11: Alley Cat.
Dedicado a @chimchim8250 <3
Maratón 3/?
—¿Qué tu qué? —habló Jimin con los ojos totalmente abiertos por la sorpresa— ¡Pero Jin...!
—Lo siento, lo siento Jiminie, no sabía. No me habías dicho que él había regresado —se defendió el más alto.
—Está bien, tendré que...
—Decirle todo Jimin.
—¡No! bueno, sí, pero, ¿ahora?
—Jimin —Seokjin lo miró intrigado—, estamos hablando de Yoongi, Min Yoongi, si se entera que le escondiste todo este tiempo algo tan importante como la existencia de un hijo, no sabemos que es lo que podría hacer, es un hombre egoísta Jimin, podría actuar acorde a su propia razón y hacerte daño.
—Hyung, él me abandonó, no puede demandarme o algo, diablos, no puede ¿verdad? no me quitara a Jungkook ¿cierto? no, no lo hará, es un imbécil, pero... estoy seguro que con todas las cosas que ha estado diciendo últimamente, no sería capaz de hacer algo así —susurró el pelinegro, más para si mismo que para Seokjin.
El beta suspiró con cansancio—Minnie, minnie, sólo esperemos que las decisiones que tomes de ahora en adelante no tengan un mal efecto.
Jimin llevó una mano a sus cabellos—Está bien hyung, a todo esto, ¿a qué has venido?
Jin señaló unas bolsas de charol que estaban en la mesa—Fui de compras esta mañana, compré algo de ropa a ti y Jungkook.
—Oh, gracias hyung.
—¡Jin-hyung! Estas aquí —. Saludó Namjoon entrando a la cocina.
Jin se giró para sonreír—Sí, ¿han comido ya?
Jimin asintió—Namjoon quería comer espagueti así que...
Seokjin arqueó una ceja—Oh ya veo, así que ya están en esos pasos... cuando el novio va a comer a la casa de su pareja —Se burló.
—¡Sí!
—¡No!
—Jiminnie no me quiere, hyung —murmuró el alfa con fingida tristeza mientras se llevaba una mano a su pecho—Así que Seokjin hyung, estoy aún soltero que tal si...
Jimin rodó los ojos—Es en serio, ¿coqueteas con mi hyung frente a mí?
—Oye, ya sabes lo que dicen, si no puedes casarte con tu crush, cásate con el hermano.
El beta comenzó a reír y negó con la cabeza divertido—Ustedes dos terminaran juntos.
—¡Por supuesto!
—¡Nunca!
(...)
Jimin frunció el ceño cuando miró las cintas amarillas una vez más rodear la entrada del bar, pasó a través de ellas y mostró su placa cuando un oficial impidió el paso. A lo lejos visualizó a Yoongi de pie hablando con el dueño del lugar.
—¿Qué ha sucedido? —Preguntó.
El alfa se giró—Es Cho Kwangsoo, lo han asesinado hace no más de una hora.
—¿Cómo sucedió?
Un alfa regordete se limpió algunas lágrimas antes de hablar—Un hombre le disparó justo enfrente de mis ojos.
—Al parecer eran muy cercanos —comentó Jimin entregándole un pañuelo. El hombre lo tomó susurrando unas leves gracias.
—Kwangsoo fue mi mejor amigo desde que tengo memoria, se casó con mi hermana y nos convertimos en familia —. El alfa, quien portaba una etiqueta con el nombre de Shin Junhwa, miró a los oficiales con desdicha—Van a atrapar al culpable, ¿verdad?
—Si este acontecimiento se vuelve nuestro caso, entonces sí. Le aseguro que lo atraparemos —Habló Yoongi. Jimin se encogió de hombros cuando el tono serio y ronco del alfa de cabellos grises apareció de nuevo, esa voz monótona y profesional que usaba en la oficina le causaba escalofríos, pero no de una mala forma.
El Sr. Shin asintió y se alejó cuando otros oficiales pidieron su presencia.
—¿Por qué nos han llamado? —susurró Jimin.
—Quieren que verifiquemos si la nueva víctima se enlaza con nuestro criminal, si lo está, pasa a ser nuestra responsabilidad, y si no, será un caso asignado a otros agentes.
El omega metió las manos a sus bolsillos—Bueno, es lo más probable si lo piensas, Kwangsoo estuvo cara a cara con el asesino, estaba contando los días para que algo sucediese, no pensé que alguien fuera a perder la vida.
A Jimin se le revolvió el estómago cuando un rostro nuevo fue el que lo saludó, el nuevo forense se presentó como Do Kyungsoo, el mismo nombre le hacía traer recuerdos no muy alegres. Pero Kyungsoo lucia totalmente diferente, tenía una estatura pequeña y era muy delgado. A diferencia del fallecido beta, el nuevo medico era un omega y llevaba un rostro serio y profesional.
La expresión despreocupada del beta con una ligera curvatura de labios, no se volvería a ver jamás. Y Jimin trataba de entender porque ese pequeño sentimiento en su estómago se asemejaba a la culpabilidad. Shin Kyung estuvo con él antes de morir, y él no se había tomado el tiempo de haber ido al funeral. Después del trabajo, tendría que pedirle a Namjoon que lo acompañara al lugar sacramental donde descansaban los restos del beta, tal vez llevaría algunas flores también.
—Podemos regresar a la oficina en mi auto —Dijo Yoongi sin mirarle, el alfa tenía la vista sobre el mustang negro estacionado no muy lejos de ellos. Jimin miró sus manos, el peligris había estado tranquilo, lo cual lo ponía nervioso hasta más no poder, quería gritar o hablar, pero sólo esperaba el momento en que Yoongi preguntara de quien era hijo Jungkook, en cambio, ahora se encontraba mirándolo con unos ojos cálidos y una fina línea de labios, esperando su respuesta con paciencia no palpable. Pero Jimin no contestó, simplemente se quedó mirándolo en silencio y por un momento sintió pena, vergüenza y un poco de miedo.
Y entonces las escenas cambiaban una vez más, no eran dos agentes de pie en una escena del crimen, sólo eran dos críos, dos adolescentes de pie en una cancha de básquetbol, Jimin no llevaba una placa, si no un gafete con su nombre y una cámara en manos, Yoongi no lucia aterrador, al contrario, sonreía dulcemente mientras se dejaba tomar una foto para el periódico de la escuela presumiendo aquella dorada medalla en sus manos.
—Así que eres de primer año, ¿eres parte de la sociedad de alumnos o algo así? —Preguntó el joven alfa ladeando su cabeza, lucia amable y Jimin no pudo evitar asentir con rapidez con aquellas mejillas rosadas.
—Y-y sí, so-soy el presidente y también me-me encargo de la-las fotografías del periódico—Musitó con timidez. Aquellas enormes gafas caían sobre su nariz a cada momento y su cabello era como una cascada sobre su frente.
—¿Cuál es tu nombre, dongsaeng? —Sonrío el mayor, peinando sus cabellos color chocolate de aquel entonces.
—P-park Jimin, Sunbaenim.
—Park Jimin —repitió el más alto—, ¿estaría bien si nos vemos después de la escuela?
Cuando el omega reaccionó, el alfa lo llevaba de la mano hacia el auto estacionado, cuando quiso protestar y reclamarle diciéndole que tenía su propio auto, el alfa ya se encontraba acomodando su cinturón de seguridad.
El camino estuvo silencioso, cada alto y luz roja hacían que el corazón del pelinegro se desbocara y latiera con mucha rapidez. ¿Por qué Min Yoongi no mencionaba nada acerca de lo que dijo Seokjin?, ¿y si no le importa? un pequeño lobo blanquecino comenzó agitarse dentro del omega, y si tal vez... Yoongi con lo astuto que era se había dado cuenta que en realidad Jungkook era su hijo, y si ponía en mesa la edad de Kook y los años que llevaban separados, era más que obvio que era hijo suyo, pero entonces el alfa decidió ignorarlo porque en realidad no quiere un hijo y no le importa mantener a uno, así que sólo lo ignora. Jimin casi gimoteó en su asiento aterrado, pero... ¿Por qué se asustaba? Necesitaba dejar de hacerse teorías, tal vez y Yoongi ni siquiera prestó atención a las palabras de Seokjin.
Pero, ¿y qué importa si Yoongi no quiere hacerse cargo de Jungkook?, ¿y desde cuando llegó a la idea de que Yoongi podría cuidarlo?, ¡él no lo necesitaba! habían estado viviendo muy bien los dos todos esos años, ¿entonces por qué lamentaría la decisión del alfa de ignorar a un pequeño de su propia sangre?
Yoongi no tenía porque enterarse que Jungkook era su hijo, y él no tenía porque decirle tampoco, al menos por ahora, por ahora no lo harían. ¿De que serviría?, ¿acaso el alfa correría a sus brazos de nuevo? Le demostró que nunca le importó, esa noche años atrás, cuando lo dejó solo en el hospital, cuando le pidió el divorcio, cuando llegaba a casa oliendo a perfume de mujer, Min Yoongi lo había roto de todas las maneras posibles, entonces... ¿Por qué había de darle una oportunidad?
Yoongi parecía querer una, pero ¿quién dice que no es un juego? Tal vez el alfa de cabellos platinados quiere repetir lo de tiempo atrás, Jimin entendía que no era suficiente, entendió que nunca lo fue cuando el rubio solo pidió divorciarse para ir detrás de una chica con dinero.
Jimin trataba de entenderlo, de verdad que sí. Él no era una persona minuciosa como para estar al tanto de cada detalle, lo sabía, pero siempre trataba de dar lo mejor. Nunca le reclamó una sola palabra a su padre en vida, tampoco a su madre y jamás pensó hacerlo con su hermano, incluso cuando su padre se iba por meses al extranjero a trabajar y lo dejaba solo en casa, jamás dijo nada. Tampoco cuando su madre solía compararlo en cada momento con su buen hermano Jin, preguntándole como es que él no podía ser perfecto como el beta, mirándolo con aquellos ojos acusadores y poco razonables, jamás se quejó de la inocencia de Seokjin, de aquella pureza en sus ojos y esa sonrisa tan deslumbrante, era muy estúpido antes. Pero gracias a Yoongi había aprendido varias cosas.
Como que el mundo no era lo que aparentaba desde aquella pequeña burbuja de felicidad en la cual el alfa lo encerró para después sacarlo cruelmente y demostrarle de la peor manera, la triste realidad de la vida.
Pero entonces, no entendía porque Yoongi había triturado su corazón, pisoteado sus sentimientos con aquellas duras y grandes botas que solía calzar. Estaba consciente de que nunca fue perfecto, que jamás fue suficiente pero cuando el alfa mencionó aquellas palabras, cuando le susurraba cada noche que no importaba lo que las personas hablaban, para él Jimin era la creación más hermosa del universo y nunca sería suficiente porque siempre vendría pidiendo más del pelinegro, jamás estaría satisfecho, porque para Yoongi, Jimin era la fuente de la juventud y siempre lo necesitaría, a cada hora, en cada momento, en cualquier lugar.
¿Entonces por qué...?
Si lo eran todo juntos, ¿por qué terminaron siendo nada?
Después de escapar de casa y casarse bajo una edad joven y una promesa que no duró lo que esperaba, habían llegado los momentos duros, eran jóvenes cuando lo decidieron, la escuela Yodang era una combinación de preparatoria-universidad, Yoongi estudiaba letras y una pequeña intervención en artes musicales mientras que Jimin cursaba el bachillerato cuando se conocieron en aquel entonces ambos de dieciséis y dieciocho, por lo que les fue fácil verse todos los días y crear una bonita relación, pensaron que el amor que se tenían era tanto, el suficiente como para cometer ciertas locuras, así que después de haber sido novios durante tres años decidieron hacer las cosas legales.
No fue una linda época al principio, su padre se había rehusado a darle un sólo peso, por lo que Jimin tuvo que buscar un trabajo al igual que su joven esposo, no tenían mucho que pagar más que renta, algunos víveres y facturas escolares, pero querían vivir bien, cómodamente y los lujos eran sueños que se convirtieron en metas, para después pasar a ser una lista pegada en la puerta de la nevera. Pequeñas cosas como "televisión plasma", "Zapatos nuevos", "Una consola", fueron tachándose con el tiempo, pero no era bastante, el dinero comenzaba a escasear y de un día para otro no fue suficiente.
Y si, eran días malos, ¿Pero si se tenían el uno al otro, no eran los días malos un poco mejores? Y Justo cuando todo comenzaba a girar a tiempo, cuando Yoongi llegó corriendo hacia él diciéndole que había encontrado un excelente trabajo, cuando aquellos pequeños sobres de sueldo, pasaron a ser grandes tarjetas de crédito y cheques con varios ceros, cuando aquellas playeras de segunda se convirtieron en suéteres y relucientes camisas de marca, Jimin sabía que había algo raro, pero no tomó nota, ¿cómo iba hacerlo cuando de pronto Yoongi llegó con un auto último modelo? Había dejado de trabajar ahora para enfocarse en terminar la escuela y comenzar alguna carrera profesional. ¿Por qué dudaría de su joven y cariñoso esposo? Aquel que lo llevó a lujosos restaurantes cuando ya se había acostumbrado a cenar sólo un plato de fideos en la tienda de convivencia de la esquina, estaba tan atontado por copas de vino en elegantes cenas, hechizado por un enorme closet de innumerables prendas y un nuevo apartamento de dos plantas, claro, como iba a darse cuenta que las camisas de su esposo portaban el desconocido aroma de perfume, cuando salía de la habitación o se giraba hacia a otro lado para contestar el teléfono, ¿Cómo no iba a saber él que las reuniones nocturnas no existían?, ¿Cómo iba a darse cuenta que se quedaba cada noche esperándolo en la mesa, con dos platillos ambos fríos, porqué su esposo había olvidado aquel día tan especial? Jamás le reclamó nada, y no pensó hacerlo.
Incluso cuando Jimin compró dos boletos para el cine, y se había vestido con cuidado, eligiendo cada prenda con sonrojos y suspiros porque quería lucir totalmente lindo para su alfa, preparando un itinerario de aquel día. Después de la película irían al parque de diversiones y se darían un amoroso beso de cumpleaños, porque si, diecinueve años para Jimin eran algo especial.
Pero, ¿cómo iba a saber él, que justo esa noche cuando Jimin esperaba a su joven esposo en la puerta, emocionado por el regalo que Yoongi posiblemente le había comprado, el alfa llegaría a casa con una sorpresa?
Oh y vaya que fue una sorpresa.
Jimin había esperado todo en su cumpleaños, había pensado que después del cine y el parque, el joven alfa le regalaría un bonito collar o tal vez un celular nuevo.
¿Quién iba a decir que en vez de un obsequio lo que recibió el omega esa noche fue un sobre con unos papeles de trámite de divorció? Y aunque la expresión de Yoongi era de profundo terror y miedo, Jimin no pudo percatarse de ello, el hecho de que las palabras "Registro legal de separación nupcial" estuvieran ahí plasmadas en negro, fue lo único que pudo obtener su atención.
—Escucha Jimin, no quiero hacer las cosas difíciles, por favor... confía en mí, esto es lo mejor para ti, sólo firma los papeles.
E incluso cuando se arrodilló, y abrazó las piernas del alfa, este no se inmuto en decirle algo más, su garganta rasgándose dolorosamente de quebradizos ¿Por qué?
—Fuiste un desliz Park Jimin, un error... lo siento tanto.
Y aunque paso días buscando al alfa, rogándole en sollozos e hipidos lastimeros, aunque mandó toda su dignidad al diablo, y lo buscó hasta debajo de las piedras, cuando suplicó aquel amor que tanto le había prometido, nada logró solucionarse.
Min Yoongi no regresaría de la nada aclamándolo, no tenía el derecho de besarlo y reclamarlo como su omega.
¿Quién se creía que era al pedir una segunda oportunidad?, parecía arrepentido, parecía cambiado, su actitud mas diferente a lo que recordaba, y si, pasaron seis años, largo tiempo para haber aprendido a superar y reflexionar, pero jimin no lo hizo, el guardó todo el rencor, la tristeza y el dolor en su corazón hasta que su detonante apareció y todo pareció iniciar de nuevo.
Yoongi tendría que jugar duro, y si es que podría hacerlo.
El alfa lo había dejado en medio de la carretera, bajo una lluvia fuerte, con su orgullo y dignidad por los suelos, se había humillado enfrente de Yoongi y un grupo de personas al arrodillarse enfrente de todos y suplicarle al mayor que regresara con él.
¿Por qué había de darle a Min Yoongi una oportunidad cuando Jimin ni siquiera tuvo el derecho de obtener una?
Jamás en su vida había estado tan apresurado por llegar a la oficina, incluso cuando el ascensor no tardo más de tres minutos en subir a su piso, su respiración no era normal. Jimin estaba nervioso casi sofocado entre aquellas cuatro y estrechas paredes metálicas que se encargaban con egoísmo de encerrar el sugestivo aroma del alfa.
—¡Hey Jimin, a mi oficina!
El omega se apresuró a seguir al molesto hombre de cabellos rojos, ni siquiera le importó la manera en que aquel chico le había hablado, se alejó del alfa con una rapidez sorprendente y hasta tomó a Taehyung del brazo para apresurar el paso al cubículo de este.
—¿Qué carajos tienes? —le recriminó el otro cuando Jimin cerró la puerta detrás de ellos y se pegó a esta dejando salir todo el aire retenido.
—¿Tú qué quieres? —Jimin cambió el tema, necesitaba calmarse, no quería que sus emociones lo gobernaran en sus horas de trabajo, mucho menos en frente de Taehyung.
Taehyung lo miró unos segundos antes de rodar los ojos y murmurar algunas cosas para sí mismo. Se sentó en la silla detrás del ordenador y Jimin caminó hasta el pelirrojo posicionándose detrás para mirar la pantalla.
—Tienes que mirar esta grabación —Taehyung tecleó con rapidez, Jimin asintió despacio recordando que el pelirrojo tenía acceso a las cámaras de seguridad de aquel piso.
Un pequeño recuadro apareció en pantalla, en el cual se observó la oficina a oscuras, la luz infrarroja era lo que permitía detectar a una figura humanoide caminar hasta una de los pasillos y abrir una puerta al final.
Jimin entre abrió sus labios, era su oficina. Alguien había entrado a su oficina a noche, pero... frunció el ceño, esta mañana al llegar todo estaba en perfecto estado, minutos después, aquella persona de negro salió sigilosamente y la planta quedo nuevamente fundida en soledad y silencio.
—¿Esto... lo ha visto el jefe?
Taehyung se encogió de hombros—No, lo acabo de ver hace poco. Estaba esperando a que lo vieras primero, pero de seguro se hará una revisión en la oficina y mandaran al grupo de investigadores mañana.
(...)
Jimin maldijo en voz baja a Min Yoongi y su estúpido Mustang, si bien el alfa lo había traído a la oficina había olvidado un pequeño detalle, el viaje de regreso.
¿Ahora tendría que tomar un taxi? ni siquiera recordaba haber traído su cartera, mandó un mensaje a Namjoon, sabía que el mayor estaría más que dispuesto a ir por él.
—¿Esperando a alguien?
Miró a la figura de pie a su lado, Do Kyungsoo acomodaba la bufanda sobre cuello, sólo así Jimin recordó el frio que había estado comenzando hacer hace apenas algunos días.
—Uhm, si... eso creo.
Kyungsoo asintió—No tuvimos tiempo de platicar entre ambos debido a que yo recibí el cuerpo —resopló—, ¿Qué tan bueno era el antiguo medico?
—El mejor —Respondió sin pensarlo. Shin Kyung tenía poco tiempo empleando su profesión, algunos cuantos años, cuando Jimin entró al departamento de investigaciones de Seúl, el forense ya tenía una pequeña fama que fue aumentando conforme su estadía ahí.
—¿Entonces podrán venir por ti? a mi esposo no le molestara dejarte en tu casa —sonrío.
Jimin pensó que aquella sonrisa era bonita, Kyungsoo podría tener una expresión tan profesional, pero una vez fuera de la jornada, era un reluciente y contento omega.
—No-no quisiera incomodar, de verdad.
—Oh vamos, Jongin es amigable, le caerás bien. No es una incomodidad.
—¡Appa!
Ambos omegas voltearon hacia un costado, el pelinegro observó como un alto y rubio hombre caminaba hacia ellos con un pequeño niño tomado de la mano.
—Ese es Sehunie, mi hijo, tiene siete años, es un pequeño alfa —sonrío el omega orgulloso.
Jimin observó como desde lejos, aquel hombre que suponía su nombre era Jongin dejaba libre al pequeño Sehunie y este corría velozmente en su dirección.
—¡Appa!, ¡Papá me dijo que hoy cenaríamos en Pizza's cheetos! —Exclamó el niño mirando con emoción cuando llego hasta ellos, fue entonces que los pequeños ojos de aquel infante lo observaron—, oh... hola —sonrío.
Jimin sonrío de regreso—Hola.
—¿Cómo te llamas?, ¿eres amigo de mi appa?, ¿te gustan los superhéroes? oh, ¡eres igual que ese personaje que sale en mi serie favorita!, espera, creo que tengo un cuaderno en mi mochila donde sales —murmuró el pequeño tomando la pequeña mochila de sus propios hombros—oh no, lo deje en el auto, ¡Papá, trae mi cuaderno del auto!, ¡espera, no vengas! ¡necesito mi cuaderno!
—Sehun...
—Pero appa, quiero conocer a tu amigo, ¡ya se!, ¡puedes venir con nosotros a pizza's cheetos! Tienen de estas pizzas con carne y tocino, pero appa casi no me deja comerlas porque dice que cuando como carne me pongo hiperactivo, y luego papá tiene que darme de la suya a escondidas, aunque mi favorita es la pizza de triple queso, ¿cuál es tú favorita?, ¿es también la de queso?, ¡si es así, eso es muy cool!
—Lo siento, Sehun es un poco... hablador —río el omega acariciando los castaños cabellos de su hijo. Jimin asintió igualmente riendo, aquel pequeño era tan abrumador, pero de una manera sumamente tierna.
De verdad que no se imaginaba a su pequeño Jungkook con aquella personalidad.
—¿Quieres venir con nosotros? —preguntó Kyungsoo sonriendo—, creo que a Sehun le agradara la idea, hasta él mismo te ha invitado, le has caído muy bien —Sonrío el hombre señalando al pequeño castaño quien tomaba una de sus manos.
Jimin miró al pequeño y acarició sus cabellos, muy dentro sabía que Sehun sólo estaba siendo atraído por su olor. Esta mañana solamente se roció con aquel spray neutralizador una sola vez, se hacía tarde que fue tan rápido.
Se llamó estúpido una vez más, recordaba las palabras de varios doctores de su infancia, aquellos que habían dicho a su madre que él crecería siendo un omega bastante aromático, al parecer todo debido a algún cambio de genética en su cuerpo y algunas hormonas fuera de curso. Su olor siempre fue un fastidio, era tan fuerte y, a veces temía salir de casa, por eso desde muy temprana edad, los sprays neutralizadores siempre habían sido parte de su rutina diaria.
—¡Ven conmigo vamos!, ¡tienes que ver mi cuaderno!, ¡oh también puedes ir a casa conmigo!, ¡tengo una habitación llena de juguetes! —Pronunció el pequeño Sehun alegre, tomando sus manos e intentando jalarlo en dirección al auto rojo.
—Sehun, ¿recuerdas que papá dijo que no podías ir por ahí invitando a personas a casa?
—¡Pero appa, él es Gatito, sale en mi serie favorita!, ¡tiene que venir conmigo, ¿también tienes súper poderes como sale en la televisión?, ¿puedes hacerte invisible?, ¿puedes volar?
Kyungsoo se giró a mirarle y sonrió tímidamente, una disculpa implícita—Lo siento, Alley Cat es el nombre de su súper héroe favorito.
—¡No es un super héroe!, ¡Es un villano!, ¡El villano más tierno y bonito! Y tengo una calcomanía en mi cuaderno de ciencias, ¡papá, te digo que traigas mi cuaderno!
Jimin casi intentó decir que su hijo tal vez tendría un superhéroe favorito también, pero tristemente se dio cuenta que Jungkook jamás había mencionado algo parecido, lo más cercano que pudiera considerar favoritismo para el pequeño, era ese desgastado conejo de felpa rosa que llevaba a todas partes.
—Yo creo que voy a pasar de su invitación, son muy amables de verdad. Pero mi amigo vendrá por mí, tal vez podremos salir otro día —Sonrío Jimin.
—Nooo, ¡tienes que venir conmigo! —Casi lloriqueó Sehun aferrándose a su cintura con fuerza, mirándolo con aparentes lágrimas en sus ojos.
—Oh perdón, no quiero que llores, por favor no llores —habló Jimin tomando al pequeño de las mejillas.
Kyungsoo comenzó a reír—Oh por favor, Sehun, quita esas lágrimas de cocodrilo, no puedes usar ese truco en todas las personas.
El pequeño escondió su rostro avergonzado en el estómago de Jimin para callar su risa, había sido atrapado.
—Pero de verdad, quiero que vengas conmigo, quiero decir, ¡eres mi gatito el de mi serie! ¿Dónde está número trece?, ¡es tu fiel compañero! Siempre andan juntos —Preguntó Sehun mirando hacia los lados.
Jimin frunció el ceño—¿número trece?
—¡sí! ¡número trece y Dionysus quien es tu mejor amigo, también es un villano!, bueno, eso parece, últimamente no aparece mucho en la segunda temporada, ¿tú también ves la serie? es muy divetida.
El pelinegro se hincó a la altura del niño y lo tomó de ambas manos—Que te parece, si la próxima vez que nos veamos, tú y yo nos convertimos en aliados y comemos en ese restaurante que te gusta, ¿Pizza's cheetos?
Sehun lo miró con los ojos brillantes e ilusionados— ¡Si, si, si! —Exclamó con suma alegría para rodear a Jimin con sus pequeños brazos por el cuello y presionar un pequeño beso en su mejilla.
El omega lo miró con cariño, el pequeño Sehun era tan animado y no tenía miedo de mostrar sus sentimientos incluso a una persona que acababa de conocer, no pudo evitar pensar lo ridículamente difícil que era que Jungkook le regalara un beso por sí solo.
—Créeme Jimin, no lo olvidara nunca —Dijo Kyungsoo tomando a su hijo de la mano.
Jimin asintió—Tengo un hijo también, tal vez podamos arreglarnos una tarde y llevarlos a pasear.
—Oh ¿de verdad?, ¡Eso suena bien!
—¡Adiós Gatito, manda mis saludos a tus amigos!, ¡Adiós, adiós!
Jimin movió su mano en el aire cuando Kyungsoo se despidió también, el pequeño Sehun gritó desde lejos un "¡Pizza's cheetos! ¡Yei!" para después correr a su padre, aquel alto alfa que esperaba recargado en el auto.
Sacó su celular del bolsillo cuando vibró, deslizó su pulgar y un colorido mensaje de parte de Namjoon apareció en la pantalla.
"(╥_╥) Ojitos bonitossss, perdona a hyung, no podrá ir por ti, mi turno acaba de comenzar ¡me siento fatal! ¿quieres que mande a Jin hyung por ti? se quedó en casa con Jungkook, ¡perdóname, bonito! Ly"
Resopló y comenzó a teclear.
"Está bien hyung, no te preocupes, tomare un taxi (^u^)"
Un ruido lo hizo quitar la vista de su celular, a la lejanía, Taehyung acomodaba su saco y caminaba en dirección al estacionamiento, se quedó mirándolo unos segundos antes de que el sonriente rostro de Sehun apareciera en su mente. Su mente carburó con tal rapidez que al instante sonrío.
—¡Hey, Taehyung!
El pelirrojo paró de caminar y se dio vuelta, miró hacia los lados antes de dar con el rostro del omega.
—Qué.
—Un pequeño de nombre Sehun, te ha mandado saludos.
—¿Okey...? —. El otro rodó los ojos y se dio media vuelta para seguir con su camino. Jimin resoplo, metió las manos a sus bolsillos y comenzó a caminar por la baldosa, no tenía el dinero para pagar un taxi, su efectivo y tarjetas no las llevaba consigo, así que optó por caminar aquellas diez grandes y extensas calles.
Al llegar a casa, se quitó los zapatos con sumo cansancio, bien, tal vez caminar aquella distancia había sido una estupidez, sus pies hormigueaban y sus piernas se encontraban débiles. Las luces del corredor y la sala de estar estaban apagadas, sólo la pequeña bombilla de la cocina hacia ver el departamento menos tétrico, tomó una nota de la mesa y reconoció la perfecta caligrafía de su hermano.
"Tuve que irme a casa, dejé a Jungkook dormido en su habitación, hay un poco de cena en el microondas. También dejé algo de avena para el desayuno, Jungkook no paró de preguntar por ti, espero no llegues tarde a casa, cuídate, te amo –Jin"
—¿Pa-papá?
Se llevó una mano al pecho de inmediato, diablos, Jungkook le había dado un susto de muerte, el pequeño llevaba su pijama y lo miraba totalmente despierto.
—¿Qué haces fuera de la cama, bebe?
Jungkook levantó sus brazos cuando Jimin se acercó a él y lo cargo en los suyos, el menor lo rodeó de los brazos y ambos caminaron hacia las escaleras.
—Papá...
—Uhmm...
—L-lo siento —Susurró el pequeño niño. Jimin lo dejó en la cama una vez estando en su habitación—Yo... no quise morder a papá, lo siento...
—Está bien bebé, no pasa nada ¿sí? es... fue tu instinto de acuerdo, a veces querrás hacer cosas como esas, más eso no signifique que estén bien —Respondió Jimin caminando hacia el enorme closet, abrió una de las puertas y comenzó a desabrochar su camisa.
—Pe-pero fui malo y... tú dijiste que estaba mal, yo-yo no soy malo ¿verdad?
Jimin se quitó sus pantalones y echó una playera grande sobre sí mismo, cerró la puerta de aquel mueble y caminó hasta el pequeño—No bebé, no eres malo, tal vez lo dije, pero no sabía la razón de porqué actuabas así, no está mal ¿de acuerdo? ahora vamos a tu habitación, te arroparé si quieres.
—N-no, por favor, quiero dormir aquí —Susurró aferrándose a las desnudas piernas del mayor. Jimin acarició sus cabellos y negó con la cabeza.
—Kookie, ya no eres un pequeño, tienes que dormir en tu habitación. ¿No te gusta? podemos remodelarla si ese es el problema.
—Tú la decoraste, me gusta como papá la decoro pero yo... no puedo, no está... no está el aroma de papá conmigo y m-me da miedo po-porque no estás conmigo y-y-y... e-estas muy lejos —Comenzó a tartamudear el pequeño, aquellos oscuros ojos se volvieron cristalinos y Jimin lo miró con preocupación.
—Está bien, está bien, duerme conmigo, vamos a la cama, pero shhh... vamos, no hay necesidad de llorar, aunque si eso te hace sentir mejor...
Jungkook sorbió su nariz y miró como su padre se subía a la cama con él, rápidamente el pequeño se abalanzó sobre el omega y acostó su cabeza en el pecho del otro. Una pequeña sonrisilla se escabullo en sus labios, Jungkook no era tonto, sabía que la habitación de su padre estaba justo frente a la suya, ¿por qué tendría miedo? sintió los brazos del omega rodearlo y la respiración tranquila de este. El pequeño pelinegro cerró los ojos y dejó caer su cabeza entre el hueco del hombro y el cuello del mayor, tal vez si comenzaba a dormir con su padre más seguido, este ya no olería a otras personas, no le gustaba cuando papá olía a otras personas, simplemente no.
—Buenas noches, cariño —susurró Jimin besando su cabeza.
Jungkook olfateó un poco, había un nuevo aroma desconocido en el omega, pero el pequeño decidió ignorarlo sólo por esa vez.
Nadie iba acercarse a su padre, no los dejaría.
Y tal vez Jungkook era más Min que Park, pero eso el pequeño, aún no lo descubría.
lamento si se me fue algún error de edición, en realidad, no cambié más que cuatro o cinco dialogos, por cierto, ¡OJO CON LOS COMENTARIOS DANDO SPOILERS! las reacciones cuando salen ciertos personajes si son muy obvias puede contar como spoiler, ¡Vamos tamalitos, seamos buenos con los nuevos lectores! y bueno, ¡espero les haya gustado! nos vemos pronto que aun seguimos con esta maratón <3
P.D: Antes cuando recién se estaba publicando dirty work, Sehun hacía referencia a una fanfic mía de super heroes que ya no existe en la actualidad, asi que lo modifique y ahora hace referencia a Rojo Ginebra, tal vez cuando RG vaya inicie y avance podrán entender esta referencia con mayor precisión <3 <3
-susy
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top