04: La reflexión de Jimin pt.1


este capítulo contiene muchas cositas que podrían ser importantes más adelante, ¡lee con cuidado y disfruta de la lectura!


—Este sujeto fue el punto que rompió el patrón de las víctimas —. Un musculoso beta murmuró, Jimin asintió atento apuntando todo en su pequeña libreta, caminaba detrás de Kyung mientras seguía al medico forense conforme esté soltaba detalles aquí y allá, este último levantó un poco la manta azul que cubría la parte inferior del cuerpo.

Al igual que los anteriores sujetos, había líneas verticales y horizontales en la parte inferior de la espalda. Jimin garabateó con rapidez una copia para si mismo mientras se acercaba aún más al beta, que los ojos de Yoongi estuvieran sobre él no significaba que tuviera miedo y buscara la tenue protección de la ancha espalda del médico forense.

Finalmente, echó un pequeño vistazo al alfa quien se veía concentrado en su teléfono, Yoongi sólo vestía unos pantalones sueltos y una camisa de vestir blanca con el logo del departamento en su brazo izquierdo, se veía tranquilo, pero también en alerta.

Kyung estaba hablando en voz baja para él, con el ceño fruncido mientras murmuraba cosas sobre la inserción del cadáver, pero Jimin realmente no estaba prestando atención y quería golpearse por ello, debía concentrarse más en su trabajo y en lo importante que era, que pensar en Yoongi. Sin embargo, a pesar de todas las emociones negativas que conllevaba ver a Min Yoongi de nuevo, Park Jimin era una persona curiosa, bastante observadora que no podía evitar pensar en que cosas pasaban por la mente del alfa, mirándolo de reojo con los ojos entrecerrados llenos de intriga, o tal vez era enojo, enojo e ira por saber que todavía no escuchaba un "lo siento, perdóname, soy un estúpido, te hice daño" de parte de Yoongi, ¿pero realmente quería hacerlo? Quiso pensar que ya no le importaba lo que el bastardo sin corazón le dijera, o las disculpas que tendría preparadas, sin embargo, si Yoongi quisiera, lo pensaba, lo creía conveniente, lo intentaba... Jimin pensó que flaquearía con bastante facilidad, para su disgusto.

Se sobresaltó saliendo de sus pensamientos con el ruido metálico de algún objeto, miró a Kyung y un nuevo beta igualmente vestido que el forense, ambos giraban con cuidado el cadáver del sujeto para una mejor inspección.

Aire.

Aire era lo que comenzó a faltarle a Jimin al ver ese rostro, retrocedió aturdido e intentó recordar de donde conocía a la desafortunada persona, sus facciones eran extrañamente familiares, pero al querer pensar más allá su cabeza comenzaba a palpitar con dolor. Tenia que descansar y después tal vez, concentrarse en posibles escenarios conocido, ¿tal vez lo miró al tomar el metro una noche?, ¿o en la oficina?, ¿y si era el amable chico que atendía el café de su edificio?

—¿Lo conoce, Detective Park?

Kyung nuevamente lo trajo a la realidad, Jimin entonces se dio de varios pares de ojos en él, dos curiosos y un par preocupados.

—Yo... no, no realmente —tartamudeó sin pensar, apretó sus manos y maldijo internamente por hacerlo, no estaba acostumbrado a comportarse así frente a sus compañeros, pero la situación lo estaba poniendo nervioso y últimamente su control de emociones estaba totalmente hecho un desastre.

Nunca pensó sentirse así, pero se sentía agotado de su trabajo ese día, sólo quería irse a casa, quería dormir bajo sus suaves sabanas toda la eternidad o posiblemente pasar a casa de Seokjin por Jungkook y llevarlo a un agradable día de paseo, quería estar con él y olvidar por un momento que era Park Jimin, un omega olvidado por la misericordia del más grande ser omnipotente.

Jung Hoseok apareció de pronto, con una sonrisa amistosa mientras en sus manos movía un portafolio para llamar la atención—Tengo el informe —Se acercó hasta la mesa de pruebas, e hizo una mueca triste cuando miró el cadáver, Jimin pensó en aquel acto de tristeza y sólo se digno a encogerse de hombros y acercarse todavía más contra Kyung, este último lo miró con una ceja arqueada, pero en cambio se quedó en silencio, esperando las palabras del nuevo alfa entrante.

—Cho Jinhwa, veinticuatro años, era estudiante de la facultad de medicina, tenía una vida tranquila, hijo único, padres coreanos, pero con nacionalidad japonesa.

—Bueno, me gustaría decir algo al respecto, pero es mi trabajo, es... un desagradable y normal martes por la mañana —murmuró Kyung con ambas sobre su cintura con total indiferencia, Hoseok rápidamente le miró atontado, los médicos forenses eran tan... forenses.

Carraspeando su garganta un poco, Yoongi pareció querer decir algo, se veía intranquilo, casi como si se estuviera obligando así mismo a hablar—Creo que... tenemos un testigo pre escénico.

—¿Qué? ¿Dónde viene eso? —Exclamó Hoseok mirando rápidamente los papeles en su mano, Jimin en cambió poso sus intrigantes ojos sobre Yoongi, ¿cómo sabia el alfa sobre eso?, ¿acaso conocía a la víctima?, ¿es por eso que él también sentía ese de ja vu molesto?, apretó los labios en una fina línea, el dolor de cabeza ya estaba comenzando y no habían ni siquiera abierto el caso de forma oficial.

—Detective Park...Detective Kim —Yoongi se dirigió a él, y si Jimin no lo conociera desde hace tiempo, no hubiera podido leer el "perdón" en sus ojos.

Jimin parpadeó confuso.


" Es de mi parecer, Detective Min, explicarle que aquí nuestro compañero se pasó con algunos... tragos anoche, ¡y casi es llevado por un torpe alfa ahí mismo!, lo recuerdas, ¿verdad, jimin? A ese pobre chico... mm... Jinhwa, mmm no sabía que te interesaba una relación tan... rápida"


—Maldición...


(...)


—¿Cómo estuvo el interrogatorio, criminal? —preguntó Taehyung mirando las uñas de sus manos de forma desinteresada.

Jimin gruñó y pateó al otro por debajo de la mesa, un rastro de ira cruzo el rostro del pelirrojo y simplemente bufó.

Pero el omega se defendió—No soy un criminal.

—Como digas, Criminal.

—¡Cierra la maldita boca!

—Oh, debería hacerlo, ¿verdad? —Taehyung se rió burlesco—, quien sabe y te desquites próximamente conmigo en venganza, pobre de mí.

—Por si no te diste cuenta, querido compañero —exclamó Jimin tratando de controlar su dolor de cabeza mientras respiraba con lentitud—, tú eres igual o más sospechoso que yo, no actúes todo inocente que estoy encantado de compartir toda la culpa contigo.

Sin embargo, pese a su tono venenoso, Taehyung sonrió.

—Yo soy inocente, tengo mi cuartada y he quedado libre de sospechosas cuando los peritos declararon que no había con que proceder.

—Nuestro amado y querido Park Jimin igualmente —. La voz de Soyou hizo presencia terminando con aquel tenso ambiente, la omega tomó al pelinegro del brazo incitándolo a levantarse—, no hay nada contra ti, tranquilo, solamente fue una simple coincidencia, ahora el jefe quiere que sigamos trabajando, y tú, desaparece de mi vista, imbécil —Recriminó la mujer al otro.

Taehyung entrecerró los ojos, Kang Soyou era como un doloroso grano en el culo, la despreciaba a ella y a sus extravagantes zapatillas, con las que desearía un día verla caer. Aún así, sonrió con soberbia y abandonó la habitación musitando cosas para si mismo en voz baja que pudieron ser groserías, si tan sólo ella no tuviera un rango más que él...

—Lo odio tanto —siseó Soyou mirando por donde se fue el castaño.

Jimin se encogió de hombros, ahora un poco más tranquilo—Es ex de Junggigo, es normal, hasta cierto punto.

Rodando sus ojos, la castaña resopló—no entiendo como mi cielo pudo salir con él... pero bueno, ahora sale conmigo y es obvio que sus gustos han mejorado.

—¿Qué sucedió ahí dentro? —Soyou se sentó donde antes se encontró Taehyung escuchando atenta la pregunta del omega.

—Simple, no hay pruebas, no hay testigos, no hay nada crucial que pueda envolverlos a ti y a ese zoquete en sospechoso principales. Las cámaras registraron las horas en que salieron y coinciden con sus respectivas coartadas, sin embargo, entre las casualidades, el cuerpo fue encontrado a dos calles cerca de tu edificio, eso quiere que el adverso estaba en el mismo lugar que ustedes y, eso es lo más cerca que tenemos ahora.

Jimin asintió y miró sus manos entrelazas por debajo de la mesa.

—Hey pequeña flor, pareces un poco deprimido, ¿pasó algo?, ¿Jungkook está bien? —. Soyou pareció preocupada en su mirad, por lo que Jimin levantó su rostro y negó con la cabeza lentamente.

—No, no es eso... mm... no creo que sea algo bastante importando, en realidad sólo estoy bastante cansado —contestó peinando sus cabellos hacia atrás y escondiendo un pequeño suspiro.

—¿Qué te parece si hacemos algo esta noche?

—No lo creo, hay tanto trabajo, necesito leer los informes de los otros sujetos, no podido echar ni un solo vistazo de forma correcta, sólo he trabajado con conjeturas.

—Está bien, pero, si me necesitas —Soyou le sonrió de forma tierna—, sabes que noona esta aquí, ¿verdad?

Por primera vez en el día, Jimin sonrió sinceramente—Gracias.


(...)


—¡Mi amor! ¡mira ese lindo vestido! ¿no crees que me vería bien con él?

En la lejanía, Jimin observaba como una joven pareja se detenía frente a una tienda de ropa, parecían felices y contentos. Haciendo fila hacia la caja para pagar las piezas de comida que había tomado del buffet, su atención seguía puesta sobre la femenina voz no muy lejos, no parecían ser demasiado mayores, incluso Jimin dedujo que podrían ser estudiantes.

—Por supuesto, lo compraré para ti, todo para mi linda omega.

Linda omega. Jimin quiso reír, piedras en forma de recuerdos golpearon con fuerza su espalda intentando llamar su atención, y aunque el omega no quiso voltear, su alrededor se vio modificado por la triste película de su pasado.

Fue inevitable escuchar la voz de un joven Yoongi a su costado.


—¿Qué dices, Minnie?, ¿Quieres que hyung te compre ese bonito suéter?

—¿Pero no es muy costoso, hyung?, quiero decir, es tu primer pago... podrías comprar algo para ti.

—Eso no importa, todo sea por mi dulce, dulce omega.


Parpadeó varias veces cuando sintió sus ojos picar, estaba demente si volvía a ponerse sentimental en un lugar público, tenía que ser fuerte y estabilizarse, demostrarle a Yoongi que seguía igual de entero desde que se fue, aunque sabía que eso no tenía ni una pisca de verdad.


Todo sea por mi dulce, dulce omega.


—¿Señor?

Rápidamente Jimin reaccionó y pago en caja su comida, huyendo del lugar tan rápido como pudo. Resopló una vez estando fuera del centro comercial, aquellas palabras seguían resonando en su cabeza, pero en esos momentos son podía hacer nada contra ellas. Dejó la bolsa de plástico en el asiento copiloto y encendió el motor, tenía que despejar todos esos recuerdos hirientes que sólo servían para torturarlo. Pero no era fácil, odiaba sentirse así, tratando de minimizar sus problemas con un "ya estuvo, supéralo" y luego intentarlo y saber que no era algo fácil, maldición que no lo era, ¿Cómo podría...?

Trató de pensar en las cosas positivas de su actual realidad, pero era más una rutina monótona, todo estaba bien, tenia un trabajo fijo, bien pagado, un auto bonito, un agradable departamento, amables vecinos, a su hermano y Jungkook, era más que suficiente, entonces porque al llegar Yoongi de nuevo a su vida parecía como si nunca tuvo nada, como si todo lo que creyó su todo se volvió simplemente... hueco.

Su mente ajetreada vagó hacia el fugaz recuerdo de Jung Hoseok y su rostro sonriente, su aparente felicidad sin respuesta y aquella alegría que el alfa emanaba, simplemente le causaba una repulsión interna y tal vez, sólo tal vez un poco de envidia. O simple, tal vez era el hecho de que era un alfa, y si fuera otra historia, si fuera otro Jimin, o mejor dicho, el Jimin de antes... probablemente el pelinegro hubiera estado como todas las omegas de su trabajo, esperando y parloteando acerca del guapo detective, bateando sus pestañas en dirección del caballeroso alfa, y si Yoongi no lo hubiera convertido o mejor dicho, si las acciones de Yoongi no lo hubiera llevado a decidir por si mismo a encerrarse en la maquina rencorosa e introvertida que era, posiblemente no tuviera el valor de encarar a un alfa y de gritarle todas sus verdades al rostro, por qué no era algo que realmente estuvo acostumbrado a hacer, así que créditos a Yoongi si podía darle, dolorosamente, si, desagraciadamente, si, pero más desventajas que ventajas.

Incluso, no fuera un agente policiaco, al contrario, tal vez con los buenos ánimos de Yoongi hubiera estudiado alguna intervención educativa, y en estos momentos tuviera una regla y un lápiz en su cinturón en vez de un arma de seguridad, probablemente todas los miércoles en la mañana recibiría los sonrientes e infantiles rostros de sus estudiantes a los cuales él no duraría en darles un poco de amor y no los rostros ojerosos y cansados de todo el departamento policial porqué el crimen organizado era letal, armado y sobre todo, una muerte lenta de trabajo.

Sí el Jimin de hace seis años estuviera justo ahí, con tan sólo la presencia mínima alfa estuviera encogiéndose en algún lugar, dejando salir todo ese lado sumiso y tímido que los alfas más egoístas adoraban ver en los omegas, porque si, Jimin no fue siempre lo que es ahora, su padre, aquel alfa de prestigioso nombre y de una personalidad tan intimidante como su presencia había sido el causante del desarrollo tan poco evolutivo del pelinegro en su persona y su confianza intima. Su padre exigió, ordenó, llamó e impuso innumerables mandatos hacía él, los cuales sólo provocaron la creación de un débil, inocente e inseguro, y maldita sea que en su tiempo llegó a odiar a su padre, pero el rencor de su padre alfa contra la casta en general, o su ex amor, Yoongi, no podía igualarse ni clasificarse en la misma regla, no con tanta diferencia de contextos.

Su padre no fue en su mayoría un estricto radical, pero si tan sólo el potente alfa le hubiera dicho algunas palabras, las más mínimas, si lo hubiera alentado, lo que fuera, ¡si tan sólo le hubiera explicado como funcionaba el maldito celo en un omega! Tal vez todo sería diferente, hubiera sido de mucha ayuda en el pasado, tan sólo un aviso, las más básicas palabras de "no todos los alfas son buenos", sólo eso, no más, no pedía mucho, cualquier cosa para que el Jimin de diecisiete años de su pasado tuviera al menos una raíz de donde ser más lógico, seguro y precavido, y no hubiera caído en la trampa de palabras bellas disfrazadas, como lo eran las de Min Yoongi.

Pero el haber crecido sin una figura materna y haber estado sometido toda su adolescencia y parte de su infancia bajo el ala del más intimidante alfa, no fue de ayuda, en lo absoluto. Tampoco podía culpar a su madre después del divorcio, el haber escogido a Seokjin sobre él durante la repartición de custodios, realmente no quería saber, incluso llegó a pensar que en su lugar él tampoco se hubiera elegido, pero ahora era diferente, un poco más crítico, y no podía evitar guardar también una copa de resentimiento hacia la omega que jamás se atrevió a darle amor en su vida.

Aún así, incluso ante todo tipo de altercados, el momento ahora hoy, esta era su actualidad, su presente, su realidad, aquí estaba él, con un arma en su cinturón, recién graduado de la academia con honores y con un excelente historial académico que le consiguió un excelente y rápido trabajo a los veinticinco años. Sabía que estar donde estaba ahora no fue nada fácil, sumando el hecho de que fue repudiado y discriminado en la academia de investigación solamente por ser un omega, indudablemente del año actual, las leyes beneficias y el cambio de gobierno patriótico positivo, los pocos omegas que pertenecían al cuerpo policiaco se encontraban en secciones como —archivo o administración; claro esta el ejemplo de Soyou, y tal vez Taehyung, porque algunos alfas creían que todos los omegas del mundo eran sensibles y por eso no podían portar un arma en la mano.

Jimin luchó, lo hizo, con el corazón en la mano, desbordado y la boca llena de un veneno resentido por quien creyó era el amor de su vida, se arrastró por el camino de la vida con la agonía de un alma rota, y lo consiguió, un título, un lugar y un puesto.

Cuando bajo del auto, caminó perezosamente hacia la puerta tocando el timbre, Min Yoongi era lo único que quedó en su mente después de un viaje tan reflexivo, en como el hombre había madurado en todos esos años, y en como su voz se había vuelto más ronca y gruesa, y sus ojos más flameantes e intimidantes que antes.

—¡Jiminnie! ¡llegaste!, ¿trajiste comida? —Preguntó Seokjin mirándolo con una enorme sonrisa.

Y cada vez que veía esa sonrisa, no culpaba a su madre por haberse llevado a Seokjin y haberle hecho vivir una buena vida al lado de un padrastro beta, bueno y cariñoso.

Nunca podría hacerlo.

—Oh, hyung... —Jimin se descalzó en la entrada y caminó hacia la cocina dejando la bolsa de plástico con la comida, se giró para encarar a su hermano, pero fue bombardeado por un pequeño cuerpo que lo atacó con fuerza. Un infante pidió su atención, Jimin no tardó en sonreírle con amor, tomándolo en sus brazos mientras lo levantaba y besaba ruidosamente su mejilla.

—Jungkook te extrañó tanto.

Alejándose un poco del niño para verlo mejor, Jimin se rió—¿Es verdad, Kookie?, ¿extrañaste a papá?

Y ahí, con el mundo y el sol de su vida en sus brazos, Jimin no pensó en nada más, nada importaba cuando su pequeño estaba con él, nada lo hacía, inclusive si Yoongi había regresado, quedaba en segundo plano, no lo dejaría entrometerse de forma negativa, y por supuesto, no lo dejaría descubrir ciertas cosas.

Aún no estaban listos para eso. 


TT waaaaa, reescribir este capítulo me dejo emotiva, no recordaba exactamente el proceso de cambio de este Jimin, fue una de las plantillas de personaje que más disfrute hacer, aunque ahora me siento un poquito mal de que Jimin de Business le haya quitado el lugar JAJAJAJ pero Jimin dragoncito es, hasta la fecha insuperable, al menos entre mis personajes (eso hasta que publique el fic de Rojo Ginebra, ufff... Preparense para un Jimin kitty gang estilo Susy ;D ), y bueno, ¡espero les haya gustado! nos leemos pronto <3 

-susy

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