7

...

El aliento se atoró en la garganta de SeokJin cuando lo vio.

Cuando ese alfa se detuvo a un escaso y pobre metro alejado de él.

El alfa le miraba sin amabilidad.
Sin piedad ni ninguna sonrisa dulce.

Sus ojos ardían oscuros. Sus pupilas se dilataban más y más con cada segundo que pasaba y no parecía querer quitar su vista de él.

SeokJin retrocedió lentamente hacia la puerta por reflejo. A ciegas y de espalda hasta que chocó de nuevo con la madera.

Un gemido se escapó de sus labios temblorosos cuando "él" como advertencia le gruñó bajo y dio un paso más cerca de su cuerpo.

— ¿Quién eres? — Exigió el alfa con dificultad.

Su voz sonaba forzada y seca. Peligrosa y molesta. SeokJin cerró los ojos y comenzó a negar sin saber qué decir.

No podía concentrarse.

No podía pensar si sentía el aroma del alfa envolverle lento y potenciarse con cada bocanada que muy duramente intentaba dar.

Sus piernas de pronto se sentían demasiado débiles bajo su peso y quiso golpearse por verse como un tonto frente él.

— Te he preguntado algo. — Exigió el alfa de nuevo.

SeokJin abrió los ojos y quiso enfrentarle por hablarle así.

Por osar usar ese tono con él. Con Kim SeokJin.

Pero de su voz no salió nada más que un jadeo cuando vio al alfa cerrar por completo la distancia entre los dos.

Los duros brazos del alfa se convirtieron en unas barreras a los costados de su cabeza y le apresó.

El torso del alfa tocó el suyo con dureza y su rostro casi le rozó.

El calor que brotaba del alfa no era normal.

Y su aroma definitivamente tampoco lo era.

SeokJin no podía recordar ni quién era él ni lo que hacía ahí.

Porque olía bien. Era el aroma más masculino que había sentido en su vida. Olía poderoso. A fuego. A brisa de mar. A rayos de sol en otoño. Olía a cuero. A café. A menta. Olía a todo y nada a la vez.

Era fuerza pura y la fiereza alfa le estaba drogando en todos sus puntos ciegos y partes débiles.

Era jn golpe bajo a su instinto e interior.

SeokJin parpadeó aturdido.

A esa distancia él podía contar cada pequeña gota de sudor adherida a la piel brillante del alfa.

Él realmente quería lamer cada gota con su lengua y marcar la piel con sus labios.

Pero no se podía mover.

— Omega... — Advirtió el alfa una vez más.

No usó su voz de alfa, más SeokJin sin poder controlarlo o entender el porqué, inclinó su rostro hacia un costado, frotandose contra el duro antebrazo del alfa, y sumiso como jamás en su vida se presentó, le mostró cada centímetro de su delicado cuello y calló una vez más.

El alfa se congeló.

Un bajo y suave gruñido vibró en su pecho y jadeó también.

Hoseok enterró su rostro en el tierno trozo de cuello ofrecido y olfateó de pronto desesperado.

Paseó su nariz lentamente por la cremosa piel de Jin, arrastró sus labios por toda la extensión e inhaló con verdadera dedicación.

SeokJin tímido se aferró a sus hombros y se dejó olfatear por él.

— Hueles a alfa... — Gruñó el alfa con molestia.

SeokJin asintió aturdido, sin entender muy bien lo que decía e inconscientemente comenzó a apretarse más contra él.

Hoseok nuevamente gruñó y de golpe se apartó de su cuerpo.

Se alejó de él como si sus ropas le quemaran, e inhalando lento y duro retrocedió sin decir nada más.

SeokJin apretó su mandíbula, sintiéndose frustrado por la ausencia de calor, por su aroma diluyendose con el suyo propio y sólo entonces reaccionó.

Parpadeó aturdido y tocó su cuello con ambas manos.

Sintió su propio aroma excitado y enfureció.

— ¡Aléjate! — Le gritó al alfa.

Hoseok alzó una ceja y parpadeó aturdido también.

Miró al omega y pareció sentirse culpable por un segundo. Con el rostro acalorado asintió y retrocedió un paso más alzando las manos hacia él.

— Lamento esto que...

— ¡¿Quién te crees que eres?! — Estalló SeokJin enfurecido.

Se sentía sexualmente frustrado, se sentía atacado y tomado con la guardia baja.

Qué deshonra era haberse dejado ser atrapado por un simple alfa como él.

Hoseok pareció darse cuenta de su error y haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad tragó duro antes de responder.

— No sé qué me ocurrió. — Aseguró humedeciendo sus labios resecos. — Lo lamento. Perdóname, por favor.

SeokJin le vio retroceder un paso más.

Sin reverenciarle. Sin reconocerle.

Sin mostrar ningún trato especial a él.

Sintió su sangre hervir.

— ¡¿No tienes idea de quién soy?! — Chilló ofendido por la clara falta de respeto hacia su persona.

El alfa frunció el ceño hacia él.

— ¡Asaltaste mi cuerpo! ¡Me atacaste! — Chilló el omega recordándole.

Hoseok bufó una risa pensando que solo bromeaba con él.

Pero la seriedad en el rostro enrojecido del omega le hizo borrar cualquier rastro de diversión.

— Lo siento. Ya te lo dije. No sé qué ocurrió...

— ¡Te vas a arrepentir!

Hoseok gruñó exasperado

— Podemos llamar a seguridad si lo deseas. — Ofreció cuando vio el bracelete que adornaba su delgada muñeca. — Entraste ilegalmente a mi camerino después de todo. — Bufó el alfa frustrado.

Kim boqueó ofendido y cruzó los brazos en su pecho con furia.

Su cuerpo ardía desde adentro y la pequeña sonrisa que el alfa dibujó aún mantenía sus rodillas inestables y débiles.

Más su espíritu solo quería pelear y ganar contra él.

— Mi familia te metería a la cárcel si se enterara que tú te has atrevido a abordarme de esa manera. — Le advirtió Jin. — Ellos... ellos acabarán contigo si yo se los pido...

El alfa nuevamente bufó.

— ¿Me estás amenazando? — Preguntó Hoseok lentamente.

SeokJin titubeó por la confianza y repentina tranquilidad en el alfa.

Pero asintió de todas formas.

— Mi familia es muy importante y poderosa. Ellos...

— No me importa quién sea tu familia. — Le cortó el alfa con rudeza.

Giró su cuerpo y le dio la espalda sin aparente interés.

SeokJin hubiese preferido un golpe en su estómago antes de tal desprecio a su persona.

— Yo soy Kim SeokJin. — Le escupió con furia.

Quería darle una lección, ver que le reconocía y se retractara de todo lo que había osado cometer contra él.

Pero el alfa solo comenzó a reír.

— ¿Debería asustarme? — Se burló.

SeokJin gruñó bajo y su nariz aleteó con furia.

Los puños a sus costados vibraron y ni siquiera notó los pasos que dio acercándose al alfa.

Su cuerpo se movía en automático, su propio aroma había traspasado las barreras de su inhibidor y su furia, las delgadas líneas de su conocido y admirable control.

— No tienes ni idea de lo que...

— No tengo idea de lo que una llamada tuya pueda ocasionarme. — Escupió Hoseok con voz chillona. — No tengo idea de lo que tu familia es capaz de hacer por ti. Mi carrera se acabaría con un simple mensaje que decidas enviar. Mi vida terminaría miserablemente si tú así lo desearas... — Terminó mirandole profundamente con una ceja alzada — ¿Ibas a decir eso?...

SeokJin boqueó nuevamente sin saber qué decir.

Y el alfa sonrió asintiendo.

— No eres el primer niño rico con el que me topo. — Soltó el alfa amenazante.

SeokJin se paralizó cuando le vio avanzar de nuevo hacia él.

Porque el alfa vibraba, su cuerpo se veía tenso y su aroma brotaba peligroso y amenazante.

Jin vergonzosamente sólo quería mostrarle su cuello y pedirle perdón...

— Si sabes que soy rico entonces... Entonces deberías respetarme! — Le gritó el omega porque no sabía qué más hacer.

Quería detenerle.

Porque su cuerpo estaba respondiendo de maneras que jamás nadie logró despertar en él.

Su omega se había vuelto sumiso y maleable, y solo quería llorar y empezar de nuevo con él.

Pero la mirada del alfa le juró no dejarle escapar tan facilmente.

— ¿Crees que por tener algunas cifras jugosas en el banco debería de mostrarte respeto? — Preguntó el alfa serio.

SeokJin titubeó.

— Mi familia es una de las más importantes del país...

— Y sin embargo tú te has colado como un delincuente a Mi camerino.

SeokJin tembló por su voz y por primera vez en su vida se avergonzó de sus acciones.

Mordió sus labios con fuerza y alzó la frente hacia él.

No iba a dejarse humillar por un simple tipo como ese.

— Pero soy...

— Ya te dije que no me importa quién seas. ¿Crees que por tener un apellido importante puedes venir y hacer lo que quieras conmigo? ¿Saltar la seguridad de mi evento? ¿Evitar el protocolo y venir hasta mi camerino y gritarme? — Bufó perdiendo la paciencia.

SeokJin tembló.

— No eres el primero, ya te lo dije. — Susurró el alfa amenazante y se plantó frente a él. — Deberías honrar el apellido que tanto presumes y hacer sentir orgullosa a tu familia de otra manera, no siendo un maldito despota engreído que se vale del honor de ellos para hacerse respetar... — Le regañó. — Estoy seguro que tus padres se avergonzarían de verte rogar por respeto a un soso tipo como yo.

SeokJin sintió algo dentro de él explotar.

El alfa estaba demasiado cerca.

Se estaba conteniendo. Lo podía ver en sus músculos tensos y su imposiblemente perfecto rostro enfurecido y brillando hacia él.

Sus ojos ardían furiosos, dilatados y peligrosos.

Sus labios finos como una estela lunar brillaban por la húmedad de su lengua.

Su perfilada nariz aleteaba con rabia.

El alfa le podía destrozar si así lo quería.

El alfa le estaba sometiendo.

Le quería someter y humillar.

Pero SeokJin jamás se dejaría someter por nadie.

Él le enseñaría a respetarle.

Le mostraría quién era Kim SeokJin en realidad.

Y le haría arrepentirse por mostrarse osado y atrevido ante él.

Él de verdad le daría una lección...

Y Jung Hoseok se iba a arrepentir por haberse atrevido a gritarle.

— ¿Qué? — Preguntó el alfa repentinamente curioso. — ¿Aceptarás ya mi disculpa?

Parpadeó un par de veces y le observó con interés.

SeokJin apretó su mandíbula y suspiró lento.

Reunió cada regla que él mismo se impuso. Recordó quién era y lo qué valía.

SeokJin se recordó su propósito inicial

El alfa chaqueó la lengua decepcionado y negó.

— Si no piensas aceptar mi disculpa por ese error, y en cambio planeas seguirme gritando, es mejor que te vayas ahora mismo. — Susurró el alfa apagandose.

Las grandes manos tomaron sus antebrazos para guiarle a la salida.

— No hagamos esto más difícil. — Advirtió Hoseok.

Pero SeokJin sintiendo un chispazo de energía, se detuvo.

Y tomando al alfa del cuello, le besó...

   
   
   
    
    
   
   
   
   
   
      
   
    
    
   
    
    
   
   
     
    
   
   
  
   
   
       
      
  

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Ayer la plataforma nuevamente me demostró su infinito odio hacia mí y mandó el capítulo a borradores cuando quise actualizar, después de eso ya ni siquiera  me permitió acceder a la historia.

Me rendí después de algunas horas y preferí esperar hasta hoy.

Espero que les haya gustado ♡

Capítulo dedicado a mi bebé: 97JJ92_

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