Prólogo.
Su pecho se oprime en la culpa misma. Se aferra con más fuerza a la mano de su hermana menor, su pequeña hermanita Youra, como si aquella acción fuera la solución para que no se fuera de su lado. Sabe lo que sucederá, sin embargo se niega a aceptarlo.
La sangre empaña su mano una vez más cuando toca otra vez la herida en pecho, dejando más que claro cual era el destino de ella.
Hace minutos había llegado de visita, ver qué tal iban su cuñado y su hermana ahora que se habían mudado juntos; claro que estaba feliz por su hermana, si ella era feliz entonces también lo debería ser él. Sin embargo desde el primer momento en que se acercó siquiera a la puerta, escuchando gritos y reclamos bastantes severos, más encima el azote contra los nueves del hogar, supo que debía entrar ahí; ayudándose de la copia de llave que como estrategia su hermana ponía debajo de una de las recientes macetas a la entrada, pudo adentrarse a la casa. En cuanto entró el ruido cesó, y ahí estaba: su hermanita tirada en el suelo, tocándose una parte de su pecho, tratando de detener la hemorragia, mientras que ese imbécil aún le apuntaba con el arma.
Y ahora estaba ahí; aquel cobarde había escapado del lugar, llevándose consigo el auto. Jimin no lo detuvo, estaba más preocupado por su hermanita y su preciada y joven vida que en el otro idiota.
El dolor aumentó en su pecho y el nudo en la garganta se esfumó en cuanto el sollozo brotó de su garganta, doliéndole hasta el alma el haberlo retenido tanto tiempo. Su hermana le otorgó una última sonrisa, antes de desvanecerse por completo dejando detrás un cuerpo sin vida.
La rabia lo cegó.
Gritó de mera desesperación. Abrazó contra su cuerpo el inerte de su hermanita, negándose a la idea de que ya la había perdido. Ya no estaba en este plano terrenal. Ya no.
Y mientras la ira lo dominaba, le juró a su hermana, antes de que la policía viniese y lo separase de ella, que la vengaría, viviría por ella lo que nunca pudo hacerse realidad.
Juró vengarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top