19

...

Su plan entero se desmoronó entre sus dedos cuando salió de su propiedad.

Porque SeokJin jamás imaginó ver a Hoseok esperandole fuera de su mansión.

Sentado casualmente en el frente de su automóvil. Esperándole como si todo ese tiempo hubiera sabido que él estaba a punto de salir.

SeokJin miró a Jimin anonadado cuando las puertas automáticas se cerraron y tuvieron una vista perfecta del alfa recargado en su automóvil.

Jin no entendía qué carajos hacía ahí, por qué lo esperaba de forma casi casual, o cómo es que sabía que iba a salir, en primer lugar.

Él ni siquiera lo había posteado en sus redes.

Hoseok abrió los ojos al ver el automóvil negro salir y se interpuso frente a ellos cuando el chófer quiso rodear su cuerpo y alejarse por la amplia avenida.

— No... — Detuvo Jin al ver al beta dispuesto a acelerar. — Él es... uh... Lo conozco. Está bien.

El chófer le miró por el espejo retrovisor sintiéndose más tranquilo de no haberse encontrado con algún fanático enloquecido y asintió.

— ¿Desea que me detenga un momento, joven Kim?

Jin sintió su respiración detenerse antes de responder.

— Si...

El automóvil se detuvo en la enorme avenida vacía, sin preocuparse que alguien les pudiese ver. La zona exclusiva en la que vivía le permitía ciertas libertades que en cualquier otra zona le hubiese costado un par de fotografías y más de un escándalo con el que no tenía ganas de lidiar.

Sólo sus hermanos le podían ver...

Hoseok corrió de inmediato hasta su puerta y se inclinó hacia ella, dudando entre si golpear sus nudillos en la ventana, llamarle, abrir su puerta o esperar.

SeokJin sintió su corazón golpear con fuerza contra su pecho y carraspeó incómodo con su propia reacción.

No era normal querer salir corriendo y pegar la nariz en su cuello o devorarle.

— ¿Vas a... bajar? — Preguntó Jimin bajo.

SeokJin asintió una sola vez sin decir nada.

Acomodó con suavidad un rebelde mechón de su flequillo detrás de su oreja, despejando su frente porque así se sentía más seguro. Con todo puesto en su lugar.

Como debía de ser.

Inhaló profundo y siendo humilde y sencillo como era, abrió él mismo su propia puerta y bajó con elegancia del vehículo.

Hoseok detuvo la puerta al verle salir y parpadeó ligeramente aturdido cuando le tuvo de frente a solo un metro de distancia.

Cerró la puerta con suavidad y asintió solo una vez hacia SeokJin. Sonriendo levemente sin mostrar más.

SeokJin no pasó por alto el cansancio que sus ojos reflejaban.

SeokJin no quiso detenerse a delinear cada facción de ese bonito rostro...

— Hola, SeokJin.

Kim le miró de pies a cabeza, inspeccionandolo en silencio. Para desarmarlo. Para hacerle ver que él estaba completamente seguro.

Para asegurarse de que no llevara ningún otro aroma encima.

— Hola, Hoseok.

El alfa parpadeó sorprendido con su sencilla respuesta y sonrió una vez mas sin mostrar sus dientes.

Se veía ligeramente ansioso.

Y SeokJin se sentía prácticamente igual.

— ¿Has comido algo ya? Podemos ir a... no, primero, ¿tienes planes. ¿Te gustaría tomar algo conmigo?

SeokJin le miró a los ojos. Encontrándose con dos pozos oscuros, brillantes y profundos.

Sintió sonrojarse y un placentero calor se asentó en su estómago al darse cuenta una vez más de la belleza de ese alfa.

De ese alfa que ya era suyo.

El aroma de él se sentía bien abrazándole suavemente en el frío de la mañana.

Y solo quería culpar al cercano celo que lo ponía así.

— Estaba de camino al centro comercial. — Explicó Jin.

Hoseok asintió un par de veces.

— Oh... Bueno. Entiendo.

SeokJin también asintió incómodo mirando fijamente sus finos labios rosados.

¿Acaso no pensaba insistir?

— No pude dormir nada anoche... — Dijo el alfa por fin.

SeokJin parpadeó desorientado por la repentina confesión y le miró interrogante para ver a dónde iba aquello.

—  Sé que tú tampoco pudiste dormir. — Continuó Jung.

SeokJin abrió los ojos al ser sorprendido con la guardia baja y dispuesto a negar y contraatacar con algún sólido argumento, el alfa simplemente se encogió de hombros y comenzó a reír divertido con su reacción.

— Mi alfa estuvo muy inquieto y preocupado. — Explicó. — Toda la noche estuve preocupado y ansioso, es extraño... pero ahora soy más consciente de ti.

Jin tragó duro.

Él definitivamente no esperaba eso.

— Si, bueno, mi... uh, ciclo se acerca. — Recordó para restar importancia. — Es normal que no pueda dormir bien. Me sentía... incómodo.

Las mejillas del alfa brillaron a la par que sus pupilas se dilataron y carraspeando ligeramente tímido señaló hacia su automóvil para no hablar más sobre ciclos de calor.

— Tenemos cosas que hablar.

— Por supuesto.

— Pero debemos hablarlo ya, SeokJin.

Jin alzó una ceja y le miró repentinamente irritado con su tono de voz.

— ¿Piensas gritarme otra vez?

El alfa le miró sin comprender y frunció el ceño perdido en el rumbo que estaban tomando los pensamientos de Jin.

— ¿Qué? No... yo no...

— Si vamos a hablar lo haremos de forma civilizada, ¿de acuerdo?

Hoseok asintió frenético. Dispuesto a acercar cualquier cosa.

— Si, por supue...

— Sin gritos, siendo maduros y por supuesto, sin usar tu jodida voz de alfa ¿entendido?

El alfa bajó la mirada avergonzado y miró sus pies con arrepentimiento.

— Te prometí que no volvería a usarla...

— Bien... — Murmuró Jin sintiendo su vientre picar más y más con el aroma de él l. — Entonces, tú... ¿a dónde me piensas llevar?

Hoseok intentó ocultar su emoción, pero fallando vergonzosamente sonrió amplio y brillante hacia él, mojando sus labios, haciendo brillar sus altos pómulos sin ser capaz de decir nada.

Porque no tenía nada planeado en realidad.

Él no esperaba que SeokJin fuese a acceder tan fácilmente.

— Bueno, conozco un buen restaurante.

Jin inhaló profundo sintiendo una fina capa de sudor adherirse a su nuca y espalda.

Él tenía calor.

— No. Nada público.

Hoseok parpadeó confundido y dio un paso al frente. Acercándose más a él sin darse cuenta de lo que estaba provocando.

— ¿Y por qué no?

SeokJin no iba a admitir que la razón era porque no confiaba en sí mismo. Que no confiaba en su ciclo cercano y el aroma tan llamativo que el alfa tenía.

No admitiría que en ese mismo momento no podía apartar la vista de sus labios y que solo quería hundirse en su cuello y exigir que le besara.

Él no admitirá jamás eso.

— Porque no quiero que nos escuchen gritar. — Dijo a cambio.

El alfa soltó una corta carcajada e inclinó un poco su rostro.

— ¿Y qué te hace pensar que vamos a gritar?

SeokJin le miró con una ceja en alto y bufó con ironía.

— Bueno, acordamos ser civilizados esta vez. — Insistió Jung acercándose solo un poco más.

— Pero tú no puedes controlar a tu alfa. — Atacó SeokJin mirándole a los ojos.

Hoseok boqueó ofendido.

— Tú mismo me lo dijiste anoche. — Recordó el omega sintiéndose de pronto muy acalorado. —  Y por si no lo has notado, a mí no me gustan los escándalos.

Hoseok quiso reír.

Él realmente hizo un esfuerzo sobrehumano para no reír porque no quería retroceder en el corto avance con su compañero.

Podía oler a su omega a flor de piel, lo podía ver casi temblar bajo su mirada.

Y sabía que no era una buena idea provocarle a plena luz del día y en ese estado.

— No haremos otro escándalo. — Intentó el alfa bajando su voz.

SeokJin miró sus labios, delgados, firmes, brillantes moldeandose a cada palabra que decía.

Inhaló fuerte intentando calmarse.

— No confío en tu alfa salvaje. — Retrocedió un poco más.

Y Hoseok comenzó a reír, corto y bajo acercándose un paso él también.

— Pero yo si confío en tu omega salvaje.

— No soy salvaje.

— Bueno, técnicamente todo comenzó por... tu lado salvaje. — Recordó con diversión.

SeokJin boqueó sin palabras, parpadeando rápido porque no sabía que decir.

— Claro que no. La culpa fue toda tuya.

— No. Tú comenzaste todo.

Seokjin jadeó ofendido acercándose ahora él.

Hoseok se mantuvo quieto, esperando todo lo que su mandón y explosivo omega estuviera dispuesto a darle.

Deseando algún contacto con él ya.

Deseando un golpe o un empujón.

Porque sabía que desear sus labios era demasiado teniendo en cuenta su situación.

— Tú entraste a mi camerino clandestinamente. — Le desarmó el alfa con arrogancia. — Tú me gritaste, me amenazaste, tú me besaste en primer... — Ronroneó bajando una octava su voz.

SeokJin sintió sus mejillas arder.

— Después… bueno no te opusiste a... mí, y al final me… mmm… atacaste… varias veces.

SeokJin ardió de pies a cabeza y cruzó los brazos sobre su pecho sintiéndose muy ofendido y atacado.

Su abrigo de pronto se sentía muy pesado y caliente sobre él.

La mirada del alfa se sentía demasiado fuerte y dura sobre él.

Pero no pensaba retroceder.

Kim SeokJin jamás perdía.

— ¿Dónde vives?

Hoseok alzó ambas cejas con sorpresa, le miró repentinamente coqueto y sonrió descarado ante la propuesta y las dulces feromonas discretas que soltó.

—  ¿Mi departamento? — Ronroneó.

— Olvídalo. Iremos a otro lugar.

SeokJin necesitaba un par de supresores ya.

No podría soportar más la sonrisa burlona del alfa.

— Podemos ir a mi estudio en el centro de la ciudad... — Ofreció el alfa mirando el acalorado rostro de su omega. — ¿Vamos?

Ofreció su mano con seguridad, mirando fijamente a los nublados y tímidos ojos chocolate.

SeokJin mojó sus labios y se detuvo respirando con dificultad.

Porque no estaba seguro de poder soportar más así.

Su aroma, su maldito aroma le estaba volviendo loco.

Y el alfa lo estaba usando a su favor.

— No, gracias. Yo iré detrás de ti. Mi chofer te seguirá.

Y se giró sin más, abriendo la puerta de su auto con fuerza para por fin poder refugiarse dentro.

Su cuerpo entero temblaba notablemente cuando por fin dejó caer la cabeza en el respaldo del asiento y suspiró. Cerró los ojos jadeando. Apretando sus puños, repitiendo números en su cabeza para tranquilizarse.

Definitivamente necesitaba supresores mucho más fuertes.

Necesitaba aire fresco.

Necesitaba golpear a ese alfa.

O sentía que iba a estallar.

— ¿Por qué siempre ustedes son... tan así...? — Se atrevió a preguntar Jimin con miedo.

— Él me provoca.

Asintió corto hacia su chófer y este entendiendo se preparó para seguir al alfa que frustrado y acalorado también subió a su propio automóvil no muy contento con la decisión final.

Jimin miró fijamente a su hyung y le vio beberse una botella entera de agua junto a un par de supresores.

SeokJin miraba sus manos y respiraba de forma desigual.

Sus ojos brillaban como nunca.

Y su aroma era casi asfixiante y seductor en cada nota que desprendió.

Jimin jamás lo había visto así.

— ¿Qué ocurrió ese día?

SeokJin cubrió su rostro y sobrepasado por su sentir por fin gritó fuerte y exasperado, asustando al beta y a Jimin que no esperaban algo así tan repentino y enloquecido saliendo de él.

— ¡Casi roba mi maldita primera vez!

Jimin jadeó sorprendido por la gravedad gritada y cubrió su boca con ambas manos sin poder creerlo.

— Por eso apestabas a él cuando huiste de su camerino...

No imaginó que hubiesen llegado tan lejos.

— Y bueno, yo solo le he pateado en los testículos para evitarlo. — Confesó por fin. — Pero Sol bendito, él de verdad está bueno y yo no pude hacer más que protegerme...

El conductor alzó las cejas sorprendido y parpadeó deseando haber nacido sordo.

El señorito Kim de verdad era de temer.

— Por eso él reaccionó así... — Gritó Jimin, recordando su huida. — Los alfas en celo son... Intensos. ¡Están locos!

Ahora comprendía a su hyung, ¿cómo se atrevió ese maldito en querer haberse aprovechado de él?.

— Lo están, ¿ahora entiendes por qué soy así con él? — Gimió frustrado. — Dioses. Yo, Kim SeokJin huyendo de un jodido alfa que casi me desvirga sin siquiera haberme preguntado mi nombre... ¡Y ahora, solo quiero devorarlo porque resulta que es mi pareja destinada!

Y ambos se miraron un segundo antes de estallar a carcajadas.

Estallando en carcajadas histéricas hasta que se quedaron sin aliento mientras iban detrás del mismo alfa del que tanto hablaban.

El pobre conductor suspiró escandalizado y apretó sus manos con más fuerza en el volante.

En momentos como esos sentía que no le pagaban lo suficiente.

Él realmente deseaba no poder escuchar.

Tal vez ir a terapia le vendría bien...

  
    
    
    
    
    
     
    
    
    
    
   
  
   
  
  
  
   
   
  

   
   
  
   
   
  

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(2 de 2)

Oigan muchas gracias por sus mensajitos :c y por preocuparse por mí, estoy mejor ahora, me siento muy cansada y me duele la cabeza, perdí olfato, gusto y apetito, pero he mejorado mucho. De verdad gracias por sus comentarios en el capítulo anterior ♡

Cuídense mucho ustedes también, tomen mucha agua, coman y duerman bien, manténganse saludables ♡

Nos leemos en...

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