25: Parte A.



Yoongi podia escuchar a Taehyung parlotear enojado junto con Jimin en la cocina, sin embargo, todas las voces pasaron a segundo plano cuando Jungkook le entregó su peluche con las indicaciones de que tenia que cuidarlo hasta que volviera.

Ese conejo... con el color rosado deslavado y largas orejas a los costados.

Sintió que su voz se agrietó cuando sonrió al pequeño y preguntó—¿Quién te dio esto?

—Papá.

—¿Desde entonces? Desde bebé... —Yoongi sonrió cuando Jungkook asintió.

—Bumbum tiene mi edad.

—¡Vamos bola de mocos! —exclamó la voz de Taehyung. Jimin lo venía empujando hacia la puerta. Ambos siguieron discutiendo hasta que Jungkook se levantó para irse con Taehyung y cerrar la puerta detrás de ello.

—No... —corrigió Yoongi, aunque Jungkook ya se había ido—Bumbum tiene mis años.

—¿De que hablas? Oh... —Jimin suspiró metiendo ambas manos a las bolsas traseras de su jean mientras se encogía de hombros—, lo viste, pensé que no ibas a recordarlo.

El alfa levantó al peluche para mirarlo con determinación—Se ve tan viejo... pero el hecho de que lo hayas guardado...

—Bueno... cuando... cuando nos separamos, necesitaba llevarme algo que tuviera tu aroma y que hiciera todo más fácil para mí —Jimin finalmente suspiró y se dejó caer a su lado de forma cansina, no había tensión en sus músculos, ni tampoco una postura defensiva, sólo paz en su rostro al dejarse enterrar en su cómodo sofá y los esponjosos cojines.

Yoongi tambien se recargó en el respaldo y sentó al conejo en su regazo, moviendo las orejas largas con suavidad.


"—¿Nana?, ¿Qué es?

—Esto es un peluche, tu padre lo trajo anoche, no pudo dártelo porqué estabas dormido, pero es tuyo, Yoongi, ¿te gusta?

—No sé... es un conejo simple.

—Por supuesto que no, es un dulce conejo protector, ¿lo ves? —la anciana sonrió levantando una de sus orejas—te protegerá de todos los males, por eso siempre debes mantenerlo contigo, a Bumbum no le gusta la soledad.

—¿Bumbum? Es un nombre demasiado ridículo.

—¿Qué clase de palabra es esa para un niño como tú?

—Es feo, no lo quiero.

—No, Yoongi, es un regalo de tu padre.

El pequeño pelinegro lo miró con molestia, pero finalmente tomó al muñeco en sus manos—Es un conejo, no durará mucho aquí.

La nana sonrió con cariño—No, durará más, créeme, fue un regalo con tanto amor, lo tendrás más tiempo de lo que crees.

(...)

—Hyung, estaba moviendo las cajas de mudanza —dijo Jimin entrando a la sala—Y esto cayó de tus cosas.

Yoongi bostezó y se giró sólo para mirar al peluche en una de las manos de su novio—Oh eso, no tiene importancia, déjalo por ahí.

Jimin miró al conejo con alegría—¿Era tuyo? es adorable, ¿Cómo se llama?

El alfa se mostró pensativo por unos segundos—Mmm... creo que era Bumbum realmente.

Jimin observo al peluche una vez más—Me gusta Bumbum.

—Si tanto te gusta, quédatelo.

—¿De verdad, hyung?, ¿No es un recuerdo importante para ti o algo?

Yoongi caminó hasta su novio y puso ambas manos sobre sus hombros—No es como si nos fuéramos a separar ¿verdad? mientras este contigo, estará conmigo y estará bien, es sólo un juguete de mi infancia, no tiene mucha importancia. Mi padre lo compro para mí, aunque fue mi niñera la que me lo entregó por primera vez, dijo varias cosas como que era un protector de niños o algo por el estilo.

El menor acarició al conejo con una tímida sonrisa—Bumbum... ¿Así que protector de niños? Tal vez deba guardarte... estoy seguro de que me serás de mucha ayuda en el futuro."


—A pesar de todo...

Jimin asintió con los ojos cerrados—A pesar de todo.

—Se lo diste —las manos de Yoongi temblaban levemente, por lo que el omega que ahora le prestaba atención, deslizó una mano cálida por su espalda, acariciando con suavidad.

—Fuiste una persona cruel, al menos así lo sentí —Jimin retiró el conejo de sus manos y lo miró con una leve sonrisa—, pero cuando Jungkook nació sentí que de alguna forma tenía que tener algo tuyo o me sentiría mal de por vida.

—Pudiste no haberlo hecho... y si nunca nos hubiéramos encontrado de nuevo, él...

—Hey, esta bien, no necesitas agregar más pensamientos de cosas que no pasaron, tiempo atrás... en la oficina —la voz de jimin se hizo más susurrante—, mencionaste que tenías ataques ansiosos, ¿verdad? así que... no, no pienses en las cosas malas que pudieron haber pasado porque ahora estamos aquí, somos dos adultos ahora, hay un niño de por medio, podemos hablar con más comodidad que cuando nos encontramos.

Yoongi asintió, su mirada en sus manos entrelazadas, jugando con sus propios dedos—Supongo que... ¿te sientes mejor para hablar al respecto?

—Tal vez ayer no estaba listo... o no mucho, al menos, pero hoy... con ver a Jungkook contigo, las cosas son diferentes.

Fue entonces que después de un silencio que aturdió los sentidos de ambos, Yoongi sollozó, curvando su espalda y escondiendo su rostro en un cojín, apenas pudo contener los gimoteos que hicieron sacudir su espalda en un llanto que se hizo mudo.

—Esta bien... las cosas saldrán bien —Jimin acariciaba su espalda con ternura.

El alfa despegó su rostro de la tela húmeda sólo para sonreír bajo la cortina de lágrimas—Es increíble que seas tú quien me este consolando.

Encogiéndose de hombros, Jimin siguió acariciando su espalda—Tuve mucho tiempo para llorar antes, sé lo que se siente, y cuando hay una luz de empatía en un alma herida, lo demás queda a segundas.

Después, Yoongi intentó parpadear para evitar la nueva ola de llanto, pero el nudo en su garganta fue mas fuerte y las lagrimas bajaron antes de que pudiera detenerlas.

—Es mío.

Jimin asintió.

—Es mío, es mío... es... Jungkook.., Jimin, él...

El pelinegro volvió asentir, ahora acariciaba su cabello—Lo sé, lo sé, y es un gran niño.

—Soy un idiota —murmuró el alfa limpiándose las lagrimas con rudeza, aunque sus palabras eran débiles—, lo supe desde que lo vi, creo que muy en el fondo, pero no quería ser grosero contigo, incluso cuando Jungkook dijo que eras su papá, todavía había una duda en mí porque quería darte todo el derecho que te corresponde, si me decías o no, no me importaría, si nunca me lo confirmabas, estaría bien con eso y trataría de vivir así, pero ahora... mi pecho duele —sollozó—, arde, y ruge, porque se siente diferente a lo que imagine, debería estar feliz, pero Jimin, me siento... me siento tan triste.

—¿no es algo que esperabas?

—Ni de cerca, pero mi tristeza no es por eso, es... imaginar todo lo que me perdí.

Con un resoplido profundo, Jimin quitó el cojín de las manos del alfa, y lo obligó a que lo mirara—Lo entiendes ahora, ¿mi coraje?, ¿mi enojo?, ¿mi rechazo? Pero más que eso... entiendes, específicamente, entiendes ¿por qué debemos ser maduros y responsables al respecto? Creo que he sobre pesando lo suficiente, y dios... me hubiera gustado que esta platica fuera de otro día, pero supongo que no voy a reprimir tus lágrimas.

Cuando Yoongi se pudo calmar, y su rostro rojo por el llanto pudo volverse sereno, asintió en levedad—Lo comprendo, puedo... puedo preguntar, ¿si en algún momento me ibas a decir?

—Cuando Jungkook tenía apenas un año, me encontraba tan solo... que a veces soñaba que te veía en la calle, te mostraba a Jungkook con insistencia, diciéndote ahí mismo lo que era de nosotros, y en mis sueños, te emocionabas, me pedías perdón, y regresábamos juntos a casa...

—Jimin yo-

Levantó una mano interrumpiendo al alfa—Entonces yo me despertaba, escuchaba el llanto de Jungkook, me levantaba a comprarle una papilla con el único dólar en mi bolsillo e imploraba a dios que ese mal día acabara, que llegaran los buenos momentos, que mis malas rachas pasarían y que el ardor de mi estomago valdría la pena si mi hijo dormía satisfecho.

Como el peligris se mantuvo en silencio, Jimin continuó.

:—Ahí entendí... que mis decisiones tenían que ser tomadas con responsabilidad, después de todo, cada esta bien que te digo, cada postura tranquila, es el esfuerzo y la valía de mis primeros años sin ti, y quiero que valgan la pena y no sean sólo un recuerdo doloroso del pasado. Así que no, lo lamento mucho, pero no creo que en algún momento yo hubiera hecho el esfuerzo de buscarte y decirte de la existencia de Jungkook.

—Es... comprensible —Yoongi susurró, puso sus propias manos sobre las de Jimin el cual seguía sujetando sus mejillas—, pero ahora...

—¿Ahora? —Jimin sonrió, retiró su toque, suspiró—, ahora no me puedo preocupar por eso, es lo que es, y si Jungkook brilla como la estrella de un pino navideño cada vez que te ve, ¿Qué puedo hacer yo contra eso? Nada —soltó una risilla—, es cosa del destino... y eso es lo peor, el destino es como jugar a la ruleta rusa.

Yoongi se movió un poco, mirando al peluche en el regazo de Jimin.

—Nunca la quise.

El ambiente cambió y Jimin pudo sentirlo, pero aún así no iba arremeter contra un alfa al borde de un cuadro de ansiedad.

—Soy neutral a creerte —contestó—, pero mis memorias todavía me llevan a huir de unos hombres que me tomaron, me llevaron a un callejón y me golpearon hasta que perdí el conocimiento, pero su nombre —Jimin apretó sus puños—Jodida Jo Gyuri —se rió por lo bajo—maldición, si fuera otro yo, si hubiera sido otro jimin en ese entonces... yo... —apretó el cojín y lo lanzó lejos, bufando—No vale la pena, que más le puede decir uno a un muerto.

Por alguna razón, aquella acción animo un poco al alfa.

—Te busque en el hospital, un hombre me dijo el numero de tu habitación, 102.

Jimin frunció el ceño—Si, esa fue mi habitación, pero...

—Y aún asi no te encontré, te busqué entonces en cada habitación, los guardias de seguridad me seguían la espalda, corrí la cortina de cada camilla, y... nada.

—Estuve ahí casi dos meses, debes estar bromeando.

Ambos se miraron sorprendidos, sus cabezas conectando punto tras punto.

—Tú no me encontraste a pesar de que estuve ahí.

—Y yo... yo... —Yoongi negó—, todo es tan confuso.

—¿Crees que alguien tuvo que ver? Tal vez... —Jimin murmuró—no, no, ella ya estaba muerta para entonces.

—Tú... ¿sabes algo de la muerte de Gyuri? No es como que importa mucho, pero...

—Mmm... algo así, nada importante —Jimin miraba de reojo al alfa—, vi las noticias y todo después de lo que sucedió, ella estaba en una mafia.

—Su padre, su padre fue el de la mafia —Yoongi parecía un poco aturdido, tal vez por el cambio brusco de atmosfera que regresaba del confort a la incomodidad y devuelta—, ese viejo bastardo traficaba omegas.

—¿Qué?, demonios... dame un minuto, ¿y trabajaste para él? ¡Yoon-

—¡Jamás me uní! —se apresuró a tomar al omega de las manos y mirarle de soslayo porque de pronto el aroma de Jimin se volvió intimidante—cuando me di cuenta de toda la suciedad del trabajo era muy tarde para dar un paso atrás, ese viejo asqueroso sabía de tu existencia, te conocía, sabia donde vivíamos y todo lo que hacías a diario, él estaba obsesionado cont-

—No lo digas, no lo digas —Jimin se zafó de una mano para negar con esta mano—vomitaré aquí mismo.

—Lo siento...

El timbre de la casa sonó, y explotó la pequeña burbuja de ambos. Jimin se levantó no sin antes señalar a Yoongi con efusividad.

—Charla pendiente, ¿entiendes?, charla pendiente.

Asintiendo, Yoongi se dejó hundir en lo más profundo del sofá, al menos, había un peso menos sobre sus hombros y esa noche, dormiría mejor que otros días. 



Holaa espero se encuentren bien, este capitulo era mucho mas largo, pero debido a mi estado de salud actual no pude seguir editando más y ya tenia que actualizar. Por lo que decidí dividir el capitulo 25 en dos partes, la parte A y la parte B, ya que si unía lo demás al capitulo 26, iba a ver mucha discrepancia de escenas, espero les haya gustado, ¡nos leemos pronto! Cuidense mucho. 

-susy


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