15: Papá es un tonto.
Dedicado especialmente a @chimchim8250 <3
Maratón 7/?
Había tantas preguntas en la cabeza de Jimin, incluso cuando el aire frío del atardecer pudo haberlo aterrizado un poco, eso no quito la sensación opresora en su pecho. Inclusive con toda su infinidad de sentimientos, sabía que el toque de Yoongi lo dejaba parcialmente atontado, después de todo nunca les dio un duelo digno a sus emociones por el alfa, simplemente las enterró en lo más profundo para no saber más de ellas, no las supero como tal y ahora que volvían a la superficie, todo era tan desastroso.
Manejó a casa con una mente atareada, maldijo en voz baja y después resopló. Tenía que hablar con Yoongi, no podía posponerlo más, no iba a minimizar sus emociones pero tampoco tenía que estar evitando la razón de casi todos sus problemas, necesitaba enfrentarlo, incluso cuando le dijo a Yoongi que aún no estaba listo para ese momento por temor a que pudiera recaer en una tristeza y mostrarle lo decepcionado que estaba... pero otra parte suya, su omega interno imploraba por enseñarle precisamente al alfa eso, exponer al mayor cuan triste y enojado se encontraba con él, lo humillado que sintió y el rencor que parecía crecer con confusión, pues las palabras de Yoongi después de su regreso no eran exactamente las que esperaba a pesar de haber deseado tanto el arrepentimiento en los ojos del otro.
Entró a su edificio y camino al ascensor su mente tomó otro curso, siseó un poco molesto consigo mismo también por tener que involucrar a tantas personas, a Soyou, Namjoon y ahora a Taehyung, con quién tenía una charla pendiente. Una vez dando vuelta al pasillo de su apartamento, algo lo detuvo en la mitad de su caminata. Un alto hombre recargado en la pared fue su punto de atención, llevaba unos pantalones rotos viejos, y unas botas militares color marrón caramelo, su rostro era ocultado por unos cabellos largos y despeinados que sobresalían de un gorro deslavado y una enorme chamarra de gran tamaño que lo hacía ver fornido e intimidante.
Jimin entrecerró los ojos un poco.
—¿Hyung?
Aquella persona levantó su rostro, y con una velocidad sorprendente, Jimin corrió hacia sus brazos, una sonora carcajada sonó en el pasillo, dos fuertes y musculosos brazos tomaron al omega de la cintura y lo levantaron dándole vueltas.
—¡Hyung!, ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué no habías venido antes?, ¿estas bien?, ¿Dónde vives ahora?, ¿qué estás haciendo?, ¿estás-
—Wow, wow para ahí chiquillo —. Rió el viejo hombre, se quitó la mascarilla que cubría parte de su rostro y sonrío—, son demasiadas preguntas, no tengo tiempo de contestar todas. He estado esperando aquí un buen rato, tienes que saber que estoy bien, pasaba por la ciudad y decidí venir a verte, además, esto es para mi pequeño ahijado —murmuró señalando una gran caja de regalo delante de la puerta—, su cumpleaños es en pocos días, ¿verdad?
Jimin se cruzó de brazos y arqueó una ceja divertido—Ahh, viajaste sólo por el cumpleaños de Kookie, ¿cierto?
El alto desconocido se encogió de hombros y sonrío ladino—Tal vez, bueno, quería verte antes de irme de nuevo.
—Hyung... sabes que tu caso fue cerrado hace cinco años, no necesitas segu-
—Lo sé, chiquillo —Interrumpió, sonrío de forma cariñosa despeinando su cabellera. Jimin frunció los labios y aun así cerro los ojos cuando el veterano tocó su mejilla—¿Has estado bien?, ¿estás comiendo todas tus frutas y verduras?, mírate, estás tan flaco como cuando te conocí.
Jimin resopló—He tenido mejores días, sabes hyung, últimamente estas en mi mente. Ayer me acorde de ti, bastante.
—¿Ocupas que amenace a alguien?
El omega rió y negó con la cabeza—Gracias hyung, ¿tienes que irte tan pronto?
—Tengo que, niño —suspiró—, la próxima vez iremos a comer, ¿está bien? tú, el otro chiquillo y yo, al restaurante más lujoso de Seúl, lo prometo. Esta vez no tardaré mucho, ya me ando asentando por aquí y por allá, tal vez la próxima vez que regrese... no sé, puede que ya no me vuelva a ir.
Jimin asintió con entusiasmo, antes de mirar al alto alfa y volver abrazarlo una vez más. No sabía cuánto tiempo pasaría antes de poder mirarlo de nuevo, aunque el otro dijera que fuera pronto, su concepto de "pronto" podría significar meses o años.
—Toma, esto es un obsequio por adelantado —. Jimin observó como el mayor metió su mano a los bolsillos y sacó un pequeño objeto plateado.
—Oh no, hyung...
—Vamos chiquillo, sé que te gustan muchos los accesorios ¿verdad?, lo compre en uno de mis viajes a Japón —Tomó una de las manos del pelinegro, el omega sonrío avergonzado cuando la diferencia de tamaño entre ambas manos se hizo notable—Perfecto, ¿lo ves?, es tu medida, le pedí a un niño de tres años que vi, su manita para poder comparar el tamaño.
El omega le pegó con el puño débilmente en el hombro—¡Oye!
—Idénticos, ¿de que te quejas? no fallé.
Esta vez, Jimin miró maravillado el anillo que decoraba su dedo anular, era lindo—Gracias hyung.
(...)
Jungkook vio impaciente el reloj en la pared, siete de la noche. Podía escuchar los ronquidos de aquel extraño chico de cabellos rojos desde la habitación de su padre, el menor frunció el ceño.
No había podido dormir con su papá desde hace varios días porque su cama se encontraba invadida por aquel malvado villano cabeza de fresa de nombre Taehyung. Aunque Taegun sonaba más bonito. Aquella persona venia de otro planeta, estaba seguro, como un villano. Podía hacerte llorar con tan solo palabras y tenía poderes ocultos que usaba para molestar a los niños.
O al menos eso le había dicho su padre cuando Kookie preguntó porque no podía dormir entre ambos.
De pronto, tenía ganas de llorar. No sabía que sucedía, algo en su estómago se revolvía de nuevo, necesitaba tranquilizarse, era un niño grande, no tenía por qué llorar, a papá no le gustaba verlo llorar, pequeñas lagrimas se acumularon en sus ojos, no entendía de verdad porque se sentía de esa manera, necesitaba a su papá, ahí estaba de nuevo, esa sensación de ansiedad causando molestia. Quería solamente abrazar a papá, olfatearlo, llenarse de aquel dulce aroma y apaciguar su ser.
A su mente, la imagen del alfa de cabellos grises llegó.
Si, quería al alfa de cabellos grises.
¿Dónde estaba aquel alfa?
¿Por qué no venía de nuevo?
Necesitaba el aroma de cerezas de papá junto con el almizcle y chocolatoso olor del peligris, los quería a ambos, tal vez si se encontraba con los dos, aquella sensación de mareos desaparecería. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, escuchó ruido en la estancia de abajo y se levantó de las escaleras, con cuidado caminó hasta la puerta.
Su papá parecía feliz, tarareaba por lo bajo y no dejaba de mirar su mano. Lucia más contento que esta mañana, se quitó los zapatos y caminó por el pasillo.
—Pap-pi...
—¿Jungkook?, oh Kookie no sabes lo que trajeron para ti, es un enorme regalo y-... ¿bebé?, ¿estás bien?, ¿por qué lloras?
El omega se precipitó a llegar hasta él, Jungkook lo abrazó por las caderas mientras enterraba su rostro en el abdomen del otro, comenzaba a sentirse un poco mejor.
—Me-me siento ra-raro —susurró separándose—, quiero...
Jimin limpió las lágrimas del rostro de su hijo y acarició sus cabellos—Supongo que es parte de tu precuela —lo sujetó de la mano y caminaron hasta el sofá—, ¿te duele algo?, ¿necesitas que papá te de jarabe?
Jungkook sorbió su nariz negando, gateó hasta su padre y se arrojó a sus brazos mientras rodeaba su cuello y escondía su rostro en este. Jimin acarició suavemente la espalda del menor, al mismo tiempo que se acomodaba entre los cojines y tarareaba en voz baja.
—¿Te sientes mejor?
Jimin intentó sentarse para mirar a su pequeño, pero en cuanto hizo el primer movimiento, un suave gruñido escapó de Jungkook, el niño se había aferrado a su cuello con más fuerza y ahora usaba sus piernas para movilizar al omega. Jimin parpadeó confundido, más no volvió a moverse, siguió acariciando los cabellos de su hijo, dándose cuenta que el pequeño cuerpo de Jungkook casi abarcaba él suyo, ¿Cómo había podido Jungkook crecer con tal rapidez?, ¿o siempre fue él así de pequeño?
—Mi-mi estómago se siente ra-raro —susurró Jungkook contra su pecho esta vez, el pequeño se reacomodó, sus cortos brazos y pequeñas manos seguían sujetando celosamente a su padre. Jimin esbozó una pequeña sonrisa y aprovechó aquella oportunidad para tomar ambas mejillas de su pequeño y llenar su rostro de pequeños besos.
El menor soltó un leve chillido y después pequeñas risas comenzaron a escucharse, su agarre poco a poco perdiendo fuerza.
—Aww Kookie está riendo —se burló Jimin—, Kookie debe sentirse mejor ahora. ¿verdad?
Un ruido se escuchó en la planta de arriba y después pasos perezosos sonaron en los escalones. Taehyung tenía los ojos cerrados, pero caminó hasta la cocina para después invadir la sala con un vaso con agua en sus manos.
Jimin miro al pelirrojo, pero este miraba a Jungkook con el ceño fruncido.
—Tu hijo se está presentando en este momento —Mascullo Taehyung con un tono de voz que no logro deducir. Jimin lo miró sorprendido, rápidamente tocó la frente de Jungkook quien le observaba intrigado, y en efecto, su pequeño estaba un poco caliente, sus mejillas comenzaban a ponerse coloradas al igual que sus pequeños ojos a cristalizarse.
—¿Cómo... como lo sabes?
Taehyung se encogió de hombros—Tengo tres hermanos menores, estuve ahí cuando ellos presentaron, todos fueron alfas, tú hijo se está presentando como un alfa.
Casi como si el pelirrojo hubiera dicho la peor desgracia del mundo, Jungkook comenzó a sollozar.
—Kookie, no, bebé, sol, escúchame, por favor, Kookie... mírame, no llores ¿sí?, no pasa nada, todo está bien, ¿tienes miedo?, ¿eso tienes?
El pequeño escondió su rostro detrás de un cojín, Jimin sintió como su corazón comenzó a encogerse sólo con la vista.
—Papá... p-papa... n-no... va a quererme —sollozó.
—Jungkook, yo te amo, ¿por qué no iba a quererte?
—¡Por-por qué Kookie es un alfa! —Lloró.
Algo pareció golpear a Jimin dentro de su pecho, tan fuerte y brusco, sintió como toneladas de culpa cayeron sobre sus hombros que por poco cae al suelo. De forma rápida agarró a Jungkook en brazos y se apresuró a subir las escaleras.
—¿Puedes sacar un poco de ropa para Jungkook?, tengo que llevarlo al médico.
—¿A estas horas? —preguntó Taehyung.
—Mi hermano es enfermero, puede arreglarnos una cita.
El pelinegro subió hasta su habitación y entró al baño, dejó al pequeño sobre la taza sanitaria y comenzó a llenar la bañera. Jungkook soltaba pequeños sollozos, no lloraba ruidosamente como un niño de su edad solía hacerlo, parecía como si tuviera miedo de ser escuchado.
—Vamos bebé, tengo que quitarte esta ropa —Jimin habló dulcemente, el niño se aferraba a su camisa, cuando abrió sus manos empuñadas, Jimin pudo sacarle la prenda, una por una hasta poder meterlo al agua.
—Escúchame Kookie, no eres malo por ser un alfa ¿de acuerdo?, si te hice pensar eso, yo lo siento mucho, papá es un tonto —dijo tomando uno de sus brazos para enjabonarlo, el pequeño simplemente miraba el agua sin tener el valor de mirar a su padre—, eres mi hijo, mi bebé, y te voy amar sea lo que seas. Eres el pequeño alfa de papá, y te amaré siempre, no importa qué, ¿entiendes?
—¿El alfa de papá? —Susurró Jungkook girando su cabeza para mirarlo.
Jimin sonrió y se acercó un poco para besar su frente—Sí, mi pequeño alfa.
(...)
Jin se apresuró cuando observó a Jungkook sobre los brazos de un desconocido, recordaba haberlo visto antes, pero no sabía en dónde.
—¿Dónde está Jimin? la doctora ya puede atenderlo —dijo Jin mirando hacia los lados.
Taehyung asintió y se encogió de hombros, Jungkook seguía aferrándose a su camisa mientras lo miraba directamente a los ojos, si no fuera un pequeño de seis años, diría que aquel pelinegro trataba de intimidarlo, incluso podría decir que el que estuviera encajando sus diminutas uñas en sus brazos era intencional.
Pero era sólo un simple niño.
—¡Jin-hyung! lo siento, tuve que llenar el expediente de Jungkook, ¿está el doctor de Kookie disponible?
—No, está en la sala de urgencias junto a otros más. Pero la Dra. Kim está disponible —Respondió Jin, sus ojos vagaron sobre el pelirrojo quien aún parecía tener una disputa interna con el niño en sus brazos. El beta miró a su hermano alzando una ceja, Jimin alzó los hombros y movió su mano indicándole que no había nada de qué preocuparse, el rubio pensó que tendría que hablar con su menor en cuanto se diera la ocasión.
Taehyung miró como el alto hombre con uniforme de enfermero se alejaba, el pelirrojo se mordió los labios cuando sintió un pequeño pellizco, sus ojos chocaron con los oscuros de Jungkook, los cuales lo miraban con gracia y algo más que no pudo detectar, pero...
¿No había visto esos ojos antes?
Juraría haberlo hecho, tan familiares, tan... felinos. Mientras seguía a Jimin por detrás, Jungkook se encontraba en silencio, mirando la espalda de su papá de vez en cuando para después mirar al pelirrojo que lo cargaba en brazos, Taehyung se sintió tan estúpido cuando esquivó la mirada del pequeño, pero había algo en aquel pelinegro que lo hacía hacerlo.
Entraron a una pequeña habitación, una mujer mayor levantó la cabeza para mirarlos, ojos marrones idénticos a los suyos lo observaron con sorpresa. Jimin pasó y saludó a la alfa detrás del escritorio. Mientras que Taehyung todavía seguía en el umbral, debatiéndose si entrar o no, eso no podía ser verdad. Ella no podía trabajar ahí, no, definitivamente dejaría al pequeño y esperaría a Jimin en la planta de abajo, pero antes de que pudiera siquiera bajar a Jungkook, el omega ya lo había conducido dentro y cerrado la puerta detrás. Con incomodidad tomó asiento, ni siquiera escuchaba las palabras que Jimin decía y lo que la vieja mujer contestaba, su mente estaba hecha un desastre en esos momentos.
—¿Estás bien? —susurró Jimin, Taehyung reaccionó y sólo así se dio cuenta que el pequeño ya no se encontraba en sus piernas, ahora estaba sobre la camilla de revisión.
Tae lo miró unos segundos antes de esquivar su mirada—No te importa.
Jimin rodó los ojos y resopló, se paró para caminar hacia la doctora—¿Está todo bien?
La mujer asintió con la cabeza—Definitivamente está presentando —guardó la lamparilla en su bolsillo—, recomiendo que tome mucha agua en los próximos días, se mantenga aislado de olores fuertes, sus sentidos se están desarrollando aún más. Luces, olores, sabores fuertes, todo eso podría molestarlo.
Jimin tomó la mano de su pequeño para ayudarlo a bajar, la doctora caminó hasta el escritorio no sin antes mirar fugazmente al pelirrojo. Taehyung ágilmente sujetó la mano de Jimin cuando este se sentó a su lado, el omega lo miró frunciendo el ceño sin embargo no dijo nada, aunque no duró bastante, Jungkook golpeó la mano del pelirrojo sin que su padre se diera cuenta, Tae le lanzó una mirada furiosa antes de buscar algún punto en la pared de enfrente y darle su total atención.
—Un jarabe para la fiebre y otro para los dolores estomacales en caso de que estos se presenten, es normal en algunos niños, ¿es el papá un alfa? —Preguntó la doctora.
Jimin se quedó en silencio, Taehyung lo miró de reojo, sentía curiosidad por aquella respuesta.
—Eh... sí.
—Le aconsejo que el pequeño duerma con su padre algunos días, esto es para estabilizar su presentación y evitar molestias como dolores de cabeza y fiebre, el aroma del padre servirá como un analgésico natural. Por ahora sólo hay que tomar un descanso, necesito que regrese dentro de dos días para hacer unos análisis y comprobar la condición de alfa de su hijo.
—¿Es normal que su presentación se haya adelantado?, no cumple los siete hasta dentro de tres días.
La Dra. Kim sonrío con levedad—su hijo está bien, las presentaciones suelen adelantarse hasta semanas, o bien, tardarse hasta meses, o años.
Taehyung sintió como alguien jaló de su camisa y observó como Jungkook trataba de pasarse a su regazo de nuevo. El pelirrojo captó rápidamente como los ojos de la doctora vagaron por el pequeño alfa que ahora se encontraba en sus piernas, Taehyung sabía muy bien lo que aquella vieja alfa pensaba, conocía bastante esa mirada.
Después de todo, ¿Cómo no conocer a su propia madre?
En serio lamento la tardanza, todo el día de ayer y hoy, me he sentido muy enferma, mucho dolor de cabeza que me impide editar, lamento de ante mano cualquier falta que se me haya pasado en el capitulo, ¡espero les haya gustado!
Por cierto, feliz año mis tamalitos, espero que este año 2022 este lleno de bendiciones y prosperidad para todos ustedes <3 <3
-susy
pd. trataré de continuar la maratón, pero lamento si no es pronto, probablemente hasta el jueves, en serio necesito descansar.
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