Cita (parte 3)

Tagiru y Yuu corrieron lo más rápido que pudieron hasta llegar a ese lado del Digiquartz cubierto de una espesa niebla verde.
Como si eso mismo les dijera algo, rápidamente hicieron evolucionar a sus compañeros, dando presencia a Arresterdramon y Tuwarmon.

—¡Tsk! ¿En dónde se han metido?—preguntó Tagiru —. ¡Yuu ¿Puedes ver algo?!

El aludido negó con la cabeza justo antes de percibir un rápido movimiento unos metros al lado.

Hizo que Tuwarmon se moviera velozmente hasta ese punto a na distancia, siendo seguidos de Arresterdramon con Tagiru subido en su espalda.

—¡Creo que hay alguien por allá! —anunció Yuu una vez que Arresterdramon apareció a su lado.

—¡Pues vayamos a ver!

•••

OmegaShoutmon se detuvo un momento para descansar y dejar pensar a Taiki.
Los dos se habían estado moviendo en dirección a nada desde hacía un buen rato y ya no querían perder más tiempo.

—Esta niebla nos impide ver por completo la zona, ese debe ser su plan, pero... Hay algo raro ¿No crees? —le preguntó a OmegaShoutmon.

—¿A qué te refieres?

—A que siempre desaparece la pareja ¿Entiendes? No tiene sentido que me haya dejado aquí. Aún nos falta descubrir algo —dijo mientras ponía una mano en su barbilla para luego escuchar algo a lo lejos.
Se puso en alerta.

OmegaShoutmon hizo lo mismo para después hacer que Taiki subiera en su hombro en el caso tuvieran que salir rápido de ahí.

—¡Taiki-san! —escucharon a lo lejos y pudieron relajarse.

Tagiru y Yuu llegaron al lado del líder del Xros Heart.

—Taiki-san... ¿Akari-san...? —inquirió Yuu de manera seria mientras miraba alrededor.

Edificios y edificios se extendían hasta que la vista dejaba de ser clara, como si fuera una especie de laberinto. Todos tenían un aspecto tenebroso, como se espetaba del Digiquartz.

—Yuu, qué bueno que llegaste. Necesitamos la ayuda de Tuwarmon —dijo Taiki evitando por completo la pregunta.

Yuu suspiró y asintió.

—Entendido. Tuwarmon, por favor —le pidió a su compañero.
Tuwarmon utilizó un movimiento llamado Olas de Viento y todo, o la mayoría, de la neblina se dispersó, dándoles una vista ligeramente más clara que antes.

Los tres chicos se quedaron en silencio esperando a que algo apareciera; sin embargo, nada lo hizo.

El ambiente hacía que Taiki pensara en horribles cosas y que aquel digimon se haya llevado a Akari no le ayudaba en lo absoluto.
Podría estar torturándola. Intentando controlar su corazón, como ya habían visto en otros casos. Incluso podría estar matándola.
Y nada de eso hacía que se sintiera mejor.
Ella era fuerte y valiente. Él lo sabía. Y eso hacía que se preocupase aún más.

Logró distinguir algo en uno de los edificios más alejados. Todos tenían aún mucha neblina en las partes más altas; sin embargo, la azotea de aquel edificio de oficinas parecía estar bastante más limpió.
Observó por un momento hasta que decidió girar para ver a sus amigos, lo cuales asintieron y dieron los primeros pasos.

—Andando —ordenó Tagiru con una sonrisa que intentaba tranquilizarlo, Taiki asintió y los siguió hasta colocarse a la delantera.

•••

—Hm... Parece que ya se acerca —anunció Witchmon subida sobre su escoba.

—¿Cómo lo sabes? —inquirió Akari preocupaba.

La digimon sonrió.

—Porque la esencia de su amor se hace más fuerte —Akari frunció el ceño en señal de su confusión y esperó a que Witchmon le explicara las cosas —. Verás... Akira-chan...

—Akari. Es Akari —corrigió.

—Está bien, Akari-chan. ¿Recuerdas aquel humo morado? —Akari hizo memoria y la imagen del rostro de Witchmon acercándose a una de las parejas apareció —. Esa es la esencia. Yo creé un hechizo que me dejaba verla. En cualquier momento y en cualquier lugar. Cada vez que absorbo de esa esencia, mi poder se hace más fuerte. Y desde ya, puedo sentir como la esencia de tu amigo y la tuya se va incrementando a pesar de la distancia. Eso es el amor y la preocupación que sienten el uno por el otro.

Akari quedó un poco confundida con la explicación, pero no le tomó importancia. Lo único que le parecía importante, era el hecho que Taiki se estaba acercando y eso ya estaba planeado por Witchmon.

—O sea... Quieres llenarte de un poder ajeno al tuyo y así superar a Wizardmon ¿No es así? —intentó distraerla. Quizás para que, si se molestaba, la sacara aunque sea de esa jaula —. No te ofendas, pero, para mí, eso solo significa que te estás degradando más.

Witchmon giró hacia ella, indignada por lo que le acaba de decir.

—¿Qué has dicho? —la retó y se acercó a su jaula.

Akari tomó aire y dejó salir todo lo que había pensado.

—Que no tiene sentido que hagas esto, porque no es tu propio poder. Tener fuerza de un poder robado... ¿No da eso vergüenza? —la provocó —. La fuerza que uno gana, la experiencia que uno acumula, la práctica que te perfecciona. Todo eso es lo que uno debe llamar verdadero poder.

Witchmon no dijo nada, en su lugar abrió las puertas de la jaula y la levantó con sus propias manos.

—¿Tú... Acaso sabes lo que se siente no poder sobrepasar a alguien sin importar cuánto te esfuerces? ¿O que siempre llegue alguien mejor y te gane? —acercó su rostro al suyo —. ¿De qué me sirve mi  fuerza si no es lo suficientemente fuerte?

Akari suspiró.

—Si no puedes superarlo, sigue intentándolo. Si siempre llega alguien más fuerte que tú, entonces incrementa tu fuerza al doble. Si tu fuerza no es lo que necesitas, entonces adquiere más. Pero siempre y cuando sea tuya. No robada —Akari giró como pudo la cabeza y miró al montículo de personas casi muertas —. ¿No crees que Wizardmon se hizo fuerte por sí sólo y sin necesidad de algo como aquello?

Witchmon hizo crujir sus dientes y, con fuerza, tiró a Akari sobre las demás personas.

—Entonces me pregunto qué tan fuerte seré con aquel poder robado, como tú le dices —volvió a acercarse a Akari y la tomó por el cuello de su blusa para después aspirar aquel humo morado que Akari pudo distinguir por segunda vez en el día.

—¡NO!

Akari empujó con todas sus fuerzas a Witchmon y corrió con dirección a la puerta por la que habían ingresado antes.
Pero su sorpresa, esta no estaba cerrada, por lo que corrió hacia la azotea intentando evitar a Witchmon, para darse cuenta que se había encerrado ella sola.

—No hay salida, niña —le dijo Witchmon apareciendo mágicamente en la puerta.

Akari retrocedió hasta dar con el bajo muro que impedía que ella cayera.

Entonces, logró distinguir algo bueno dentro de todo eso.

—Te equivocas —contestó.

Y, ante la sorpresa de Witchmon, Akari saltó.

La digimon voló con toda rapidez para no dejar que su presa se escape, pero lo que ella no sabía, era que había caído en una trampa.

—¡Ahora, OmegaShoutmon! —gritó una voz conocida.

—¡Sí! —una figura dorada apareció frente a los ojos de Witchmon —. ¡HARD ROCK DAMASHI!

Dos esferas de fuego hicieron su aparición, las cuales golpearon con suficiente fuerza a Witchmon como para hacerla volar.

OmegaShoutmon aterrizó justo para ver llegar a Arresterdramon con Tagiru y Akari en su espalda.

—¿Akari-san? ¿Estás bien? —preguntó Tagiru antes de llegar.
Akari jadeaba y su rostro se notaba bastante cansado.

Ella no respondió hasta que llegaron al suelo, al lado de Taiki, Yuu y sus respectivos digimon.

—¡Akari! —llamó Taiki y se acercó para comprobar el estado de la chica.

—Estoy bien —dijo al bajar de Arresterdramon con la ayuda de Tagiru —. Es solo que me ha quitado un poco de Esencia... —al ver que los presentes no entendieron, negó con la cabeza —. Lo explicaré después, ahora... No creo que haya sido derrotada.

—Yo tampoco —anunció Yuu y señaló hacia un punto —. ¡Tuwarmon!

—¡Danza Mantis!

Tuwarmon atacó a Witchmon antes de que esta regresara, luego se le unieron Arresterdramon y OmegaShoutmon.

—¡Spin Calibur!

—¡Heavy Metal Vulcan!

Akari se acercó a Taiki antes de que alguien más hiciera otra cosa.

—Tenemos que alejarnos de aquí —ordenó con voz alta para que se le escuchara a través del estruendo.

—¿Qué? ¿De qué hablas? ¡No podemos dejarlos! —refutó Taiki confundido.

—Solo seremos un estorbo.

—Sigo sin entender...

—¡Aw... Qué lindos! —dijo Witchmon mientras los interrumpía —. Ahora veremos quien lleva la razón, Akari-chan.

La digimon se acercó peligrosamente a ellos y logró tomar más de su Esencia, por lo que Akari rápidamente tomó a Taiki del brazo y lo alejó de ahí mientras que OmegaShoutmon distraía a Witchmon con uno de sus ataques.

—Ella... ¿Se volvió más fuerte? —preguntó Taiki y Akari asintió.

—Es por nuestra Esencia ¿No lo entiendes? —Taiki negó y Akari suspiró —. Es muy vergonzoso tener que explicarlo en esta situación...

Akari intentó explicarle lo mejor que pudo todo lo que le había dicho Witchmon a ella. Sobre la Esencia y lo que esta era.

Supo que Taiki lo había entendido cuando lo vio sonrojarse tanto como ella.

Ninguno dijo nada por un buen rato. Los sonidos de las explosiones y las órdenes que daban Tagiru y Yuu eran lo único que se podía escuchar.

Sin más rodeos, Taiki sujetó la mano de Akari entre las suyas.

—Tenemos que ayudarlos —dijo —. Se les están complicando las cosas.

Akari suspiró a sabiendas de que no podría hacer más para convencerlo y lo siguió hasta llegar al lado de sus amigos, quienes explicaron rápidamente la situación.

—Es muy rápida —mencionó Yuu —. Prácticamente está solo jugando con nuestros compañeros.

—Tienes razón —asintió Taiki —. Debemos hacer algo con esa escoba.

—¿Y si la atraemos? —preguntó Tagiru.

Nadie dijo nada. Por supuesto, Taiki ya había pensado en un plan como ese, pero no había manera de atraerla.

—Yo lo haré —se ofreció Akari ganándose muchas miradas extrañadas —. Poco a poco, su poder se debilita, por lo que ella va a querer más Esencia ¿No lo creen?

—Sí, pero es muy arriesgado —comentó Yuu y miró a Taiki —. ¿Estás de acuerdo?

Taiki le lanzó una seria mirada a Akari y se sorprendió al ver su mirada de regreso. Ella estaba decidida.

Llamaron a sus digimon para hacerles saber lo que harían en cuanto mandaran la señal.
Y ninguno tuvo opción de rechistar.

—Confío en ustedes —les dijo Akari y se colocó en un lugar visible.

Witchmon, al verla, no se acercó de inmediato.

—¿Qué pasó, Akari-chan? ¿Te dejaron sola? —preguntó con burla.
Akari fingió paralizarse de miedo y, como esperaban, Witchmon se acercó.

—¡Ya verás qué tan lejos puedo llegar con este poder!

Estando a solo dos metros de distancia, Tagiru gritó "¡Ahora!" y Arresterdramon apareció de entre los edificios para atacar.
Logrando tumbar la escoba y haciendo que Witchmon cayera al suelo.
Akari se alejó.

Y todos los dos digimon que quedaban lanzaron sus ataques.

—¡Hard Rock Damashi!

—¡Digi-ninpou, telarañas!

Witchmon se cubrió como pudo antes de que Yuu sacara su Xros Loader y la capturara.

Minutos después, todos, incluyendo a las parejas perdidas, regresaron al mundo humano.
Tagiru y Yuu iban adelante y Taiki y Akari un par de metros atrás, rodeados de completo silencio.

"La Esencia es el amor y preocupación que sentimos el uno para el otro". Taiki no podía dejar de pensar en aquello que le había dicho Akari.
Sí. El aceptaba que ambos se preocuban, quizás, en exceso el uno por el otro.
Pero ¿amor? ¿Amaba a Akari?

Miró a su amiga en busca de algo que pudiera darle una señal de aquello y, entonces, el recuerdo de ellos dos, juntos, en el parque, mucho más cerca que de costumbre apareció en su mente.
No. Eso no había sido fingido. Y esa era su señal.

Con un poco de recelo, al no saber como reaccionaría ella, tomó su mano y la hizo detenerse.
Tagiru y Yuu, inmiscuidos en su conversación y ajenos a Taiki y Akari, siguieron avanzando sin percatarse de la distancia que se acrecentaba.

—¿Taiki? —lo llamó preocupada —. ¿Algo va mal? —Él negó y acercó su rostro al de ella haciendo que solo unos cuantos centímetros los separaran —. ¿Q... Qué pasa?

—Nada —suspiró —. Me alegro de que estés bien. En serio no sabría qué hacer si algo te llegara a suceder.

Ella sonrió y colocó su otra mano, la que Taiki no había tomado, en la mejilla del castaño.

—¿Te ha dado un ataque de drama? Estoy bien. Y, además, no es como si me fuera a morir cada vez que me veo involucrada en tus asuntos. Te tengo a ti, Shoutmon, Dorulumon y a todos nuestros amigos para ayudarme.

Taiki no dijo nada, en su lugar terminó de cerrar la distancia entre sus rostros para transmitirle con eso todos los sentimientos que acaba de descubrir.

Ella se separó de golpe por la sorpresa, pero después fue ella quien busco los labios del muchacho.
Era en momentos como ese que en el que estar rodeado por cientos de personas era lo que menos importaba.

—¿Qué pasó? ¿Por qué no vien...? —Tagiru se quedó con la palabra en la boca.

Y no aguantó la carcajada al ver los rostros rojos tanto de Akari como de Taiki.

¡Ya era hora, bro! —escuchó Taiki desde su Xros Loader.

—¡Vayan con calma!

¡Felicidades-kyuu~!

Para su mala suerte, Taiki se dio cuenta de que sería el objeto de burlas para el Xros Heart. Aunque no le importaba. Ya que, después de todo, tenía a Akari.

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