7. Convéncete


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Emma

Me senté en el sofá, rodeada de un par de maletas sin abrir y una enorme caja abierta, con objetos hasta la mitad. El departamento se encontraba amoblado por completo, pero se notaba que todo llevaba allí, sin ser movido, durante mucho tiempo. Quizás demasiado, como si la persona que vivía allí antes, desapareció. Eso tendría sentido con el olor a comida podrida que había antes, y que ya había desaparecido. Probablemente por todo lo que limpiaron y por las velas aromáticas, aroma a azúcar y vainilla que Luca tenía encendida.

—¿Ya estás completamente instalado?

Luca meneó la cabeza y se quedó mirando las maletas.

—Lo mío es poco, pero... tengo que seguir limpiando y ordenar todo esto —comentó, señalando con la mano al rededor.

—Y... ¿me contarás la historia de este departamento? Aún no entiendo... ¿es de tu padre? ¿él vivía aquí antes?

Luca esbozó una sonrisa un poco triste.

—Te voy a contar cuando la pintura esté lista. ¿Estás preparada para esta aventura? —preguntó, emocionado.

Solté una risita.

—¿Me tengo que poner el disfraz de banana?

—Mmm... decidí que no. Mejor así —dijo fingiendo seriedad, mientras iba a buscar el atril que se encontraba de pie a un costado del sofá. No había tenido la oportunidad de mirarlo de cuerpo completo sin que él se diese cuenta. Luca era delgado, caminaba con seguridad y se desordenó el cabello antes de coger el atril. Además, algo no menos importante, como diría mi amiga Abril, su pantalón... que ahora era un buzo deportivo, le apretaba un poco en su trasero. Puso un banquillo frente a él y un lienzo sobre el atril—. ¿Te puedes sentar al centro del sofá?

—¿Es esta la escena del Titanic? —pregunté, entornando los ojos.

Resopló defraudado.

—¿Cómo lo supiste? ¿Fui tan obvio? —Se sentó derrotado en el banquillo—. Voy a traer el disfraz de banana, ya que no puedes ser Rose.

Rodé los ojos.

—¿Me vas a seguir todas las estupideces que digo?

—Siempre —dijo, quitando la vista de mí y cogiendo un lápiz. Su respuesta quedó flotando en el aire y me sentí un poco... bastante extraña. Como si hubiese dicho algo comprometedor, pero la verdad es que solo dijo: siempre. Algo tenía Luca que me hacía sentir extremadamente cómoda, nadie diría que nos conocíamos de hace solo un par de días... parecíamos amigos desde hace mucho tiempo atrás y eso me emocionó, porque siempre fui de amigas y no amigos. Quizás el hecho de que él tuviese novia... y yo estuviese hasta el pelo por Kai, lo hacía más natural... como si lo de nosotros no fuese una opción real—. Tú puedes escoger la música. El bluetooth del parlante se llama —soltó una risa—, corazóndemelón.

—¿Qué? ¿Todo junto?

—Sip, así mismo. ¿Qué pondrás?

—Olivia Rodrigo, ¿puedo cantar o me tengo que quedar inmóvil?

—Puedes cantar aunque sin moverte mucho. Voy a empezar. —Sentado cerca del atril y con la mirada escondiéndose y apareciendo detrás de la tela, comenzó a pintar. No le tomé el peso a lo que significaba que alguien me pintara: que me iba a estar mirando, observando y analizando intensamente. Estaba a un par de metros de mí, pero se sentía como si estuviese a unos centímetros con una lupa observándome. Luca pareció transformarse, porque su mirada cambió a una más profunda que trataba de absorber cada detalle de mi cara y expresión. Me sentí nerviosa al principio de que me mirase tanto, aunque me sonreía cada tanto, haciéndome saber que todo iba bien, y eso hizo que el nerviosismo desapareciera.

—¿De dónde es tu novia? —pregunté, ya quería saber todo de él—, ¿no vive en Nueva York?

—Ahora está viviendo en Francia, lleva seis meses allá. —Hizo un mohín de disgusto.

—¿Y cómo es una relación a distancia?

—Una mierda, pero se puede. Una relación abierta ayuda bastante —agregó, con la cara escondida tras la tela.

Tragué saliva. ¿Abierta?

—¿Una relación abierta?

—Sí. —Dejó el lápiz sobre la mesita y me quedó mirando—, ¿sabes lo que es?

—Me lo imagino, ¿puedes estar con más personas sin que sea considerado una infidelidad?

—Sí, aunque no tenemos relaciones paralelas... podemos salir y tener sexo con otras personas, sin atarnos, claro.

Sentí que mis mejillas se colorearon.

—¿Y eso cómo lo manejan? Me refiero a no... sentir más por otra persona. A no enamorarse.

Se encogió de hombros.

—Es un riesgo que se toma. —Cogió un pincel y lo untó en pintura color marfil—, si alguno se enamora de alguien más, supongo que no debíamos estar juntos en un principio—. Se supone que estamos juntos porque queremos, así que no tendría sentido enamorarse de otro. Aunque claro, es verdad que uno no maneja esas cosas.

—¿No te pones celoso?

El solo pensar en que Kai podía estar con más chicas, era una daga en el corazón. Y eso que él tenía toda la libertad, porque entre nosotros no había nada.

Sonrió.

—Un poco, pero tampoco renunciaría a la libertad que tengo si es que ella no está aquí. La quiero y quiero estar con ella, y también quiero divertirme, sin que eso signifique que me estoy enamorando de alguien más.

Es decir, a este chico le gusta follar.

—Debe ser difícil —murmuré, pensando en si podría tener algo así con Kai... y claramente no funcionaría. Mientras él tiene al universo de mujeres que lo desean... yo tengo compañeras que me odian. Estaría un poco dispareja la situación, no tendría con quién hacerlo.

—¿Y el chico que se fue? —Ante mi cara de impresión, sonrió—. Soy muy observador.

—Es el hermano del novio de Laura. Hemos estado viviendo juntos por algunos meses y soy una idiota —resoplé y me desarmé en el sillón, aunque rápidamente volví a mi posición cuando Luca me regañó con la mirada por haber perdido mi lugar.

—¿Por qué dices eso?

—Porque me empecé a confundir y creo que estoy algo enamorada del chico que me dejó en claro que no tendríamos nada... serio.

—No eres la primera persona a la que su corazón toma sus propias decisiones, a pesar de lo que diga el cerebro. Además... somos jóvenes, tenemos permitido cometer esos errores. ¿Y qué harás? —Mezcló pintura y vi el pincel cubierto con el color de mi piel.

—Se suponía que solo me estaba divirtiendo, por eso tu idea de relación no funcionaría conmigo —bromeé— ¿A qué te refieres con hacer algo?

—Para conquistarlo. ¿Vas a hacer algo?

—Te va a parecer una locura. —Me mordí nerviosa el borde del labio, y dejé de hacerlo cuando su mirada viajó hacia ellos. Tragué saliva.

—Yo también he hecho locuras por otra persona, así que creo que te entendería.

—No como esta.

—Pruébame —soltó. No sé si fue producto de mi mente perturbada, pero para mí ese, pruébame sonó demasiado cautivador y es que pensar que no iba a tener contacto con Kai quizás por cuánto tiempo... meses, me tenía bastante sensible. Así que sí, un pruébame fue como una bomba de seducción para un corazón afectado como el mío. Aunque si bien Luca no me gustaba, nadie podía negar que era guapo, y que él dijera cosas, por más que estuviese enamorada, no me hacía inmune.

Nunca uno es inmune a las palabras de un chico guapo.

Como por mi mente pasaron bastantes cosas indebidas y no aptas para horario de menor de edad, mis mejillas se colorearon sin poder controlarlo. El calor subió poco a poco, hasta que se hizo evidente que me encontraba completamente roja.

—Es que me da vergüenza —dije en voz bajita, más para explicar el rojo de mis mejillas, a porque realmente fuese así.

—¿Por eso estás fucsia?

Asentí e hice un puchero.

No, la verdad es que estoy fucsia porque me dijiste, pruébame y ando como si no hubiese cogido en 3 años.

¿Cómo es eso de que más lo quieres mientras menos lo tienes? Así era con Kai, con cada segundo que pasaba, estaba más lejos de mí, o al menos, se mantenía lejos de mí.

—¿Estoy fucsia? —pregunté, como si necesitase la confirmación.

—Sí, ya estoy agregando rojo al pincel.

—¡No! No me pongas así...

Soltó una risita.

—Entonces tendrás que contarme —dijo, cogiendo el bote rojo de pintura y echando un poco en el mezclador.

Rodé los ojos.

—Tengo una amiga... que se llama Michell...—Y así comencé a contar...o a confesar todo el plan que teníamos con Michell para lograr que Kai se enamorara de mí. A medida que iba avanzando con el relato, lo encontraba cada vez más ilógico y ridículo. Pero a la vez la idea de que podía funcionar, me tenía sin echar pie atrás.

Diosito, ¿qué he hecho? ¿y por qué rayos se lo estoy contando a Luca?

Cerré los ojos un momento.

—¿Preguntas? —inquirió algo confundido.

—Sí, preguntas.

—¿Y ya te llegó la primera? ¿Cuál es?

Arrugué la nariz.

—Sí, pero no la he querido leer. Estoy nerviosa. Debo nombrar tres cosas que piense de él y que no le haya dicho.

—Mmm... interesante, ¿Y cuál es el secreto de Kai? Porque se supone que esto funciona porque...

—No lo sé...—Lo interrumpí. Me mordí el labio inferior, la verdad es que ni siquiera había pensado qué podría saber Michell de Kai, no porque no tuviese curiosidad, sino que tenía miedo de qué podía ser. ¿Era tan grave como para haber aceptado participar? ¿o solo lo hizo para demostrarle a Laura y Diego que esto de las preguntas no siempre resultaba?— Tengo que responder yo para ver su respuesta, y no sé qué responder.

—Trata de no mover la cabeza, por favor, quiero... pintar tu nariz. Yo no le daría tanta relevancia a las primeras preguntas, lo haría más como algo a lo que te obligaron, y no porque tú lo causaste. Responde sin ser tan...

—¿Babosa obsesionada?

Soltó una risa.

—Exactamente...y no te muevas —gruñó. Luego añadió—: ¿te digo qué me gustaría que me dijeran a mí?

—Sí.

—¿Te digo primero qué te respondería yo? —inquirió, deteniendo su pincel y apareciendo una vez más, por detrás de la tela. Me extendió una sonrisa gigante y juguetona. Rodé los ojos.

—Muero por escucharlo —repliqué, como si realmente no quisiera y lo dijese como broma, pero la verdad sí moría de la curiosidad.

Lo pensó por algunos segundos, y luego exhaló lentamente.

—Divertida, valiente y... cómplice de delitos.

Alcé una ceja, notablemente divertida.

—Divertida lo entiendo... cómplice de delitos —agregué gruñendo—, también. Pero, ¿valiente?

Luca se echó el pelo para atrás, sin ocultar su sonrisa.

—Quieres conquistar a alguien, eso me parece muy valiente —comentó, sin quitar la vista de mí—. No todos tienen esa valentía, otros se quedan llorando sin mover un dedo.

Traté de no sonreír, porque ya eran muchas risitas y risitas.

—No le digas a la policía que soy cómplice de delitos, por favor.

—Estará difícil, me parece que tu ADN ya está impregnado en ese sillón. —Miró al rededor y luego a mí, fijamente—. En la misma escena del crimen.

—Entonces no tengo nada que hacer, más que aceptar mi destino.  —Suspiré ampliamente y moví la cabeza de un lado a otro porque ya me sentía algo acalambrada de estar en el mismo lugar tanto rato—. Yo re respondería... divertido, posible secuestrador, y definitivamente... ladrón.

Alzó una ceja, como si no pudiese creer mis palabras, y se llevó una mano al pecho.

—¿Posible secuestrador?

—Sí, en estos momentos podría estar secuestrada y aún no me he dado cuenta.

—¿Y aun así no te has intentado ir? —Esta vez alzó ambas cejas e hizo una mueca de sorpresa—. Interesante saber eso, ¿podríamos decir que te estás dejando raptar por mí?

—No he dicho eso. —Me apresuré a decir—. Solo... —Me aclaré la garganta—. Necesito estirarme o creo que no me podré mover nunca más.

—Dame diez minutos más.

—¿Y ya está listo? —pregunté, impresionada.

—¡No! Falta... tendrás que seguir viniendo o simplemente cierro la puerta y te quedas aquí hasta que la termine.

—Laura derribaría esa puerta con una pura patada —le advertí. Untó su pincel una vez más —, ¿qué te gustaría que te respondieran a ti?

—Mmm... que soy interesante, buen artista... aquí deberías poner algo que aplique para él, y que soy una persona con la que te sientas cómoda de estar.

—A Kai podría decirle que es interesante... lo es, por eso me llama tanto la atención. Sobre todo cuando aparece trabajando, su mirada cambia y es... como estar al rededor de alguien mayor... más maduro.

—¿Y qué le gusta hacer a él?

—Antes jugaba fútbol...—Meneé la cabeza—, pero creo que se supone que eso no lo sé. —Luca se quedó con el pincel en el aire, a medio camino de llegar a la tela.

—Me das un poco de miedo a veces —susurró.

—Tienes que tener cuidado de a quién invitas a tu casa. Mmm... le gusta ser multifacético. Hace muchas cosas a la vez: estudia, trabaja, hace deporte... va a fiestas, etc.

—Ok... multifacético. Falta una tercera.

—No le diré que me siento cómoda con él... porque la verdad es que se me revuelve el estómago cuando aparece. Así que... divertido. Eso diré.

—Es una buena respuesta. A todos nos gusta que nos digan que somos entretenidos... creo que es otra forma de decir que te sientes bien al lado de esa persona. Aprobada tu respuesta.

—Gracias —respondí, sintiéndome muy aliviada... no sé si sola podría haber llegado a algo tan rápido—. Serás mi cómplice oficial.

—Mientras la pintura no esté terminada, seré tu cómplice con las respuestas.

—¿De verdad me ayudarás?

—Por supuesto, así también me das material para mis libros.

—Sabes que encontraré tus historias, ¿cierto?

Meneó la cabeza con tranquilidad.

—No lo harás. Me quedan cinco minutos.

Asentí y con el teléfono en alto, comencé a responder la primera pregunta.

Respuesta nº 1 - Emma Ross.

"Inteligente, multifacético y divertido"

La pregunta no pedía más detalle, así que no lo di. Tenía muy presente ser interesante y no desesperada.

Automáticamente, llegó la notificación de la respuesta de Kai desbloqueada. Durante un segundo se me detuvo el corazón y me dio un escalofrío que me recorrió por completo. El nervio de su respuesta me tenía desesperada y decidí abrirla, frente a los ojos concentrados de Luca sobre mí.

Respuesta nº 1 - Kai Ragni.

Cariñosa, mejor besadora, entretenida :)

¿Mejor besadora?

¿Mejor besadora?

Me va a dar algo.

En ese mismo instante, me llegó un mensaje de Kai. Era una foto de él, sacada al espejo de un gimnasio, sin camiseta. Se veía alucinante e inapropiadamente, lo primero que pensé, era que me gustaría vivir en ese abdomen...y besarlo cada vez que quisiese.

También habría puesto... caliente. Eres fuego, Emmi.

Cuando subí la vista, Luca me observaba desde su banquillo con los brazos cruzados.

—La sesión de pintura ha finalizado por hoy —comenta, dándole un vistazo rápido al lienzo. Me puse de pie, emocionada. No solo por ver cómo iba la pintura, sino por el mensaje de Kai que me tenía acalorada. Me acerqué a Luca con el corazón aún acelerado y antes de mirar el lienzo, Luca extendió su mano y me detuvo.

—Si no te gusta me lo tienes que decir.

—Sí.

—¿Me lo prometes?

—¿Que te diré si no me gusta?

—Sí.

—Te diré si no me gusta. Lo prometo —dije, no muy convencida, ¿cómo iba a ser capaz de decirle que no me gustaba su arte? Aunque no era pintora, sí sabía que era difícil hacer retratos... y que no tenía ni la más remota idea de cómo me vería en óleo. Luca bajó su mano y me sonrió tímidamente, dándome la señal para avanzar.

Cuando quedé frente a la pintura, sucedieron muchas cosas en mi interior. Me quedé al principio en silencio, tratando de encontrar un rumbo a mis palabras para poder decirle a Luca lo que sentía. Era mucho más que un boceto, que era lo que esperaba ver con tan poco tiempo. Es decir, seguía siendo un retrato en su etapa inicial y, sin embargo, me dejó anonada por la precisión y delicadeza de los trazos de Luca, y la exactitud de las pinceladas iniciales que definían mi rostro.

—No te gusta —dijo de repente, sacándome de mi estado de impresión. Me llevé las manos a la cara.

—Está increíble, Luca. Realmente increíble.

Soltó una carcajada.

—Estás mintiendo, apenas es como la primera capa. Yo...—Se quedó cayado cuando se encontró con mi mirada y mi expresión boquiabierta—, ¿lo dices en serio?

—Voy a ser un poco honesta... no pensé que serían tan bueno. Eres un increíble pintor. Me voy a maquillar para la próxima sesión, así quedaré más bonita.

—No lo necesitas —replicó de inmediato. Se aclaró la garganta—. Entonces primera sesión de pintura exitosa.

—Muy exitosa. Ya que eres tan bueno... quizás si te pida una en el sillón como Rose.

—Cuando quieras, aunque ahí me tendrías que pagar de alguna forma —agregó, como si no quisiese la cosa. Y le di un golpe en el hombro que lo hizo reír—. Y... ¿te respondió?

Asentí, pero me dio vergüenza decirle que Kai respondió que era excelente besadora.

—Cariñosa —murmuré.

Se cogió el mentón, pensativo.

—Eso significa que le gusta que seas cariñosa con él, deberías seguir haciéndolo.

Mi celular volvió a sonar, la pregunta número 2 llegó demasiado rápido para mi corazón.

Pregunta número 2: ¿Qué fue lo primero que pensaste del otro al conocerlo?

Rayos, ¿puedo decir que casi me derrito en el instante y que mil imágenes poco decentes pasaron por mi mente? ¿Y si le escribo que mi cuerpo se estremeció y que lo encontré jodidamente guapo?

—Maldición.

—¿La segunda pregunta?

— Sí. —Junté los labios, reprimiéndome de soltar la segunda pregunta. No quería confesarle a Luca lo que primero pensé—. Iré a dormir, muero de sueño. Que duermas increíble en tu primera noche en tu nuevo departamento robado.

Rodó los ojos, que parece que ya era su gesto favorito conmigo.

—Lo intentaré. —Abrió la puerta para mí, cuando entré al departamento y comencé a cerrar la puerta, noté que recién en ese momento el cerró la suya, como si hubiese esperado a que llegase sana y salva.

Me sentí feliz, era como una Laura versión chica.

De: Emma

Para: Kai

Muy guapo, guardaré esa foto como parte de mi colección privada de Kai Ragni. ¿Crees que en tu universidad me den algo por esa foto?

De: Kai

Para: Emma

Te podría mandar más... pero solo si te las dejas para ti.

¿Me estás insinuando algo Kai?

Tragué saliva, porque esa conversación tenía varios caminos y no quería tomar el equivocado.

De: Emma.

Para: Kai.

Bueno, pinky promise. Quiero ver más.

De: Kai

Para: Emma.

¿Qué tanto más?

Aire, necesito aire o moriré.

Comencé a dar vueltas por la habitación, sin saber qué escribir porque me parecía demasiado la situación. Me sentía a un mensaje más de caer al suelo desplomada por exceso de emociones.

Nunca he hecho esto, ¿qué tanto más quería? Mucho más.

De: Emma

Para: Kai

Lo que tú quieras.

Kai ha enviado una foto

Esa notificación hizo que me lanzara a la cama sin poder creer lo que sucedía, y luego de unos segundos, no podía evitar mi destino de ver esa foto.

La abrí.

Otra foto en el espejo, sin embargo, era solo en bóxer color rojo oscuro, que marcaba... todo.

De: Kai

Para: Emma

En este momento iría a tu habitación...

Ay, no me digas eso, satanás. ¿Qué quieres que haga con esta información? ¿Qué compre un vuelo a Alemania solo para que me toques?

Así que decidí hacer algo que nunca había hecho... enviar mi primera foto a un chico. Tomé aire y fui por un conjunto de ropa interior color rojo que Kai nunca había visto, y con la idea de ocultar mi cara en la foto, fui al baño que tenía el espejo más grande, lista para dar una sorpresa.

Aunque ya con el conjunto puesto, comencé a arrepentirme.

Kai ha enviado una foto

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Ayyyyy, ya aparecí con un nuevo capítulo!!!

Capítulo especialmente dedicado a Josefinelucena1 Espero que lo disfrutes bby <3

Cuéntenme, ¿les gustó?

¿Qué les gustaría que sucediera?

Ya podemos decir que somos de algún team?

Levante manito Team Kai

Levante manito Team Luca

Levante manito team Emma con los dos!!

Bbys si aún no me siguen en ig las dejo más que invitadas (valesminombre es mi usuario)

Si quieres que te dedique un próximo capítulo, solo debes comentar en este jiji

Besitos!!! L@s amo

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