❝Estoy para servir❞

Entré a la habitación, Shadow sigue profundamente dormido debido al medicamento que le inyectaron, el doctor dijo que pronto despertará.

La dosis fué muy pequeña, algo mínimo para poder tratarlo.

Al observarlo, pude notar su ceño aún fruncido, me causa gracia, estiro mi mano para tratar de acomodarle o mover sus cejas, seguramente Clint me hubiera detenido, o posiblemente, si él estuviera consiente y despierto, me hubiera golpeado la mano.

— Mucho mejor - Sonreí, con ganas de tomarle una foto.

Se ve tan tranquilo, relajado... tan, guapo.

Maldito erizo, tenía que ser uno guapo, coqueto, orgulloso y gruñón. Creo que tiene más cualidades negativas que positivas.

Eso hubiera pensado antes, ahora creo que sólo trata de recuperar la confianza con su padre, le molesta ver que la gente lo mire de otra manera, que lo reconozcan por ser el fracaso o el error del señor Smith.

Pero es demasiado orgulloso para admitirlo y Mephiles no puede ocultar la verdad para siempre. Tendrá su merecido de una buena vez.

 

Cogí mi celular, estaba algo aburrida a decir verdad; éste lugar es muy caro y no pienso gastar ni un sólo centavo en su dichosa comida elegante.

Las hamburguesas fueron lo mejor, incluso logré que Shadow se comiera una, ¡completa!, ¿hay algo que no pueda hacer bien?.

Me recargué en la pared de la habitación, cerca de la ventana, necesitaba hablar con alguien y Clint seguramente estaba dormido, además, no le importaría en absoluto si el asunto no es Shadow.

El sonido del celular tarda bastante en marcar, no sé si tiene tiempo para responder...

¿Hola, Amy?

— Silver, me da gusto escuchar tú chillona voz - reí, escuché su suspiro de alivio, logró escuchar algo al fondo, pero tampoco puedo apreciarlo — ¿estás con alguien?.

Si, dame un segundo - parece que algo movió — Listo, estás en alta voz ahora.

¿Amy, por qué tardas tanto en volver?, mamá y yo te extrañamos, y Silver sólo me quiere usar como maniquí - la voz de Cream, siento que ha pasado tanto tiempo desde que la escuché. Y sólo fué para regañarle.

— Volveré cuando mi trabajo termine - no puedo engañarles, no tengo un número aproximado de días para que ésto termine, y además...; miré a Shadow sobre la camilla, ¿necesitará ayuda, se pondrá bien?.

Mamá está preocupada por ti - Sentí melancolía, y ciertamente, estoy tan preocupada como ellas, sé que ahora no tenemos la protección de Scourge, pero, ¿qué hacen con Silver?.

— Lo sé Cream, pero verás que el tiempo pasa rápido.

¿Cuándo podremos volver a casa? - escuché con claridad el tono triste de su voz, no espero que lo comprenda todo, es una niña y no sé que es lo que Vainilla le ha tenido que contar — Todo se ha quedado ahí, no me siento cómoda aquí.

¿Insinuas que te trato mal, o que no te doy las comodidades suficientes?, princesa - Silver cuestionó con burla.

— ¿Viven con Silver? - pregunté, a lo cual respondieron enseguida.

Mhmm, mamá estaba buscando un departamento en la zona del centro, pero Silver se ofreció a darnos un hogar hasta que volvieras - me explicó Cream, cerré los ojos mientras trato de comprender, mantengo mi enojo por debajo del límite, ésto no tiene que preocuparme, no más estrés.

Pero si es divertido vivir conmigo, ¿no te gustan los vestidos que he confeccionado para ti?.

Si te refieres a los rosados y pomposos vestidos, ¡con moños!, no me gustan para nada - mencionó con desacuerdo, y se ha formado una pequeña riña entre un tonto y una niña malcriada.

— ¡Silencio! - hablé con fuerza, volví a ver a Shadow y no, no ha despertado; tengo que bajar el volumen de mi voz — Cream, necesito hablar con Silver un momento.

Escuché el típico "pero" del otro lado, y Silver arrebatándole el celular de las manos y quitando el manos libres de la pantalla.

Esperé un momento antes de hablar, no sé si sea un buen momento pero, ¿entonces cuándo lo será?.

— ¿En qué estabas pensando? - el tono molesto de mi voz era suficiente para reprimir sus, actos bondadosos innecesarios — sólo te pones en peligro, y a ellas también.

¿Entonces vas a decirme en qué te metiste?, créeme que fue difícil entablar una conversación con esa mujer, una noche es prostituta y a la mañana siguiente se convierte en la madre perfecta, por favor - Silver mostró su enfado.

Antes de conocer a Vainilla, supe que ella fue prostituta hasta que desafortunadamente quedó embarazada de uno de sus clientes. Ella ni siquiera conoce al padre, pero desde que se enteró que tenía algo en su vientre, dejó las calles para empezar a tratar de sacar adelante a su bebé.

Luego ella me encontró, meses antes de tener a Cream, ella tenía veinte, al verme, me ofreció comida y un lugar caliente que no acepté... aunque sólo al inicio, ella fue insistente, durante muchos días y semanas hasta que logré tenerle confianza.

Después Cream nació y yo ya vivía con ella, aunque trataba de conseguir dinero para ayudarle, me dediqué a las apuestas desde temprana edad. Comencé a perder y ganar, cuando perdía, robaba comida para bebé de las tiendas, ropa, collares o algo que también pudiera vender.

Tras cumplir diecisiete, empecé a poner mi atención en la ropa cara y con cierto estilo. Traté de robar la tienda más bonita del centro, ¿y saben qué fue lo mejor?, que Silver era el dueño.

Su casa está arriba de su tienda y cuando escuchó la ventana romperse, bajó y me encontró con las manos llenas de blusas a mitad de precio.

Me apuntó con su linterna y al verme lucir con unos shorts rotos y una blusa rosada y vieja que Vainilla me regaló; me dijo, "¿De verdad te vas a poner eso?, querida, ese tono te va fatal".

Recuerdo que esa noche hablamos y él me regaló algunas prendas, e incluso me enseñó al poco tiempo cómo confeccionar mi propia ropa, y me dió trabajo por un tiempo pero, nunca pude quitarme el vicio de las apuestas y terminé dejándolo.

Nos hicimos grandes amigos desde ese día, aunque, él y Vainilla ya se conocían desde antes y no congeniaron bien. Le repugna el hecho de cómo fué en el pasado.

— No la conoces bien.. - musité, él seguía hablando sobre lo molesta que Vainilla era queriendo imponer sus reglas dentro de su tienda — sólo necesitas hablar con ella, es tu casa, lo entiendo, pero quizás sólo quiere ayudar.

¿Ayudar...?, no hablarás enserio, Dios santo. Sabes, olvídalo; yo fuí el que se ofreció a recibirlas.

— Prometo no tardar, volveré en unos días, sólo necesito tiempo, y si necesitan dinero sólo dile a Vainilla y yo hablaré con ella después - lo escuché suspirar con cierta desesperación.

No se trata de dinero. Es mejor que vengas, en serio, Scourge me ha dado un susto cuando le ví totalmente sumergido en la droga — sentí náuseas en mi estómago cuando lo dijo.

— Espera, ¿susto, de qué hablas?.

Sólo fue el susto, pasé por el barrio por unas cosas del departamento que me pidió Vainilla para Cream, el auto estaba estacionado fuera del edificio y lo ví bajar por las escaleras - señaló.

Callé, sentí nervios y unas inmensas ganas por morderme las uñas, a veces me pasaba cuando estaba angustiada y no podía dejarlo pasar, menos ésto.

Ya sabía que Scourge tenía ese problema desde que empezó a expandir su negocio y alguien le convenció de consumirla.

¿Sigues ahí...?

— Estoy aquí, sólo estaba pensando.

Creí que los dos estaban trabajando juntos, ¿por qué está aquí?, ¿pasó algo malo?, ¿estás bien? - su tono de voz se volvió desesperado, está más preocupado que antes.

— No no, estoy bien, no ocurre nada - mentí — Scourge decidió regresar, ya sabes que no puede estar en un solo lugar, además, le molesta mucho recibir órdenes.

Si, lo conozco. Pero no se iría y te dejaría así, algo pasó y sólo te muerdes la lengua, ¿por qué no debería saber?.

— Tuve una discusión con él - confesé no muy contenta, de hecho, no quería recordar ese momento tan incómodo.

¡Lo sabía! , estaba seguro que él no volvería sin ti - dijo.

— En fin, se puso en plan autoritario y me dijo algo como, "te vas conmigo, o sin mí".
Y le dije que no, sabes que necesito el dinero, así que, preferí quedarme... - musité, mis labios se están resecando. Necesito un poco de agua ahora.

¿Estás segura que es por el dinero?, ¿no es... algo más?.

— No entiendo.

Oh vamos, estás trabajando con Shadow, todo un semental cariño. Creo que ya te atrapó - pude apreciar ese tono meloso, ugh.

— Estás loco, ¿lo sabías?, si es guapo y lo que quieras pero, no lo conoces - negué esa idea, sólo lo veo por el lado sexual, es claro que me atrae, aun así...

Mira, ¿te digo una cosa?, disfruta lo que tengas por que te vas a arrepentir. No necesitas darme dinero, estamos bien, cuidaré bien de ellas - colgó.

Alejé el celular de mi oreja, observé la pantalla y ya tenía varios rayones por lo viejo que estaba.

Disfrutar lo que tengo, maldición. No puedo creer que lo haya dicho.

— ¿Amelia? - me alarmé al escucharlo, nombró mi nombre con su voz al despertar, me acerqué apresurada para ver su estado, sólo sigue un poco adormilado — mierda, dile al doctor que se joda, si se atreve a inyectarme de nuevo, va a perder su trabajo, tenlo por seguro.

Reí mientras le servía un poco de agua, las enfermeras tuvieron la consideración de dejarnos algo de beber. Le extendí el vaso y me observó a punto de preguntar, pero intervine.

— Agua purificada sin rastros de cloro, su alteza - dije mientras sonreía, él sólo volteó los ojos y bebió el líquido transparente.

— He comido una hamburguesa grasienta con extra queso, ¿creés que el agua me importa ahora? - musitó cansado, dejando el vaso vacío sobre la mesa mientras hacía un esfuerzo por levantarse de la cama.

— ¿Qué haces?, debes reposar todavía - traté de detenerlo, pero apartó mis manos de su cuerpo para quitarse el suero de la mano, y los conectores en su pecho.

— No voy a quedarme más tiempo aquí, nos estamos exponiendo - mencionó con calma, deshaciendo el nudo de la bata para dejarla caer al suelo.

Instantáneamente cubrí mis ojos con las manos, ¡¿no podía avisar antes?!.

— ¡Si ibas a desnudarte pudiste haberlo dicho! - alcé la voz con molestia, puedo sentir mis mejillas calientes, maldito sea.

— Quise darte el gusto, aunque no lo merezcas - escuché sus pasos descalzos sobre el piso hasta que llegó al armario, su ropa mojada estaba dentro, no podrá usarla, por eso decidí el camino más fácil — ¿Y ésto, dónde está Clint?.

— Le dije que fuera a dormir - expliqué — tienes ropa seca ahí dentro, me aseguré que fuera de tú talla.

— ¿Dónde compraste ésto?, es una basura.

— La robé de la lavandería, los bóxers son de un paquete nuevo así que, no te preocupes por eso.

— Carajo... - lo escuché susurrar, luego, algunas cuantos cajones más abrirse y cerrarse — terminé.

Quité mis manos y abrí los ojos, elegí una chaqueta negra con una camisa roja, junto con unos jeans que traen cadenas, además de unas botas negras al estilo dark.

— Te ves bien... - analicé el resto con la mirada, creo que se puso nervioso y se molestó, gruñón.

— Vamos antes de que me arrepienta, necesitamos regresar al hotel - buscó su cartera entre el cajón, entonces la saqué de mi bolsillo y se la extendí, parece que le sorprendió.

— No gasté ni un centavo, por si te preguntabas eso - mencioné por si acaso.

Me miró, sonrió con una sonrisa boba mientras negaba con la cabeza, pensé que tomaría su cartera, pero solo la empujó lentamente hacía mi.

— No pensaba en eso - ¿escuché bien?, esperen, creo que tengo cerilla en los oídos — no tengo donde guardarla, quemaré la ropa en cuanto lleguemos, tú la cuidarás mejor que yo.

— ¿Lo dices enserio? - dudé por lo que escuché, volvió a mirarme, ésta vez tratando de aguantar una carcajada.

— Por supuesto que no - me arrebató la cartera, esa sonrisa irónica apareció y la guardó dentro de su pantalón. Abrió la puerta, e hizo un ademán con la mano para que saliera del cuarto.

— Ya sabía que estabas siendo muy amable - fruncí mi seño al salir, cerró la puerta, y se acercó sólo para acomodar mis púas con sus guantes blancos puestos.

— No sería yo entonces - bueno, hay un poco de razón en lo que dice, idiota.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top