Según Paula las cosas debían cambiar desde entonces. Mencionó que habíamos tenido un gran progreso durante los meses y que ya estaba lista para comenzar de cero. Dijo que era muy probable que me pusiera mal otra vez, y que de ser así no debía dudar en volver a ella.

Paula me señaló que debía escribir sobre las personas. Que tenía un talento para expresarme por las palabras y que me sentiría mejor descargando mi emoción en ello que en lo que yo usaba hacer. La verdad yo tan sólo quería largarme de allí, por lo que le prometí que lo haría, así mismo como acudiría a ella en el caso de no sentirme bien.

Esa promesa había dejado tranquilos a mamá y a papá. Y para ser sinceros, a mí tambien.

Pasaron meses de mi última visita a Paula, y sin notarlo terminé haciendo lo que prometí.

Era la única forma de no ponerme mal otra vez.