❝ Peligro ❞
El olor a sudor me estaba comenzando a marear, las nauseas me hacen querer vomitar sobre la bolsa que tengo aun en la cabeza, puedo sentir mis manos amarradas por algunas esposas mientras escucho los malditos tacones de la murciélago.
Me tienen caminando y puedo imaginar cómo llegamos a otro lugar, uno más alejado, ¿cuántos lugares tiene este casino?. No tengo ni idea pero espero salir bien de esta. No es como si nunca me hubieran puesto esposas.
Intento mover mis manos, buscar la pulsera que tengo y poder quitarle el alambre que trae para usarlo como llave.
Siento como de forma no tan brusca me dejan sentarme en un sillón mas cómodo que el anterior, quitan la bolsa de mi rostro y las luces lastiman mis ojos. El lugar parece ser una oficina que apenas puedo distinguir.
La murciélago pasa a estar frente a mí, con su mirada seria mientras deja su celular en el escritorio.
— ¿Donde esta Shadow y tu novio el verdoso? - Me pregunta, es obvio que debe conocer al azabache, no podía faltar.
— No tengo idea de quién es Shadow - Le digo, suelta una risa corta para después cambiar de lugar, se sienta en la silla del escritorio mientras comienza a encender una laptop. Teclea y busco alguna salida, logré quitarle el pequeño ganchito de metal a la pulsera. Puede servirme — Sabemos quién eres - Me dice y pongo atención.
— ¿De verdad?, estoy segura que solo vengo con mi pareja y me encuentro con este maldito secuestro - Suelto molesta, entrecierro los ojos mientras guío el gancho a las esposas con cuidado de no dejarlo caer.
— ¿Has visto cuando tiras una fruta podrida contra la pared?, así se verá la cabeza de tu novio si no me das información - No parece estar bromeando. ¿Quién es esta copia de barbie? ¡Sabía que algo andaba mal!, ¡Maldito Scourge y sus presentimientos! Tenía razón.
— Él no tiene nada que ver en lo que sea que quieras, no tenemos la culpa de nada. No tengo ni idea de lo que tratas de decirme, ¿De qué jefe hablas? - Intento sonar lo más confundida posible, ella me observa buscando la mentira en mi palabra.
— Si tu chico ha escapado... que parece ser verdad, te dejaremos libre y viva si me dices todo sobre los planes de Shadow y su paradero - Comenta, oferta de vida o muerte.
— No lo conozco - repito y comienza a perder la paciencia.
— ¿Qué tal Cream? - El nombre me deja congelada, levanto la vista y no puedo evitar sentir la preocupación en mi pecho — Desde que llegas aquí, eres el blanco de investigación, la forma de ganar así a la primera es de expertos par de imbéciles. Pero había algo raro en ustedes dos que al jefe no lo deja contento. Ya sabes, aquí es cuando entro yo - Se acerca a la laptop.
Me muestra parte de nuestra información que me eriza el pelo de solo verla.
— Me pregunto... ¿Qué le pasará a Cream? ¿Es como tu hermana no? — Su mirada se vuelve juguetona, no me pierde de vista y puedo sentir como se ríe de mi rostro furioso.
— Vete a la mierda - Suelto con frialdad.
— Tienes carácter, está bien pero ambas sabemos que eso no basta - Me rodea con sus brazos al posarse tras de mí. Puedo sentir estar casi libre de estas malditas esposas — Dime lo que sabes, puedo ofrecerle algo mejor a esa niña ¿No te gustaría? - Me susurra en el oído.
Aprieto la mandíbula con fuerza, no debo caer en las trampas de esta mujer o terminaré diciendo todo, no puedo. Scourge también me necesita. El dinero y Vainilla me necesitan, Cream también, estúpida niña tonta.
— ¿Sabes lo que él quiere lograr? - Me toma de la barbilla, volteo la vista y la fuerza se incrementa, puedo sentir sus uñas postizas lastimar mi piel — Él quiere quedarse con el dinero sólo para él. Tenemos nuestras suposiciones, y cuando él logre lo que quiere tu y tu novio estarán bajo tierra cuando todo termine - Se aleja.
— Creo que estas delirando, ¿Tanto perfume te ha nublado la cabeza? - Le digo
— Tú, mi amor, estas ciega - busca algo en una de las estanterías — Antes trabajaba con Shadow, es hermoso y atractivo, ya sabes, te deja satisfecha cuando lo necesitas - formo una mueca.
— No tengo interés en escuchar tus encuentros sexuales - Le confieso y ella vuelve a reír, se gira con un sobre amarillo en sus manos y se acerca.
— Es exquisito querida, te lo recomiendo - me guiña y intento ignorar el gesto y la insinuación a intentarlo con él — Escucha, cuando descubrí lo que realmente quería decidí unirme al bando contrario, y mira donde estoy, con dinero, lujo, poder - suelta varias imágenes que estaban dentro del folder.
Me quedo impactada por lo que veo y no quiero creerlo, lo esperaba, de verdad, aunque fueran pocas las veces que intente imaginarlo. Pero no lo creí real.
— Ustedes son solo peones en su juego, es una estupidez que sigue intentando, aún después de que su padre intentó ayudarlo, no soporta perder, es orgulloso, un maldito y sexy orgulloso que solo busca sacarles provecho - Señala cada imagen.
Hay varias fotos de camaras de seguridad que graba a parejas anteriores, todas jugando en este mismo casino, algunas fallan y en las siguientes Shadow les apunta en la cabeza al salir del casino.
— ¿Cómo sé que esto es real? - una foto así puede ser falsa.
— Contratamos a un investigador especial, Shadow no puede imaginarse en lo más bajo, por lo tanto busca lo mejor que hay en la mugre, ya sabes tu barrio y así - el tono de voz fue claro y directo "Mugre, tu barrio" — Él no se detendrá hasta lograrlo. ¿Sabes lo que planea? podemos detenerlo y quizá, darte algo mejor de lo que él pudo ofrecerte - Me mira.
¿Soy leal?, ¿A qué?, ¿A quién?.
Su guardia baja, y los hombres de antes están más atentos a la plática que a intentar buscar formas para tener mis próximos movimientos, ¿Creen que estoy cayendo?, sí, tal vez y me estén diciendo la verdad. Pero hay algo que quiero confirmar.
— Lo lamento, pero de mi boca no sale nada sin un intercambio - Muestro interés en la propuesta de antes.
Me mira escéptica, de pies a cabeza que no se imagina lo que voy hacer. Me aseguro de que los hombres no carguen armas y que ella esté algo distraída como para no captar mis movimientos.
Me suelto de las esposas, las lanzó a la cabeza calva de uno de los sujetos mientras agarro un par de fotos, corro y esquivo a los hombres mientras ella grita que me detengan y no me dejen salir.
Ellos olvidan ponerle seguro a la puerta lo que hace mi escape más fácil, puedo escuchar como los hombres vienen tras de mí y como los gritos de la murciélago no se detienen.
Me quito los tacones en el intento de incrementar la velocidad, y funciona ¡Claro que si!, estoy por doblar la esquina de un pasillo cuando chocó contra algo alto, volteo hacía arriba y Scourge me toma por la cintura. Lanza lo que parecen fichas al suelo y los hombres se resbalan sin querer.
Aprieta mi mano mientras comenzamos a huir entre pasillos hasta buscar alguna salida, dentro de poco podríamos estar rodeados de hombres con traje y la murciélago no se va a detener ni piensa tener como plan dejarnos ir.
— ¡¿En qué carajos te metiste?! - Me grita, nuestras miradas no chocan por lo concentrados que estamos en querer salir de aquí — Esto no debía pasar, ¡mierda! - No encontramos salida por ninguna parte, él aprieta su oreja, parece que está escuchando a Clint. Paramos unos segundos, él mira hacía todos lados y yo misma encuentro las escaleras al fondo.
En el casino con más gente no son capaces de atraparnos o hacer tanto revuelto.
— Tenías razón - Le confieso mientras recupero el aire. Me mira con la típica lo sabía - Perdón ¿ya?, solo quería divertirme un rato.
— Y casi te matan, ¿Qué harías sin mí? - Bajamos hasta regresar al casino. La gente sigue como antes e incluso puede haber más.
— ¿Cómo vamos a salir? - Puedo ver a lo lejos la salida, dos hombres de Seguridad parecen estar muy relajados.
— Tal vez aún no les llegó el mensaje - Susurra y logró escucharlo, me jala un poco hasta caminar a la entrada, él actualmente de forma natural a mi lado mientras intento seguirle el juego.
Los hombres apenas y nos miran, pasamos por la puerta sin problemas y las puertas se abren.
Una vez fuera Scourge se encarga de pedir un Taxi, «¿Por qué?» le observo.
— A menos que quisieras volar en pedazos hubiéramos regresado en el. auto - Confiesa dentro del Taxi.
— ¿Osea, el auto hubiera explotado?.
— Exacto, si no les servimos estando vivos, muertos puede ser la mejor opción.
Él se queda observando las fotos en mis manos, algo dobladas pero es lo de menos. Me acomodo en el asiento y mi vista se fija en el verdoso.
— Una mujer, queria informacion sobre los planes de Shadow - Le comento y parece escucharme — Me mostró las fotografías y me dijo que al final de todo esto, él va a deshacerse de nosotros, una sola falla y no nos dejará libres.
Agarro las fotos, mirándolas sin inmutarse o demostrar preocupación alguna. Las guardo dentro de su saco.
— ¿Qué quiere hacer? - Se quedó pensativo y algo molesto — ¿Quieres seguir con esto? llamaré a los chicos si hace falta, regresaremos a New York por la madrugada.
— No, no, algo trama, es obvio que ya no podremos entrar al casino y ganar todo el dinero que podamos ya no es parte del plan, cambiaran las cosas - Suspiré, en un corto lapso recordé la información que tenían sobre Cream — Dame tu celular - El pecho comenzaba a dolerme.
— ¿Por qué? - Levantó una ceja.
— ¡Dame el puto celular! - Abrió su saco con fuerza y busque por los bolsillos siendo brusca hasta encontrarlo, rápidamente marque el número de Vainilla esperando que pudiera contestar, Scourge aun me miraba esperando respuestas. Solo se escuchaba la espera en la llamada, por favor contesta...
— ¿Hola? - Pude escuchar su voz.
— Salgan del departamento, tomen lo que sea necesario y salgan de ahí - Intenté no sonar tan desesperada — Escucha, en mi cuarto cerca de mi cama hay una madera que puede moverse, quitala y saca la caja que tiene dentro, usen lo que tiene si es necesario. No quiero que regresen al departamento hasta que te marque de nuevo - Vainilla no me preguntaba el <¿por qué?> supongo que ya se da una idea.
— ¿Qué ocurre? - Scourge sigue exigiendo explicación.
— Si, me parece bien - Le contesto a Vainilla, ella se irá a un hotel esta noche, alejado de los departamentos, cuidara de cream toda la noche y de ser necesario volverá a marcarme en la noche — Cuidense ambas, no dejes que esa niña haga tonterías... hasta pronto - cuelgo y le devuelvo su celular.
— ¿Ellos saben de Vainilla? - Me pregunta serio, busca algun contacto en su celular.
— Tienen toda mi información, y la tuya, saben de donde venimos, quienes somos - Estoy molesta, preocupada por la seguridad de ambas, yo puedo cuidarme sola pero... Vainilla es inteligente, y Cream ella es lo bastante manipuladora, pueden hacerlo.
— Esperalas fuera del edificio, llévalas a la casa - Escucho a Scourge — Si, a ambas, no dejes que nadie se les acerque, no pueden salir, explica quién eres - Me sonríe, en momentos así no tengo ganas de sonreír, pero le agradezco por el gesto. Corta la llamada y guarda el celular — Ellas estarán más seguras, no te preocupes rosita.
— Gracias... - Cierro los ojos, alejando cualquier pensamiento horrendo sobre la seguridad o el peligro en el que nos metimos - ¿Iremos con Shadow?
— Iremos, pero te advierto, si se pone feo, no dudaré en darle un buen tiro - Vuelvo a mirarlo y muestra una pistola bien guardada, asciendo y el taxista parece nervioso, nos mira por el retrovisor y el sudor en su frente lo recorre.
— ¿Qué haremos con él? - Scourge observa al conductor.
— Ya se me ocurrirá algo.
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