18. Así en la tierra como en el infierno

Las campanas de la catedral de Notre Dame dio su ultimo sonido anunciando el inicio de la misa, Hebe dio un paso hacia las escaleras y se dio vuelta hacia Lucifer.

—¿Te quedaras ahí? — pregunto mirándolo.

—Es un lugar santo Hebe, entrar ahí me mataría.

Hebe lo miro por algunos instantes y regreso su vista a la entrada de la iglesia, una última familia entraba apresurada al lugar.

—Ire a dar un vistazo adentro y enseguida vuelvo— anuncio Hebe.

El demonio asintió con la cabeza y la observo entrar al lugar, miro hacia el cielo en busca de algunos de sus compañeros, pero no diviso a alguno. La catedral de Notre Dame era una de las más importantes de las que le había contado su padre, el rey se había esforzado en que sus hijos conocieran por medio de los libros del mundo terrenal y sus lugares santos. Los humanos tomaron asiento y un hombre vestido con túnica blanca se levantó de su silla y se colocó frente al público.

—Buenas tardes hermanos y hermanas— anuncio, Hebe miro como las personas murmuraban contestando la palabra del hombre— El señor este con ustedes, el día hoy hablaremos de un tema importante para nosotros, el bien y el mal. La vida siempre nos pondrá pruebas para ser vistos por Dios nuestro señor, en muchas ocasiones tomamos caminos equivocados, pero es de sabios aceptar nuestro error, todos los días somos vistos por ángeles y demonios que nos vigilan desde las alturas o la oscuridad, el demonio debe ser destruido y nuestras oraciones lo lograran, yo— se señaló el hombre— Soy el supremo en esta casa y juntos lograremos el bien de nuestro mundo.

—¿El supremo? — pregunto Hebe para si misma, miro una gran fotografía que colgaba de la pared, era de la iglesia y bajo ella estaban cuerpos humanos, Hebe abrió sus ojos impresionada ante ello.

—Así en la tierra como en el infierno— finalizo el hombre con esa frase su sermón.

Hebe se preguntó que tantas mentiras de los dioses dirán para obrar mal en la tierra y como osaban usar el nombre de su gran padre en ciertos actos que no debía ser usado

"Asi en la tierra como en el infierno"

Tal vez, después de todo, el demonio tenía razón sobre la iglesia.

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