20. Mentiras de familia
—¿Cómo reacciono? — pregunto el rey mirando a su hijo.
—Me pregunto cómo le he hecho para dejar de tartamudear, no podía seguir fingiendo esto, no cuando has logrado revocar el hechizo que mando mi tio Hades sobre mi desde hace unos días— explico Apolo, hablando sin trabarse, tal y como debía haberlo hecho desde un principio— No quería que se enterara de esta forma, pero estaba molestando a Annelisse y quería llevarla a su alcoba.
Zeus le sonrió a su hijo.
—Hubiera amado ver el rostro de tu hermano— coloco una mano sobre el hombro de su hijo— Serás un gran rey del Olimpo, Apolo.
La puerta de la alcoba se azoto y entro Ares, detuvo su paso acelerado y miro a Apolo.
—Supongo que vienes a restregarle en la cara que ya sabes hablar— soltó mirando a Apolo, el joven miro a su padre y frunció el ceño al verlo tranquilo— ¿Ya lo sabias verdad?
—Por supuesto, yo fui quien le quito la maldición a tu hermano hace mucho tiempo— contesto el rey— Todos lo saben, tu madre y tu hermana también, le dije a Apolo que te lo dijera en el momento oportuno— miro a Apolo y luego a Ares— Esperaba que estuvieras feliz por ello, pero veo que es todo lo contrario.
—¡Me mintieron! — exclamo enojado— ¡Todos me han mentido! — los señalo— ¿Qué clase de familia son? ¿Qué tipo de padre tengo que ha permitido llegar esta mentira que llego tan lejos?
Ares se pasó sus manos sobre su cabello negro revolviéndolo frustrado.
—Te perdono— hablo Apolo.
—¡No quiero tu asqueroso perdón! — le soltó Ares girándose violentamente hacia el— Eres un mentiroso y un farsante— se acercó a él y lo empujo a la pared— Eres igual que nuestro padre, su copia y semejante.
Apolo fruncio el ceño ante ello.
—No vas a hablar asi de nuestro padre— lo callo— No tienes el derecho de...
—¡Basta!— exclamo el Zeus callándolos— Apolo sal de aquí, quiero hablar con tu hermano a solas.
Apolo miro a su padre y paso al lado de Ares dirigiéndose a la puerta, cuando la puerta se cerro, los ojos de Ares se colocaron en los de su padre.
—Eres un farsante— hablo Ares mirándolo— ¿Cómo pudiste hacerle esto a mi madre?
Zeus fruncio el ceño.
—¿De que estas hablando?— pregunto.
Ares negó con la cabeza acercándose a el.
—No me mientras, ya lo sé todo— contesto y tomo una flecha que estaba sobre la mesa, la oculto detrás de el— Sé que Apolo no es hijo de mi madre y tú la engañaste.
Zeus miro a su hijo sin saber que decir, permaneció en silencio mirando a su hijo mayor, los ojos azules de Ares se habían vuelto oscuros como si algo demoniaco lo hubiera poseído y lo miraba con intensidad.
—Ares, por favor hijo, vamos a hablar.
—Me has hecho convivir con una persona que no es mi hermano, ahora entiendo tu favoritismo por el— se acercó más a la cama— ¿¡Por qué lo hiciste!?
Ares clavo la flecha sobre la cama y el rey se sobresaltó.
—Baja esa flecha Ares— señalo el rey.
Ares saco la flecha de la cama sin dejar de verlo.
—Ahora entiendo todo— murmuro con mirada perdida, negó con la cabeza y comenzó a reír con locura, regreso sus ojos a su padre— Ahora entiendo tu protección tan grande con él, tu apoyo y amor— apretó la flecha— ¡Yo también quería ese amor! ¡Yo también quería que me vieras con orgullo como ves a Hebe y Apolo!
La habitación se quedó en completo silencio, solo la respiración de Ares se escuchaba en el lugar, lentamente, el joven se acercó hacia el precipicio de la torre mirando hacia la ciudad, miro más allá del pueblo, hacia el mundo del inframundo en donde su tío vivía, negó internamente, el no debería estar ahí si no su padre. Recargo su cabeza sobre uno de los pilares y cerro sus ojos, cuando los abrió se dio media vuelta y se acercó a su padre.
—Quiero que hablemos— hablo calmadamente Zeus, Ares se sentó sobre la cama mirándolo— Todo paso tan rápido y cuando me di cuenta de mi error tu hermano ya estaba en camino, no podía cambiarlo, al mismo tiempo tu madre estaba embarazada y perdió al niño, fue mi oportunidad de colocar a Apolo en sus brazos y hacerlo pasar por si hijo, mi intensión nunca ha sido herir a tu madre.
—¿Ella lo sabe? — hablo Ares mirándolo.
—Ares, por supuesto que no, tu madre jamás me lo perdonaría, ella ve a Apolo como un hijo y yo no quiero...
—¡Mi madre quiere más a Apolo que a mí y no es su hijo! — exclamo interrumpiéndolo, un odio a su padre se presentó ante sus ojos y blandió la flecha que tenía en su mano y la clavo en el pecho de su padre.
Zeus miro a su hijo con ojos muy abiertos y tomo la flecha desprendiéndola del cuerpo, el rey miro la sangre cubrir su pecho, una segunda flecha se clavó en el cuerpo del rey y abrió su boca buscando aire que no logro encontrar, de su boca chorreo sangre y luego se cayó de lado sobre la cama.
—¡Papa, no, no!— negó Ares con voz rota, miro hacia la oscuridad de donde la segunda flecha había sido disparada pero no había nadie, regreso sus ojos a su padre— No papa, no. Sabes que yo no fui, por favor— se abrazó de él y las lágrimas cayeron por su mejilla— No me dejes.
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