Capítulo 7
Dionisio sentía que s cuerpo aún reaccionaba lento ante cualquier estímulo o esfuerzo que hiciera, como en ese momento que se encontraba de camino al único lugar al que pensó dirigirse después de haberse, apenas, recuperado de la molida que le dio el andamio con las cajas al caer sobre él.
Podía recordar las palabras de Apolo a la perfección, y de verdad no había querido cumplir con la dichosa profecía del chico, pero en cuanto tres mujeres, trillizas, aparecieron frente a él y Hades, eso se fue por el caño.
-Dionisio te presento a las trillizas Erinias -le dijo el pelinegro- Shelly, Shada y Shane -las presentó señalándolas una a una.
La única diferencia que él podía encontrar a simple vista era su cabello. Shelly tenía un cabello negro lacio largo, Shada, negro y corto, y Shane, negro, largo y ondulado.
-Ellas fueron las hijas de Hades y Perséfone hace años encargadas de perseguir como personificaciones de la venganza a todos los criminales hasta que llegaban al inframundo -le informó- Bueno, eso en la cultura antigua.
-¿Y ahora?
-Ahora son mis espías y personales ejecutoras de quienes se meten en mi camino -le dijo con una sonrisa burlona.
-¿Y de quién son hijas?
-Eso no importa ahora -cortó Shelly dando un paso adelante y cortando a Hades que le dio una mirada molesta- No tiene por qué saber todo de nosotras.
-No, no tiene -concordó Hades acercándose a ella y poniendo una mano en su hombro haciendo presión, y provocando que la chica gritara de dolor-, pero tú tampoco tienes porque meterte en mis conversaciones -le dijo tirándola hacia delante- Yo soy el líder aquí y tú me obedeceso ¿Quedó claro?
La chica miró a Hades con furia e impotencia, pero asintió a la pregunta antes de dar una respuesta vocal.
-Quedó claro.
-Yo soy el rey de las calles -les recordó y Dionisio tuvo ganas de rodar los ojos-, y él -agregó señalándolo- Esta después de mí.
«No pues gracias», pensó sarcásticamente.
Como si eso a él le importara.
Las chicas asintieron y Hades se colocó delante de él, pero sin ocultarlo- ¿Qué información tienen?
-Encontramos a los responsables de las heridas de Dionisio -respondió Shelly.
-¿Y? -cuestionó Hades a la chica que había hablado.
-Si fueron los escorpiones, pero hay más en eso -continuó la chica- Según nuestra información lo que pasó fue un acto sin orden por parte de los líderes.
-Quiero un nombre -ordenó Dionisio hartándose de la palabrería- ¿Quién fue él que me atacó?
Eso era lo único que necesitaba, del resto se ocuparía él.
-Se hace llamar Penteo -le respondió Shelly-, y por lo que sabemos tú lo volviste loco antes de mandarlo a su propia muerte.
«¿Y eso debería importarme, por qué...?», La pregunta resonó en su cabeza con maliciam
A Dionisio no le importaba aquello, para él eso era pasado y no tenía nada que ver en su nueva vida; sin embargo, en ese momento había algo que sí era vital y es que con ello lastimaron a alguien importante en su vida.
Él no busco guerra y aún así la habían llevado a su puerta, por lo que, debían atenerse a las consecuencias.
Después de ese encuentro, todo fue historia. Hades le ordenó a las trillizas servirle hasta que él no las necesitará.
Dionisio casi se niega y le dice que él podía solo, pero recordó que si quería ver a Acci, probablemente ellas eran las únicas personas capaces de ayudarlo, en especial en su estado, por lo que, en ese momento los cuatro se encontraban en el estacionamiento del hospital.
-Shane ira contigo por la parte trasera, nosotras te despejaremos el camino hasta su habitación -le dijo Shelly y él asintió aunque antes de que la chica se fuera la tomó de la mano.
-Lo siento por lo de antes -dijo y al ver la confusión en su mirada agregó- Con Hades, no quise ocasionar te problemas.
-No te preocupes por eso -desestimó la chica- Hades nos devolvió nuestros recuerdos hace mucho y créeme cuando te digo que nos trata mejor ahora de lo que hacía antes -agregó antes de desaparecer con su hermana por la puerta principal.
Soltando un suspiro Dionisio solo podía imaginar aquello. La historia no ayudaba a sus ganas de contradecirla, ya que, habían sido descritos como crueles, egoístas, vanidosos y muchos atributos más.
Mirando a Shane - que le indicó un camino contrario al que habían seguido sus hermanas-, empezó a caminar detrás de ella y en silencio mientras su cabeza daba vueltas a algo que había dicho Shelly.
Hades les había devuelto sus recuerdos a las trillizas, lo que significaba, que las hermanas destino y la bruja que lo hizo con Afrodita, no eran las únicas con esa habilidad.
«Y ahora todo tiene más sentido», pensó recordando como Hades no solo le había propuesto unirse a su banda sino también descubrir la verdad acerca de él.
-Vamos, tenemos que ir por ahí -le dijo Shane y Dionisio arrugo la nariz al darse cuenta de que habían llegado al área de la morgue, porque para él era muy distinto saber que entraría por allí a ya estar en el lugar y hacerlo.
Los dos entraron en silencio y a Dionisio le dio un escalofrío al ver el lugar. Era demasiado tétrico y frío.
-¿Te da miedo? -le preguntó la chica riéndose de él- Recuerda que somos hijas del dios de la muerte, este es nuestro primer camino.
-No son sus hijas en esta vida -le recordó Dionisio.
-No, pero aún así tenemos cierto grado de afinidad con nuestra naturaleza pasada -le respondió mientras salían de aquel lugar- La muerte es el punto al que todos los humanos llegan. El tiempo depende de ellos -le dijo dándole aún más escalofríos.
-Vayamos a ver a Acci, no tenemos mucho tiempo -le recordó Dionisio a la chica que rodó los ojos.
-No eres divertido.
-Si soy divertido -se defendió- Solo que no le encuentro la gracia divertirme muerto cuando lo puedo hacerlo vivo.
Y ya que estaba vivo prefería mantenerse así.
Juntos caminaron por la parte de servicio hasta que Shane lo empujo en uno de los vestidores de enfermeros.
-¿Qué haces?
-Cámbiate rápido -le ordenó la chica- ¿No pensaste que ibas a subir así, verdad?
Dionisio quería decir que sí, pero en ese momento vio que aquello iba a ser imposible.
Todos en el pueblo lo conocían y si lo veían probablemente se desataría un infierno antes de que pudiera llegar a su amigo.
Entrando en el vestidor busco un uniforme de su talla y se lo puso no gustándole para nada, pero era necesario.
Cuando salió vio que Shada había relevado a su hermana- Demoraste mucho -se quejó la chica-. Avanza que no tenemos mucho tiempo -le dijo caminando delante de él.
«Cómplices de Hades tenían que ser», pensó.
Ambos subieron al segundo piso por las escaleras de servicio y Shada golpeó la puerta que luego fue abierta por su hermana segundos después.
-Ven -le dijo Shelly haciéndolo pasar y dejando a su hermana atrás.
La chica lo hizo entrar en un cuarto a un par de metros de donde estaba logrando que el corazón de Dionisio cayera al suelo al ver el estado de su amigo.
Acci tenía varios cables alrededor de su cuerpo mientras una máquina monitoreaba sus latidos que apenas eran visibles.
-No, no puedes dejarme -susurró acercándose al cuerpo tendido en aquella cama de hospital- Prometiste que siempre estarías a mi lado ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas eso? -le preguntó aún cuando sabía que no iba a obtener respuesta- No tenías que haberte metido en esa pelea, Acci, debiste haber corrido -le reclamó con la voz entrecortada- No debiste quedarte.
No debió defenderlo, y eso era lo que más rabia le daba, que hubiera sido por defenderlo que estuviera en ese estado.
-Lo siento. Lo siento, lo siento, sé que es mi culpa, perdón -le dijo- Perdón -repitió tomando su mano y apretándola con la suya.
La palidez en el rostro de Acci era deprimente y dolorosa, el pitido del cardiograma midiendo los latidos de su corazón hacia eco en su mente, atormentándolo con cada segundo que pasaba.
-Solo unas horas, resiste unas horas -le pidió- Te traeré de vuelta, lo juro -y él iba a cumplir su palabra- Solo necesito tiempo. Dame un poco más de tiempo, dame una oportunidad -dijo más para sí mismo que para su amigo- Dame una oportunidad para salvarte, no te voy a fallar -agregó antes de continuar:- Aférrate un poco más a la vida y dame una oportunidad para ayudarte a despertar.
Las lágrimas seguían cayendo sin parar por su rostro mientras sacaba todo el dolor que llevaba dentro.
Dionisio no podía perder a la única persona que lo volvía un buen ser humano, no podía. Sin embargo, el destino parecía tener otros planes para él.
La puerta de la habitación de Acci fue abierta con brusquedad mientras que Shada era empujada a través de ella. Por acto reflejo Dionisio corrió hacia la chica para ayudarla, pero por la fuerza chocó contra él tapándolo con su cuerpo mientras se quejaba de dolor.
Tocando su espalda con una de sus manos sintió el mango de un cuchillo incrustado en el cuerpo de la chica.
-Shada... -susurró, pero no tuvo tiempo de decir algo más cuando la quitaron de encima suyo.
«No otra vez», pensó Dionisio empujando con sus pies al chico que quería golpearlo antes de ponerse de pie.
El cuarto pronto se convirtió en un desastre y él estaba adolorido mientras se interponía entre el imbécil y Shada e Acci. Sin embargo, por mucha experiencia que él tuviera peleando obviamente no estaba al mismo nivel que el de su atacante, por lo que, en un momento cayó al suelo sin oportunidad de levantarse por la fuerza del golpe.
-No sabes cuanto me encantaría matarte -le dijo el chico sonriendo-. Tu muerte es algo que muchos disfrutaríamos...
«¿Y por qué no lo haces?». Dionisio no entendía, si tenía ganas de asesinarlo por qué no lo hacía.
-... Lamentablemente la muerte de hoy no es tuya, al menos no física -aclaró antes de acercarse a Acci.
-¡No! -él no iba a dejar que dañen a su amigo; sin embargo, como si fuera un peso pluma fue enviado de vuelta al suelo.
Dionisio vio como Shada, aún herida trato de colocarse frente a Acci para protegerlo, pero al igual que él fue empujada y lanzada a un lado como si no fuera gran cosa.
-Penteo te manda saludos -le dijo el chico antes de alzar sus manos en un puño y golpear en el pecho, estómago y cabeza de Acci.
-¡No! ¡No...! -gritaba Dionisio poniéndose pie aún cuando su cuerpo volvía a caerse al suelo-¡No! ¡Déjalo! ¡Déjalo, maldita sea! -rogó, pero sus palabras llegaron a oídos sordos hasta que el chico se cansó y se acercó a él dándole una patada en el estomago.
-Espero que te hayas despedido-le gruñó; sin embargo, y antes de que él pudiera responderle una voz detrás de ellos habló con furia palpable.
-Y yo espero que tú también te hayas despedido -dijo Shelly tomándolo por la nuca antes de acercarlo a la ventana y golpearlo contra ella hasta romper el vidrio y lanzarlo por la misma mientras que Shane se acercaba a su hermana y él se arrastraba hasta el cuerpo de Acci.
Los latidos se escuchaban disparados como si su amigo estuviera teniendo un ataque al corazón y él no podía hacer nada más que mirar, no podía evitar lo que iba a suceder por más que se negará a aceptarlo.
Una mano se posó en su hombro y Dionisio se negó a girar a ver quien era, porque sabía que fuera quien fuera que estuviera detrás de él solo le haría aceptar una realidad que no quería.
-Su corazón aún late -dijo llorando- ¡Aún late! ¡No está muerto!
-Sí lo está. Su mente ya no esta aquí, Dionisio -le respondió la voz detrás de él- Debes dejarlo ir o sufrirá más.
-No puedo...
-Tienes que hacerlo, tienes que despedirte -le dijo Macaria apareciendo en su línea de visión mientras él negaba.
No quería despedirse de la única familia que le quedaba ¡No quería!
-Si no lo haces él va a sufrir, esta sufriendo -le recalcó la chica- Debes dejarme ayudarlo a pasar.
-Por favor, no, por favor. No quiero perderlo -rogó Dionisio aunque sabía que ella tenía razón se negaba a hacerlo.
Macaria no le dijo nada más y quedó a su lado apoyándolo, dándole consuelo hasta que Shelly llegó hasta él separándolo a la fuerza del cuerpo de su amigo.
-Deja que ella le de una buena muerte y vámonos -le dijo la chica- Mi gente no podrá retener por siempre a los guardias.
-No...
-Sí -le cortó la trilliza- Si puedes. Te vas a despedir, vamos a salir de aquí y cobrarás venganza por su muerte.
Dionisio sentía su corazón roto en mil pedazos, pero Shelly tenía razón en algo. Él debía buscar venganza y no pararía hasta hallarla.
Acercándose a Acci dejo un beso en su frente antes de susurrar- Espérame en el otro lado amigo, nos volveremos a ver -porque tarde o temprano se volverían a ver, de eso estaba seguro.
Sí se habían encontrado en esa vida, podrían encontrarse en todas las demás que tuvieran.
Saliendo del cuarto dejó a Macaria con el cuerpo de su amigo mientras él seguía a Shelly fuera del hospital con las lágrimas secas en su rostro y un puñal en su corazón.
Penteo se había equivocado al pensar que dañarlo emocionalmente lo haría debil. Ahora se enfrentaría al enemigo del que buscaba venganza y Dionisio no le perdonaría la vida aún si llegaba a suplicar por ella.
Su muerte era un hecho, no importaba lo que tuviera que hacer para lograrlo.
***
RIP POR ACCI.
Me dolió mucho escribir su muerte, es como cuando sabes que es el momento de despedirte pero no quieres y al final alguien llega y te hace reaccionar con palabras duras :c
Si sufrieron no me culpen! El trailer anunciaba sufrimiento, todo aquí lo hacía, así que inocente de su dolor.
En fin, aquí nos despedimos de Acci, uno de mis favs secundarios.
Dionisio esta decidido a matar a penteo ¿saben quien es?
Bueno, si no lo saben lo descubrimos pronto junto a él.
Espero que le haya gustado el cap, no se olviden de dejar sus votos, comentarios y compartir!
Se los agradecería mucho.
Los quiero!!!
Au revoir!!!
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