*Narra Law*

Mis ojos se adaptaban bien a la oscuridad, dudaba que los de Ai lo hiciesen, ella no está acostumbrada a vivir en un sitio tan sombrío como el inframundo.
Podía oír como su respiración se agitaba por momentos.

Law-¿Ai-ya? ¿Te encuentras bien?

Ai-S-Sí, es solo que los sitios tan pequeños y encima tan oscuros me agobian un poco...

Law-No tenemos que hacer esto si no quieres, podemos salir.

No quería obligarla a estar en un sitio que le provocara malestar.

Ai-No hace falta, está bien, me acostumbraré.

Rocé con cuidado su mano con la mía, quería ayudarle a relajarse.

Law-Respira lentamente, inhala profundamente y luego exhala.

La morena asentía a la vez que hacía lo que le había dicho. Le aconsejé que repitiera el proceso 3 veces.

Law-Bien, ¿te encuentras mejor?

Ai-ya no dijo nada, solo volvió a asentir con la cabeza. Mi mirada se posó en sus labios, quería besarla pero no sabía si era mejor dadas las circunstancias.
Me acerqué un poco más a ella, ella levantó la vista, eso hizo que se encontrara con la mía. Me agaché un poco para que nuestras caras estuviesen a la misma altura. Para mi sorpresa, la morena dio el primer paso. Nuestros labios se juntaron en un corto beso.

Ai-Lo siento, no sé si ha sido una buena idea...(sonrojada).

Law-No esperaba que fueses tan lanzada (sonriendo con soberbia).

Ai-Pensaba que me ibas a rechazar...(apartando la vista).

Law-¿Por qué iba a hacer eso?

Ai-Porque yo...No suelo...

La interrumpí con otro beso, esta vez era más intenso. Mis manos se posaron en su cintura mientras las suyas se colocaban en mi cuello. Nos moví a ambos hacia la pared, de modo que Ai-ya estaba acorralada entre mi cuerpo y la pared.
Dejamos de besarnos cuando la falta de aire se hizo palpable, no obstante, yo me dispuse a atacar su cuello. La joven se abrazó más a mí. Con una de mis rodillas, le separé las piernas. No pude evitar sonreír al notar como movía lentamente las caderas, si la cosa seguía así, no dudaría en llegar hasta el final.

Ai-A-Ahh...(soltando un gemido).

Mis manos se pasearon por la parte superior de su cuerpo hasta llegar al borde de la sudadera que llevaba.

Ai-E-Espera, aquí no podemos hacer eso...(Ruborizada).

Law-Entiendo, ¿te da vergüenza que nos pillen? (Susurrándole al oído).

Ai-S-Sí.

Law-Está bien, podemos ir a mi habitación si te parece, no se encuentra en la casa principal por lo que estaremos más tranquilos.

*Narra Nami*

Luffy-¿No has encerrado a Ai y a Torao en el vestidor?

Nami-Es verdad, casi se me olvida, llevan ahí casi media hora.

Subí a la habitación de Luffy. Cuando estaba a punto de llamar a la puerta del vestidor, esta se abrió de repente dejando salir a la pareja.

Nami-Justo iba a avisaros de que se ha acabado el tiempo.

Ai-¿Estás bien, Nami? ¿No te habremos dado?

Nami-No te preocupes, me he apartado justo a tiempo.

No pude evitar fijarme en que iban de la mano, además de que Torao había salido con paso decidido de la pequeña habitación.

Nami-Veo que tenéis prisa, no os interrumpo más (sonriendo de forma burlona).

Ai-Eh, sí...(ruborizada).

Nami-Mientras tú estés de acuerdo con esto, está bien. Torao, espero que tengas preservativos (guiñándole un ojo).

Mi amiga estaba cada vez más roja, parecía que quería que la tierra se la tragase. Sin embargo, ella desconocía lo importante que era que Torao tuviese preservativos aptos para dioses, de lo contrario, se quedaría embarazada a la primera.

Nami-Bueno Ai-chan, ya me contarás qué tal ha ido.

Continuará...