💫Único.💫
Era un sábado soleado como cualquiera en Orlando. El día perfecto para pasar en familia, con tus amigos o con tu pareja. Park Chanyeol lo sabía de primera mano; no porque no fuera un joven que saliera todos los fines de semana o hiciera algo productivo para sí mismo, nada de eso, sino porque él trabajaba en Disneyworld.
Era normal que un joven universitario buscará ese tipo de trabajos. O al menos eso le había dicho Baekhyun, su novio.
"— Es normal que estudiantes universitarios busquen trabajo en Disney, Chan. — Le dijo su novio mientras desayunaban un día cualquiera.
— Pensé que habíamos quedado en que no buscaríamos trabajo en Disney.
— Y yo pensé que me conocía lo suficiente para saber qué es imposible hacerme cambiar de opinión.
Chanyeol no evitó rodar los ojos y después escuchó como Baekhyun empezó a hablar de las mil y una razones para trabajar en el parque temático. Era un desperdicio de tiempo intentar hacerlo cambiar de opinión.
— Está bien. — El pequeño castaño chilló emocionado. — Pero si después de un mes resulta que no nos beneficia, se acabó, ¿Quedó claro?
Y Baek asintió mientras le daba muchos besos en la mejilla"
Y para su sorpresa, resultó mejor de lo que esperaba. Recién entraron a la oficina para realizar a la entrevista, les dieron la opción de las audiciones para los personajes. "La paga será mejor, Chanyeollie" y eso fue suficiente para dar la audición
Tuvo que cantar Hombres de Acción. Si Chanyeol tenía que ser sincero, fue su parte favorita de la entrevista
Fueron aceptados. Él comoLiChang de Mulan y Baekcomo el príncipe Felipe de La Bella Durmiente.
Y si en algún punto pensó que al trabajar en el mismo lugar se verían más seguido, se equivocó. Mientras él se encontraba en China, Baekhyun se entraba al otro lado de Epcot, en Francia.
Y eso era molesto, muy molesto. Y todo era culpa de su estúpido y homofóbico jefe.
No odiaba su trabajo, lo contrario, se sentía a gusto. Pero ese sábado en particular su humor no era el mejor. Sí, LiChangera conocido, pero no tanto como lo podría ser el príncipe encantado o el príncipe Eric, y ese día pareciera que todos aquellos que no eran fans del guerrero chino se pusieran de acuerdo para ir al parque.
Si no era ignorado, se encontraba con el típico chico en plena que no perdía la oportunidad de hacerle el chiste de "¿Qué se siente que te enamoraras de tu mujer cuando pensabas que tenía pene?". Si a Chanyeol le pagaran un dólar por cada vez que lo molestaban con ese chiste, no estaría trabajando en el parque. Incluso un niño había empezado a llorar al verlo para después decir a toda voz "¡Es el hombre malo, mamá!"
Y aún faltaban varias horas para que llegara su almuerzo y poder hablar con Baekhyun y poder bajar su humor con los mimos de su pareja.
Pero bueno, eran gajes del oficio.
Y pese a esto, Park se mantenía tranquilo y controlando su humor. No solo porque la regla primordial era mantenerse en personaje, también porque sabía que ese día un grupo de niños de bajos recursos llegarían al parque para quedarse toda la semana y su primera parada sería en Epcot.
Mientras se tomaba una foto con una joven que parecía tener una especia de crush con su personaje, vio como un grupo de seis niños acompañados con dos trabajadores con el logo del parque en su camisa se acercaban a él. Se despidió amable de la chica y se arrodilló para recibir al primer niño.
— Buenos días, pequeño ¿Disfrutando la visita? — Preguntó apenas el niño de entre cuatro y cinco años se le acercó lo suficiente.
El pequeño de ojos azules y cabellos rubios y rulosos río contento mientras se acercaba para abrazarlo con fuerza. — ¡Chang!
Y esa era su parte favorita del trabajo, cuando los niños venían a él con grandes sonrisas para poder abrazarlo o pedirle una foto. Los que faltaban del grupo se acercaron a él para rodearlo con sus brazos y el los recibió gustoso.
— ¿En qué puedo ayudarles, niños?
— ¿Estamos en China? — Preguntó un niño cuyos dientes del frente estaban creciendo.
— Si. Estamos en China. — Los niños más pequeños soltaron un "Woah" en conjunto
— ¿Quieren pasear por China conmigo?
Y obviamente, la respuesta fue afirmativa.
Caminar por China era maravilloso. Las estructuras cautivaban a los niños y Chanyeol les hablaba sobre qué eran y que podían hacer ahí. "¿Hay pandas ahí?" Preguntó una de las niñas mientras señalaba hacia un lugar donde se veían muchos bambúes, y a Park le dolió decirle que no y ver cómo su expresión de emoción cambiaba a una desilusionada.
Después de un rato caminando se detuvieron para que unos cuantos niños pudieran ir al baño. Chanyeol ayudó a uno de los recreadores del parque a cuidar a la mayor del grupo, mientras el joven se encargaba de otro más pequeño y que corría de un lado a otro con curiosidad por todo.
— ¿Cuantos años tienes, princesa? — Le preguntó mientras seguían caminando al rededor del lugar, llegando a la entrada del área de China.
— Catorce.
— ¿Y es tu primera vez aquí? — La chica sonrío mostrando su dientes torcidos y adorables, señalando la chapa que colgaba de su mochila donde ponía que era su primera vez en el sitio. — ¿Y hay algo que pueda hacer para que tu visita sea mejor, hermosa dama?
El sonrojo apareció en las mejillas de la chica, y eso le pareció sumamente adorable. Negó tímida y tomo con más fuerza la mano del príncipe.
— Así está genial. Gracias, Chang.
Y como Chanyeol le gustaba ser caballero, besó el torso de la pequeña mano, provocando que la pobre se sonrojara aún más y soltara un chillido.
— ¡Sam! — Escucharon cerca y ambos giraron para encontrase a otra chica muy sonriente que saludaba a la que ahora sabía que se llamaba Sam con la mano. — ¡Estoy viajando por el mundo con el príncipe Felipe!
Bastó escuchar eso para que sus ojos se desviaran de la chica con aspecto tomboy al joven que la llevaba de la mano. Baekhyun le sonrió y asintió con la cabeza como saludo y luego dirigió su mirada a la menor junto a él para seguir su recorrido por el área. Se quedó embobado viendo como seguía su camino de la mano de la chica mientras la capa roja del traje ondeaba por el leve viento.
— ¡Te gusta el príncipe Felipe!
La voz a su lado lo hizo apartar la mirada de su novio y posarla en Sam, quien lo miraba sonriente y saltando en su sitio.
— ¿Qué?
— ¡Lo que dije! ¡Te gusta el príncipe Felipe! — Gritó esta vez un poco más alto, llamando la atención de varias personas alrededor.
— No es cierto ¿Por qué dices eso hermosa? — Intentó disimular sus nervios. Si su jefe se llegaba a enterar lanzaría sus comentarios homófobos por un buen tiempo, a él y a Baek.
— Por como lo miras. — Habló bajito esta vez, con pena al ver como Chang se agachaba para poder verla mejor a la cara. — Tus ojos brillaron y sonreíste muy lindo cuando lo viste. Perdón si te hice sentir incómodo.
Pasó una mano por kis cabellos de la joven, sonriendo sin mostrar dientes. Chanyeol tenía una debilidad por la caras adorables y Sam tenía una cara muy adorable.
Y eso provocó que, por un momento, olvidara lo horrible que es su jefe y que su mal humor desapareciera por completo. Tomó las manos de la chica y le sonrió .— ¿Se me nota mucho?
Sam empezó a chillar emocionada causándole una risa al pelinegro. "¿En serio te gusta? ¿En serio, en serio, en serio?" Chan solo asintió con su cabeza sonriendo.
— Pero me tienes que prometer que será un secreto. No se lo puedes contar a nadie ¿De acuerdo? —Sam asintió con la cabeza y estrechó la mano del príncipe. — En China nos tomamos las promesas en serio, Sam. Más te vale no romperla.
— Mis labios están sellados. — Y con una sonrisa se paró correctamente y siguió caminando con la joven.
Y antes de darse cuenta, ya el grupo de niños se había acercado para seguir el recorrido.
✨✨✨
El olor a comida inundaba todo el comedor subterráneo y el murmullo de las voces de sus compañeros logró calmarlo lentamente. Miró a todos lados intentando visualizar a Baekhyun entre toda esa gente.
De una esquina apareció una pequeña mano moviéndose con desespero. Ya sabía dónde estaba Baekhyun.
— ¿Espera a alguien, joven Felipe? — Se sentó al lado del castañito, sonriéndose con ternura.
— Estaba esperando a mi princesa, pero creo que me puedo conformar con un príncipe.
Chanyeol sonrió y se acercó para robarle un beso, rozando sus labios. Baekhyun sonrió avergonzado antes de repetir la acción, alargándolo un poco más.
— Saben que odio interrumpir su hora. — Habló Kayla frente a ellos, una de las chicas que interpretaba a la princesa Tiana. — Pero el jefe te está llamando, Chanyeol. No está feliz.
El pelinegro chasqueó la lengua y se levanto de la silla. Le sonrió a su pareja para mantenerlo calmado y le agradeció a Kayla por avisarle, suspiró y empezó a caminar a la salida del comedor, donde lo esperaba el jefe cruzado de brazos y el ceño fruncido.
Baekhyun los observó desde la mesa con preocupación. El señor jefe no perdía la oportunidad de regañarles ante cualquier mínima cosa, solo por sus preferencias. Estaba muy seguro que esperaba lo oportunidad perfecta para despedirlos sin importar que tuviera que pagarles.
El señor hablaba y hablaba moviendo los brazos mientras Chanyeol lo miraba fijamente con serenidad. En algún punto el viejo canoso lo señaló con un dedo y pudo ver cómo la expresión de su novio flaqueaba un poco. Suspiró, ni si quiera un almuerzo tranquilo podían tener.
Pasaron más de cinco minutos, la comida ya no estaba tan caliente y Baekhyun seguía sin saber que había pasado. El jefe soltó sus últimas palabras y se fue, no sin antes voltear a verle con asco después de hacerlo con Park.
— Nunca había visto un par de cejas tan juntas. — Intentó bromear cuando el pelinegro se volvió a sentar a su lado.
— Y de cerca se veían aún más juntas, casi se tocaban. — Bufó metiéndome un pedazo de a la boca.
— ¿Qué ocurrió ahora?
— Puede que le haya dicho a una de las niñas que tenía un enamoramiento con el príncipe Felipe.
Baekhyun volteó a verlo con los ojos muy abiertos. — Eso explica todo. ¿Por qué lo hiciste, Chan? — No fue su intención que sonara como un reclamo.
— Sabes que tengo una debilidad por los niños, y ella era muy adorable y decía que se notaba que me gustabas y no pude negárselo. — Baekhyun restregó su cara con frustración, respirando profundo. — ...Pero no era mentira.
Byun quitó las manos de su cara para observar a su novio sonreír y pestañear con inocencia. Rodó los ojos para luego tomar su mano y entrelazar sus dedos. — ¿Y ella que dijo?
Chanyeol sonrió. — Se emocionó mucho. Creo que le emociona la idea.
Baek recostó su cabeza en el hombro del mas alto, viéndolo masticar otro pedazo de fruta. Sólo para molestar, le quito un pedazo de pan de la bandeja.
— ¿Eres consciente que si a ese hombre le entra la gana nos puede despedir? — Le dio otro mordisco al pan.
— Si, y también estoy consciente que si la gente se entera de que su motivo para despedirnos es que somos homosexuales, le va caer medio país encima.
— ¿Solo medio país?
—No quería exagerar tanto. — Baekhyun rió bajito y le dio un beso en la mejilla. — ¿Ya viste la lista para el desfile de hoy? No pude verla al entrar por estar buscándote.
— Nos toca en el mismo carro.
— Alguien quiere que el jefe nos despida.
— O alguien esta de nuestro lado y encontró la manera de molestar al jefe. —Y dicho eso, siguió comiendo de su propio almuerzo, compartiendo mimos con su novio.
✨✨✨
El cielo estaba teñido de naranja y rosado dándole un toque más mágico de lo que ya era el parque por si mismo. Las millones de luces ya estaban encendidas y el aroma a lavanda hacia el ambiente mas ameno. La gente empezaba a agruparse a las orillas de la calle por donde pasaría el desfile de ese día, dedicado únicamente a los personajes masculinos.
Chanyeol esperaba que un de las chicas acomodara su cabello para ponerse en posición. Baekhyun, por su parte, estaba esperándolo sentado en uno de los bordes de su carro alegórico, viendo las decoraciones del mismo. Era una linda variación entre la película de Mulan y la de la Bella Durmiente, y detrás de su carro vendría el famoso dragón que escupe fuego. Baekhyun nunca lo diría en voz alta, pero ese dragón le daba miedo.
— Quedó bien para ser el carro que representa dos películas que no tienen nada que ver. — Se sobresaltó cuando Chanyeol habló al lado suyo, no sintió cuando se subió al carro. — Perdón, no quería asustarte.
— Lo único que tienen en común son las espadas y que hay un dragón en cada una.— Le dio un besito en la nariz y le regalo una de sus hermosas sonrisas.
— Pero mi dragón no quería matarme. — Le devolvió la sonrisa y junto sus frentes.
— No te puedes quejar.
— No me quejo, solo te lo quiero presumir. — El bajito le dio un golpe con los dedos en la barbilla a su novio, y aunque este rió, sabia que le había dolido.
— Así no es divertido. Se supone que usemos los peor de nuestros personajes. — Se quejó infantilmente, haciendo referencia al juego que tenían desde hace un par de meses, donde cada uno competía por cual de los dos príncipes era el más desafortunado.
— ¿No te párese divertido? — Picó con su dedo su costado provocándole cosquillas. — ¿Estás seguro? — Volvió a picar varias veces, sacando varias carcajadas de los labios bajito. — Porque yo te veo muy feliz.
— Ni se te ocurra, Park. — Lo señaló amenazante.
— Muy tarde, ya se me ocurrió.
Empezó a hacer cosquillas soltando gruñidos pequeños. Baekhyun, entre risas, empezó a gritar para que varios bailarines (todos amigos de ambos) le ayudaran. Tres de los bailarines se acercaron para seguirle el juego a Baekhyun y mientras jalaban a a Chanyeol por los hombros, llegó el jefe.
— Esto no es un bar gay, señores — Habló duro y tosco, llamando la atención de varias personas alrededor.
Baek y Chanyeol se enderezaron y los bailarines se pusieron detrás de ellos, todos viendo al jefe en silencio.
— Disculpe, jefe. — Soltó uno. Chanyeol logró reconocerlo como Kai por su voz. — Solo estábamos jugando mientras esperábamos. No estábamos haciendo nada malo.
— ¿Nada malo, dices? — Rió sarcástico. — Están completamente prohibidas las muestras de afecto homosexuales dentro del parque.
— ¿Según quién? — Dijo alguien detrás del viejo.
— Según yo, señor Cedric. Silencio.
Cedric, con las ceño fruncido y los brazos cruzados, dijo algo entre dientes, pero nadie logró escucharlo.
— Que quede claro, jóvenes. — Habló más alto llamar la atención de más personas. — Cualquier acto que apoye la aberración homosexual dentro de este parque queda totalmente prohibido. — Resaltó la última palabra. — Y aquel que cometa un acto de este tipo. — Miró fijamente a Chanyeol y Baekhyun. — Será despedido. Ultima vez, señores Park y Byun. Ultima vez.
Con arrogancia, acomodó el saco baige de su traje y se dio la vuelta, soltando un "A sus posiciones, estamos a punto de empezar" y siguió su camino hacia fuera del almacén.
— Perdón, chicos. — Empezó a decir Baekhyung mientras jugaba con sus dedos. — Por nuestra culpa también se llevaron un regaño.
— No hay porque disculparse, Baek. — Habló Kris. — Ese viejo ni siquiera pone prioridades, le molesta más que ustedes sean felices como pareja a que estén jugando en horas de trabajo.
— Además, los apoyamos. — Kyungsoo bajó de un salto del carro para ver a la pareja a la cara. — ¿El lugar más feliz del mundo pero no apoyamos la diversidad sexual? Vaya tontería.
Chanyeol le sonrió apenado al pelinegro. — Gracias.
— No hay de qué. Ya verán, pronto pasara algo que hará que ese viejo se de cuenta que no hay nada de malo.
— Suenas muy seguro, Kris. — Kai bajó del carro y espero a que Kris también lo hiciera para escuchar su respuesta.
— Estoy seguro. Puedo sentirlo, aquí — Apoyó su mano en su pecho — en mi esófago.
Kyungsoo se acercó a él solo para darle un golpe en detrás de la cabeza. — Para ver si tu cerebro empieza a funcionar correctamente, idiota.
Los tres se alejaron al ser llamados a su lugares, despidiéndose de la pareja con la mano.
— Tal vez tenga razón. — Murmuró Baek.
— ¿Le estas dando la razón al esófago de Kris?
— La verdad... sí. — Se levantó para colocarse en su sitio, y por mas que Chanyeol quiso seguirlo para continuar la conversación no pudo. El desfile estaba comenzando.
Después de un rato la luz del atardecer le dio en la cara y empezó a saludar la gente alrededor con una sonrisa fingida por el aun reciente suceso con su jefe. Movía su cuerpo al ritmo de la música que acompañaba el desfile.
Con pasar el tiempo Baek y él tenían que cambiar sus posiciones para que todos pudieran verlos. Saludando y mandado besos de vez en cuando, el desfile siguió su curso normalmente. A mitad de la canción todos lo carros se detenían, y los personajes principales de los mismos tendría que realizar una coreografía específica. Como había ensañado durante toda esa semana en su apartamento, ambos sacaron las espadas y comenzaron la rutina.
Chocando las espadas sincronizadamente y viendo a Baekhyun sonreír, no pudo evitar recordar los ensayos: los miles de errores que tenían al principio y como cada vez que salía bien Baek se le acercaba emocionado para abrazarlo y llenarlo de besos, como cada vez que el mayor se equivocaba él le daba un beso en la nariz y le daba mimos para que siguieran practicado, o todas aquellas veces que a mitad del ensayo comenzaban a jugar como niños pequeños y se correteaban por todas las habitaciones. Sin querer evitarlo, su sonrisa se hizo mas grande.
Al final de la coreografía ambos hacían una reverencia como lo haría su personaje y luego estrechaban sus manos. Y fue ahí, mientras se encontraba perdido en los ojos de su bajito novio, que lo escuchó.
— ¡Bésalo, Chang!
Volteó en busca de la dueña de esa voz, encontrándose con Sam de la mano con la chica que había estado con Baek en la primera fila del publico, y mas atrás de ella se encontraba su jefe viendo hacia todos lados con el ceño fruncido buscando a la dueña de esa voz.Cuando regresó la vista a la chica, Sam le sonrió en grande y volvió a gritarle.
— ¡Besalo ya, Chang!
— ¡Si! ¡Bésalo de una vez, Chang! — La apoyó la chica tomboy.
Y contrario a lo que alguno de los dos pudo pensar, el resto del público empezó a apoyarlas. Mientras hacían coro gritándole a Chanyeol que besara a Baek, logró ver como alguno pocos se alejaban del desfile y como otros se acercaban, y también pudo ver la cara roja del coraje de su jefe que lo veía retándolo a que hiciera caso a lo que la gente pedía.
Y eso fue lo que le dio valentía.
Tomó a Baekhyun por la muñeca y lo atrajo a su cuerpo, lo rodeó su cuerpo con uno de sus brazos y cuando Baek estuvo a punto de preguntarle que hacía, lo besó.
Los gritos a su alrededor no le importaron, los aplausos no lo desconcentraron y la imagen de su jefe se borró de su mente. Solo podía pensar en el movimiento de los labio de Baek junto a los suyos, la suave piel de la mejilla de su novio bajo su mano y como los dedos del castaño jugaban con los pelos de su nuca.
Y cuando se separaron, sonriéndose y sonrojados, pensaron lo mismo.
Disneyworld era el lugar mas feliz y romántico del mundo en ese momento.
—Rosie🌺
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