Capítulo 12
Jordan empezó a andar hacia donde los árboles se espesaban, aunque cada vez se iban haciendo más delgados y finos, y sus hojas iban cambiando de colores y formas, ahora tenían tonos marrones y amarillos. Parecía un paisaje otoñal.
Recorrimos el camino hasta allí en silencio. Él caminaba delante y yo detrás. De repente se paró en seco en la orilla de un lago con el agua de color azul blanquecina.
-¿Cuándo tenéis que iros?
-¿Qué? - no me esperaba esa pregunta, nisiquiera me esperaba que dijera nada.
-¿Cuándo vais a ir a buscar la pluma? - lo había olvidado por completo. Había olvidado para que habíamos vendido.
-No lo sé, pero no creo que tardemos mucho en irnos.
-¿Crees que Leky se enfadará si te secuestro un par de minutos?.
-Jajaja, no. O eso espero, ¿quién sabe como va a reaccionar? - para no ser humano conoce bastante bien algunas de nuestras bromas.
Seguimos paseando por la orilla del lago, pero esta vez no estamos en silencio y yo voy a su lado.
-¿Qué pensarías si te dijera que os quiero acompañar?
¿Acaba de decir que nos acompañará?
***
Su rostro se ilumina según voy formulando la pregunta. Por estos pequeños detalles me doy cuenta de que es verdad que ella siente algo por mi, me da seguridad y en mi cabeza dejan de revolotear preocupaciones respecto a sus sentimientos hacia mi.
Está claro que a ella no le molesta que les acompañe, pero ¿qué dirán Mary y Leky? Sobretodo Leky, creo que no le caigo muy bien, y ahora aún menos por estar retrasándoles.
***
Al principio él está feliz, pero por un par de segundos su rostro se ensombrece. No han sido más que un par de segundos, pero me ha dado tiempo a darme cuenta que algo le preocupa.
-¿Qué te preocupa?
Al principio se sorprende, pero me lo acaba confesando.
-No estoy muy seguro de que sea bienvenido en el grupo.
-¿Porqué dices eso? A Mary le caes bien y...
-¿Y Leky qué? - Me interrumpe él.
-¿Eso es lo que te preocupa? Leky no va a negarse, y de alguna manera te lo debe por habernos dicho donde está la pluma.
***
-No, de ninguna manera él nos va a acompañar. - Se negaba rotundamente Leky.
-¿Qué más te da? No vas a notar su presencia, a demás, nos podría ayudar también a practicar con las espadas y las demás armas. - Le recrimina Mary.
-Y también sabe cazar, asique no va a ser ninguna cargar. - Añadí yo.
Nos miró un par de segundos a las dos con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho.
-Está bien... Pero solo porque hay varias ventajas, no ha sido por otra cosa. ¡Y no quiero nada de cariñitos ni ñoñerias!
No se como será exactamente mi expresión en estos momentos, pero seguro que es de horror y vergüenza, y me noto un poco sonrojada. ¡Mierda Leky!, ¡¿qué has hecho?!, a saber que piensa él en estos momentos. Prefiero no mirar por si nota que mis mejillas están coloradas y él sospecha algo.
-¿Cariñitos? - intenté arreglar la situación, aunque no veo muy bien como lo iba a solucionar sacando el tema. - ¿Porque íbamos a darnos cariñitos?
Leky nos miró frunciendo las cejas y los labios en gesto pensativo y calculador.
-Os voy a estar vigilando a los dos... - nos dijo a Jordan y a mi.
-¡Leky!...
Después de recoger el resto de las armas que habíamos dejado, ya que las espadas pesaban un poco y los cuchillos eran incómodos, salimos los cinco del poblado de los elfos en dirección hacia donde habían escondido la pluma siguiendo un mapa que nos habían facilitado. Greesh también se venía y eso hizo que Leky, en otra de sus peculiares y ya normales enfados, gritara y amenazara a Greesh diciéndole que no le quitaría el ojo de encima, puesto que él estaba convencido de que se comería toda la comida y que sólo para ella habría que cazar un animal para alimentarse.
***
Los primeros kilómetros fueron amenos y alegres, aunque al llegar a la hora y poco más de caminata sin parar Mary y yo estábamos agotadas; aunque parecíamos ser las únicas. Leky y Jordan parecían ir compitiendo en el jugo de "a ver quien aguanta más sin cansarse", aunque las temperaturas no animaran a jugar. Los dos iban a la par abriendo la marcha con un paso ligero y con el cuerpo lleno de pequeñas perlas de sudor. Greesh caminaba entre nosotras.
-¿Cómo es posible que haga tanto calor? Antes se estaba genial, y nisiqueiria el sol está en su posición más alta. - me quejé yo.
-¡Eh chicos! ¿Qué tal si hacemos un descanso? Estamos agotadas - intenta proponer Mary.
-Si nos quedamos aquí nos deshidrataremos, estamos llegando al bosque de Honser - informó Leky con semblante serio.
-¿Y que problema hay con ese bosque?
-En el bosque de Honser las temperaturas y la humedad son muy altas siempre. Si descansamos aquí puede que no volvamos a levantarnos - añadió Jordan.
-Si encontramos alguna zona con agua potable pararemos a refrescarnos y descansar.
Pasó un buen rato hasta que encontramos un pequeño estanque de agua transparente y con pequeños peces de colores muy vivos y llamativos que cambiaban de color y se mimetizaban con el fondo si se asustaban. El ambiente era muy denso, supuse que ya debíamos estar dentro del bosque, me costaba respirar a causa de la humedad.
Bebimos agua, que sorprendentemente estaba fría y el ambiente no le afectaba, y todos, hasta Greesh, entramos en el agua sin quitarnos la ropa y nadamos un buen rato, hasta que nuestra temperatura corporal empezó a ser fría. Así podríamos recorrer más distancia sin cansarnos tanto.
-¿Y si nos quedamos y pasamos la noche aquí? - propuso Mary.
-Es tentador, pero a la noche es cuando salen a cazar la mayoría de los animales más peligrosos, y seguramente acudan a este estanque para refrescarse y cazar algún que otro animal que esté por los alrededores. - contesto Leky.
-¿Y si subimos a un árbol y dormimos ahí?
-Greesh no puede subir. - le respondí a Mary.
-Entonces sigamos, ¿pero donde vamos a dormir?
-Es peligroso dormir en este bosque, nunca sabes lo que te puedes encontrar. Aunque tan cerca del agua nuestro olor se disimularía y es posible que no atraigamos a ninguna visita indeseada. - intervino Jordan.
A mi tampoco me hacía mucha ilusión abandonar tan pronto el estanque.
-Podríamos montar guardia. - añadí yo.
Leky parecía ser el único que no estaba cómodo en el estanque, puesto que era el único que quería continuar aunque ya se estuviera poniendo el sol.
-Vale, nos quedamos aquí, aunque sigue sin parecerme una buena idea. Yo haré el primer turno.
Cenamos un par de peces que pescamos y nos fuimos todos a dormir, menos Leky que se había ofrecido para hacer el primer turno, el segundo lo haría Mary, el tercero yo y el cuarto Jordan.
***
Alguien me zarandea suavemente mientras susurra mi nombre. Abro un poco los ojos y por la luz de las estrellas alcanzo a distinguir la figura de mi prima. Se levanta un poco mientras me hace saber que su turno a acabado y que ahora me toca hacer guardia a mi.
Me levanto, cojo mi arco con el carcaj, por si acaso tenemos una visita indeseada, y me acerco a una roca que hay pegada a la base de un árbol que esta cerca de la orilla del estanque, y para no dormirme empiezo a cavilar sobre cómo se mantiene tan limpio y fresco mientras le doy vueltas en mis manos a una flecha. Tras un par de minutos dándole vueltas llego a la conclusión de que el estanque debe de ser el afluente de algún río subterráneo o algo por el estilo, y por eso el agua se mantiene fresca y limpia, la corriente la va renovando.
-Hola.
Me levanto sobresaltada a la vez que coloco la flecha con la que estaba jugando en el arco y apunto en la misma dirección de la que proviene la voz. Descubro aliviada con la ayuda de la poca luz que hay que sólo es Jordan.
-Menudo susto me has dado. ¿Qué haces despierto a estas horas? Aún no ha empezado tu turno.
-Solo quería proponerte que yo hiciera tu turno, se que estás muy cansada por la caminata.
-Gracias Jordan, eres muy tierno, pero eso no sería justo para los demás.
-Entonces déjame que me quede un rato contigo. - me sonríe mientras se sienta en la piedra en la que antes estaba sentada yo.
Hay espacio de sobra para los dos. Incluso cabría si se quisiera tumbar.
Nos quedamos en silencio observando el agua tranquila del estanque y el reflejo plateado de la luna en el agua. Pequeñas ondas provocadas de vez en cuando por los pequeños habitantes submarinos deforman la perfecta redondez del brillante reflejo de la luna. Es una vista imnótica por su increíble preciosidad.
Miro a Jordan y le descubro mirándome fijamente a los ojos. De vez en cuando recorre mi cara con su mirada, pero sólo se detiene en mis ojos, y de vez en cuando duda un poco en la zona de mis labios.
No puedo evitar ponerme colorada y lo intento disimular volviendo a mirar hacia el lago.
***
El reflejo de la luna sobre ella es atrayente y precioso. Estaba tan guapa... No podía dejar de mirarla mientras ella observaba la laguna. La luna hacía brillar sus ojos con pequeños destellos y su color de ojos se veía más claro de lo que en realidad era.
Parece que se da cuenta de que la estoy observando y me mira con curiosidad a los ojos. No es la primera vez que yo la observo y ella se da cuenta de ello.
No pienso ser el primero en apartar la vista. Recorro todas y cada una de las finas facciones de su cara y admiro sus ojos que no se pierden detalle tampoco de los míos y se hunden hasta llegar a mi alma. Más de una vez me fijo en sus labios y me imagino como debe ser besarlos.
He perdido la cuenta de cuantas veces he soñado despierto con ella y sus suaves, dulces y carnosos labios. Y también de todas esas veces en la que me he imaginado como debe de sentirse uno con sólo poder rozarlos, de lo que se debe de sentir al poder tenerla entre mis brazos.
En estos momentos mataría por un beso suave y dulce de esos labios que cada vez ansío más. Pero no quiero que sea así, ni ahora.
Esperaré.
Esperaré a que ella me haga saber sus sentimientos para poder besarla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top