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—No sabía que conocías a melascula—
—Si, nosotras...ahhhh Ngh...nosotras somos buenas amigas —la tenia con los botones desabrochados, los pechos de fuera apretados contra la pared, su falda grande levantada y las bragas a un lado. Solo que no la estaba penetrando, al contrario, le estaba dando dulces masajes a su flor rosada con su lengua cerrando los ojos al disfrutar de sus gemidos—Joder ahhh—
—Mhh, no sabía que fueras tan deliciosa— se puso realmente roja al escuchar eso, movía sus caderas buscando más de ese contacto, masajeaba ella misma sus grandes senos buscando más placer y cuando además él metió dos dedos en su interior empezando a darle ligeros masajes y embestidas sólo pudo temblar y salvar.
—Ahhhhhh meliodas—
—Adoro cuando gimes mi nombre — de no ser por que se había detenido a chupar su clítoris con detenimiendo quizá le habría respondido pero ya estaba tan perdidos que solo podía jadear y gemir, solo él había provocado esas sensaciones tan intensas
—¡Ahhhhh mel! ¡Ngh kyaaa! —
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