Capítulo XXXIII: Pérdidas Considerables

     Akari cayó de espaldas y Taiki la atrapó. Tuvo que colocarla con cuidado en el suelo pues ella no dejaba de quejarse. Nene entonces abandonó su puesto y corrió con ella. La cabeza de Akari descansaba en las rodillas de Taiki y en el pecho de la chica había una enorme mancha de sangre que seguía creciendo. Nene, incapaz de sacarse su máscara pues aún en ese momento quería proteger su anonimato y el de Zero, se limitó a tomar la mano de su amiga. El Xros Heart formó un corro a su alrededor, Cornelia miraba todo con indiferencia.

     — ¡Ayuda!  —Exclamaba Zenjirou desesperado y con voz quebrada por el llanto—. ¡Auxilio! ¡Por favor!

     Pero nadie fue a ayudarles. Taiki lloraba desconsoladamente mientras intentaba balbucear una súplica para que Akari lo escuchara. Para fortuna de ella y desgracia de sus amigos, soltó sus últimas palabras con un sollozo:

     —Duele… Duele mucho…

     Lentamente cerró los ojos y dejó de moverse. Nene intentó darle un masaje cardiopulmonar, cosa que de cualquier forma no habría funcionado para reanimarla pues la bala estaba alojada en su pecho. Soltó un grito aterrorizado cuando vio sus manos manchadas de sangre. Taiki se levantó entonces y enjugó sus lágrimas con los nudillos antes de propinarle un puñetazo a Nene, el golpe provocó que en la máscara se abriera una pequeña grieta que le provocó un corte en la mejilla. La chica cayó hacia atrás y escupió sangre. Zero intentó acudir a su rescate pero Nene se levantó y encaró al chico.

     — ¿Qué demonios te pasa, Kudou?  —reclamó con voz aguda.

     — ¡¡Todo es culpa tuya, maldita sea!!  —Atacó Taiki golpeándola por segunda vez—. ¡¡Tú nos metiste en esto!!

     — ¡Yo no disparé esa maldita arma!  —Reclamó Nene y abofeteó al muchacho—. ¡Fue Cornelia!

     — ¡Jamás te lo perdonaré!

     Sintió un tercer puñetazo y cayó a los pies de Zero. Hizo falta que Oggi y Tamaki sujetaran a Taiki por los brazos para detener el ataque. Nene se levantó tambaleante con ayuda de Kallen, de pronto parecía que las diferencias entre ambas habían desaparecido.

     — ¡Voy a matarte!  —Seguía diciendo Taiki, estaba totalmente fuera de sí—. ¡Voy a matarte, Amano!

     Se liberó entonces del agarre de Oggi y Tamaki, sacó su Xros Loader e hizo evolucionar a Shoutmon. El dolor que sentía en su corazón, esa sensación que le oprimía el pecho tras haber visto morir a Akari en sus brazos, lo tenía totalmente enloquecido. Un disparo proveniente de Darlton consiguió provocarle una herida en la oreja aunque la bala fue a impactarse contra uno de los soldados.

     Y así, se desató una terrible lucha.

     OmegaShoutmon se fusionó con ZeekGreymon y pronto los Knightmares encararon a Shoutmon DX. La Orden de los Caballeros Negros y el ejército de Britannia no esperaron para montarse en sus Knightmares, los primeros ataques consiguieron derribar un muro entero de la enorme residencia de Cornelia. Al carecer de un Knightmare, pues Lloyd y Cecile aún no terminaban con las reparaciones del Lancelot, Suzaku Kururugi se hizo presente en el frente de batalla empuñando en alto una espada de color dorado.

     Ya que el líder del Xros Heart estaba totalmente fuera de sí, fue Zenjirou quien tomó el control de la situación. Manteniéndose atrincherado con Airu detrás de un pedazo de muro, comenzó a lanzar sus órdenes a una velocidad impresionante. Definitivamente era un buen estratega. Eso o sólo alardeaba para darle ánimos a sus amigos.

     — ¡OmegaShoutmon, encárgate de la máquina negra!  —decía.

     —Gawain —lo corrigió Airu de mala gana.

     Y así se repitió. Cada vez que Zenjirou daba una orden, Airu lo interrumpía para decirle el nombre correcto de los Knightmares. Fue de esa manera que OmegaShoutmon encaró al Gawain, Xros Up Ballistamon y Astamon se enfrentaban al Guren, Yasyamon luchaba contra Suzaku Kururugi, Cho-Hakkaimon y Tswarmon peleaban contra el Galahad. Y Dorulumon, sin una compañera humana, luchaba contra el Gloucester de Cornelia mientras Cutemon intentaba curar la herida que le había arrancado la vida a Akari. Claro que a ninguno le pasó por alto la cantidad de Gloucester y Akatsuki que luchaban a favor de Cornelia y Zero, pronto se vieron rodeados de Knightmares. Los superaban en número, el Xros Heart no tenía oportunidades y Taiki seguía fuera de sí. El pobre chico, con el corazón destrozado y sin parar de llorar, lanzaba rocas y escombros en contra de los Knightmares. Había que darle crédito pues sabía cubrirse de las balas que lo acribillaban, por cortesía de los soldados de Britannia. Se defendía bien de los ataques esquivando a tiempo los Slash Harkens del Gawain, que terminaban impactándose contra los soldados. Cornelia no podía quejarse pues las intenciones del Gawain eran atacar a Taiki Kudou a toda costa. Sin embargo, vaya que le molestaba que el piloto de aquél Knightmare fuera tan torpe como para errar todos sus tiros.

     Claro que Nene no era torpe, el problema era que también estaba alterada. No es fácil ver morir a tu mejor amiga y luego, tener que asesinar a uno de tus amigos. Además de estar devastada por el fallecimiento de Akari, le enfurecía la actitud que Taiki había tomado en su contra. ¿Golpearla y enloquecer al grado de querer matarla? ¿Acaso ella había disparado el gatillo? ¡Era Cornelia la culpable, no Nene! Y cuando se dio cuenta de ello, quiso poder disparar el cañón de Hadrones en contra del Gloucester de Cornelia.

     —Nene, ahora no es momento de obedecer a tu moral —habló Zero, fue casi como si le leyera el pensamiento—. De tu amiga nos encargaremos después, lo importante ahora es que Cornelia sepa que vamos a estar de su lado.

     Nene enjugó sus lágrimas con el dorso de la mano derecha mientras lanzaba los Slash Harkens en contra de Shoutmon DX. Zero tenía razón, no podía detenerse a pensar. No en ese momento, no a sabiendas de que Cornelia los mataría si uno de sus ataques se desviaba deliberadamente. Liberó a Mervamon y Sparrowmon para que se unieran a la lucha, claro que Zero ya tenía planes para ellos.

     — ¡Mervamon, ayuda a Suzaku!  —exclamó él por el comunicador—. ¡Sparrowmon, toma el cuerpo de la chica pelirroja y llévatelo a nuestro refugio!

     Mervamon y Sparrowmon asintieron al mismo tiempo. La mujer de los descomunales senos llegó a tiempo para bloquear un ataque de Yasyamon, oportunidad que Suzaku aprovechó para asestar un golpe con su espada y conseguir que el Digimon bajara sus propias armas. Astamon miró aquello y lo acribilló con sus ametralladoras, fue necesario que el Guren utilizara sus ondas radioactivas en contra de Astamon para lograr desviar el ataque. Funcionó a la perfección ya que las balas fueron a golpear el pecho de Arresterdramon, derribándolo encima de Xros Up Ballistamon.

     Sparrowmon, por su parte, consiguió levantar a Akari para colocarla sobre su lomo y salió volando tan velozmente como pudo. Al verlo, Taiki le lanzó una gigantesca roca para derribarlo. Efectivamente derribó algo pero no fue a Sparrowmon. El cuerpo de Akari cayó al vacío justo cuando el Galahad usaba su espada para intentar ejecutar a Sparrowmon. Nene usó el Gawain para evitar que la espada cortara por la mitad a Akari y exclamó a través de su comunicador:

     — ¡¡Kallen!! ¡¡Devuelve a Akari al lomo de Sparrowmon!!

     No era momento de negarse o discutir. Kallen usó un brazo del Guren para tomar el cadáver al mismo tiempo que utilizaba el otro para atravesar a Astamon de lado a lado. Ryouma fue lo bastante listo como para devolver a su Digimon al interior del Xros Loader antes de que se convirtiera en datos. Sparrowmon, con Akari de vuelta en su lomo, se alejó a toda velocidad. Taiki no se percató de aquello y soltó un grito cuando vio la espada del Galahad caer sobre Arresterdramon y provocar una explosión en el punto exacto donde había visto el cuerpo de Akari por última vez.

     El grito que el muchacho exclamó incluso desgarró un poco el corazón de Cornelia. Recordó de golpe a Euphemia y supo lo importante que era la chica para él. Con todo, dirigió su ataque en contra de Taiki pero fue Shoutmon DX quien lo recibió.

     Al ver las condiciones en las que se encontraba el general del Xros Heart, Zenjirou tuvo que ponerle fin al asunto.

     — ¡Cho-Hakkaimon!  —Exclamó desde su sitio—. ¡Incinera éste sitio! ¡El resto, retirada!

     La Digimon del traje de cerdo hizo lo indicado. Creó un tornado de fuego que arrasó con todo, los Knightmares tuvieron que salir de aquél sitio cuando la nube de humo negro se alzó en el aire. Hubo una terrible explosión, fue la pantalla perfecta para que el Xros Heart se fuera. Kiriha tuvo que tomar a Taiki por los hombros y darle fuertes sacudidas hasta que lo hizo correr con ellos.

     Aquella enorme residencia se derrumbó sin más. Lo que alguna vez fueron hermosos jardines, se convirtieron en montañas de cenizas. Había escombros, fuego, humo… Y una mancha de sangre en el sitio donde Akari había caído.

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