13: Aromas falsos pt.2
Dedicado especialmente a chimchim8250
Maratón 5/?
La visión del omega comenzaba a ponerse borrosa, trató de cubrir su rostro con sus brazos pero fue imposible. Unas manos fuertes lo sujetaron de cada costado y un nuevo golpe llegó a su espalda, escupió sangre y sollozó casi en silencio.
—Diablos, se está desangrando —habló uno de los que le sostenían.
—Nos pagaron para acabar con su vida, sujétalo bien.
En la mente del pelinegro sólo estaba su alfa, ¿Dónde estaba?, ¿por qué dejaba que aquellos extraños alfas le hicieran daño?, ¿por qué lo había dejado solo?
—Ba-basta...
—¡Maldición Khun, ya déjalo!
—¿Qué parte de tiene morir no entiendes, Gguk?
El chico de cabellos ébanos fue lanzado contra la dura baldosa, uno de sus ojos era cubierto por una capa de sangre que le impedía ver. No sentía su pierna izquierda y sus brazos se encontraban pesados y adoloridos.
—Hagamos esto rápido.
—¡Espera Khun-
Pero antes de que el niño pudiera prepararse, un horroroso grito abandonó su garganta, sintió como un objeto filoso se introdujo con brusquedad en un costado de su vientre provocándole el peor de los dolores, con suplicio y lágrimas vivas gritó una vez más.
—Joder, Khun, mira su identificación, ¡tiene solo diecinueve años!
—Cállate Gguk, mierda, es-, ¡mierda!, ¡es una sirena lo que escucho!, ¡maldición!, ¡iré por la camioneta, termina con esto! —ordenó el alfa de cabellos negros lanzando un arma para después dar media vuelta y salir del oscuro callejón.
—P-por favor...
El alfa castaño observó los ojos brillantes del omega y un hueco comenzó a formarse en su estómago.
—Es... es parte de mi trabajo... —susurró—, lo siento... lo siento...
El omega gimió de dolor llevándose una mano a su estómago—Por favor... no... mi... por favor... m-mi bebé, mi bebé... no le hagan daño a mi bebé.
Aquella palabra se sintió casi como un disparo para el alfa, no tardó en ponerse de cuclillas y tocar con total nerviosismo el vientre del adolescente, su mano temblorosa se manchó de sangre en el acto. Sus ojos quisieron llenarse de lagrimas cuando su lobo se agitó, en efecto, sabía que el omega no podía sentirlo tanto como él, los alfas tenían cualidades más desarrolladas y el sentir la latente vida dentro del estómago, sólo le revolvió el estómago.
—Juro que matare a la maldita zorra que ordeno tu muerte... —habló con odio y lágrimas cayendo por sus mejillas—, pero lo siento, te prometo que te vengare... lo prometo.
Gguk se levantó y quitó el seguro del arma, lentamente y con el brazo tembloroso apunto hacia la frente del pequeño en el suelo, el chico tenía sus ojos cerrados, y al abrirlos, el castaño pudo observarlos bien.
Aquellos ojos reflejaban en su grandeza, dolor, aflicción y decepción, pero fue el pequeño destello de una inocencia pura que lo hizo dudar—Dios... eres... sólo un niño.
—¡Maldición Gguk, dispárale, no tenemos tiempo!
Entonces el alfa jaló del gatillo.
Un disparo hizo eco en todo el lugar aquella noche, un cuerpo cayó al suelo sin vida y un alma casi perdió su cuerpo.
—No voy a quitarle la vida a un niño —. El alfa lanzó el arma lejos y se apresuró al pequeño cuerpo en el suelo.
—Du-duele...
—Shhh, vamos pequeño, no puedes morir cuando yo mismo me he condenado por ti —. Cargó al omega en brazos, el cuerpo sin vida de quien alguna vez fue su compañero se desangraba en la baldosa.
Gguk con lo metió al auto y con todo el cuidado del mundo lo colocó en el copiloto.
—Hey, hey niño, no te duermas —respondió ansioso el castaño golpeando con suavidad las mejillas del pelinegro—, no vayas a cerrar tus ojos, vamos —exclamó con una mano en el volante y la otra en el rostro del pelinegro.
El joven grito fuertemente cuando la urgencia del auto le hizo moverse, sus manos abrazaban protectoramente su vientre y sus ojos se mantenían cerrados aún.
—Hay que hablar ¿bueno? ya casi llegamos, no puedes dormirte, vamos niño, ¿cuál es tu nombre?
—Ji-jimin
—Jimin, es un bonito nombre —respondió el alfa, la desesperación aún palpable en su rostro, a lo lejos miró el enorme letrero del hospital pero eso no evito que su corazón siguiera bombeando a una rapidez casi sobrehumana, las llantas rechinaban en cada avenida y varios altos como luces rojas fueron ignorados por el conductor.
—Yo soy Jungkook, pero me conocen como Gguk, ¿acaso ese bonito bebe tuyo ya tiene un nombre?, ¿Jimin? ¡Maldición! —El alfa gruñó cuando la cabeza del pequeño omega comenzó a balancearse en la inconciencia.
—E-es b-bonito jung-g...kook —Susurró, de pronto Jimin se arqueó hacia adelante y sujetándose del tablero del auto comenzó a toser sangre sobre su regazo.
—Debes ser un puto ángel como para que pienses que el nombre de la persona que estuvo a punto de asesinarte es bonito.
Pero Jimin no pudo escuchar más, sus oídos comenzaron a fallar y todo lo que podía escuchar no era más que silencio.
—¡Ayuda!, ¡por favor, alguien ayúdeme!
El omega vio como hombres de blanco lo retiraron de los brazos del alfa, después, todo fue oscuridad.
Gguk llevó una mano a sus cabellos peinándolos hacia atrás, su vestimenta como rostro y manos estaban salpicadas de la sangre ajena.
—¿Señor se encuentra usted también herido? —Preguntó una enfermera.
—No, sólo el muchacho —respondió nervioso, había unos oficiales que lo miraban desde el otro lado de la sala— ¡Por favor tienen que salvarlo, está en cinta!
—Gracias por la información, venga, tiene que rellenar los datos, ¿es usted su hermano mayor?
El alfa miró ansioso a los lados y resopló—Algo así, ¿estará bien?
—Eso esperemos, por favor sígame.
Pero Gguk dejó que la enfermera caminara sola, miró una vez hacia los oficiales y maldijo en voz baja cuando estos lo señalaban y uno de ellos comenzó a caminar en su dirección. Rápido caminó con por los pasillos, escondiéndose detrás de unas cortinas.
—¿Y tú quién eres?
—Shhh no digas nada o posiblemente pierdas tu vida.
La chica sentada en la silla siseó molesta al verlo ahí parada.
—Llamaré a una enfermera si no te vas, largo de aquí.
—Soyou... —Una enferma anciana se quejó desde la camilla.
—Shh, no pasa nada abuela, vuelve a dormir —la consoló la pelirroja poniéndose de pie.
—Necesito ayuda, por favor.
—¿Qué clase de ayuda? no te ves muy bien que digamos —. Los ojos de la mujer miraron su sangrienta vestimenta.
Gguk corrió la cortina un poco para ver el pasillo y la cerró al instante cuando dos oficiales pasaron corriendo por el piso.
—Escucha, ¿cuánto quieres?, ¿un millón?, ¿dos millones?, te doy lo que quieras, dame un número bancario y mañana temprano habrá todo ese dinero en tu cuenta.
—¿Qué? —. La chica lo miró incrédula—, y tú quien rayos eres, ¿Qué quieres decirme?, ¿Dinero?
—Sólo escúchame —gruñó el alfa provocando que la chica retrocediera—, hay un niño, diecinueve años, de estatura pequeña, se llama Jimin, por favor... quédate con él hasta que lo den de alta, no lo conozco, tiene una herida en su vientre y múltiples golpes, está esperando un bebé y no, ahorita no hay nadie a su lado, yo no puedo quedarme con él, mi vida es una bomba de tiempo desde que pensé que traerlo aquí y salvarle la vida era buena idea.
—¿E-eres un asesino algo así? —Susurró la castaña retrocediendo aún más.
—Sólo te pido esa cosa, ¿aceptas?
—No es necesario el dinero, no lo quiero —suspiró la adolescente—. está bien, Jimin, ¿verdad?
—Sí es...
—¡Esta por aquí!
—Maldición, tengo que irme.
La chica observó aquel grande alfa escabullirse detrás de las cortinas dejándola nuevamente sola al lado de su enferma abuela.
—Jimin...
(...)
—¡Jungkook!
—L-lo siento, me asusté —contestó Jungkook saliendo del baño, Jimin suspiró y sujetó la mano del infante.
—Ven, no te acerques al conector —ordenó tomando a su pequeño en brazos. Enseguida de la taza sanitaria, el contacto producía pequeños sonidos y unas cuantas chispas salieron sobresaltando a ambos.
—Creo que tendré que llamar al electricista.
—Yo puedo arreglarlo.
La voz de Taehyung lo hizo saltar de nuevo, Jimin lo miró con el ceño fruncido y simplemente paso de largo.
—Hey Gguk.
Jimin se giró con brusquedad—¿Qué dijiste?
Taehyung frunció el ceño— ¿Jungkook?, ¿no se llama así tu hijo o qué?
El omega miró a su pequeño y asintió—Si, lo siento, creí... creí que habías dicho otra cosa yo... Kookie, papá tiene que ir a hacer cena, ya regreso —. Jungkook frunció el ceño cuando fue bajado de los brazos de su padre y este simplemente salió de su habitación.
(...)
Jimin despertó a causa de ruidos en la lejanía de sus sueños, su cabeza pulsaba un poco y sentía su cuerpo hormiguear. Su reloj marcaba las cinco de la mañana, entre la oscuridad azulada y una borrosa vista observó una espalda desnuda cerca del armario, Taehyung secaba sus cabellos con una toalla. Jimin cerró sus ojos y sintió sus mejillas calentarse, ¿Cómo es que ese idiota tenía el descaro de cambiarse en su habitación?, ¿no conocía el baño?, escondió su rostro entre sus almohadas, escuchó un ruido más y sacó su cabeza discretamente cuando frunció el ceño al no verlo más.
Lo que llamó su atención fue el familiar sonido chillante de un spray, ¿tal vez desodorante? ¿perfume? un dulce aroma comenzó a inundar la habitación, no era lo suficientemente fuerte, pero lograba atontarlo y sentía que pronto quedaría dormido otra vez.
—¡Snif!
Taehyung levantó su cabeza y dejó de cambiarse, con el torso desnudo miró hacia la cama, una pierna desnuda de Jimin estaba fuera de las sábanas y sus cabellos sobresalían de entre la almohada que con tanto regocijo abrazaba.
Jimin apretó sus ojos cuando escuchó pasos y después una mano tocó su tobillo derecho con suavidad.
—¡Ayyy!, ¡Idiota!, ¡suéltame! —gritó con dolor el omega cuando tiraron de su pierna jalándolo fuera de su nido de almohadas. Taehyung lo miró con una ceja arqueada.
—Así que te gusta espiar a las personas mientras se cambian....
Jimin estornudó una vez más antes de contestar—Yo no, ¡yo no estaba espiando! —El pelinegro se giró para encarar al pelirrojo pero lo que miró fue un tonificado y trabajado abdomen.
—¿Te gusta lo que ves?
—¡No! no me gustan los omegas de esa forma, sin ofender, eres muy bonito, pero, yo... no, no, no es que diga que los omegas no pueden estar con omegas, pero yo-, lo siento, no-no sé de qué hablo —Tartamudeó Jimin escondiendo su rostro debajo de las sábanas, sentía que sus mejillas pronto estarían del más fuerte rojo sí que es que no lo estaban ya.
La risa de Taehyung se escuchó—eres un sensible, bola de arroz, no sabía que fueras tan mimoso por las mañanas, podría acostumbrarme, pero también eres irritante.
Jimin se descubrió bruscamente y señaló a Taehyung quien abotonaba su camisa—Tú eres el que me ha despertado, ¡es bastante temprano todavía!, ¿Qué haces despierto a esta hora?
El otro le gruñó—No es de tu incumbencia, ahora despiértate y prepárame un desayuno.
—¡Yo no soy tu sirviente!, ¡Prepáratelo tú!
—Pero que pésimo anfitrión —negó con la cabeza y abrocho sus pantalones.
—Oye tonto.
—¿Qué mierda quieres?
—¿Podrías no usar tu perfume mientras este yo esté cerca? me da cosquillas la nariz, creo que tengo alergia o algo —. Jimin tocó su pequeña nariz, apostaría lo que fuera que ahora la tenía un poco rosada.
—¿Pe-perfume?
—Es perfume, ¿no?
—Ahh, yo, si, como sea. Iré a desayunar —se fue con rapidez, sin embargo, al llegar a la puerta pareció tambalearse unos segundos.
—Hey, ¿estás bien? —Preguntó Jimin confuso, se paró de la cama y se acercó al pelirrojo.
Taehyung inmediatamente se alejó y lo miró atontado—Otra vez.
—¿Otra vez qué?
—Tu aroma, es malditamente fuerte —Refutó llevando su mano a su nariz—, creo que me estoy mareando.
—Y-yo... me-me daré una ducha —susurró avergonzado el más bajo.
Con un suspiro, Taehyung asintió—no conozco tu situación, y esta vez sinceramente no quiero ser grosero contigo, pero toma tus supresores.
—Ya te dije que no estoy en celo —le contestó a la defensiva.
—En celo o no, hueles bastante, idiota. Apuesto que cualquier alfa en este piso puede olerte, ¿no cabe en tu pequeña cabeza que puede llegar a suceder un accidente?, podría haber un alfa estúpido arremetiendo contra la puerta por ti, no puedo creerlo, ¿por qué eres tan estúpido, omega?
Taehyung no dijo más, simplemente abrió la puerta de la habitación y salió, Jimin se quedó de pie en la habitación, con un sentimiento que no pudo descifrar.
Su mente carburando con las palabras de Taehyung, lo había llamado omega de la misma manera en que Yoongi lo había hecho, ¿por qué Taehyung lo decía de tal manera si era un omega también?, porque lo era, ¿verdad?
Sacudió su cabeza y caminó hasta el closet, junto la ropa sucia del suelo y gruñó molesto. ¿No se suponían que los omegas eran limpios y ordenados? no lo decía por cuestiones estéticas, los omegas odiaban el orden visual. Maldijo en voz baja a Taehyung por ser tan descuidado, sacudió la toalla y el sonido de un golpe metálico dar contra la alfombrilla lo hizo agacharse para levantar lo que había caído. Aquel objeto era igual a su spray neutralizador, del mismo tamaño y forma, confuso lo miró, no decía nada, ni un nombre, ni una sola etiqueta, solo la envoltura metálica en blanco.
—Oye idiota, no tienes-... ¿¡Qué crees que haces con mis cosas?! —Rugió Taehyung con un tono que sobrepasaba la ira. Rápidamente el pelirrojo corrió hacia él y lo empujo con violencia arrebatándole sus cosas, fue entonces cuando aquel frasco cayó al suelo de nuevo y rodó en medio de ambos.
Pero Jimin no estuvo sorprendido por el presente ataque, sus pequeños ojos se abrieron en gran tamaño y chillo con miedo, el pelirrojo también dejo caer sus cosas y llevó sus manos a su boca, sorprendido y horrorizado por la reciente acción.
—Ji-jimin... yo
—A-acabas... de gruñirme —balbució el omega retrocediendo—, como... como un alfa.
nos vemos pronto en otra actualización~ aún seguimos con la maratón, ¡espero le haya gustado! muchas gracias por leerme <3 besos y abrazos para todos ustedes <3
-susy
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