Capítulo 4
Taehyung se encontraba en su habitación, sumido en sus pensamientos mientras hojeaba distraídamente un libro. Las páginas pasaban sin que realmente las leyera, ya que su mente divagaba en un torbellino de emociones. De repente, el vibrar de su teléfono en la mesita de noche interrumpió el silencio. Al mirar la pantalla, su corazón dio un vuelco: era un mensaje de Jungkook. "Hey, Taehyung. ¿Te gustaría ir al cine esta tarde?"
Una oleada de emoción lo invadió. Su corazón se aceleró al leer esas palabras, y una sonrisa se dibujó en su rostro. La idea de pasar más tiempo con Jungkook era demasiado tentadora para resistirse.
Con un suspiro que mezclaba nervios y entusiasmo, tomó su teléfono y comenzó a escribir. "¡Hola! Claro, me encantaría. ¿Qué película tienes en mente?" Sus dedos temblaban levemente mientras enviaba el mensaje, la anticipación burbujeando en su interior.
No pasó mucho tiempo antes de que Jungkook respondiera. "He oído que la nueva película de acción es genial. ¿Te parece bien?" La mención de una película de acción provocó un escalofrío de nervios en Taehyung, pero también una chispa de emoción. La idea de compartir risas y adrenalina con Jungkook lo llenaba de alegría.
"Suena perfecto. ¿A qué hora nos encontramos?" escribió, sintiendo cómo su estómago se llenaba de mariposas.
"¿Te parece bien a las 4? Puedo pasar a buscarte a esa hora." La simplicidad de la propuesta lo hizo sentir aún más ansioso.
Taehyung sintió una burbuja de felicidad formarse en su pecho al pensar en la inminente salida. La idea de salir tan pronto con Jungkook lo llenaba de una alegría indescriptible. "Sí, está bien," respondió rápidamente, casi sin pensar.
Después de enviar el mensaje, se recostó en su cama, incapaz de dejar de sonreír. La emoción vibraba en su interior, como si estuviera flotando. Sin darse cuenta, su mente comenzó a divagar sobre cómo sería esa tarde. Imaginó las risas compartidas, el crujir de las palomitas mientras las comían juntos, y la forma en que sus manos podrían rozarse accidentalmente en la oscuridad del cine, creando una conexión que iba más allá de lo físico.
Con un suspiro emocionado, Taehyung se levantó de la cama y comenzó a prepararse para su cita. Abrió su armario, buscando entre las prendas, cada una de ellas representando una pequeña parte de sí mismo. Quiero lucir bien, no solo para mí, sino también para Jungkook. La idea de impresionarlo lo mantenía en un estado de alerta y anticipación.
Finalmente, optó por una camiseta blanca ajustada que realzaba su figura, acentuando sus hombros y cintura. Para darle un toque más casual y desenfadado, se puso una chaqueta ligera que caía perfectamente sobre su cuerpo. Espero que le guste lo que elija, pensó, una chispa de inseguridad surgiendo en su interior. ¿Se dará cuenta de cuánto esfuerzo pongo en esto?
Mientras se vestía, Taehyung se miró en el espejo, asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Con un gesto nervioso, se preguntó: ¿Realmente debería preocuparme tanto por esto? Un ligero cosquilleo en el estómago lo traicionó, un recordatorio de la importancia de la tarde que se avecinaba. Se peinó el cabello ondulado, dejándolo caer de manera despreocupada pero atractiva, como si cada rizo tuviera su propia personalidad.
La imagen que tenía frente a él lo llenaba de confianza, pero también de un nerviosismo palpable. Se dio un pequeño toque en las mejillas para agregar un poco de color, y al final, una sonrisa se dibujó en su rostro. Con cada detalle cuidado, Taehyung sentía que estaba un paso más cerca de algo especial.
Finalmente, al ver que el tiempo se acercaba, Taehyung se sentó en su cama, mirando ansiosamente su teléfono. La ansiedad le daba vueltas en el estómago. "¿Qué tal si me envía un mensaje en cualquier momento?", pensó, permitiendo que su mente divagara sobre cómo sería la tarde. La idea de ver a Jungkook en persona, de compartir risas y momentos, lo llenaba de una mezcla de emoción y nervios.
Justo cuando estaba a punto de perderse en sus pensamientos nuevamente, el timbre de su teléfono lo sacó de su ensueño. Con el corazón latiendo aceleradamente, miró la pantalla y vio que era Jungkook.
"Estoy llegando. ¿Listo?"
Un torrente de emoción recorrió a Taehyung. La adrenalina subió por su cuerpo, y una mezcla de alegría y nerviosismo lo invadió. Su mente se disparó: "¿Ya está aquí? ¿Cómo se verá? ¿Qué dirá?" Sin pensarlo mucho, respondió: "¡Sí, estoy listo! Nos vemos pronto."
Con un suspiro que intentó contener la emoción, se levantó de la cama y dio una última mirada al espejo, asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Se acomodó la chaqueta, verificando que le quedara bien, y se pasó la mano por el cabello, intentando mantener un aspecto despreocupado. "¿Me veré bien?", se preguntó, sintiendo un ligero cosquilleo en el estómago mientras se dirigía a la puerta.
Al abrirla, sus ojos se encontraron con la figura de Jungkook, que lo esperaba en la entrada, iluminado por la luz dorada del atardecer. La sonrisa amplia de Jungkook y la chispa en sus ojos hicieron que Taehyung sintiera que su corazón se detenía por un momento.
—¡Hola, Taehyung! —saludó Jungkook, su voz resonando con una calidez que hizo que Taehyung sonriera aún más.
—¡Hola! —respondió Taehyung, sintiendo que las mariposas en su estómago se agolpaban con más fuerza. En ese instante, supo que este sería un día especial.
Jungkook lo miró de arriba a abajo, sus ojos brillando con admiración.
—Wow, te ves increíble. Esa chaqueta te queda genial —dijo Jungkook, su voz cargada de sinceridad—. ¿Siempre te ves así de bien?
El corazón de Taehyung dio un vuelco. No estaba acostumbrado a recibir elogios tan directos, y la calidez de las palabras de Jungkook hizo que se sonrojara.
—Gracias, tú también te ves muy bien —respondió, tratando de mantener la compostura, aunque la emoción brotaba en su pecho. Jungkook llevaba una camiseta ajustada que resaltaba su figura atlética, y su sonrisa desarmante lo hacía aún más atractivo.
La química entre ellos era innegable, y a medida que Jungkook se acercaba un poco más, Taehyung sintió que el aire a su alrededor se volvía más denso y cargado de tensión. Era como si el tiempo se detuviera por un instante, y en ese breve momento, el mundo exterior se desvaneció.
—¿Listo para nuestra cita? —preguntó Jungkook, su tono juguetón ayudando a romper el hielo que se había formado entre ellos.
—Sí, estoy listo —respondió Taehyung, sintiendo que la tensión en el aire se transformaba en algo eléctrico y emocionante.
Jungkook extendió su mano, ofreciéndole un gesto amistoso que hizo que Taehyung se sintiera aún más emocionado. Mientras caminaban juntos, Taehyung no podía evitar pensar en lo bien que se sentía estar al lado de Jungkook, disfrutando de cada instante que compartían.
La tarde estaba despejada y el sol se estaba ocultando en el horizonte, lanzando tonos dorados y anaranjados que iluminaban el camino hacia el cine. Taehyung y Jungkook conversaban animadamente mientras caminaban, disfrutando de la compañía del otro. Taehyung notaba cómo cada rayo de luz parecía resaltar la sonrisa de Jungkook, haciéndolo parecer aún más encantador.
Al llegar al cine, Jungkook tomó la delantera, sosteniendo la puerta para que Taehyung pudiera entrar primero.
—Caballeroso, ¿eh? —bromeó Taehyung, sintiéndose un poco más relajado gracias a la atmósfera desenfadada.
—Solo trato de impresionar a mi cita —respondió Jungkook, guiñándole un ojo antes de avanzar hacia la taquilla.
Una vez que compraron las entradas y unas grandes bolsas de palomitas, se dirigieron a la sala. La emoción era palpable mientras buscaban sus asientos. Al encontrarlos, se sentaron uno al lado del otro, con la pantalla iluminando sus rostros.
Tan pronto como la película comenzó, Jungkook se inclinó un poco hacia Taehyung, su brazo rozando el de él. Taehyung sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al contacto, y su corazón empezó a latir con más fuerza. La película era una emocionante aventura de acción, pero Taehyung se dio cuenta de que gran parte de su atención estaba centrada en Jungkook.
A medida que la trama se intensificaba, Jungkook se permitió reír en voz alta con cada momento cómico, y Taehyung se unió a su risa, disfrutando de la naturalidad entre ellos. De repente, una escena de acción llevó a un momento tenso, y Jungkook se giró hacia Taehyung, con una mirada juguetona.
—Si te asustas, puedes agarrar mi mano —le susurró, una sonrisa traviesa en sus labios.
Taehyung, sintiéndose valiente, no dudó en tomar la mano de Jungkook, entrelazando sus dedos. La calidez de su contacto hizo que ambos se sonrojaran un poco, pero se sintieron cómodos en esa conexión.
Con cada momento que pasaba, Taehyung se daba cuenta de que la película se volvía secundaria a la sensación de estar al lado de Jungkook. Mientras los héroes luchaban en la pantalla, él se centraba en cómo Jungkook se reía, cómo sus ojos brillaban con emoción y cómo la simple cercanía de sus cuerpos era suficiente para hacer que su corazón se acelerara.
Finalmente, cuando la película llegó a su clímax y terminó con una explosión emocionante, ambos soltaron un suspiro, aliviados y riendo.
—Eso estuvo increíble —dijo Taehyung, sintiendo una oleada de felicidad.
—Sí, pero lo mejor fue estar contigo —respondió Jungkook, dándole un ligero apretón a la mano. El simple gesto hizo que Taehyung sonriera de oreja a oreja, sintiendo que el mundo a su alrededor desaparecía.
Al salir del cine, el aire fresco de la noche los envolvió, y Jungkook se detuvo un momento, mirándolo fijamente.
—¿Qué tal si vamos a dar un paseo? —sugirió, su voz suave y llena de intención.
—Me encantaría —respondió Taehyung, sintiendo que esa tarde se volvía aún más especial.
Mientras caminaban juntos bajo las estrellas, la luz de la luna iluminaba sus rostros y la conversación fluía con facilidad. Taehyung no podía evitar pensar que esta cita era solo el comienzo de algo extraordinario entre ellos. Cada risa compartida, cada mirada significativa, sentía que los unía un poco más.
De repente, Jungkook tuvo una idea repentina.
—¿Qué tal si vamos al parque? Me encantaría jugar un poco y recordar los buenos tiempos de la infancia —sugirió con una sonrisa traviesa.
—¿De verdad? —preguntó Taehyung, sorprendido y emocionado a la vez—. ¡Eso suena genial!
Ambos se encaminaron hacia el parque, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Al llegar, Jungkook corrió hacia el área de los columpios, sus pasos llenos de energía y entusiasmo.
—¡Ven, columpiémonos! —exclamó, mientras se sentaba en uno de los columpios, sus pies apenas rozando el suelo.
Taehyung lo miró con una mezcla de diversión y ternura, y se unió a él en el columpio al lado. Comenzaron a balancearse, sus risas resonando en el aire nocturno, y el mundo exterior se desvaneció mientras se sumergían en la alegría de la infancia.
—¡Apuesto a que no puedes columpiarte tan alto como yo! —gritó Jungkook, desafiándolo con una sonrisa desafiante.
Taehyung se rió, sintiendo una mezcla de emoción y competitividad. —¡Desafío aceptado!
Ambos se subieron a los columpios, empujándose hacia adelante y hacia atrás, tratando de llegar lo más alto posible. Taehyung no podía evitar reírse mientras se columpiaba. La libertad y la alegría del momento lo envolvían, pero también lo llenaba el entusiasmo de Jungkook a su lado.
Después de un rato, Jungkook decidió mostrar su lado más audaz. Se columpió hacia atrás con fuerza, tratando de impresionar a Taehyung. —¡Mira esto!
En ese momento, decidió dar un gran impulso, pero en su intento de mostrar su destreza, perdió el equilibrio y cayó al suelo con un golpe sordo. Taehyung se detuvo de inmediato, riendo al ver la escena, pero su risa se tornó en preocupación.
—¡Jungkook! —gritó, levantándose rápidamente para acercarse.
Jungkook se quedó en el suelo, fingiéndose lastimado, mientras Taehyung se arrodillaba a su lado, ansioso.
—¿Estás bien? —preguntó, su voz llena de preocupación mientras examinaba a Jungkook.
Jungkook, con una expresión de dramatismo en su rostro, finalmente sonrió.
—Solo un poco herido en el orgullo —bromeó, haciendo que Taehyung soltase una risa nerviosa.
En ese instante de conexión, mientras Taehyung lo miraba con una mezcla de risa y alivio, Jungkook sintió que el momento era perfecto. Se acercó un poco más, y con la luna como testigo, decidió que era el momento de actuar.
Jungkook tomó la barbilla de Taehyung con una mano, inclinándose hacia él. Sus corazones latían al unísono, llenando el aire con una tensión palpable. En un susurro suave, le preguntó:
—¿Puedo?
Taehyung, sorprendido pero encantado, asintió levemente, incapaz de encontrar palabras. Fue un instante perfecto: sus labios se encontraron en un roce delicado que se sintió mágico. Taehyung rápidamente respondió al beso, su corazón latiendo con fuerza. La calidez de los labios de Jungkook, la conexión instantánea, hicieron que todo lo demás se desvaneciera; solo existían ellos dos bajo el brillo de las estrellas.
Cuando finalmente se separaron, ambos respiraban con dificultad, sonriendo como si el mundo a su alrededor hubiera desaparecido. Los ojos de Taehyung brillaban con sorpresa y felicidad, un destello que Jungkook nunca había visto antes.
Jungkook, en un gesto impulsivo y lleno de ternura, tomó la mano de Taehyung y la apretó suavemente.
—Vamos, se hace tarde. Te llevo a casa —dijo Jungkook, su voz cargada de un nuevo matiz, una mezcla de emoción y protección.
Mientras caminaban juntos hacia la salida del parque, la mano de Jungkook entrelazada con la de Taehyung se sentía como un ancla en medio de la brisa nocturna. La calidez de su toque disipaba cualquier inquietud, llenando a Taehyung de una sensación de seguridad y felicidad.
—¿Te divertiste? —preguntó Jungkook, robando una mirada a Taehyung mientras caminaban.
—Más de lo que podría haber imaginado —respondió Taehyung, su sonrisa ampliándose a medida que recordaba cada momento de la tarde.
Cuando finalmente llegaron a la casa de Taehyung, el corazón de Jungkook latía con fuerza. La noche había sido mágica y cada segundo a su lado había reforzado sus sentimientos. Mientras se detuvieron frente a la puerta, la tensión en el aire se volvió palpable.
Jungkook, sintiendo que era el momento adecuado, dio un paso adelante. Miró profundamente a los ojos de Taehyung, sintiendo que el mundo a su alrededor se desvanecía una vez más.
—Taehyung... hay algo que necesito decirte —comenzó, su voz baja y llena de sinceridad. Su corazón se aceleró al hablar—. Me gustas. De verdad. Desde el primer momento que te vi, supe que había algo especial entre nosotros.
Los ojos de Taehyung se agrandaron de sorpresa, su corazón se llenó de una mezcla de alegría y nerviosismo. Un cálido rubor se apoderó de sus mejillas mientras sonreía, sin poder contener la emoción.
—Yo también siento lo mismo —respondió Taehyung, su voz apenas un susurro, como si temiera romper la magia del momento.
Jungkook, sintiendo un impulso irresistible, se acercó más, preparándose para besarlo de nuevo. El aire entre ellos estaba cargado de anticipación, y Taehyung pudo sentir la calidez del aliento de Jungkook en sus labios. Justo cuando estaban a punto de unirse en otro beso que prometía ser aún más intenso que el anterior, la puerta se abrió repentinamente.
—¡Hola, chicos! —exclamó el padre de Taehyung, apareciendo en la entrada con una sonrisa amplia y una expresión divertida en su rostro—. ¿Están aquí para la fiesta de pijamas?
La interrupción fue tan inesperada que tanto Taehyung como Jungkook se apartaron rápidamente, sus rostros sonrojados. Taehyung sintió cómo su corazón se hundía de vergüenza, mientras Jungkook contenía la risa, claramente tratando de no estallar en carcajadas.
—Papá, esto no es lo que parece —balbuceó Taehyung, tratando de recuperar la compostura.
—Claro, claro, solo estaba bromeando —respondió el padre, riendo—. Pero antes de que se vayan, permítanme presentarme. Soy el padre de Taehyung. Y tú debes ser... Jungkook, ¿verdad?
Jungkook, sintiéndose un poco nervioso, decidió aprovechar el momento. Se acercó, extendiendo su mano en un gesto amistoso.
—Sí, señor. Soy Jeon Jungkook. Es un placer conocerle —dijo, su voz llena de respeto y sinceridad.
El padre de Taehyung estrechó la mano de Jungkook con una sonrisa aprobadora.
—Un placer conocerte también, Jungkook. Solo quiero asegurarme de que mi hijo no se esté metiendo en problemas.
—No se preocupe, señor. Solo estábamos disfrutando de una película —respondió Jungkook, sonriendo con picardía, y Taehyung no pudo evitar reírse ante la espontaneidad de Jungkook.
—Está bien, chicos. Solo no se queden afuera toda la noche —dijo el padre, guiñando un ojo mientras cerraba la puerta, dejándolos a solas nuevamente.
Taehyung miró a Jungkook, y ambos estallaron en risas nerviosas, el momento incómodo solo fortaleciendo su conexión.
—Bueno, eso fue... inesperado —dijo Taehyung, tratando de calmarse, su risa todavía resonando en el aire.
—Definitivamente. Pero no te preocupes, tengo la intención de volver a besarte —respondió Jungkook, su tono juguetón haciendo que el corazón de Taehyung latiera más rápido.
El brillo en los ojos de Jungkook y la confianza en su voz hicieron que el rubor en las mejillas de Taehyung se intensificara.
—¿En serio? —preguntó, sintiéndose un poco atrevido pero también ansioso.
Jungkook dio un paso más cerca, su mirada fija en Taehyung con una intensidad que lo hacía sentir como si estuvieran completamente solos en el mundo, a pesar de que la noche aún era joven.
—Por supuesto —dijo Jungkook, inclinándose un poco más cerca—. Solo tengo que asegurarme de que no haya interrupciones la próxima vez.
Taehyung sintió que la distancia entre ellos se evaporaba, su corazón latiendo con fuerza mientras Jungkook se acercaba. Con un leve asentimiento, respondió:
—Entonces, ¿qué estamos esperando?
Con una sonrisa traviesa, Jungkook tomó la mano de Taehyung, guiándolo hacia el jardín, donde la luz de la luna iluminaba el espacio con un brillo suave y romántico. Se detuvieron bajo un árbol frondoso, sus corazones latiendo al unísono en el aire fresco de la noche.
—Aquí parece más seguro —bromeó Jungkook, mientras miraba a Taehyung con una mezcla de admiración y ternura.
—Sí, aquí está perfecto —respondió Taehyung, sintiendo cómo la emoción lo envolvía nuevamente.
En ese instante, Jungkook se inclinó hacia adelante, acercando su rostro al de Taehyung. Sus ojos se encontraron, llenos de una promesa silenciosa y un deseo compartido. La tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo.
Y entonces, en un gesto suave y decidido, Jungkook finalmente unió sus labios con los de Taehyung. El beso fue dulce y tierno, una explosión de emociones que hizo que el mundo a su alrededor desapareciera por completo. Taehyung cerró los ojos, dejándose llevar por la calidez del momento, sintiendo cómo todo lo que había deseado se materializaba en ese instante perfecto.
Cuando finalmente se separaron, ambos sonrieron, sus rostros iluminados por la luz de la luna. La conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca, como si ese beso hubiera sellado un pacto de complicidad y afecto.
—Creo que esto fue un buen final para nuestra noche —dijo Jungkook, con una sonrisa encantadora.
—Definitivamente —respondió Taehyung, sintiendo que su corazón se llenaba de felicidad.
Con sus manos entrelazadas, caminaron de regreso entrada de la casa de Taehyung.
—Por cierto, me gustaría que pudieras acompañarme a la boda de mi prima este fin de semana —sugirió Jungkook, sintiendo que la idea de compartir ese día especial con Taehyung era perfecta.
El omega se detuvo por un momento, sorprendido. —¿De verdad? Me encantaría. ¿Estás seguro de que no te molesta que yo vaya? —preguntó, sintiendo un ligero rubor en sus mejillas. La idea de asistir a un evento tan importante junto a Jungkook lo emocionaba.
—Claro que sí. Me encantaría que estuvieras allí. Además, sería genial que conocieras a mi familia —respondió Jungkook, su sonrisa deslumbrante haciendo que Taehyung se sintiera aún más atraído por él.
Mientras caminaban, Taehyung no podía evitar pensar en lo que significaba ser parte de esa celebración. La imagen de Jungkook en un traje elegante, sonriendo y disfrutando de la compañía, lo llenaba de ilusión. Se imaginó a sí mismo a su lado, riendo, compartiendo momentos y quizás incluso bailando bajo las luces de la fiesta.
—Me parece una gran idea. Estoy emocionado —dijo Taehyung, tratando de ocultar lo emocionado que estaba. Jungkook lo miró, su expresión llena de calidez.
—Yo también. Será divertido. Tal vez podamos hacer que sea una cita más especial —propuso Jungkook, haciendo que los ojos de Taehyung brillaran.
Al llegar a la puerta de la casa, Jungkook se detuvo un momento, girando para mirar a Taehyung. —Solo para que lo sepas, estoy muy contento de que seas parte de esto —dijo, sus ojos reflejando sinceridad.
—Yo también —respondió Taehyung, sintiendo que su corazón latía con fuerza. En ese instante, supo que había tomado la decisión correcta al abrirse a Jungkook y dejar que entrara en su vida.
...
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