo el corazón – A esto, Félix toma de la mano a cada uno de sus hijos – Pero en estos momentos también necesitamos de estar unidos, de no pelear. Esto es difícil para todos nosotros, tienen que entender ahora hay que estar más unidos y ser fuertes. Por ello, Camilo, Dolores, tanto como padre y también como amigo, les pido que me ayuden, ayúdenme a no pelear, a no separarse, a estar para el otro y principalmente estar para Antonio, el es un niño y no entiende muy bien todo lo que está pasando, solo que está lejos de su mamá y del lugar que siempre ha sido su hogar – Termina de hablar Félix apretando las manos de sus hijos al ver que estos se encuentran derramando algunas lágrimas.

-L-lo siento mucho, p-papá. S-se que f-fue por mi culpa, q-que estemos así, p-por no, por no c-comport-tarme. L-lo s-siento, l-lo s-siento – Dice Camilo temblando un poco por estar llorando, sintiéndose culpable por todo lo que ha pasado.

-No, mi niño. Nada de esto es tu culpa – Le dice Félix

-Papi tiene razón, Cami. No tienes por que sentirte de esa manera, hermanito- Le dice Dolores.

Félix y Dolores se levantan y abrazan al menor, dándole palabras de apoyo. Será duro, pero tienen las esperanzas de salir adelante, de que todo se arreglará.

Lo que no saben es que debajo de sus ropas, ciertas cicatrices se marcan más fuertes en la piel de Camilo.

-----

Unos minutos después, y luego de que Camilo logró calmarse, los tres regresan dentro de la casa y son bienvenidos con un delicioso olor proveniente de la cocina, y es donde dirigen.

Al entrar a dicho lugar se topan con el resto de su familia comiendo y conversando alegres en una pequeña mesa, exceptuando a Bruno quien se encuentra de pie apoyado en una encimera de ahí y Antonio quien está sentado en dicha encimera junto a su tio con quien está conversando y comiendo.

- ¡Tio Félix! ¡Chicos! Pasen y desayunen – Les llama Mirabel con una sonrisa.

Los 3 mencionados toman asiento en la mesa tomando varios panqueques, Luisa les sirve a cada uno un vaso de café. Todo está completamente delicioso.

-¡Este desayuno está delicioso! ¡Hace mucho que no comía panqueques! – Anuncia Félix comiendo su 5to.

-Papá no te lo comas todos – Reclama Camilo con sus mejillas hinchadas por la comida.

-Es verdad, está muy rico – Le sigue Dolores, un poco apenada comienzo su 3ero.

No se le puede reclamar, ninguno logró comer bien los últimos dos días.

-Todo es gracias al tio Bruno – Responde Luisa, ganando un sonrojo por parte del mencionado – El fue quien preparó el desayuno –

Los tres quedan viendo con asombro al de cabello ondulado, quien se encoge en su lugar por la atención recibida a su persona.

En especial Camilo, quien se puede ver como sus ojos brillan con admiración mientras ve a su tio. Cosa que Mirabel nota.

-N-no es nada, jejeje. A-además n-no lo hice, no lo hice s-solo – Responde Bruno para luego abrazar con toda dulzura a Antonio quien gustoso acepta el abrazo – Mi pequeño tigre aquí presente me ayudó – Pega su mejilla con la del menor haciéndole reír.

Todos quedan viendo con ternura viendo la escena, alegres de que el menor ahora se encuentre feliz y de que el mayor se desenvuelva y conviva más con su familia.

Menos una persona, quien si bien se siente feliz de que su hermanito esté sonriendo, siente algo dentro de él doler cuando escuchó “Mi pequeño tigre” y darse cuenta que en ningún momento el mayor siquiera le ha dirigido la mirada.

En su mente puede escuchar una voz diciendo “Lo ves, ahora por tu culpa, Bruno ya encontró un reemplazo”, con ahora un sabor amargo en la boca termina en silencio su desayuno.

-----

~Camilo~

Después de comer con su familia va a su nueva habitación dónde agradece solo tener un espejo.

Desde que ha llegado no ha tenido que enfrentarse a cambios de cuerpo, pero aún así las presiones están en él, tiene miedo de las expectativas que tienen los demás de él; se siente libre por no tener que ser muchas personas en un día y por fin puede jugar a ser Elena.

Así que se coloca frente al espejo, y ve de a poco como su aspecto va cambiando hasta que se detiene cuando queda satisfecho con su nuevo aspecto.

Su cabello rizado ahora ondulado largo llegando hasta la parte baja de su espalda y de color negro con mechones castaños. Sus ojos ahora de un color azul como el más puro de los océanos. La tez de su piel ahora un poco más bronceada. Nariz delgada, pestañas un poco largas, labios un poco más llenos que los originales.

Su cuerpo ahora un poco más alto y curvilíneo. Pasa ambas manos por su pecho ahora abultado por el crecimiento de sus senos, los toca por sobre su ropa, ambos quedan bien en sus manos. Sin percatarse de lo que hace, comienza apretar sus senos con ambas manos. Su mente divaga, imagina otras manos, unas más grandes y ásperas que las suyas lo están tocando.

Se detiene y abre los ojos de golpe, cambian en segundos a su aspecto original. Se ve en el espejo de nuevo, su rostro está rojo, su poncho amarillo arrugado por haberlo apretado, y su respiración acelerada. Con vergüenza, baja la mirada y se topa con un bulto en sus pantalones.

-¡Ah! – Grita Camilo al escuchar como abren la puerta de su habitación de golpe y de la cual entra Bruno de la mano con Antonio.

Antonio le ve extrañado pero hace un puchero, sus ojos aún reflejan tristeza, así que aparta la mirada y se dirige a una de sus pequeñas maletas, en donde saca un cuaderno y colores.

-¡Aquí están! ¡Ya los tengo, tio Bruno! – Le dice Antonio viendo sonriente al mayor, quien le devuelve la sonrisa.

-¿Tio Bruno? – Le llama Camilo intentando llamar la atención del mayor -¿Puedo hablar contigo? – Habla algo bajo, Antonio no logra escucharle pero Bruno si.

-Muy bien, mi pequeño tigre. Ahora vamos, no hagamos esperar a nuestra mariposa y vayamos – Dice Bruno sonriendo para luego agacharse a la altura del menor y cargarlo en sus brazos.

-¡Tio Bruno! – Eleva la voz, Camilo pero aún así el mencionado ni voltea a verle.

Lo único que gana es un pequeño vistazo de Antonio a su persona para luego acurrucarse en los brazos del mayor.

Bruno por su parte sigue como si nada, ignorando rotundamente a su sobrino mayor. Quien se deja caer al suelo.

Mírame, por favor. No importa si es con odio pero mírame. Por favor. Por favor. Por favor. Mírame. Lo necesito. Te necesito” Son los pensamientos de Camilo mientras sostiene con fuerza su pantalón viendo fijamente la puerta, esperando ver entrar a su tio.

------

-En Casita-

- ¡TODO ESTO ES CULPA TUYA! –

-¡Pepa, por favor ya cálmate! –

- ¡DEJA DE DECIRME QUE HACER! –

Son los gritos entre Pepa y Alma, que se pueden escuchar dentro de casita, en donde por súplicas de Julieta, Agustín e Isabella. Casita logra encapsular el don de Pepa para que este no afecte al pueblo al menos en el tiempo que está se encuentra en la misma habitación que su madre.

Como en estos momentos que una tormenta azota la habitación donde están y señas de pequeños tornados alrededor.

Desde el día anterior, como manera de sobrellevar su problema de emociones, Pepa por Consejo de Julieta, decidió hablar directa y sin pelos en la lengua con su madre. El primer gran paso para mejorar.

Pero se habían olvidado que tanto madre como hija tienen un temperamento fuerte. Ninguna cedía a la otra.

- ¡PEPA YA CALMATE SI SIGUES ASÍ DESTRUIRÁS A CASITA! – Le grita alma toda empapada gracias a la tormenta.

- ¡¿PERO SI ESTÁ BIEN QUE ME DESTRUYA YO POR DENTRO NO?! – Grita Pepa, esta vez la tormenta cambia a una llovizna al momento en que Pepa empieza a llorar - ¡NO IMPORTA QUE ME ÉSTE MURIENDO POR DENTRO! ¡A TI NUNCA TE IMPORTÓ LO QUE YO SINTIERA! – Termina de decir la de cabello rojizo para luego salir de aquel lugar y encerrarse en su habitación azotando la puerta.

Mientras tanto Alma suspira cansada y exasperada por el, según ella, dramático y exagerado comportamiento de su hija.

Julieta, siendo las más calmada entre su esposo e hija, entra a la habitación sin impórtale mojarse por los restos de la lluvia y se acerca a su madre.

-No entiendo, simplemente no entiendo este absurdo comportamiento de tu hermana – Dice Alma sosteniendo la toalla que su hija mayor le pasa.

-Mamá, Pepa desde pequeña ha Estado sufriendo mucho, sería bueno que hablaras bien con ella y escucharla – Le aconseja Julieta intentando hacer razonar a su madre.

Por su parte Alma suspira exasperada – Por favor, Julieta. No defiendas a tu hermana. Ya es una mujer adulta como para comportarse como una niña a esta etapa de su vida – Sin más se va y se dirige a su habitación a cambiarse de ropa.

Julieta se queda ahí suspirando cansada, su visita se dirige a la 2da planta de Casita en donde puede ver como las puertas de su Pepa, Bruno, Camilo y la de su madre, se están agrietando y perdiendo brillo, así como algunas paredes de la planta baja. Julieta se acerca a una de las paredes y la acaricia, para luego sentir como partes del piso se mueven.

-Si, yo también espero que se arreglen las cosas pronto- Responde a lo dicho por Casita.

----

~Pepa~

La mujer de cabello rojo se encuentra acostada en la cama de su habitación, no deja de llorar mientras abraza con fuerza el pequeño peluche que su hijo menor le dejó para hacerle compañía.

Se siente dolida, vacía, no sabe cómo sentirse, en ocasiones tiende a confundir una emoción con otra gracias a estar las reprimiendo solo con felicidad aún si tiene que fingir, solo para complacer a su madre.

Pepa tienes que sonreír, tiene que haber sol para los sembríos”

“¡Pepa estás creando una nube!”

*¡Pepa por el amor de Dios deja de estar llorando! ¡Estás creando una fuerte llovizna!”

Mantente siempre feliz, hija. El Encanto sufriría mucho si causas un cambio extremo al clima”

“¡Pepa contrólate!”

En su mente puede recordar varias frases que su madre a usado con ella desde sus 5 años, no sólo eso, también las ocasiones en donde recibió golpes por parte de su madre para “corregirla” y “educarla” Para no crear desastres naturales.

Sus ojos dejan por un momento, de reflejar algún sentimiento, su cuarto ahora con un ambiente de una inundación, llega a su mente la primera vez que su madre la golpeó.

Flashback:

Con 6 años, como cualquier niña quiere jugar y lo hace, les pide a sus hermanos jugar con ella puesto que ninguno de los 3 tiene amigos en el pueblo, o al menos no muy cercanos. Así que los 3 se dirigen al patio trasero a jugar.

Los trillizos aprovechan cualquier descuido de su madre para poder jugar y pasar tiempo sin trabajar. En especial Julieta, quien desde el año pasado ha estado cocinando sin fin para ayudar al pueblo.

Todo es risas y alegrías para los pequeños, juegan a las traes, algo sencillo pero que para ellos es lo más divertido.

Le toca a Pepa, quien corre detrás de su hermano Julieta, en un descuido ella tropieza cayendo fuerte al piso lastimándose su rodilla izquierda y su codo derecho.

Y como cualquier otro niño, Pepa empieza a llorar, tanto por el susto como por el dolor que siente, por consecuencia, su don de activa, generando una fuerte lluvia en el pueblo. Bruno y Julieta se acercan a ella intentando calmarla, no les importa mojarse en esos momentos, solo quieren que su hermana ya no sufra.

También como cualquier pequeño y no apto para responsabilidades tan grandes, Julieta se le olvida traer un poco de su comida para su hermana, lo que logra hacer es abrazarla, pues en su pequeña e inocente mente, un abrazo y cariño curará a su hermana.

Bruno se une al abrazo, aunque Pepa sigue llorando pero poco se poco se va calmando.

Hasta que…

- ¡PEPA! ¡VEN ACÁ AHORA MISMO! – Los tres saltan del susto al escuchar a su madre gritar.

Bruno y Julieta se miran preocupados, desde que han recibido su don, su mamá ha sido muy dura y estricta con ellos, en especial con Pepa y Bruno. Aunque más con Pepa.

Bruno tiembla, su madre se ve furiosa. Julieta traga saliva. Ver a su madre de esa manera no es buena señal.

Ambos se levantan y sostienen cada uno las manos de su hermana que aún sigue llorando. Como escudos, empiezan a caminar con ella, pero la voz de su madre los detiene.

-Llamé solo a Pepa. Ustedes sigan con sus deberes – Dice firme Alma, viene a sus hijos.

Ante eso, no pueden hacer nada más, aprietan las manos de su hermano y se adentran a Casita.

-Brunito- Llama Alma, deteniendo en seco a su hijo – Más tarde tengo que hablar contigo-

-S-si, m-mami- Es lo que responde para luego irse a su cuarto y realizar algunas visiones.

La lluvia no cesa así como las lágrimas de la pequeña, con pasos pequeños, Pepa se dirige donde su madre. Alma, toma con algo de fuerza el antebrazo de Pepa lastimándola en el proceso.

- ¡PEPA! ¡¿SABES LO QUE ACABAS DE HACER?! ¡HICISTE QUE TODA LA COSECHA SE HECHARA A PERDER! ¡TUVIMOS SUERTE QUE QUEDARON ALGUNAS SEMILLAS! – Le reclama Alma a su hija.

-L-lo si-siento, mami. Y-yo no…No-o fue mi culpa – Dice Pepa llorando aún más fuerte – Es que, es que me caí -

-Esto no puede seguir así, pero la culpa es mía por no educarte bien – Dice Alma para luego decir exasperada - ¡Ya deja de llorar! –

Eso no ayuda, puesto que ahora la lluvia es un poco más fuerte – Lo, lo intento, m-mami –

Sin previo aviso, Pepa siente un ardor en su muslo derecho, está en shock, su madre le acaba de pegar con una de sus Sandalias.

-Piensa en un día soleado- Dice Alma viendo los ojos llenos de lágrimas de su hija – Te seguiré pegando de verdad, hasta que aprendas a controlar esta lluvia-

- ¡No, mami! ¡No! – Suplica Pepa pero queda en oídos sordos.

Aún hay lluvia.

- ¡No! ¡Duele! – Otro golpe.

Sigue lloviendo.

-M-mami, d-duele, ya, ya no- Otro golpe.

La lluvia su sigue.

- ¡Aprende a controlar tus emociones! – Le grita Alma, dando otro golpe.

Golpe tras golpe, uno cada vez más fuerte que el otro. Un proceso que dura alrededor de 10 minutos. Hasta que…

-S-soleado, s-soleado- Repite como un mantra Pepa, aún dejando de llorar y plasmando una sonrisa falsa en su rostro.

Al poco tiempo, para de llover así como también paran los golpes. De nuevo está soleado.

-Ves, sabía que lo lograrías. Tienes que controlarte, siempre estar feliz, para el bienestar del Encanto – Dice Alma, ignorando la mirada vacía en los ojos de su hija – Ve con Julieta a comer algo y luego a tu habitación – Alma ve a su hija caminar pero antes de salir de ahí le llama de nuevo la atención – Pepa, en dos días vendrás conmigo y repetiremos tu educación, no puedo permitir que vuelva a ocurrir esto, ¿Entendido? –

-S-si, m-mami-

Fin del Flashback.

Así prosiguió incluso ya entrada su adolescencia, y no solo en los muslos, algunas veces fueron en sus brazos, rostro, piernas, espalda. Aún puede sentir cada golpe en su cuerpo como si en ese mismo día se los hubiesen dado.

Incluso cuando quedó embarazada de Dolores, su madre buscaba como controlarla de igual manera, debido a sus cambios de humor gracias a su Estado. No lo hacía gracias a que Félix siempre estuvo a su lado ayudándola y cuidándola.

Félix”  Piensa Pepa, mientras acaricia el lado vacío de su cama en donde su esposo acostumbra a dormir “Mi amado Félix, mi amor, mi vida. Que tanta falta me haces. Espero algún día me perdones”

Abraza más fuerte el peluche en sus brazos. Todo duele, tanto emocional como físicamente. Pero sabe que tiene que pasar por esto, su madre no iba a ceder, pero no iba a renunciar, tiene que seguir luchando y enfrentar sus problemas y temores.

No quiere volver a lastimar a ninguno de sus hijos, ni a nadie más.

Hará de todo por el bien de su familia.

-----

~Agustín/Isabella~

Padre e hija se encuentran ayudando en lo que pueden al pueblo, si bien ahora las personas son menos dependientes de ellos, siempre están para ayudarles.

Por el momento, los dos se encuentran en el puesto de comida, agradecen que ese día no está muy ajetreado.

- ¡Que le vaya bien! – Despide Agustín al carpintero quien de nuevo se había fracturado su mano por un descuido.

-Papi, ¿Crees que las cosas vuelvan a la normalidad? – Pregunta Isabella algo preocupada por lo que ocurre en su familia.

-Si, si lo creo. Pero no se cuanto dure está situación. Sabes que es estar bajo presión por tu abuela, pero entiende que tanto tu mamá, como Bruno y Pepa estuvieron con esa presión sobre sus hombros prácticamente toda su vida – Dice Agustín suspirando – Es más duro para Pepa y Bruno – Lo dice, recordando todas las veces que quedó en casa de los Madrigal en su juventud y compartía cuarto con Bruno – Lo que podemos hacer es ser fuertes -

Quedan en silencio, unos minutos atendiendo a demás personas hasta que Isabella vuelve a hablar.

-Extraño a los chicos, en especial a Luisa y Mirabel – Menciona Isabella completamente aburrida.

-A mi también, es difícil estar lejos de mis demás princesas. Lo siento, hija, ya sabes que tu mamá es mi reina y de ese puesto nadie la va a quitar- Le dice Agustín ganando una sonrisa de su hija mayor.

-Papá-

-Pero, si quieres mañana te puedo llevar a la casa de Félix y puedes pasar el día allá, después de todo mañana es día libre – Le dice Agustín lo cual gana un abrazo por parte de Isabella.

-----

De regreso en casa de Félix, desde la mañana las cosas estaban tensas, al menos entre Bruno, Camilo y Antonio, desde que el hermano mayor le gritara al pequeño.

Por ello, Mirabel y Dolores pasan tiempo con Camilo para hacerle compañía en el cuarto de Mirabel, en donde la de lentes vuelve a trabajar en el vestido para Elena, cosa que llama la atención de la mayor, quien se encuentra revisando la cabeza de su hermano, sabiendo que esto relaja lo relaja.

-Mirabel ¿Para quién es ese vestido? – Pregunta curiosa.

-Es para Elena- Dice sin pensarlo Mirabel.

Al darse cuenta, se detiene y ve donde sus primos encontrándose con la vista llena de pánico de su primo.

Aun no quiere que se entere Dolores.

-¿Elena? ¿Quién es ella? – Pregunta de nuevo Dolores haciendo memoria de la gente del pueblo.

-A pues, es una amiga mía. Lamentablemente ella es muy tímida y tiene una fobia de salir al exterior, y vive casi a las afueras de Encanto- Dice Mirabel esperando convencer a su prima.

Dolores iba a volver a preguntar pero es interrumpida por su padre quien abre la puerta de la habitación.

-Ah, con que aquí estaban, ya se me hacia extraño tanto silencio, bueno, voy a estar en mi habitación arreglando unas cosas, cualquier cosa allí estaré – Antes de salir le dice a Camilo – Camilo, el jardín está listo –

Al escuchar esas palabras Camilo vuelve a sonreír. Puede volver a su pasatiempo relajante.

Pero no puede evitar preguntar:

-Dolores ¿Qué está haciendo el tio Bruno? –

Realiza su característico sonido, para luego inclinar un poco la cabeza, su rostro refleja sorpresa y luego una sonrisa.

-El tio Bruno está haciendo manualidades con Antonio y Luisa, parece que se están divirtiendo, se ríen mucho. También, al parecer mañana Isabella vendrá de visita-

------

El día en casa de Félix pasó tranquilo, cada miembro se distrajo en algo o se relajaba. Aunque aún Bruno no le dirigía la palabra ni la mirada a Camilo, todo el día se la había pasado junto a Antonio, jugando y creando cosas (que aún no van a mostrar ya que será sorpresa dijo Antonio)

Esta vez, Mirabel fue quien preparó la cena y todos comieron su porción y se dirigen cada uno a su habitación, menos Bruno quien por un tiempo estuvo en la habitación que comparten Camilo y Antonio, por petición del más pequeño, donde lo arropó y le contó en silencio historias hasta que quedó dormido y se fue a su propio lugar. Todo bajo la atenta mirada de Camilo.

----

~Camilo~

"Odio sentirme de esta forma, siento como que quiero vomitar todo el tiempo, es horrendo" Piensa mientras da vueltas en su cama, se voltea y ve a su hermano menor dormir tranquilo después de que el mayor se fuera.

Decide levantarse y salir de la habitación un rato, es la primera vez que sale de su cuarto transformado en Elena; pero se siente cómodo haciéndolo.

"Nadie me conoce, absolutamente nadie va a saber que soy yo y no podrán decirle a la familia" Piensa con orgullo antes de salir por la puerta.

Camilo se siente libre de hacer cualquier cosa, total nadie sabrá que es él; va hundido en sus pensamientos cuando se encuentra con un grupo de jóvenes que estaban tomando y hablando.

-Hola- Dice fingiendo timidez.

-Hola- Responden todos viéndola. -¿Quieres sentarte?- Le pregunta uno de los chicos.

-Si, gracias- Dice mientras se sienta junto a uno de los chicos.

-¿Cómo te llamas?- Le pregunta otro chico.

-Elena- responde con una sonrisa.

- Es un hermoso nombre, al igual que tu- Le dice el primer chico.

-¿Quieres tomar algo? Tenemos cerveza, ron, tequila...

Camilo vacila un poco puesto a que nunca a tomado; pero aun así dice que si.

-Bien te voy a preparar un poco de ron- Le responde otro chico.

-¿Cuáles son sus nombres?- Les pregunta fingiendo desconocerlos.

------

~Bruno~

Está en su cuarto dándole de comer a sus ratas, mientras escucha de nuevo a las voces de su cabeza.

"-Este con su drama va a perder a Camilo-" Dice Jorge.

"-Eso no va a pasar, y con lo molesto que esta Bruno lo mejor es que esté alejado de Camilo-" Le dice Hernando.

"-Si; pero es un adolescente,  sabes que son súper dramáticos y creen que todo es el fin del mundo-" Continua hablando Jorge "-Además de que está muy sensible últimamente, ¿Recuerdas lo que pasó antes de venir?-"

-¿El Beso? - Pregunta Bruno.

"-¡Ay por Dios!-" Replica Hernando.

"-¡NO! Deja de pensar en eso viejo, pareces adolescente, me refiero a que cambió a cuando era un niño-" Le responde Jorge.

"-Si, volvió a cuando necesitaba protección, recuerda que se esta adaptado a cambios que no son muy agradables-" Dice Hernando.

-Voy a ver que hago; pero por ahora estaré un poco alejado, quiero una explicación válida y una sincera disculpa de su parte- Termina de decir mientras va saliendo de la casa.

"-Lo que tu digas, solo te estamos diciendo que pienses bien las cosas-" Dice Hernando.

"-¿Estamos? Soy yo que esta analizando esto, tu solo respondes afirmando cosas-" Empieza a replicar Jorge.

"-Si, ¿Quieres una fiesta por ser la primera vez que piensas algo?-” Dice de forma Burlona Hernando.

"-No, aunque seria un lindo detalle, podemos comer arepas y me pueden dejar tomar el control.... ¡Espera un momento! ¿Te estás burlando de mi?-" Responde Jorge.

"-No para nada-" Dice Hernando riéndose.

"-Siempre te burlas de mi no es justo, tu siempre estas con tus tonterías y nadie te dice nada, eres un insoportable, incluso tu siempre tomas el control, no eres el único aquí sabes, también quiero vivir un poco ah pero.." Le empieza a pelear Jorge a Hernando y para de golpe cuando Bruno Grita.

- Cállate, escucho una voz conocida-

"-Es la voz que usa Camilo para Elena-" Dice Hernando.

"Perfecto, lo que faltaba, Bruno no aprendes nada, siempre que sales a caminar en la noche algo malo pasa y nosotros tenemos que salir a..." Otra vez es interrumpido Jorge.

-Cállate, déjame oír- Dice Bruno siguiendo la voz.

"Yo aquí no soy nadie, ¿Para qué me molesto? Yo soy igual a una pared para ustedes" - Dice Jorge en modo drama.

"Deja el teatro o ¿Quieres que te vuelvan a callar?" Le dice Hernando burlándose.

Bruno esta lo suficientemente cerca para ver a Camilo/Elena.

"Esta con un grupo de chicos hablando, no nos tenemos que preocupar" - dice Jorge.

"Bueno considerando de que un chico la esta abrazando, otro le esta tocando la pierna y tienen unos vasos que dudo que sea jugo de naranja, creo que si nos debemos preocupar" - Le dice Hernando.

"Bueno yo solo decía" - Le responde Jorge.

"Si tu momento de inteligencia no duró mucho, Bruno, ¿Qué vas a hacer?" - Hernando pregunta preocupado.

"¿Bruno?"- Pregunta Jorge.

"Okay, estamos en problemas"'- Dice Hernando.

- ¿Qué carajo están haciendo? - Grita Bruno mientras se dirige a donde esta Elena.

-Hola... Bruno- Dice como puede Elena.

- ¿Son cercanos? - Pregunta uno de los chicos.

- Es tarde, están sin supervisión y están tomando- Sigue gritando, y toma una de las botellas y la tira al piso.

- Hey, Bruno relájate, solo nos estábamos divirtiendo- dice uno de los chicos.

- Si solo estábamos pasando el rato- Dice otro.

- ¿Alcoholizado a una chica? - mientras empujaba a los chicos que estan cerca de Elena.

-Tranquilízate viejo, ella quería tomar algo, ella vino a nosotros- Le dijo uno de los chicos.

-Pero no quería que le tocaran su pierna, ni que la abrazaran- Le grita mientras le da un puñetazo en la cara.

- Eso no lo sabes, déjalo tu no estabas aquí, ella estaba coqueteando con nosotros, tu no sabes lo que ella quería- Le grita uno de los chicos.

Bruno lo golpea en la cara, mientras los otros intentaron quitarlo, ganándose golpes y heridas por los cristales que están esparcidos en el piso.

-Bruno por favor déjalos- Gritaba constantemente Elena.

Bruno se encorva, gimiendo un poco, dando permiso a Hernando a tomar su lugar y permitiendo a los chicos salir corriendo.

- Hola niña- Dice Hernando agotado.

-Lo siento, no quería molestarte más- Mientras llora le dice Elena.

- Niña no me molestas, a ninguno de nosotros; pero embriagarte, te pudo pasar algo malo- Le dice Hernando mientras ve las Heridas que ahora tiene Bruno en las manos.

- No me importa, ya nada me importa, Bruno ya no me quiere- Dice llorando.

- ¿Crees que hubiera hecho todo esto si no te quisiera? El te adora, más de lo que admite; solo esta un poco molesto y lo estará por un tiempo.- Termina de decir Hernando.

-Quiero hablar con él, por favor- Le dice mientras puede Camilo .

-No creo que sea lo apropiado niña- Le responde Hernando.

- Por fa, te lo ruego- dice con ojos de cachorrito.

Hernando deja que Bruno tome el control, algo que a él tampoco admitía es que no podía negarse a esa mirada de Camilo.

Cuando vuelve Bruno, mira molesto a Elena- ¿Cómo pudiste hacerme esto?-

-Lo siento, yo solo quería despejar mi mente un rato- Dice él menor llorando.

-Te emborrachaste con un grupo de hombres, que te estaban tocando, si no llegaba podrían haberse aprovechado de ti, es que mírate, ni siquiera puedes hablar correctamente- Le grita él mayor.

-No pensé en nada de eso, solo que lo estaba pasando bien, lo siento- Responde un poco apenado.

-Si, se que no pensaste, yo no puedo estarte protegiendo, todo el tiempo tengo que pensar ¿Qué estará haciendo Camilo? No, tienes tiempo actuando como una niño y ya no lo eres-  Le reclama Bruno viendo algo decepcionado a su sobrino.

-No tienes que protegerme- Le dice Camilo de manera desafiante.

-Okay, no tengo que hacerlo; pero debo hacerlo; me da asco de solo pensar en lo que esos imbéciles podrían hacerte- Le dice Bruno molestándose de solo imaginar aquello.

-Y ¿Qué más te da? Tu ni siquiera me has prestado atención en todo el día- Le dice Camilo levantando un poco la voz viéndolo desafiante.

- Por eso mismo, tienes que darte cuenta que no puedes seguir actuando como un niño, hiciste llorar a tu hermano y parte de mi castigo hacia ti fue ignorarte para que te dieras cuenta de que hiciste mal; pero ¿Qué hiciste? Escaparte a mitad de la noche a emborracharte y buscarme más problemas- Continua gritando Bruno.

- ¡Me dolió como me trataste, necesitaba dejar de sentirme como una basura!- Camilo grita entre lagrimas.

-Y consideraste que la mejor opción era salir como Elena y tomar con un grupo de desconocidos, ¿Eso te hizo sentir mejor?- Le reclama Bruno, sintiendo un nuevo dolor de cabeza venir a el.

-No sé exactamente lo que sentía; pero me sentí parte de algo, últimamente no me siento parte de nada y no estoy seguro de lo que quiero pero; cuando estaba el brazo de ese chico alrededor de mi quería que fueras tu, al sentir la mano en mi rodilla, quería que fueras tu, que tu estuvieras cerca de mi, sentir tus manos en mi cuerpo- Le grita Camilo mientras toma las manos de Bruno.

-¿Qué estás diciendo tu ahora?- Le dice Bruno intentando alejarse del menor.

-Se como me miras- Le dijo Camilo mientras reformulaba lo que quiere decir, Bruno por su parte lo mira con terror -Se que te parezco linda, veo que te sonrojas y como la tratas, bueno no te puedo culpar la hice perfecta para ti- Continua Camilo mientras acaricia la mano del mayor.

No confundas las cosas Camilo, yo nunca me he sentido de esa forma- Dice serio Bruno  mientras mueve su mano y posteriormente, intenta alejarse del menor.

Hernando y Jorge están petrificados al escuchar lo que Camilo acaba de decir, mientras intentan aguantar a Boris.

- No confundo nada,  se lo que sientes, se que ves mi cuerpo y te gusta- Va diciendo Elena mientras se pega más a su tío y besa su cuello, lo que provoca un gemido en el mayor.

-Camilo estas hablando tonterías, y haciendo cosas que no deberías por haber estado bebiendo, tienes que alejarte y controlarte- Le replica Bruno, intentando  controlarse e ignorando a Fifi que está despierto.

-Mira como estas, se que lo deseas, yo lo deseo, no me importa si es solo así que me tocas, necesito que me toques- Le dice en un gemido Camilo mientras besa el cuello del mayor.

-¡Necesito que pares ahora!- Le grita Bruno mientras  empuja al menor tocando sin percibir su pecho, lo que provoca un gemido en Camilo.

-Justo esta mañana estaba pensando en ti e hice exactamente lo que acabas de hacer, ¿Quieres sentir como estoy? Estoy muy mojada para ti- Le dice Camilo entre gemidos, intentando colocarse entre las piernas de Bruno.

"-¡BRUNO!, no podremos mantener a Boris y lo que no quieres hacer, él lo hará-" Grita Hernando.

Bruno le pone la mano en la cara a Camilo y lo aleja de él - Éstas borracho y yo no quiero estar con Elena de esa forma, ni de ninguna-  Empieza a decir mientras se pone de pie, y comienza a alejarse de Camilo.

El menor intenta ponerse de pie; pero no puede - No te gusto, ni siquiera así puedo gustarte, cree una persona para ti y ni siquiera es suficiente- Dice mientras llora.

Bruno busca como decir algo pero de un momento a otro Elena se desmaya y vuelve a ser Camilo. Bruno chasquea su lengua y se decide en cargar en sus brazos al menor y regresarlo a su habitación.

Entra en silencio para no despertar al pequeño Antonio, le deja a una de sus ratas con el recado de darle una de las arepas de Julieta cuando este despertase y sin más sale en dirección a su habitación, sin darse cuenta que sus ojos toman aquel brillo verde.

-----

 ~Hernando/Jorge~

“-Maldita sea, esto es malo-” Dice Hernando dentro de la cabeza de Bruno mientras “camina”

“-Tienes que calmarte, Hernando-” Le responde Jorge “sentado” en una silla.

- ¿Cómo quieres que me calme? Camilo está confundido, Antonio está triste, Mariposa, Lulu y Lores están preocupadas y Bruno últimamente ha estado molesto-” Le contesta Hernando más preocupado.

“-Hernando por última vez tienes que calmarte-” Vuelve a decir Jorge empezando a perder la poca paciencia que tiene.

“- ¡NO PUEDO CALMARME! ¡Bruno cada vez está más propenso a enojarse! ¡”ÉL” PODRÍA SALIR! ¡¿QUÉ NO ENTIENDES?!-”

“- ¡POR ESO TE DIGO QUE TE CALMES DE UNA PUTA VEZ! -” Le grita Jorge ahora de pie y frente a Hernando.

Ambas “entidades” quedan en silencio por un tiempo, viéndose a los ojos. Hasta que Hernando decide romper el silencio.

“-No quiero que Bruno siga sufriendo. Se que soy el más calmo y sereno de nosotros 3, pero me preocupa que vaya a pasar, si “él” sale, no sólo va a lastimar emocionalmente a Bruno, pero también a todos a su alrededor que le hicieron daño a él o a cualquier miembro de su familia. No se si logremos controlarlo de nuevo-” Por fin dice lo que le ha estado preocupando.

Jorge le sonríe para darle ánimos y le dice “-Por eso hay que tener la mente fría, si uno de nosotros se quiebra, todo puede caer en picada. Confía en Bruno, recuerda que el también tiene derecho a enojarse de vez en cuando, no queremos que se vuelva Pepa 2.0-” Dice Jorge intentando animar al otro con una pequeña broma, lo cual lo hace.

Así los dos vuelven a entablar plática esperando pacientes a que Bruno de vuelva con ellos, ignorando que cierta “entidad” ríe en lo más profundo del subconsciente de Bruno.

“-Cuando salga, todos aquellos que han lastimado a Bruno deberán ser eliminados. Muy pronto, uno… por… Uno”

-----

Datos del Capítulo:

En primer lugar disculparnos, los estudios, trabajo y depresión (en mi caso) nos estuvieron reteniendo.

Ahora si los datos.

Aquí emplee la situación que en si se refleja cuando hay más de dos hijos. Julieta a ser la mayor, la primera hija se consiente. Bruno al ser el menor y el único varón también se consciente. Pero Pepa, siendo la hija del medio y la segunda hija es la que menos atención tiene.

También se ejecuta la frase Latina “Te voy a pegar para que llores de verdad” y “Te callas si no quieres que te de más duro” algo que aún tengo en mente gracias a mi mamá. Te amo mami.

Cosas que le pasan a las autoras:

Believe1097: Cometimos un problema.

JosefoJudas: ¿Cuál?

Believe1097: En los primeros capítulos pusimos que Bruno hablaba de sexo con Camilo y luego lo pusimos que Camilo no sabía nada.

JosefoJudas: Ah, bueno… ¿En serio? -se va a leer el fic de nuevo- Santa Madre si es cierto.

Believe1097: ¡Ves lo que nos pasa por no leer!

JosefoJudas: Es que Camilo solo hacia bromas de tanto que escucha a los adultos que solo sabe que es algo intimidó pero no todo el asunto.

Believe1097: … Te lo acabas de inventar.

JosefoJudas: Pues si pero también pasa en la vida real.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top