Chapter 9
—¡Expelliarmus!
Neville suspira y baja su varita —No tengo remedio
Harry se frota el hombro —Simplemente estás moviendo demasiado tu varita. Pruébalo así ¡Expelliarmus!
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—Aturdir es uno de los hechizos más útiles de tu arsenal. Es el pan y la mantequilla de un mago, de verdad. Entonces, vamos, Nigel.
—¡Desmaius!
Tanto Harry como Nigel son enviados hacia atrás, Harry se sienta y asiente con una sonrisa de orgullo.
—No te preocupes, seré bueno contigo.
—Gracias, Ronald.
Dorothy le da un pulgar hacia arriba a Hermione, quien asiente con la cabeza a la bruja mayor —Un Sickle —Fred dice a su lado.
—Usted está en —responde George.
Ella ignora las apuestas de los gemelos y se enfoca en el par frente a ella —¡Estupendo!
Ron grita cuando lo envían hacia atrás unos pocos pies —La dejé hacer eso —le dice al trío—. Son buenos modales, ¿no?
—No te preocupes, Dot, trataré de no lastimarte y arruinar tus posibilidades de ser un auror mundialmente famoso y Capitán de Quidditch —George dice sarcásticamente.
Dorothy saca su varita de su moño y la hace girar entre sus dedos con una sonrisa —No te preocupes, Georgie, trataré de no tocar tu linda cara.
George se pone rojo brillante y ella se ríe
—¡Estupendo!
Lo envían de vuelta aterrizando con fuerza sobre su espalda, ella coloca su varita de nuevo en su cabello y les guiña un ojo a Hermione y Ginny mientras se para a su lado.
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—Trabajar duro es importante, pero hay algo que importa aún más, creer en ti mismo.
Dorothy se para frente a Harry, los dos con sonrisas iguales —¡Expelliarmus!
La varita de Harry se dispara en el aire y asiente hacia Dorothy, quien sonríe más.
—Entonces, eso es todo por esta lección. Ahora, no nos volveremos a encontrar hasta después de las vacaciones. Así que sigan practicando por su cuenta lo mejor que puedan. Y, bien hecho a todos. Gran, gran trabajo.
—Bien hecho, Harry, lo hiciste muy bien —Dorothy le aprieta el hombro al pasar.
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—Dottie... Dottie, despierta, la profesora McGonagall quiere vernos.
Ella gime y se estira perturbando al pug dormido al pie de su cama —¿Ginny?
Ginny asiente y levanta a la chica —¿Q-Qué está pasando?
Ella mira detrás de ellos para ver a Fred y George de pie en la puerta de su dormitorio, Angelina duerme suavemente en el otro extremo de la habitación, sus ligeros ronquidos llenan el silencio.
Se agacha y se pone las pantuflas, George le arroja un suéter y ella se lo pone antes de agarrar a Leia y abrazar al pug.
McGonagall los lleva a la oficina de Dumbledore, luego de murmurar la contraseña suben las escaleras para encontrar a Ron, Harry y Dumbledore.
Dorothy frunce el ceño cuando huele algo familiar, fuegos artificiales y brisa otoñal. Mira alrededor de la oficina y trata de olfatear discretamente de nuevo. Luego mira lo que lleva puesto, el jersey de Quidditch de George.
Sus mejillas se vuelven de un rosa claro y sus ojos se agrandan cuando mira a la pelirroja que tiene los ojos medio cerrados. George bosteza un poco y se gira para acariciar la cabeza de Leia, la pug se estira en los brazos de su dueña y se acurruca en la palma de la mano de George.
—¿En el sueño estabas de pie junto a la víctima o mirando hacia abajo a la escena? —Dumbledore pregunta llamando su atención de nuevo a la razón por la que están despiertos tan temprano en la mañana.
—Tampoco, era como si yo... ¿Podría por favor decirme qué está pasando?
—Everard, Arthur está de guardia esta noche. Asegúrate de que sea encontrado por las personas adecuadas —Ordena a un retrato.
—Señor-
—Phineas, debes ir a tu retrato en Grimmauld Place, avísales que Arthur Weasley está gravemente herido y que sus hijos llegarán pronto en traslador.
Dorothy frunce el ceño y da un paso adelante —¿Alguien podría decirnos qué está pasando? ¿Qué le pasa a Arthur?.
Dumbledore se vuelve hacia ella para responder, pero antes de que pueda, Everard vuelve a su marco —Lo tienen, Albus. Estuvo cerca, pero creen que lo logrará. Además, el Señor Oscuro no pudo adquirirlo.
—Oh, gracias a Dios. Lo siguiente que tenemos que-
—¡Míreme! —todos se quedan en silencio y miran a Harry, que respira con dificultad—, ¿Qué me está pasando?
—¿Deseaba verme, director? —Snape pregunta cuando aparece en la puerta.
—Oh, Severus. Me temo que no podemos esperar. Ni siquiera hasta mañana. De lo contrario, todos seremos vulnerables.
Snape escolta a Harry y deja solo a los Weasley y Dorothy —Señorita Black, ¿Acompañará a los Weasley?
—Sí —el coro de los Weasley la hace parpadear, se encoge de hombros y asiente de todos modos.
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