❝No necesito un héroe❞
— Escúchame, ¡Mephiles te utiliza!, vas a entrar a su juego en cuanto acabes con su vida, no tendrá suficiente y al final... terminarás igual que nosotros.
A pesar de no estar en las mejores condiciones para defenderse, Shadow intenta persuadir al asesino, aún le cuesta levantarse y no lo hará hasta sacar los vidrios de su espalda.
— No me interesan los detalles, debo cumplir con la misión - Suelta desinteresado, la palabrería comienza a tornarse aburrida — Conozco tan bien a Mephiles para decirte que si no acabo con ella, alguien más lo hará, ya deberías estar enterado, ¿no son hermanos?.
¿Acaso se trata de alguna advertencia? ¿o es el final?.
Amy aprovecha la discusión para buscar con la mirada algún objeto que pueda usar, el riesgo es alto e implica dañar a Shadow en el proceso, pero podría funcionar.
Ella tal vez no tenga la fuerza necesaria para derribar al erizo, o darle golpes hasta dejarlo inconsciente, pero puede utilizar los objetos a su alrededor.
Mientras el asesino quita el seguro del arma, ella alcanza a observar por el brillo un pequeño pedazo de cristal grande, tendrá que estirar un poco el brazo, pero necesita distracción.
— Prometo que solo será un momento, la sangre de su cabeza se esparcirá sobre el suelo de madera, tal vez algunas gotas de su sangre se queden en tu rostro, pero será rápido - Dice con calma, sin sentir remordimiento alguno de lo que está por hacer.
Cuando su dedo índice acaricia el gatillo, Shadow trata de protegerla poniendo todo su cuerpo como escudo, pero ella lo impide apretando su hombro ensangrentado causándole dolor, estira su brazo con la velocidad suficiente para agarrar el vidrio.
El sonido de disparo alerta su cuerpo, lanza el vidrio hacía su pierna que se incrusta perfectamente.
El asesino suelta el arma al observar la sangre correr por su pierna hasta el suelo. Mala idea.
La bala impactó demasiado cerca del rostro de la eriza, impactó en el suelo dejando una marca.
Su miedo y su preocupación se dispersan, su cuerpo lleno de adrenalina, su enojo subiendo al ver a Shadow en el suelo con una mueca de dolor en el rostro.
Se levanta lo más rápido posible, aunque los cristales y las astillas de madera se encuentren cerca, las ignora cuando toma la lampara de la sala para golpear el rostro del enemigo.
Evan no se percata de las acciones, por que al momento de sacar el vidrio de su pierna, se sorprende y no reacciona a tiempo cuando la lampara golpea su rostro.
Retrocede unos cuantos pasos hacía atrás mientras se tambalea por el ardor en la pierna y el golpe que dañaron los lentes.
Los arranca de su rostro, sus ojos irradian la misma rabia que la contraria, Amelia aún sostiene la lampara como si fuera un bate de beisbol, pero olvida algo importante, el arma.
Asustada, los ojos del erizo le recuerdan a alguien, niega con la cabeza tratando de alejar todo pensamiento.
Busca el arma con la mirada, está demasiado cerca de él, pero ni siquiera se percata de aquello.
Aprieta el palo de madera de la lampara, con mucha fuerza, toma una postura para batear mientras su guardia se enscuentra alta.
Atenta por los movimientos de su contrincante, él sonríe con burla al verla en una pose de defensa y ataque para proteger al erizo herido.
— ¿Quieres pelear?, tendrás pelea muñeca - Quita la mascara empapada de su rostro, sus facciones y su aire de macho peligroso la hacen sonreír.
— Creo que la mascara estaba mejor, ahora me da algo de pena arruinar ese bello rostro - Evan suelta una corta risa mientras observa sus puntos debiles.
— Yo me preocuparía por el tuyo - Alza los puños como una batalla cuerpo a cuerpo.
En un rapido movimiento, Evan trata de atacarla en sus piernas, ella lo detiene golpeando su pierna con la lampara para protegerse, aunque la fuerza la moviera unos pocos pasos, se concentra y trata de darle en la pierna lastimada o en el abdomen.
Shadow se encuentra impresionado en el suelo, tratando de acomodarse boca abajo para no lastimar su espalda, observa a la eriza pelear con un asesino experto.
En estos momentos desearía tener a Clint a su lado, o que el idiota de Scourge aparezca con su grupo de narcotráficantes.
Evan esquiva cada ataque con suma facilidad, Amy comenzará a cansarse en poco tiempo, o es lo que cree.
Mientras pelean, Evan retrocede de sus ataques con el palo de madera hasta llegar a la barra de la cocina. Hay cuchillos puestos en una base de color plateado, perfectos para lo que tiene planeado.
En una corta e insignificante distracción, fingió que iba a golpearle en el rostro para que se cubriera, momento que por instinto la eriza realizó; aprovechó y sacó uno de los cuchillos más largos y afilados que había.
Sonrió malicioso cuando trataba de apuñalar su estomago, dañar sus manos, o incluso herir en los puntos más débiles y peligrosos.
Por más que trataba de cubrirse o pegar el cuchillo a la madera no podía detener lo inevitable por mucho más tiempo, ¿en qué momento se le ocurrió que luchar contra un asesino experto era buena idea?.
Si, bueno, dejó de pensar con lógica y razón cuando shadow trató de protegerla, por instinto quiso devolverle el favor por lo ocasionado con la reciente bomba, así que solo actuó para protegerlo. Solo con eso en mente.
— Maldición... - susurró cabreada, sabiendo que aunque intentara ocultarlo pocas gotas de sudor combinadas con la tormenta de afuera caían de su frente, todo estaba jodidamente mojado y resbaloso.
La velocidad del erizo no ayudaba cuando trataba de mantenerse firme para protegerse de los ataques, los vidrios en el suelo lo hacían sumamente resbaladizo, parecían una pareja bailando entre la habitación, giraban daban vueltas y a veces resbalaban pero no caían, mejor dicho... como una pista de patinaje.
— Debiste dejar que acabara con tu vida, hubiera sido más rápido - Expresó al sentirse victorioso, observando como las fuerzas de la contraria iban debilitándose y él apenas usaba toda su capacidad.
— ¿Y dejarte con el gusto?, no gracias, debe existir otra persona que quiera mi cabeza y a un mejor precio de lo que te ofrecieron - Contestó con burla, se sentía extraña y levemente feliz de volver con esos comentarios en momentos serios.
Últimamente y al lado de shadow con sus otros compañeros se encontraba de mala gana con el asunto pendiente entre ambos machos para ver quien se quedaba con ella, era una tontería.
O el tener que pensar en quien de los dos elegir, o el porqué sus sentimientos eran como una balanza que subían de un lado y de pronto bajaban para subir del otro. Así no era ella, no era pensativa ni mucho menos seria.
Era bromista, pilla, sexualmente activa, con un carácter de mil demonios; además, su corazón para la bondad siempre aparecía ante la gente que la necesitaba. Su familia por ejemplo, pero a veces si podía ser totalmente fría y directa con la gente que le cayera mal por x razón.
Su mente dio un vuelco y revuelo total en cuanto el ardor en uno de sus dedos se extendió, seguido de todos los nudillos de su mano izquierda.
Evan la había rozado con la punta del cuchillo, sonreía maliciosamente y esa sonrisa y mirada le parecían familiares, pero tormentosas.
Segura de volver en si y obtener la confianza que había perdido desde que bajó del avión al pisar las vegas, apretó el agarre con el palo de madera, observó los vidrios en el suelo y como un rayo cruzaba cerca de la ventana, aprovechó aquello y golpeo lanzando los vidrios al rostro y cuerpo del erizo.
Cuando eso ocurrió, era inevitable que el asesino se cubriera por que el cuchillo no funcionaría, por unos cortos instantes se había olvidado de su compañero mal herido en el suelo, todo eso hasta que Evan volvió a estar consiente de lo que había pasado.
Su rostro ahora tenía cortadas y en el traje había pequeños vidrios incrustados que seguramente se atoraron con la piel.
— Te dije que no te quitaras la mascara - Recordó siendo bromista, trataba de lograr que los comentarios graciosos ahuyentaran a su miedo, y joder como lo lograba y molestaban a Evan.
Shadow solo se limitaba a sonreír mientras escuchaba, había alcanzado su celular de la mesita destruida, la señal y el tiempo que Amy hizo fueron suficientes para advertir al grupo que venía en su rescate.
Otra faceta que no había conocido de Rose, se cuidaba muy bien sola.
Evan gruñó, apuñaló cerca de su cuello pero el cuchillo se quedó atorado en la madera por que ella a duras penas logró cubrirse del ataque.
Los ojos contrarios revelaban algo que ella ya habia contemplado. Se quedó sin habla y antes de que él pudiera dejar el mando del cuchillo para golpearla en el rostro, dijo.
— ¿Silver...? – Y quedó petrificado, al tiempo que la puerta se abría de manera estrepitosa y Scourge acompañado del asistente de Shadow y un borracho armadillo un poco mejor, observaron el desastre.
— ¡Yo le enseñé todo lo que sabe! – Agregó con entusiasmo el verdoso, veía a Amelia tener el control con tanta facilidad que su sonrisa orgullosa se dejó a relucir frente a los presentes.
Pero Evan el asesino estaba confundido y sin moverse.
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