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Haber aceptado salir de su profunda depresión y dejarse arrastrar a ese club nocturno en su exclusivo evento de inauguración, definitivamente había sido la mejor decisión que había tomado en semanas.

La música era buena, la decoración era exquisita, los invitados eran de su mismo círculo social y Jin realmente se sentía en su hábitat natural.

Había elegido vestir unas preciosas y delicadas prendas de diseñador que uno de sus hyungs le obsequió días atrás.

O tal vez había sido su madre o abuelo.

No lo recordaba pero tampoco importaba.

Las prendas se aferraban delicadamente a las curvas de su cuerpo y sabía lo malditamente bien que se veía con ellas.

La vestimenta le quedaba a la perfección y nadie en el lugar lucía mejor que él. 

Y aún si hubiese decidido no usar nada de maquillaje, sabía que igual hubiera robado el protagonismo.

Inevitable y naturalmente, porque él siempre lo hacía.

Tan pronto llegó al lugar las cámaras habían apuntado a él y tenía por seguro que su rostro saldría en por lo menos un par de revistas y sitios populares de internet.

Un merecido protagonismo después de su ausencia por días.

El pase VIP a ese exclusivo evento había sido otorgado por Jungkook, y aunque Jin ni siquiera se preocupó en preguntarle de quién era el club o por qué les había insistido tanto a Jimin y él en ir, estaba más que contento con la merecida invitación de honor.

Su omega se sentía más animado de lo que en toda su vida había estado y por fin, después de tanto sufrimiento y estrés, se podría dedicar un poco de diversión.

La decoración era una deliciosa selección de colores, muebles clásicos y arte urbano que entonaban muy bien en el curioso concepto del lugar.

El interior del club era delicado y fuerte, una extraña pero acertada combinación entre colores, cristales, elegancia y arte callejero.

El color rojo y tinto predominaban en ciertas secciones, y aunque en otros sitios hubiese sido extraño y nada formal, el estallido de colores como nubes en los techos y arte urbano en algunas paredes resaltaba armoniosamente con la elegancia de los candelabros cristalinos que colgaban del techo y los muebles clásicos que en la sección principal les recibía.

"Hope World" era un club realmente atrayente e innovador.

Después de los saludos de cortesía y echar un vistazo superficial a algunos rincones, SeokJin se dejó llevar por el ambiente del lugar y realmente comenzó a disfrutar estar ahí.

Se merecía un respiro a su horrible desgracia, y si no se detenía a pensar en el nudo de frustración y molestia que venía acarreando desde aquel día, todo estaba casi igual que siempre.

Así que cuando un joven y musculoso alfa pálido y de sonrisa brillante se acercó para invitarle a bailar con él, Jin aceptó solo por no estar rodeado de más aburridos alfas que querían acercarse a platicar o beber.

Llevaba ya un par de cócteles encima, pero nada que no pudiera manejar.

El aroma del alfa era realmente delicioso, más no logró encender nada en él y a pesar de ser el tipo más atractivo y ardiente que había visto en toda la noche, su omega lo rechazó inmediatamente, sintiendo incluso repulsión cuando poco a poco comenzó a pegarse más a su cuerpo conforme la música los intentaba atrapar.

SeokJin comenzó a sentir su frustración nuevamente crecer.

— Puedes llamarme Wonho. — Susurró el alfa cerca de su oído.

SeokJin supo que el movimiento había sido solo para hacerse oír por sobre la música que resonaba en el lugar, sin embargo no pudo evitar sentirse sumamente incómodo por la cercanía de su cuerpo.

Asintió sin mucho interés y se alejó un paso de él.

Quería disfrutar su compañía, regresarle los claros coqueteos, intentar envolverlo un poco y jugar con él.

Quería disfrutar del alfa, porque sus músculos eran muy marcados y grandes, su rostro era bonito y olía bien. Además, podía apostar que era un modelo reconocido y popular, pero para su desgracia, no le importaba nada porque ni siquiera quería estar cerca de él.

Miró a su alrededor en busca de ayuda o algún escape, pero se encontró con la espantosa vista de Jimin aún platicando animadamente con ese actor alfa que claramente le pretendía desde hace meses.

Taehyuk. Taeyong o como sea que se llamara.

SeokJin bufó cuando vio a Jimin sonrojarse y reír por algo que ese alfa le dijo al oído.

No entendía su interés en él, su carrera apenas comenzaba y ni siquiera venía de una familia de renombre.

Su omega comenzó a inquietarse más. Por la frustración o tal vez por el aburrimiento que sentía, y después de muchos coqueteos fallidos por parte del alfa decidió que no estaba de humor para soportar a nadie.

Ni siquiera a un alfa atractivo y educado como él.

Ahora sólo deseaba regresar y encerrarse en su habitación, y el solo pensar en ello le hizo frustrarse aún más.

Él jamás se había sentido así.

Intentó buscar a Jungkook entre la multitud de personas, porque él seguramente sería su salvación.

Jeon era su plan B.

Reconoció muchos rostros importantes, algunos actores, modelos, empresarios y cantantes. Sin embargo, Jungkook no se veía por ninguna parte y Jin comenzó a sentir desesperación.

— Estoy cansado. — Se excusó de pronto con su efímero acompañante.

El alfa asintió dulcemente y sonrió extendiendo su mano cortésmente.

— Vayamos a descansar y beber algo, entonces. — Sugirió haciendo ademán de buscar y llamar a algún mesero.

SeokJin ignoró la enorme mano frente a él y carraspeó incómodo.

— No me siento muy bien, y ya no quiero estar aquí.

El alfa parpadeó genuinamente preocupado y entendió el mensaje.

— De acuerdo, solicitaré mi auto y te llevaré a tu casa, ¿de acuerdo? — Se ofreció sonriendo.

SeokJin se detuvo de rodar los ojos y bufar una risa.

Ese alfa no tendría la dichosa suerte de subirle en su auto y acompañarle hasta su mansión.

Nadie jamás lo había hecho y él no sería el primero.

— Te lo agradezco, pero he traído chófer. — Soltó ligeramente cortante.

El alfa pareció pensar muy bien su siguiente movimiento antes de continuar.

— Entonces puedo invitarte a cenar mañana...

Jin fingió sentirse repentinamente decepcionado.

— Lo lamento, pero ya tengo planes para cenar con mis hermanos... — Continuó. — Puede que incluso los conozcas... Kim Chanyeol y Kim Jongin...

El alfa asintió con verdadero pesar porque el omega realmente le gustaba y frunció el ceño.

— Espero encontrarte de nuevo en algún lugar... — Soltó el alfa sabiendo que no debía insistir con el pequeño y consentido hermanito de los famosos hermanos Kim.

— Probablemente después coincidamos en algún otro evento. — Terminó Jin sin interés y asintiendo brevemente solo por cortesía y educación, se alejó sin más de él.

Se abrió paso entre las personas y sintiendo de pronto náuseas por el maldito conjunto de hormonas y aromas de todos combinados con alcohol, cubrió su nariz con delicadeza e ignoró a todos los que rápidamente le quisieron abordar para bailar, platicar o beber.

Fijó a Jimin como su próximo y único objetivo, y repentinamente abrumado caminó firme hasta él.

Quería encerrarse de nuevo en su habitación, tomar un largo baño de burbujas y analizar seriamente su extraño y nada usual comportamiento esa noche.

Él probablemente ya debería estar probando los jugosos labios de ese alfa musculoso. Jugando con él y haciéndole caer en su trampa.

Pero ahora solo quería enterrarse debajo de sus sábanas de seda y patalear.

Una mano rodeó su brazo repentinamente con fuerza y le detuvo de avanzar más, sacándole de sus pensamientos con un jadeo de sorpresa y molestia.

SeokJin se quejó ofendido y dispuesto a encarar al osado y descarado que se atrevió a tocarle, giró con fuerza y alzó su rostro con arrogancia.

— Debes hablar con él. — Le gruñó una voz nada amable. — No puedes seguir evitandolo así.

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En un ratito más subo el siguiente capítulo ♡