~Jane~ 

 —Muévete maldito cerdo —grito aun siendo más torpe con él. 

—No —dice firmé. Un descuido de mi parte permite que él se voltee impactando su pecho contra el mió, y su mirada siniestra recae en mí.

—¿No lo harás? —pregunto al sentir sus manos sobre mis brazos sujetándome con fuerza. Su mirada no dejaba de buscar mis ojos por más que lo evitara. 

—No. No me moveré de este lugar hasta me respondas algo —me mira serio y le devuelvo la mirada sin dar sonido alguno. 

—No tengo nada que responderte —lo empujó al cuarto de Mía. Cayó sobre la cama de golpe y con una expresión de sorpresa. 

—¿Qué piensas hacerme? —pregunta en lo que yo cierro con seguro la puerta, ventanas y todo lugar por donde pueda irse. 

—Nada de lo que piensas —respondo seria. Él se recuesta extendiendo sus piernas en la cama y sus brazos sobre su cabeza. 

—¿Por qué demonios me trajiste aquí? —pregunta mirando un punto fijo en mí. 

—Por esto, imbécil —le arrojo lo que quedó de mis tacones en el pecho y estos impactan ahí cayendo al suelo. 

—¡¿Qué te pasa?! —grita y mira el suelo— Oh, eso —ríe nervioso. 

—Deja de reírte, estúpido —le digo acercándome a él. 

—Tranquila, no es la gran cosa: son sólo zapatos —le resta importancia mirándome despreocupado. 

—Dios, eres tan malditamente inmaduro, insoportable y molesto —cruzo mis brazos mirando la ventana. 

—Que dramática eres. No soy así —rueda los ojos levantándose de la cama en dirección a la puerta, deteniéndose al voltear a verme.

—Cada día que pasa tienes menos vida —le digo cuando él  se acerca; me sujeta del brazo con firmeza recorriendo cada parte de mí con su penetrante y sensual mirada. 

—No hablemos de la chica sin vida, que no soy yo la que depende todo el tiempo de mí. 

—¿Disculpa? Tú vives de mí, yo no voy por ahí cagando tus ligadas. 

 —Claro, como si eso me importara.

—Sé que fuiste tú quien llevó a  Zayn con esa chica y que trajiste a Kendall para que Harry la viera. No soy idiota y tú más que nadie sabe eso —me suelto de su agarre de plomo. 

—Que dices, yo no hice nada —se defiende y se acerca más a mí. 

—No soy como tu otras chicas que sólo quieren follar contigo y se ciegan por completo. Sé que fuiste tú el que empezó con todo esto. ¿Y sabes qué? No voy a darte con el gust... —mi corazón se detuvo por un momento. Sentí su lengua con la mía, mi respiración se entrecortaba y mis ojos no se cerraron como lo haría en cualquier otro beso. Sus húmedos labios en alcohol me inundaron en un mar de exquisitas mezclas y aromas. Mi boca no tenía control, quería alejarlo pero no podía.

 +Louis+

Sus labios, finos y dulces, no puede ser que haya pasado tanto tiempo sin ellos. Envolví su cintura con mi brazo izquierdo y con el restante la sujetaba de la nuca. Sentía leves golpes en mi pecho con la intención de que la soltara, cosa que no pensaba hacer. Con fuerza la retengo bien cerca de mi. Recorro su espalda con lentas y firmes caricias, al poco tiempo del beso frenético que nos damos. Los golpes cesan como su resistencia y por falta de aire libero sus labios unos segundos. Ella intenta retroceder pero no lo logra. 

—Vamos... no hagas esto... —pido sujetándola. Su cuerpo temblaba y su mirada estaba perdida. Un leve empujón aclaró mis ideas y el tacto de sus manos alrededor de mi cuello conjunto a sus  besos me entorpecen; ciegan, hasta me transforman. Rápidamente la acorralo contra la pared, desprendo su pantalón y deslizo mi mano dentro de su braga introduciendo un dedo en su mojada vagina. Sus uñas clavadas sobre la camisa que cubre mi espalda, dan pie a repetidos rasguños lentos pero excitantes. Escucho sus suspiros de placer, y estos me encantan como la primera vez. Con mi dedo le doy una larga sesión de movimientos circulares de a dentro hacia afuera mientras su trasero golpeaba contra la pared por mis movimientos. 

—Mmm...Mmm —gemía levemente besando mi cuello, succionando un poco provocando un dulce ardor en el. Muerdo mis labios conteniendo en gemido. Quito el dedo de ella lentamente y baja su mano por mi pecho. toma mi mano introduciendo uno de mis dedos en su boca lamiéndolo seguido de un beso con mordida.