❝ Casino ❞
— ¿Disculpa?, no, yo vine aquí a jugar, ¿no es obvio?, no pienso quedarme de brazos cruzados mientras grandes apostadores se encuentran jugando - Se quejó molesta, con ambas manos en las caderas mientras su mirada se encontraba con la de Clint.
— Tú trabajo, es ayudarme a ganar dinero, en estos momentos yo decido lo que haces, lo que harás, y lo vas a cumplir. Te guste o no, así es el trabajo dulzura - Sentenció el azabache, secando sus púas con una toalla mientras contestaba los mensajes de su celular.
— ¡Pero esto..!
— No saben como funciona la seguridad en las Vegas, debes de confiar en el joven Shadow, el siempre sabe lo que hace - Aseguró Clint, seguido de abrir una maletera y sacar distintos vestidos largos y brillantes.
— Entonces, si Rosita no va a jugar, ¿Entraré a la primera mesa que vea?, o estaremos caminando para ver las mesas diferentes - Preguntó Scourge un poco impaciente, de verdad quería jugar de una vez por todas, enseñarles a esos millonarios como se juega realmente. Aunque claro, él ya era millonario.
— Tendrán que buscar a este sujeto - Shadow encendió su proyector, mostrando la foto de un hombre con barba de candado y traje blanco con corbata negra mostrándose elegante, piel blanca y ojos verdes — Quiero que le saquen todo el dinero posible.
Scourge sonrió divertido, si que jugaría bien. Aunque, apenado por su amiga, ella no podía acompañarlos en tan divertida jugada. Sería una muñeca, atraería miradas y haría uno que otro comentario caliente para desconcentrar a los demás apostadores.
— Tengo una pregunta para tí - Scourge se cruzó de brazos, mirando al azabache siendo neutral, como siempre — ¿Por qué necesitas tanto dinero, no se supone que eres multi millonario?.
— Por que soy un multi millonario egoísta que quiere más, que lo quiere todo - Respondió al momento, sin titubeos, sin dudar. Definitivamente ese erizo sabía lo que quería y Scourge ya lo sabía, él no se daría por vencido hasta llevarse una gran cantidad de dinero de ese casino.
Extrañamente, solo un casino.
— ¿Piensas combinar fucsia y amarillo?, ¿alguna vez usaste vestido?, esos colores no te favorecen en nada - Regañó Shadow, el estilo de moda de la eriza era de esperarse.
— ¡Claro que he usado vestidos!... solo dos veces - Admitió — Pero vamos, se ven bien para mí, ¿Qué eres además de millonario, un hombre de moda, un juez? - Cuestionó la eriza con los ojos entrecerrados, viendo como el azabache se molestaba y se giraba cruzado de brazos.
No entendía por que ambos tenían que estar juntos para escoger vestidos, Clint se había marchado con Scourge para mostrarle partes del casino.
Y La rosada y el azabache se encontraban juntos mirándose con enojo, no se soportaban, no podían, pero Shadow la necesitaba.
— Usa éste - Dijo él para mostrarle un vestido rojo sangre, cual sus ventas y ojos que la eriza pudo notar.
Tomó el vestido en sus manos sintiendo la suave tela fina y cara, muy cara. Nunca había sentido tal tela, y es que para ella solo era tela, con un escote en V y largo, se pegaría a su cuerpo seguro. Pero era algo necesariamente incómodo que tenía que cumplir.
Levantó la vista y el azabache solo la miraba con las cejas levantadas.
— ¿Qué esperas?, ¿qué yo te lo ponga? - Le miro molesto, no le molestaba el hecho de tener que ponerlo el mismo, le molestaba que su mirada Jade lo estuviera siguiendo con cada movimiento.
— ¡¿Qué?!, ¡Cla-claro que no!, ¡pervertido! - Gritó molesta aplastando el vestido, saliendo de aquella sala para abrir otra puerta y entrar a su habitación, el hotel era cinco estrellas
Como dijo Clint, "Lo mejor para el mejor" cerró la puerta con seguro y volvió a mirar aquel vestido rojo, con duda y vergüenza por usar tan semejante tela.
Dejó el vestido en su cama, posando sus manos por el fin de su blusa mientras la levantaba rápidamente, podía hacerlo, claro que podía, todo por estar en las Vegas.
La puerta se abrió, mostrando a la eriza con el vestido rojo que Shadow escogió y sin duda fue una gran decisión, se veía hermosa, perfecta, elegante.
El erizo sonrió victorioso, como si estuviera admirando un hecho trofeo en sus manos o un pase a la pirámide del dinero.
No se la imaginó de esa forma, esas curvas, valla que tenía mucho que ofrecer, pero detrás de esa ropa no podía notarse con facilidad. La eriza lo observó interrogantes e incómoda.
La mirada penetrante de Shadow la hacían sentirse aprisionada, sin poder moverse o poder dar su opinión respecto a esto, a usar tal vestido.
— Es perfecto - Mencionó el azabache, rodeando a la eriza con su mirada siento su más grande deseo.
Se sentía extrañado por su repentino interés en querer tocar esa piel rosada, tal vez meterla a la cama sería un problema. Su carácter era fuerte y era muy testaruda, no lo lograría tan fácil.
— ¿Yo puedo elegir el peinado? - Pregunto incómoda, queriendo sacar el tema del vestido el su cuerpo y evitar a toda costa la mirada lujurioso de azabache.
— Por supuesto que no - Suspiro decepcionado — Alguien más vendrá a ayudarte - Sacó su celular, marcando a un número extraño sin querer despegar mirada del la eriza rosada.
La mujer solo ascendió para volver a la habitación, solo esto, y tal vez un poco más de trabajo y después podría jugar en el casino por su propia cuenta.
Y Shadow, solo planeaba alguna estrategia.
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