Opeli

Disfruto no olvidarte en ningún momento de mi día. Ni siquiera cuando estoy lejos de Katolis por las misiones que me encomienda Amaya, soy capaz de borrar esa imagen tuya. Te visualizo en mi mente con una claridad tal que es como si estuvieses acompañándome a dónde quiera que voy, sin estar presente en realidad.

Siempre hallo una excusa para traerte de vuelta a mi memoria. Basta ver la diáfana luz del sol para rememorar tus hebras color caramelo o escuchar el cantar de las aves y comparar su dulce sonido con tu risa.

Y cuando mi descanso del trabajo llega, mi mente no para. Miles de recuerdos relacionados a ti consumen mis minutos con una gracia tal que no puedo oponerme. Aun si en esas escenas pasadas noto un poco de distancia entre ambos, como si nuestra relación nunca fuera a pasar de una sincera amistad.

Debo añadir, que ésta es la cuestión que más ocupa mis reflexiones. ¿Será que algún día lograré que tampoco te olvides de mí ni un solo instante? ¿En verdad, debo resignarme a la idea de que seremos solo amigos? ¿Habrá algo que pueda hacer para cambiarlo?

Corvus