Capítulo XXXVII: El Ataque a la Ashford Academy
Taiki tardó casi una semana en levantarse. Literalmente, pues se lo había pasado sentado en un rincón con la mirada agachada durante siete días consecutivos.
La bodega en la que se ocultaban, afortunadamente, estaba en desuso así que no hubo ningún tipo de problema por haberse instalado ahí. Tenían un techo para resguardarse y un poco de agua que salía por un grifo que tenía fugas. Lo único que les faltaba era alimento y comodidad. El tercer día de encierro, tras una acalorada discusión, Kiriha aceptó que Zenjirou y Ren salieran a buscar algo de comida. Ryouma comentó entre dientes que quizá Yuu debía salir y robar algo frente a las narices de un par de soldados, sólo para que lo ejecutaran y terminaran pronto con aquello.
Afortunadamente, no fue necesario que robaran. Paseando, y escabulléndose, por el centro del Área 11, Zenjirou chocó con una adorable chica castaña que iba en silla de ruedas. La colisión provocó que los víveres que ella llevaba en el regazo cayeran al piso. Zenjirou se apresuró a recoger todo cuando Ren intervino y habló apresuradamente:
— ¿Estás loco, Tsurugi? Nos encontrarán si te detienes aquí.
—Sólo ayúdame, Tobari —respondió Zenjirou de mala gana.
— ¿Son japoneses?
Ambos chicos miraron entonces a la chica castaña. Zenjirou se preguntó porqué era que ella mantenía los ojos cerrados.
—Sí —respondieron al unísono, casi escuchándose orgullosos de su nacionalidad nipona.
La adorable niña estiró entonces los brazos para entregarles la bolsa de papel que Zenjirou le había devuelto minutos atrás. Contenía vegetales, pan recién horneado y una lata de duraznos en almíbar.
—Es un obsequio —sonrió la chica—. Quizá les haga falta.
No pudieron negarse. Zenjirou tomó la bolsa y Ren le agradeció a la pequeña.
— ¡Señorita Nunally!
Echaron a correr cuando vieron a aquella mujer de cabello negro correr hacia la chica en silla de ruedas. Y, aunque los dos muchachos no pudieron verla, Nene sí que los había reconocido.
Con todo, Kiriha repartió la comida. Consiguieron también una improvisada ducha cuando encontraron un arroyo en sus incursiones de reconocimiento. Fue la salvación de todos y un gran espectáculo para ellos ya que Airu los había acompañado en ropa interior.
Aquella tarde rieron a carcajadas como no habían hecho en demasiado tiempo.
Fue aquella noche cuando Taiki Kudou volvió a tomar el mando. Mientras mordía un trozo de zanahoria cruda, explicó su plan:
—Entiendo que Nene no tuvo la culpa de lo ocurrido —dijo, fue demasiado obvio para sus amigos que intentaba no mencionar siquiera el nombre de Akari—. Ustedes mismos lo vieron, Zero ordenó que nos liberaran.
—Aún así, Cornelia no iba a dejarnos libres —atajó Tagiru.
—Vamos a concentrar nuestro ataque en ella —siguió diciendo Taiki—. Y la única manera de hacerla salir de su madriguera es…
—Atacar a Britannia —completó Kiriha—. Atacar un sitio importante para ellos.
Fue como si Kiriha le hubiera leído el pensamiento a Taiki.
Cuando Sayoko, Nene y Nunally volvieron de hacer sus compras, Lelouch ya las estaba esperando en casa. A juzgar por la cantidad de guirnaldas coloridas que estaba terminando de decorar, debía estar trabajando en algún evento para la Ashford Academy.
Nene esperó a que Lelouch realizara todo el ritual para saludar a Nunally. Una vez que aquello terminó, la joven Idol acortó la distancia entre ambos y se inclinó un poco para acercar su rostro al de Lelouch, que estaba sentado en un mullido sofá de color crema. Le acarició el rostro con las manos y plantó un delicado beso en sus labios. Lelouch respondió el gesto y se separaron para dedicarse mutuamente una sonrisa. Nene tomó asiento junto a él, sólo entonces se fijó en CC. La mujer de extravagante cabello verde estaba recostada sobre un diván mientras jugaba con un caleidoscopio. Nene la ignoró olímpicamente, era una especie de implícito acuerdo mutuo entre ambas, y estiró un brazo para tomar un marcador de color bronce y ayudar a Lelouch con las guirnaldas.
— ¿Qué tal estuvo tu día? —preguntó Nene.
—En dos días haremos un evento —fue la respuesta de Lelouch—. Una recaudación de fondos para reparar los daños causados a la academia durante aquella batalla.
Se estiró para buscar un nuevo marcador, tenían que dibujar el escudo de la Ashford Academy.
— ¿Qué tal tu día? —devolvió él.
—He visto a Zenjirou y Ren —soltó Nene.
Sus palabras provocaron que Lelouch se quedara sin aliento. Nene se sintió tonta, ¿en qué momento había pensado que era buena idea decir aquello?
Lelouch se levantó de golpe y tomó a la chica por la muñeca para salir de la habitación.
Estando en el pasillo, Lelouch la estrelló contra la pared bloqueando cualquier escape con ambos brazos.
— ¿Cómo que los viste? —Siseó Zero—. ¿Qué querían?
—Se han topado con Nunally —respondió ella tras hacerlo retroceder de un empujón—. Echaron a correr cuando Sayoko se percató de que Nunally se había separado de nosotras.
Lelouch habría entrado en crisis si Nene le hubiera dicho aquello antes de ver a su hermana.
<< Nunally está bien… >> pensó mientras intentaba controlar su furia, << Cálmate, Lelouch, no la han lastimado… >>
— ¿Estás bien? —escuchó preguntar a Nene.
Tomó un profundo respiro antes de responder.
—Estoy bien.
Claro que no lo estaba. ¿Cómo más podría reaccionar tras enterarse de que su querida hermana había tenido contacto con fugitivos criminales que luchaban contra el sacro imperio de Britannia? Sintió entonces las manos de Nene sobre sus hombros y supo que ella intentaba detenerlo antes de que iniciara una persecución preventiva.
Funcionó bastante bien pues él se giró para mirarla. Ambos pares de ojos púrpura se encontraron y sus bocas se fusionaron en un beso. No había mejor tranquilizante en el mundo que sentir los labios de Nene conectándose en perfecta armonía con los suyos.
Uno de los pocos sitios que no eran vigilados por gran cantidad de Knightmares era la Ashford Academy.
El día del gran evento de recaudación de fondos, Milly Ashford estaba de un humor particularmente bueno. Iba vestida con un traje de lentejuelas que asemejaba a un vestido de los 80's. Shirley, Nina y Kallen iban vestidas de la misma manera. Suzaku atendía un puesto de comida rápida con Rivalz y los deberes de Lelouch consistían en cobrar la entrada de los asistentes al evento. Así que mientras CC devoraba la variedad de sabores de pizza, Lelouch permanecía sentado en su módulo.
Gracias a la intervención de Nene, Diethard Ried y cinco Caballeros Negros entraron al evento. Lelouch tuvo que evitar hacer contacto visual con ellos así como se mordió la lengua para evitar hablar. Se hizo una nota mental: Nene lo pagaría caro.
— ¡Cambia esa cara, Lulu! ¡Ahuyentarás a las personas!
Lelouch no tuvo oportunidad de replicar pues pronto tuvo a Shirley Fenette encima. Ella le estiraba la piel de las mejillas intentando hacer que el muchacho gesticulara una sonrisa. A Lelouch le agradó aunque fuera doloroso para su rostro, estaba convencido de que Shirley estaba tomando su negativa de la mejor manera.
Era eso, o Shirley era una gran actriz.
—Parece que se están divirtiendo.
Shirley se separó de Lelouch cuando escucharon la voz de Nene. La joven Idol iba acompañada de Nunally. Shirley acudió velozmente con ella mientras Lelouch masajeaba la piel de sus mejillas. Nene esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, Lelouch tuvo que controlarse para mantener creíble la farsa de que eran primos. Claro que era casi imposible, no podía evitar mirarla embelesado cada vez que ella sonreía.
— ¡Nene, qué bueno que llegaste!
Era la voz de Milly Ashford.
—Ven conmigo, tengo un vestido especialmente para ti —dijo Milly mientras la tomaba por el brazo.
—En realidad, creo que preferiría quedarme aquí con Lelouch —se disculpó Nene apenada.
No era del todo cierto, le habría fascinado participar en el evento. Pero definitivamente no quería usar esos vestidos de lentejuelas.
—Bueno, en ese caso serás la encargada de vigilar a Lulu —sonrió Shirley—. Tiende a escaparse cuando le quitamos los ojos de encima.
Lelouch reprimió su risa.
Hubo un intercambio de besos en las mejillas entre Nene, Milly y Shirley. Nunally se alejó con las dos chicas tras saludar a su hermano y Nene se sentó en la orilla de la mesa blanca donde Lelouch improvisaba su módulo de atención. Se cruzó de brazos y al ver la forma en la que lo miraba, Lelouch supo que estaba en problemas.
—Tienes suerte de que estando aquí, sólo soy tu prima —le espetó Nene—. Estabas demasiado cariñoso con Shirley Fenette —se quejó.
— ¿Cariñoso? —Se burló Lelouch con una sonora risa—. Mis mejillas no opinan lo mismo.
—Estoy vigilándote, Lamperouge —sentenció Nene esbozando media sonrisa—. Si te descubro haciendo cosas comprometedoras con Shirley, tendré que vengarme.
— ¿Y cómo te vengarás? —inquirió Lelouch con tono burlón.
—Te seré infiel con Suzaku Kururugi —se burló Nene.
Rieron brevemente a carcajadas. Un par de estudiantes de la Ashford Academy llegaron entonces y Lelouch les cobró la entrada. Nene los saludó con una sonrisa.
—Por cierto, Diethard está aquí —habló Zero, Nene supo que se avecinaba un fuerte regaño—. ¿Quieres explicarme qué están haciendo aquí?
—Los convencí de que vinieran a ayudar —explicó Nene—. Después de todo, nosotros también somos culpables del ataque.
Lelouch no pudo seguir discutiendo, sabía que ella tenía razón.
Fue todo un logro para el Xros Heart lograr llegar a la Ashford Academy sin ser arrestados o asesinados por los soldados de Britannia. Cuando finalmente llegaron, no se detuvieron a hacer planes. Taiki recargó a Shoutmon, Kiriha recargó a MetalGreymon y Tagiru recargó a Gumdramon. Hicieron evolucionar a sus compañeros y pronto se hicieron presentes OmegaShoutmon, ZeekGreymon y Arresterdramon.
—Ataquen —ordenó Taiki entonces.
Las técnicas de los tres Digimons consiguieron provocar una explosión. Y así, las risas y las voces emocionadas de los asistentes al torneo se apagaron para dar lugar a sus alaridos de terror.
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