Capítulo 16

Me levanto de un salto y corro hacia las escaleras descalza con Greesh siguiéndome.

Cuando llego a la planta baja me quedo paralizada ante la escena. Jordan esta pegado a la pared con la cara ensangrentada y respirando con dificultad y cansancio, y un muchacho le inmoviliza los brazos mientras el posadero le amenaza con cortarle el cuello con una especie de daga un tanto peculiar.

-¡Basta! - Grito para intentar desviar su atención, pero me deja de parecer tan buena idea cuando todas las miradas se posan en mi.

«Mi capa...»

Me fijo mejor y veo las distintas reacciones de los tres hombres. Jordan me mira cansado y horrorizado, el joven me mira con miedo, y el posadero me mira incrédulo y asustado.

-Soltarlo ahora mismo. - Digo con calma pero amenazadora mientras Greesh gruñe a mi izquierda.

El posadero coje a Jordan y lo utiliza como escudo humano sin quitarle la daga del cuello mientras el joven retrocede temblando y murmurando algo incomprensible.

-¿Qué eres tú?, ¿a que raza perteneces? - Me dice el posadero.

Prefiero no responder, no puedo negar lo evidente. Soy humana.

-He dicho que le sueltes. Es la última vez que lo repito.

-¡Cállate! No estas en condiciones de exigir nada. - Me dice amenazador mientras coloca el cuchillo aún más cerca de la garganta de Jordan. - Nehy, corre y llama a Anirh. Dile que hay humanos y que traiga un arma.

El joven hecha a correr hacia la puerta pero Greesh se avalanza sobre él para retenerlo.

Se oyen pasos bajando las escaleras, aunque no desvío la mirada del puñal que amenaza con acabar con la vida de Jordan. Mi mente empieza a pensar a mil por hora alguna forma de evitarlo, pero el estrés me bloquea, y eso me pone aún más nerviosa.

Los pasos cesan y una sombra cubierta por una manta se para a mi lado y me tiende mi arco y dos flechas. Es Mary.

-¡Si lo cojes le mato! Dejar todas las armas en el suelo y que el shelvo deje marchar a Nehy.

Nadie mueve un músculo.

Jordan le da un fuente codazo en el estomago que hace que el posadero se encorve y gima, pero al hacerlo le hace un corte en el cuello, pero no le hace caso y se aleja un par de pasos de él. Aprovecho el momento de confusión para coger el arco y una flecha de las manos de Mary y apuntar con él al posadero. Alza la cabeza con ira y me mira a los ojos, y cuando lo hace dejo de ver al posadero y aparece ante mi el mismo animal que me provoca el insomnio y casi me mata. No lo dudo y dejo que la fecha salga volando hasta hacertar entre sus ojos, y el posadero vuelve a ser el posadero. Se desploma en el suelo y la sangre empieza a brotar a borbotones desde el agujero que ha hecho la flecha.

Jadeo y suelto el arco horrorizada.

«He matado a alguien...» Es todo cuanto se me ocurre pensar.

Todo el mundo mira el cuerpo tendido sin vida del hombre.

«¿Qué me ha pasado?, ¿por qué le he confundido con ese animal?»

Mary se acerca a Jordan para ver si está bien, pero Greesh se queda sobre el joven que intentaba huir. Nadie parece haberse dado cuenta del shock que esto supone para mi.

No puedo aparatar ni un segundo la mirada del cuerpo del hombre que poco a poco se desangra por la fecha que intencionadamente he dejado que se ensartara en su frente, aunque en un principio no estaba destinada para él.

Mientras Jordan y Mary se acercan a Greesh y Nehy para hablar con él yo me hacerco al posadero temblorosa, como si temiese que se levantara y me devolviera el "favor".

Me arrodillo junto a él, o más bien me dejo caer, y poso mi mano sobre su cuerpo cada vez más pálido y frío. Y al acerlo su cuerpo vuelve a metamorfosearse en mi mente en el mismo animal de cuencas vacías y boca escalofriante. Aparto mi mano rápidamente y me alejo del cuerpo.

-¿Qué te pasa? No te atormentes. No podías hacer otra cosa. Tenías que elegir su vida o la de él. - Me dice Mary bajito para que sea la única que lo oiga.

-No le he matado simplemente por eso, sino porque vi al animal. Lo vi delante de mi otra vez y tuve miedo de que me volviera a introducir en su mundo de horrores. Me asusté y la flecha... - Los sollozos no me dejan terminar la frase e inmediatamente alguien me abraza.

En un principio pienso que es Mary, pero ella esta frente a mi.

-Gracias. - Me susurra al oído, es Jordan quien me está abrazando. - Menos mal que nos oíste y bajaste, no quiero ni pensar que habría pasado.

-¿Por qué te habías ido?

-Quería ir a comprar las capas.

Nota que no dejo de mirar el cuerpo y me abraza más fuerte.

-No te tortures, no tenías elección. Intenta no pensar en ello.

Prefiero no decirle ahora que he visto al animal, sería añadir preocupaciones tontamente.

Nos levantamos y nos acercamos a Nehy que está acorralado tembloroso contra la pared por Greesh.

-No seas duro con él, ponte en su lugar. - Le susurra Mary a Jordan.

-¿Cuántos años tienes, Nehy? - Le dice Jordan.

-Catorce. Por favor, no me hagáis daño.

Nos miramos entre los tres sin saber que hacer o que decir. Estaba claro que no íbamos a matarlo para asegurarnos su silencio, pero tampoco podíamos dejarlo solo.

-¿Tienes familia? - Le preguntó Mary.

-Sí, vivo cinco casas más allá. Por favor, si dejáis que me valla juro no hablarle a nadie de ella. - Me dice señalandome. - Diré que no se quien ha matado a Drev, que vine a ayudarle y le encontré así. Lo juro.

Jordan mira Greesh, y al acerlo ella se acerca a Nehy y lo olisquea. Cuando se retira Jordan se acerca a él muy serio.

-Como una sola persona sepa que ella está aquí volveremos y sufrirás las consecuencias.

Nehy palideció y tragó saliva aparatosamente.

-Largate, pero no avises a nadie de que Drev ha muero hasta que nosotros ya no estemos en la posada.

No se lo pensó dos veces y salió corriendo por la puerta de madera.

-Tenemos que darnos prisa y recoger todo para irnos ya.

Jordan hecha a correr hacia las escaleras y nosotras le seguimos.

En un par de minutos lo hemos recogido todo y bajamos las escaleras todo lo rápido que podemos.

-No olvidéis las mantas. Ir saliendo del pueblo con Greesh y yo iré a comprar las capas.

Jordan sale un poco sabes que nosotras y se dirige a paso rápido a la tienda donde tiene pensado comprar las capas. Nosotras tres atravesamos el pueblo con más calma para no levantar sospechas. Aunque igualmente, cuando se descubra el cuerpo, creerán que fuimos nosotros.

-¡Allí! ¡Fueron ellos! ¡Ellos mataron a Drev! ¡Son humanos! - Grita alguien desesperadamente.

-Nehy... Sucio mentiroso. - Susurra Mary con una nota de odio.

Al principio nadie parece reaccionar al ultimátum de Nehy, todo el mundo está en estado de shock.

-¡Atraparlos, intentan huir! - Grita una mujer.

Y automáticamente las tres echamos a correr.

-¿Dónde está Jordan? - Le pregunto a Greesh.

Ella deja escapar un gruñido gutural que no sé interpretar. Pero no parece muy preocupada, así que debe estar bien.

Un par de metros más alante se habre la puerta de una tienda de la que sale Jordan.

Cuando llegamos a su lado se une a nuestra carrera.

-¿Qué ha pasado?

-Nehy nos ha mentido. - Le respondo yo. - Nos ha delatado antes de que nos fuéramos del pueblo.

-Maldito niñato. - Dice para si mismo.

Cada vez oigo más alboroto a nuestras espaldas y me giro para ver que está pasando exactamente.

Un par de hombres nos persiguen, pero les llevamos mucha distancia.

-¿Dónde nos podemos esconder? - Pregunta Mary.

Jordan no responde inmediatamente, se queda pensado un rato la respuesta.

-El bosque de Honser lo hemos dejado muy atrás, y tampoco sería buena idea retroceder hasta allí. Y por aquí cerca no hay ningún bosque, solo campo abierto y algún puñado de árboles juntos.

-Sigamos corriendo, ya pensaremos algo. - Les digo a los dos.

Cuando salimos del pueblo dejamos de oír el alboroto y los pasos de los hombres. Parece que nos han dejado de seguir.

«Que poco han insistido...» Me digo extrañada mientras me giro para comprobar que no nos siguen.

-Descansemos un rato. - Pide Jordan mientras se sienta sobre una piedra que hay al borde del camino.

-Buena idea. Te limpiaré esa sangre que tienes en la cara. - Le digo intentado no perecer muy fatigada por la carrera.

Saco de mi mochila una camiseta y un poco de agua para humedecerla, me siento al lado de Jordan y empiezo a limpiarle las heridas.

-Solo tienes un corte muy superficial en la frente, ¿toda esta sangre es tuya?

-No. - Dice, aunque cuando se disponía a continuar narrando le hago ver que no me apetece saber detalles.

Continuo limpiado la sangre de su cara en silencio.

-¿Por qué intentaban herirte? - Le pregunto preocupada mirandole a los ojos.

Noto que le cuesta mirarme a los ojos, tal vez se sienta culpable por lo que me hizo el animal. Aparto la mirada y vuelvo a centrarme en la sangre.

«Ahora no volverá a mirarme a los ojos, al menos no por mucho tiempo.»

Mary oye mi pregunta y se hacerca para oír la explicación.

-Drev, el posadero, sabía que no sois elfos. Es la única idea que podría tener sentido.

-Pero, si lo sabía, ¿por qué pareció sorprendido cuando me vio?

-Puede que fingiera estarlo, o realmente sí lo estuviera.

-Pero si realmente estuviera sorprendido no tiene ningún sentido que te atacara. - Interviene Mary.

-Espera. - Dice mientras se levanta un poco la camiseta y saca del borde del pantalón la daga con la que el posadero le amenazaba. - Fijaros en las inscripciones de la hoja. Significa: Hermandad de las razas.

-¿Qué hermandad es esa? - Pregunto.

-Una ilegal que propaga que los humanos son indignos de vivir y exigen crear un gran ejército para cruzar las puertas y masacraros. Pero supuestamente fue disuelta por El gran consejo.

-Entonces Drev pertenecía a esa hermandad. - Digo horrorizada.

-Lo dudo, esta daga no era suya.

-¿Cómo estás tan seguro? ¿Y cuándo la cogiste? - Le pregunto.

-Cuando me atacaba no la empuñaba con firmeza, y más de una vez estuvo a punto de que se le cayera. La cogí cuando se desplomó en el suelo.

-Pero si no pertenecía a esa hermandad, ¿por qué la tenía? - Interviene Mary.

Los tres nos quedamos en silencio meditado una posible respuesta.

-Tal vez la encontró por ahí. - Dice Mary.

-No, habría leído la inscripción y no la habría empuñado a no ser que compartiera los ideales de la hermandad. A parte, estas cosas no se encuentran así como así.

-Puede que alguien se la ofreciera. - Intervengo yo. - Es decir, alguien vino anoche a hablar con él y le propondría una oferta muy a su favor a cambio de matarnos con esta daga. - Digo cogiéndola, pero me da una descarga que hace que la suelte de inmediato con un grito de sorpresa.

Me miro la mano y la tengo roja y dolorida, con una pequeña estrella ensangrentada en el centro de la palma.

-¿Qué haces? - Me dice Mary agachandose a recoger la daga.

-¡No la toques! - Le advierte Jordan. - Te ha marcado. - Añade dirigiéndose a mi.

Mary y yo le miramos sin comprender de que habla. Y Greesh, que asistía a los acontecimientos tumbada un tanto al margen, se levanta y se aproxima a nosotros con gesto severo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top