I. ¿Qué fue lo que hiciste?

La familia Mendes es muy reconocida alrededor de todo el mundo, pues posee una de las empresas más relevantes en cuanto a producción vinícola desde 1820.

Manuel Mendes, el actual dueño de la empresa “Glory” se ha caracterizado por su particular y determinante forma de  regir a su compañía, además todos saben que sus 3 hijos han estado muy involucrados en el proyecto y son igual o hasta más decididos de dirigir con mano dura la empresa cuando llegue su turno de tomar la presidencia.

A simple vista los Mendes parecen una familia llena de tranquilidad y bondad, pero lo cierto es que son solo maldad. Con cada paso que se abre una nueva generación parecen ir en ascenso sus niveles de codicia, ira y soberbia.

El ambiente en el que se desarrollan los herederos de "Glory" es un espacio repleto de venganzas, "cuentas claras", corrupción y amenazas, pero claro, ellos siempre salen ganando.

- Papá - dijo Luke exasperado -, es claro que lo único que quieren es hundirnos y si no haces nada, todos nos vamos a ir al carajo, y solo entonces van a comprender lo que les había estado diciendo a los cuatro.

- ¿A caso crees que no soy consciente de lo que pasa en mi propia empresa Luke? - dijo el mayor con desespero -, te recuerdo que yo soy el que está al mando de grupo “Glory”, y si estás aquí es para apoyar y aportar, no voy a tolerar que sigas con esa actitud.

Después de casi una hora de estar discutiendo este punto, Luke se limitó a asentir y se reservó todos sus comentarios, después de todo él sabía que más tarde arreglaría el problema sin la ayuda de su padre.

- Me parece realmente importante que hablemos sobre eso papá - dijo la menor de los tres hermanos -, con todo respeto, no nos has dicho absolutamente nada de lo que piensas hacer.

- ¿Ahora resulta que les tengo que estar rindiendo cuentas a mis hijos?, ya me encargué de solucionar el problema, no metan sus narices en donde no les llaman.

- Necesitamos saber que fue lo que hiciste - reclamó Luke consumido ya completamente por la ira -, también somos parte de grupo “Glory”, que no se te olvide papá.

- ¡Está arreglado y punto, no tengo porqué darle explicaciones a ninguno de ustedes!

- ¡No, si tienes! Tienen tanto derecho como tú a saber lo que está pasando, me parece patético que no les quieras decir - respondió Shawn con un porte imponente y una mirada de reto hacia su padre-. ¿Qué has hecho?, No creo que sea algo que les debas esconder, después de todo tú les has enseñado que “Glory” está hecha a base de honestidad y esfuerzo ¿No es así?

El jóven causó mucho más intriga y tensión en el ambiente, Shawn sabía algo que sus hermanos no y eso era evidente.

Luke estaba ardiendo en las llamas de su propia ira, por su parte Sabrina estaba sumamente enojada con su padre por informarle a Shawn primero antes que a ella.

- Shawn, no es el momento.

- ¿No es el momento papá? -respondió Luke alzando una ceja-, discúlpame pero yo creo que si lo es. Estoy completamente cansado de que nos hagas a un lado a Sabrina y a mí, siempre has dicho que no tienes preferencias pero es evidente que sí.

- A ver... - dijo Manuel cansado de la situación -, su hermano Shawn, me acompañó ayer por la noche a hablar con los Steinfield y llegamos al acuerdo de que por una suma un poco más grande de dinero nos seguirían brindando protección y estabilidad en la empresa. Eso es todo.

Shawn soltó una pequeña carcajada ante las absurdas y vacías palabras de su padre.
Los tres eran bastante listos como para creer semejante mentira; su papá les había enseñado muy bien a sobrevivir en el mundo de los negocios, y ahora mismo no se dejarían ahogar por su propio padre.

- Pero hace una semana habías dicho que los Steinfield no estaban dispuestos a seguir protegiéndonos  aún con una suma de dinero mucho más elevada -comentó Sabrina-, ¿Qué fue lo que en realidad hiciste?

- Eso hice princesa -dijo su padre con un gesto que reflejaba tristeza-, ¿No confías en mí?

- Absolutamente.

- Bueno -dijo Manuel sonriendo- pues doy por finalizada nuestra reunión de hoy.

El primero en salir de la habitación fue el mayor de los Mendes, Luke se había quedado fumando un cigarro mientras observaba por el gran ventanal, por su parte, Sabrina y Shawn estaban dispuestos ya a marcharse.

- Si yo fuera tú, no estaría tan tranquila princesa -susurró Shawn al oído de Sabrina-, ve preparando tus cosas.

Y con una sonrisa burlona Shawn salió victorioso una vez más.