—Ow.

—Perdón.

—Ay.

Dorothy pone los ojos en blanco mientras se mueve para que sus pies estén doblados debajo de ella para obtener un mejor ángulo de los vendajes de George.

Se recuesta en el sofá y sonríe cuando la ve resoplar de molestia —George Weasley, te lo juro por Godric Gryffindor, si no me dejas envolver este vendaje correctamente, te quemaré la otra oreja y la empujaré donde el sol no brilla!

Bill se ríe cuando pasa junto a ellos con una taza de café en la mano. George mira por encima del hombro a su hermano mayor y suspira mientras se sienta derecho y se inclina más cerca de ella.

Él se aleja de sus manos haciéndola soltar los vendajes y suspirar mientras lo acerca a ella —Lo siento —murmura—. Manos frías.

—Manos frías, corazón frío.

Los dos se sonríen el uno al otro cuando ella comienza a manipular el vendaje de nuevo —Espera —ella ordena.

Ella levanta su mano para mantenerla en su lugar contra su mejilla, la envuelve alrededor de su cabeza varias veces asegurándose de ir detrás y delante de su oreja para que permanezca firmemente.

Sus dedos rozan los de él mientras retira el extremo del vendaje y une las dos piezas
—Ahí —exhala, aún sintiendo la electricidad donde sus manos se habían tocado—. Todo listo.

Ella aparta la mirada de su trabajo para encontrarlo mirándola. Marrón se encuentra con gris mientras se miran fijamente por unos momentos —Gracias —se fuerza como si no pudiera hablar.

Continúan mirándose, sin querer salir de su pequeño trance. Se acercan más, lentamente, cada vez más cerca, más cerca, más cerca...

—Gracias, Dottie, querida. La cena está en la mesa ¿Quieres que te ayude a curar ese bulto en tu cabeza? Se ve bastante feo.

Se aclara la garganta y se pone de pie —No, gracias, Molly, lo haré yo.

Ella mira a George por encima del hombro mientras sube las escaleras, los ojos de George la siguen a lo largo de los muchos rincones de su casa —George, ve a ayudarla, es lo menos que puedes hacer.

George se pone de pie subiendo las escaleras después y hacia la habitación compartida de Dorothy con Ginny y Hermione.

—Ella está en el baño —dice Ginny mientras sale de su habitación.

George suspira y sube otro tramo de escaleras para llegar al baño, lo abre y escucha un silbido bajo —¿Estás bien?

Sus ojos se agrandan cuando ve el gran moretón negro en su costado, ella grita, sin darse cuenta de que había entrado
—¡Georgie! ¡Casi me das un infarto!

—Perdón —él murmura que en realidad no le presta atención a ella, solo está de pie con sus jeans y su sostén deportivo. Intenta cubrirse con los brazos sintiéndose un poco expuesta.

Él se acerca quitando sus brazos de su cuerpo y colocando una mano en su costado —Diablos, Dot ¿Qué pasó?

Empuja la tapa del inodoro hacia abajo y la sienta antes de arrodillarse frente a ella con un paño y un recipiente con agua tibia. Se lo lleva a la frente y limpia la sangre que se ha formado alrededor del pequeño corte.

—Estábamos acorralados, sabían que estaba pasando —ella dice viéndolo morderse la lengua mientras mueve la tela por el lado de su cara y a través de la línea de la mandíbula eliminando cualquier exceso de sangre.

—Ese idiota baboso, echó un vistazo a Voldemort y Desapareció, Ojoloco y yo nos quedamos solos. Me separé de él, un grupo de Mortífagos me acorraló sobre Londres. Me golpeó desde el cielo, perdí mi escoba, la cebada logró aterrizar correctamente.

Ella se estremece cuando él se mueve hacia el corte en su labio —Ojoloco cayó detrás de mí, lo vi suceder. Eran tres contra uno, logré escapar y desaparecer en el Ministerio para confundirlos.

—Eso fue inteligente.

—He sido conocida por tener mis momentos.

Sale del baño y regresa momentos después con una crema que Molly le había dado y que lo ayudará con su moretón.

Él suspira y niega con la cabeza mientras mira el gran moretón negro y morado
—Entonces ¿Cuál es el diagnóstico, Doc?

—Te diagnostico belleza.

Ella le sonríe cuando él se arrodilla frente a ella otra vez —Entonces —se arrastra tratando de pensar en algo de qué hablar—. ¿Estás ocupado mañana?

Él levanta una ceja hacia ella —Tal vez ¿Por qué?

Ella se encoge de hombros —Verás, tengo esta boda a la que voy, y necesito una más.

—¿En realidad?

—Sí. Estaba pensando en preguntarle a mi mejor amigo idiota.

Ella hace una pausa y hace una mueca cuando él unta la crema sobre el moretón
—Entonces, soy la mejor amiga idiota, ¿quieres ser mi acompañante?

—Me encantaría ser tu acompañante, pero ya le pedí a alguien que fuera mi cita.

Su gran sonrisa titubea ligeramente —¿En serio?

Él sonríe mientras se enfoca en arreglarla
—Sí, le pregunté a Black.

—¿Le pediste a un Pygym Puff que fuera tu cita en la boda de tu hermano?

—Sí, y por suerte para ti ¿Ella dijo que ya tiene una cita?

—¿Weasley? —ella pregunta.

George asiente en confirmación —Weasley.