Capítulo XXX: Más que Cómplices
No fue sino hasta el quinto día que Nene pudo levantarse y salir de la habitación donde estaba recluida.
Al abrir los ojos esa mañana se topó con un obsequio que alguien le había dejado en la mesa de noche. Era un arreglo de flores, rosas blancas, que iban atadas con un moño rojo. Junto al ramo había una tarjeta y un corazón fabricado con origami. Estiró un brazo para tomara tarjeta y leyó las palabras que Lelouch le había escrito:
Nene, mejórate pronto.
Quiero que vuelvas a discutir conmigo y me hagas reír con tu altanería.
Con cariño,
Lelouch y Nunally.
Su sonrisa se hizo más grande cuando volvió a leer aquellas palabras. Tomó el corazón de origami, que estaba hecho con una hoja de color durazno, y descubrió el mensaje que Nunally le había dejado. Era la palabra daisuki escrita en Hirigana. Se preguntó cómo era que Nunally conocía esa escritura y eligió la opción que más razonable parecía: que Sayoko le había ayudado a escribirlo.
Tomó el corazón y lo abrazó contra su pecho por un momento. Jamás había tenido a una amiga que quisiera tanto como lo hacía con Nunally. Nadie, excepto...
— ¡Nene! ¡Despertaste!
Se vio rodeada por todos los Digimons que salían de su Xros Loader. Mervamon la envolvió en un fuerte abrazo que le causó dolor de espalda, Sparrowmon dio un par de vueltas en el aire esbozando una sonrisa. Beelzebumon le revolvió el cabello a la chica y el ejército de Monitormons saltaron emocionados. Nene tuvo que hacerlos callar cuando se hizo evidente el aturdimiento. Se fijó entonces en la silla que había cerca de su cama. Una almohada yacía sobre un cobertor azul. Su ocupante debía haberse ido hacía poco tiempo pues el aroma de su colonia aún estaba presente.
—No se movió en ningún momento —dijo Mervamon sobresaltando a la chica—. Se levanta sólo para ducharse y comer con su hermana en el comedor.
Nene lo sabía. Tras aquella noche, abría ocasionalmente los ojos sólo para toparse con un Lelouch profundamente dormido. El resto del tiempo sentía cómo la tomaba con fuerza de la mano. En ocasiones decía su nombre.
—Nene... Nene...
Guardaba silencio cuando la chica se removía en la cama, casi parecía que lo hubiera atrapado haciendo algo indecente.
Apartó las sábanas y se levantó de la cama estirando los brazos. Con la ayuda de Mervamon consiguió mantenerse en pie tras tambalearse por un momento. Avanzó hasta el armario y sacó de él una muda de ropa de color púrpura. Tras darse un baño y sacarse todos los vendajes, devolvió a sus Digimons al Xros Loader y se enfiló por el pasillo en busca de los hermanos Lamperouge.
Entró a la cocina y los vio devorando un plato de cereal en el desayunador. Lelouch le daba una cucharada a Nunally y luego tomaba una de su propio tazón para él.
Nene permaneció en el marco de la puerta mientras los veía juntos. En realidad le parecía tierna la forma en la que Lelouch se comportaba en presencia de Nunally. Soltó un suspiro y el agudizado oído de Nunally la detectó.
— ¡Nene! ¡Nene!
Se alejó de su hermano a toda velocidad para acudir con la chica. Nene se agachó para tomar las manos de Nunally. Lelouch, tras evitar que el tazón de cereal de su hermana se derramara, se levantó y esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Se sentía aliviado al ver de pie a la joven Idol. Avanzó hasta ella y vio que Nunally la abrazaba con fuerza por la cintura.
—Veo que ya te sientes mejor —dijo Lelouch, Nene le sonrió por toda respuesta.
— ¿Irás a la Ashford Academy? —preguntó Nene tras percatarse de que Lelouch usaba su uniforme negro.
—Tengo que dar muchas explicaciones —se quejó Lelouch—. Milly y los demás quieren saber lo que te pasó.
— ¿Y qué les dirás? —inquirió Nene preguntándose si acaso Lelouch usaría su Geass para hacer una coartada más creíble.
—La verdad —respondió él despreocupado—. Que todo fue un accidente causado por Zero.
Nene asintió y supo que tendría que esperar a que Nunally no estuviera con ellos para que Lelouch le contara sobre la coartada.
—Sayoko tiene el día libre —comentó Lelouch para cambiar de tema—. ¿Puedes quedarte aquí y cuidar de Nunally mientras regreso?
—Por supuesto —sonrió Nene.
Lelouch le devolvió la sonrisa y terminó de acortar la distancia entre ambos para acariciar el rostro de la chica con el dorso de su mano y plantar un dulce beso en sus labios. Tomó por sorpresa a Nene y la dejó sin aliento.
—Me alegra que estés bien, Amano —sonrió Lelouch y remató la frase con un beso en la mejilla.
Acto seguido, se retiró a paso lento por el pasillo y Nene se quedó con Nunally en la cocina, pensando solamente en qué significaban todos aquellos besos si Lelouch no se tomaba la molestia de formalizar lo suyo.
Fueron cinco horas de escuchar la emisora de música favorita de Nunally, hacer origami, comer frituras y escuchar a Nene cantando un par de sus canciones a capella para matar el tiempo. Sayoko no volvería sino hasta el día siguiente así que Nene tuvo que prepararse su propio almuerzo y lavar los platos sucios. Mientas realizaba esa última tarea, Sparrowmon salió de su Xros Loader y suplicó que lo presentara con Nunally. Nene se negó, como era de esperarse, alegando que no era el momento todavía. ¿Cómo reaccionaría Nunally si se enteraba de que había monstruos digitales viviendo en su misma mansión?
CC rondaba por la mansión sin siquiera molestarse en acompañar a las dos grandes amigas que reían a carcajadas cuando Nunally relataba historias divertidas sobre su hermano. Nene se daba cuenta fácilmente de que no le agradaba a la mujer del excéntrico cabello verde. Y si se ponía a pensarlo, en realidad no le agradaba a ninguna mujer relacionada con Lelouch o Zero. Quizá sólo Milly Ashford, Shirley Fenette y Nina Einstein se contaban como excepciones. Aunque, claro, a Shirley le gustaba Lelouch y Nina sin duda se alejaría de Nene al enterarse de que no era una Lamperouge y que era de nacionalidad nipona. Nene se alegraba de que Nunally no la despreciara por ser Eleven. Aún más, le encantaba que Nunally no dijera esa palabra tan despectiva.
Cuando Lelouch volvió, encontró a su hermana y a Nene compartiendo un tazón de frituras mientras Nene intentaba recrear la figura de origami de Sparrowmon. Claro, que no lo consiguió. Lelouch entró a la habitación y el sonido de sus pasos llamó la atención de Nunally. Repitieron la rutina de siempre, Lelouch se agachaba y se tomaban de las manos.
— ¿Qué tal la escuela, hermano? —preguntó Nunally.
—Todo bien —sonrió Lelouch—. Milly, Shirley y Nina organizaron una pijamada, me pidieron que te invitara.
— ¿Y Nene puede ir? —preguntó su hermana ilusionada.
—Nene y yo ya tenemos planes para hoy —explicó Lelouch, Nene se preguntó qué clase de planes serían.
Algo relacionado con la Orden de los Caballeros Negros, seguramente.
— ¿Y puedo hacer una pijamada con Nene después? —preguntó Nunally, un atisbo de decepción se escuchaba en su voz.
—Claro que sí —sonrió Lelouch—. Ahora ve a prepararte, te llevaré en cinco minutos.
Nunally asintió emocionada y salió de la habitación. Nene reparó entonces en la presencia de CC que la seguía y, al parecer, iba a ayudarla a prepararse para su noche entre amigas. De pronto sintió la mano de Lelouch sobe su cintura y se giró.
—Tú y yo tenemos que ir con los demás —habló Zero—. Diethard me llamó hace un par de horas, dijo que tenemos que tratar un asunto importante.
Nene asintió y fue a buscar su nueva máscara, que Lelouch había remplazado tras haberse roto la anterior.
Quince minutos después, Nunally se encontraba con Milly y sus amigas mientras Lelouch, CC y Nene acudían a la reunión.
La nueva máscara de Nene era un poco más grande. Era de color púrpura y tenía motivos azules y dorados, similares a los del traje de Zero. CC comenzaba a sentirse como el mal tercio estando en la misma camioneta blindada que Nene y Zero. Cuando finalmente llegaron a su escondite y se apearon del vehículo, Zero tomó la mano de Nene para ayudarla a bajar, dejando a CC atrás para que cerrara la portezuela del vehículo.
Mientras se enfilaban hacia el interior de la bodega, Nene comenzó a maquinar en su mente posibles escenarios para la reunión. ¿Estaría relacionada con el Xros Heart? ¿Tendría algo que ver con Cornelia? ¿Admitirían a un nuevo miembro?
Cuando entraron, fueron recibidos por una lluvia de confeti y Zero se quedó paralizado. Nene, por su parte, se había fascinado con lo que veía. Todos los Caballeros Negros se encontraban ahí y al fondo de la bodega podía leerse una guirnalda que decía: Bienvenida de vuelta, Nene.
Diethard se separó entonces del grupo y fue a darle una palmada en la espalda a la chica. Le siguió un abrazo de Oggi y una sonrisa por parte de Tamaki. Zero estaba anonadado.
— ¿Qué es todo esto? —preguntó Nene a Diethard.
Kallen se encontraba rezagada en un rincón con expresión de pocos amigos.
—Oggi tuvo la idea —respondió Diethard—. Ya que has sido de mucha ayuda para la Orden, hemos decidido festejar que sigues en pie tras nuestra última batalla.
— ¿Quién les permitió hacer esto? —reclamó Zero intentando sonar severo.
La sorpresa le impedía sonar demasiado firme.
— ¡Oh, vamos! —Se quejó Tamaki dándole a Zero un vaso de alcohol—. Britannia está fuera de combate por ahora, podemos tomarnos un respiro.
—Será divertido —concedió Nene y miró a Zero sacándose la máscara—. No seas tan amargado, necesitas divertirte.
Le dedicó un guiño y siguió a Diethard hacia la mesa de obsequios que le habían preparado.
Quien lo hubiera visto, jamás se habría imaginado que aquellas personas formaban parte de la Resistencia.
Fue una tarde la mar de divertida.
Cuando volvieron, CC cayó rendida en su cama. A decir verdad, era imposible decir si lo había pasado bien pues no borró su expresión de indiferencia en ningún momento. Los regalos de Nene, la mayoría costeados por cortesía de Diethard, permanecieron en el refugio de los Caballeros Negros para evitar llamar demasiado la atención en la mansión Ashford. Después de todo, ¿quién le regalaría tantas flores a una Eleven? Aunque a Nene le pareció de lo más racista aquél comentario de Zero, supo que tenía razón.
Lelouch siguió a Nene a su habitación para asegurarse de que se fuera a la cama en lugar de vagar por los pasillos de la mansión. Aunque él no estaba acostumbrado a gozar de tanto ajetreo, a ella le parecía de lo más increíble y no podía conciliar el sueño desbordando tanta emoción. Lelouch comenzaba a perder la paciencia.
— ¡No me había divertido tanto de hace mucho tiempo! —exclamó la chica cuando entró en su habitación y dio una pirueta antes de dejarse caer en la cama y soltar una sonora carcajada.
Lelouch se llevó un par de dedos a la sien izquierda mostrando una mueca de hastío.
—La última vez que estuve en una fiesta así fue hace casi un año —seguía diciendo Nene—. Fue en el cumpleaños de Akari y no pude quedarme mucho por un…
Su voz se apagó y no pudo terminar la frase. De pronto, y sólo por un instante, deseó poder revivir aquellos momentos vividos con el Xros Heart.
—Un concierto… —terminó de decir en voz baja—. Tenía que volver a Hong Kong y…
—Bueno, no te acostumbres —se quejó Zero—. Ninguno de ellos es tu amigo, todos somos parte de una rebelión. Sólo eso.
Lo dijo con tanta firmeza que Nene se sintió como una niña pequeña.
—Lo sé —respondió ella vagamente—. Es sólo que… Es la primera vez que me siento parte de algo… Como si estuviera con el Xros Heart pero es algo diferente —aclaró.
— ¿Cuál es la diferencia? —preguntó Zero.
Nene supo que el chico se había enfurecido ante la mención de sus amigos así que tuvo que buscar las palabras adecuadas para no molestarlo más.
—No lo sé —respondió—. Estar contigo me hace sentir distinta.
—Apuesto a que eso le dices a todos los que te vuelven cómplice de una rebelión —sonrió Lelouch, Nene le devolvió el gesto a sabiendas de que había hecho bien su trabajo.
—A decir verdad, eres el primero por el que he sentido lo que siento ahora.
Sus mejillas se pusieron coloradas al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta. Tuvo que golpear la pantalla de su Xros Loader cuando escuchó la risa burlona de Mervamon. Lelouch también se había sonrojado y sólo pudo balbucear.
— ¿Qué si-sientes?
Se sintió estúpida y comenzó a juguetear con un mechón de su cabello.
—Ya sabes —dijo con voz ahogada—. Esas… Mariposas en el estómago…
Lelouch soltó una risa burlona y ella lo golpeó con una almohada.
—No te creo que sea el primero —comentó Lelouch—. Apuesto a que has conocido a otros chicos en tus giras o en…
—Salí con Kiriha en una ocasión —lo interrumpió Nene—. Fue bello mientras duró pero…
Su voz volvió a apagarse. Recordaba vívidamente aquél momento en el que tuvo que decirle a Kiriha, con todo el dolor de su corazón, que no sentía por él más que cariño de amigos. Kiriha lo aceptó con madurez y volvieron a ser amigos. Desde aquél día, Nene jamás tuvo una cita.
—Tres meses —dijo ella tras un momento de silencio—. Estuvimos juntos tres meses.
—Bueno, ¿cuánto tiempo llevas aquí? —Comentó Lelouch enumerando con los dedos—. ¿Uno? ¿Dos meses?
—Quizá —sonrió Nene—. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que dijiste aquello mientras estuve inconsciente? ¿Uno? ¿Dos días?
Lelouch le dio un leve empujón con el hombro y ella respondió con otro almohadazo.
— ¿Eso significa que eres mi novia? —inquirió Lelouch esbozando su carismática sonrisa.
—No lo sé —respondió Nene despreocupadamente—. ¿Quieres que lo sea?
— ¿Tienes que hacerlo tan difícil? —se quejó Lelouch entre risas.
—Sí —respondió Nene emitiendo el mismo sonido—. Me encanta reírme del gran Zero que jamás ha tenido una novia.
Fue Lelouch quien dio el almohadazo en ese momento. Nene no dejaba de reír.
—Además, sí he tenido novia —se defendió Lelouch.
—Shirley Fenette no es tu novia sólo por gustar de ti —atacó Nene con una risa cruel.
—Y tú tampoco lo eres sólo por besarme cuando tú quieras —se defendió él.
Nene fingió estar ofendida y atacó con otro almohadazo.
—Sólo mi novio puede entrar a mi habitación. Así que si no somos nada formal, tendrás que irte —dijo ella empujando al chico hacia la puerta.
—Es mi casa —se defendió él girándose para encarar a la chica.
La sujetó por las manos y comenzaron a forcejar sin dejar de reír.
— ¡No es tu casa! ¡Estás aquí gracias al abuelo de Milly!
— ¡Y tú estás aquí gracias a mí!
—Bueno, quizá Suzaku Kururugi sea más atractivo que tú…
—Es probable pero no te besará de la misma forma que yo.
—Quizá a Kururugi no le asusta el compromiso.
— ¡A mí no me asusta el compromiso!
—Entonces demuéstralo, gran Zero.
Las piernas de Nene entonces chocaron contra el borde de la cama y cayó de espaldas sobre el colchón. Lelouch cayó encima de ella y la aprisionó entre sus dos brazos para plantarle un apasionado beso en los labios que la chica devolvió sin más.
Milly, Nina y Nunally no dejaban de burlarse del intenso sonrojo que Shirley mostraba en sus mejillas. Claro que Milly tuvo que explicarle a Nunally qué era lo que les causaba tanta gracia. Shirley les suplicaba que dejaran de reírse. Todo aquello había iniciado cuando ella mencionó la posibilidad de declararle sus sentimientos a Lelouch a la mañana siguiente. Milly mencionó entonces que Lelouch desaparecería, como de costumbre, para evitar darle una respuesta y Shirley se quedaría soltera de por vida. Shirley respondió que entonces haría cualquier cosa con tal de enamorarlo, cosa que detonó carcajadas más fuertes.
—Si tanto quieres que Lelouch sea tu novio, entonces pruébalo —la retó Milly cuando las risas se acallaron.
— ¿Cómo? —intervino Nina.
Milly tomó entonces el teléfono de su habitación y lo lanzó al regazo de Shirley, diciendo con una pícara sonrisa:
—Llámalo y dile lo que sientes.
Ahogó una risa al igual que Nina cuando Shirley tomó el teléfono como si fuera un objeto radioactivo. Sin embargo, se armó de valor y marcó el número.
Nene consiguió colocarse encima del muchacho. Aún se encontraban recostados en la cama y la chica tuvo que lanzar lejos su Xros Loader para evitar interrupciones en lo que, seguramente, sería la mejor noche de su vida. Sus besos eran lentos, nada en comparación con los intentos de Lelouch por ser apasionado. Ella se habría sentido más cómoda si CC hubiera asistido a la pijamada de Milly. Recordaba bien haber estado en aquella posición sólo una vez. Y recodaba bien la forma en la que se aferró a esos cabellos rubios cuando las cosas subieron de nivel. Se detuvo entonces al quedarse sin aliento y miró a Lelouch, angustiada y confundida.
— ¿Por qué te detienes? —preguntó el chico también sin aliento.
Nene negó con la cabeza para ahuyentar esos pensamientos y volvió a besarlo. Sintió entonces las manos de Lelouch sobre sus caderas y volvió a separarse de él, más abruptamente.
— ¿Qué es? —volvió a preguntar Lelouch.
La chica estaba sentada sobre él, no podía concentrarse estando en esa posición.
—Es… Es sólo… —balbuceó ella con voz aguda—. ¿Quieres continuar…?
El muchacho asintió lentamente.
— ¿Eres…? Bueno… —seguía balbuceando la chica—. ¿Tú…?
—Jamás —respondió él facilitándole el trabajo a la chica—. ¿Tú…?
—Kiriha —dijo ella apenada y agachó la mirada.
Lelouch adivinó que Nene no podía continuar hasta que no le hiciera entender que poco le importaba la persona con quien hubiera perdido su virginidad. Se preguntó entonces cómo era que Nene había accedido a acostarse con Kiriha tras pocos meses de noviazgo. Por la misma razón, se sintió estúpido al estar en aquella posición con una chica con la que ni siquiera había formalizado la relación. Tuvo la intención de levantarse y decirle a Nene que se fuera a dormir cuando volvió a sentir los labios de ella sobre los suyos. Simplemente se dejó llevar.
Tras un par de besos más, Nene volvió a separarse de él y lo miró fijamente.
— ¿Estás seguro? —Preguntó ella agitada, Lelouch asintió y ella le dedicó una confianzuda sonrisa—. Entonces, confía en mí. Yo sé de esto.
Volvió a besarlo una última vez y se levantó sólo para sacarse el traje púrpura que usaba, dejando al descubierto su conjunto de ropa interior. Encaje de color negro.
— ¡N-Nene! —balbuceó Lelouch alterado, sus mejillas se tiñeron de un rojo mucho más intenso.
Ella soltó una risa y volvió a colocarse encima de él. Sentir el cuerpo de Nene sobre él y cubierto por una única fina capa de encaje le provocaba semejante excitación que se sintió descontrolado. No quería mirarla tan descubierta pero simplemente no podía evitarlo. Le llamaba la atención el hecho de tener tan cerca los prominentes senos de la chica, tan sólo ocultos por el sostén que, convenientemente, se abotonaba al frente. Nene tomó las dos manos del chico y para dominarlo y las sostuvo junto a su cabeza antes de inclinarse y, descaradamente, frotar con sus pechos el rostro del muchacho. Lelouch seguía balbuceando cosas sin sentido, cosa que hacía reír a Nene. Sin liberarlo de su agarre, la chica movió sus caderas con parsimonia para que Lelouch pudiera sentirla frotarse contra su cuerpo. Se sentía totalmente enloquecido.
Pasaron unos minutos antes de que Nene se levantara y lo tomara por los hombros para incorporarlo. Lo besó en los labios mientras abría la parte superior del traje azul de Zero. No tardó mucho en quitarlo y verlo caer por los brazos del muchacho. Admiró el torso desnudo del chico y le dedicó una caricia en sus nada desarrollados pectorales para luego darle un empujón y lanzarlo de vuelta sobre la cama. ¿De dónde había salido esa personalidad tan pícara y descarada? Apenado, Lelouch admitió para sus adentros que le gustaba.
La chica entonces se deslizó encima de su cuerpo repartiendo una hilera de besos desde sus labios, pasando por su cuello y su pecho desnudo, hasta llegar al punto donde iniciaban los pantalones. El chico se removió debajo de ella para sacársela de encima pero Nene desabotonó el pantalón y lo deslizó hacia abajo, dejándolo sólo con los calzoncillos puestos. Le sacó también los zapatos y volvió a colocarse encima de él. Con toda la intención de excitarlo aún más, Nene volvió a restregarse un par de veces sobre el miembro erecto del muchacho, que permanecía oculto, y él soltó un jadeo acompañado de un leve gemido. Nene volvió a agacharse para besarlo, rematando el gesto mordisqueando levemente el labio inferior de Lelouch.
—Tócame —susurró ella y tomó una de las manos de Lelouch para colocarla sobre su seno izquierdo.
Le parecía increíble a Lelouch el hecho de que ella hubiera tomado el control. Estaba tan acostumbrado a ser el líder, la voz de mando, que se sentía totalmente desprotegido y débil teniendo a una Nene semidesnuda encima de él y tomando el rol dominante. El seno de Nene se sentía tan cálido y suave que el chico lo presionó un poco, arrancándole un leve gemido a la chica. Comenzó a hacer movimientos circulares de su mano mientras ella arqueaba la espalda y le acariciaba el rostro con delicadeza. Se incorporó entonces y la aferró con fuerza sujetando su cintura con una mano para besarla ávidamente en el cuello. Ella seguía moviendo sus caderas y le acariciaba el sedoso cabello negro sin dejar de jadear. Sintió los labios de Lelouch sobre el sostén y la forma en la que el chico estrujaba su redondo trasero, volvió a arquear la espalda tanto que cayó de espaldas y Lelouch tomó el rol dominante. Sintió las piernas de Nene enroscándose alrededor de sus caderas y cómo la chica le daba un tirón a su cabello.
Bastó con un apasionado beso en los labios para que Nene se rindiera debajo de él. La chica dejó caer ambos brazos a cada lado de su cabeza, así como lo liberó del agarre de sus piernas. Cerró los ojos en espera de las caricias pero éstas no se hicieron presentes. Volvió a abrir los ojos y su mirada se cruzó con la de Lelouch. El muchacho la miraba confundido y tenía ambas manos suspendidas sobre sus senos, parecía querer tocarlos con toda su alma pero algo lo detenía. Nene le dio confianza con una sonrisa y tomó las muñecas de Lelouch para colocarlas sobre sus dos cumbres gemelas, el chico se sobresaltó y aún más cuando les dio un leve apretón.
—Tócame, Lelouch —volvió a decir ella, sonó más como una súplica.
Tardó un poco pero finalmente el chico consiguió inclinarse para besar los senos de la chica mientras buscaba a tientas el broche del sostén. Cuando consiguió soltarlo, Nene se levantó un poco para sacar la prensa de encaje y lanzarla al suelo de la habitación. Tomó entonces las manos de Lelouch y lo guió en todo momento, cosa que el muchacho agradeció. Nene no consiguió gemir con auténtico placer hasta que Lelouch aprisionó el seno izquierdo de la chica con sus labios y acarició el pezón izquierdo con la lengua. Al ver que eso la excitaba, el chico continuó. Sin darse cuenta, pasó a hacer lo mismo con el seno derecho mientras masajeaba el que ya había dejado libre. No estaba seguro de que sus caricias fueran buenas o excitantes, maldijo entonces que su primera vez fuera con una chica ya experimentada en el tema.
Dejó de lado la femineidad de la chica para trazar una línea de dulces besos desde el espacio entre sus senos hasta el vientre. Sin pena ni pudor, Nene separó sus piernas y abrió los ojos para ver lo que Lelouch haría a continuación. Un recuerdo llegó a su mente en ese momento. Pudo ver la cabeza de Kiriha entre sus piernas y se escuchó a sí misma gemir con locura. Intentó ahuyentar aquellos pensamientos al sentir que traicionaba a Lelouch pensando en otro chico mientras intentaban hacer el amor. No fue difícil pues pronto pudo sentir el dedo índice del chico explorando su húmeda hendidura por encima del encaje.
—Te… Estás muy…
Ella soltó una risita divertida.
—Sigue así —dijo ella.
Lelouch obedeció aunque volvió a sentirse apenado cuando su tacto percibió de nuevo la humedad en el encaje. Nene levantó un poco las caderas para que Lelouch la ayudara a librarse de esa última prenda. Separó mucho más las piernas y Lelouch, obedeciendo a un impulso, adentró su cabeza entre las piernas de ella para dedicarle un par de caricias con la lengua. Nene gimió levemente al principio pero esos sonidos se acrecentaron cuando las caricias de Lelouch se volvieron más frenéticas. Echó la cabeza hacia atrás y llevó sus manos hacia sus senos para acariciarlos mientras sentía los dedos de Lelouch entrando y saliendo de su hendidura. Sus gemidos tan estridentes ahogaron el timbrar del teléfono de Lelouch, que yacía en los bolsillos del pantalón azul de Zero. La llamada no fue atendida por el muchacho que en ese momento se estaba perdiendo en su propio deseo.
Cuando aquél cosquilleo se hizo evidente, Nene se aferró con fuerza al cabello negro de Lelouch y le dio un tirón al mismo tiempo que arqueaba la espalda y alcanzaba el punto culminante soltando un fuerte grito. Lelouch no la liberó de sus caricias hasta que el cuerpo de ella se relajó y su grito se transformó en leves gemidos.
Así como no se percataron del sonido del teléfono, tampoco se fijaron en el par de ojos amarillos que los miraba por una rendija de la puerta. Con un atisbo de tristeza en su rostro indiferente, CC dio media vuelta y se enfiló por el pasillo sin hacerse notar.
— ¡Estúpido Lulu! —se quejó Shirley mientras volvía a marcar el número.
—No te contestará —se burló Milly—. En estos momentos debe estar en una cita romántica o algo así con otra chica.
— ¡Guarda silencio! —ordenó Shirley mientras se colocaba el teléfono en la oreja y escuchaba los tonos de espera.
Nuevamente no recibió respuesta.
Lelouch yacía de espaldas sobre la cama y tenía de nuevo a Nene encima. La chica se tomaba su tiempo para besar cada centímetro de su piel, aumentando la expectación. Él tenía ambas manos sobre la cintura de ella y de vez en cuando dirigía un par de caricias sobre la piel del redondo trasero de la chica. Tuvo que soltarla cuando ella se levantó para seguir bajando hasta llegar al vientre del muchacho. Podía notar su prominente erección y la acarició con una mano por encima de los calzoncillos negros que él usaba. Lelouch echó hacia atrás la cabeza y cerró los ojos al percibir que Nene le sacaba su última prenda de ropa y tomaba su erección con una mano. Y el tacto de Nene comenzó a deslizarse de arriba hacia abajo provocando que Lelouch gimiera sin control. Logró abrir los ojos cuando sintió los labios de Nene cerrarse sobre aquella parte tan sensible de su cuerpo y no pudo evitar estirar una mano para colocarla sobre la cabeza de Nene y guiarla en sus movimientos. Arriba y abajo. Arriba y abajo.
De repente, Nene se detuvo y aferró la base de su erección con fuerza. Lelouch se incorporó entonces y vio a Nene abriendo su hendidura con un par de dedos para dejarse caer sobre su lívido erecto. Así, en un solo movimiento, tuvo a Lelouch dentro de ella y pudo sentirse plena. Comenzó a subir y bajar, moviendo las caderas mientras acariciaba el torso de Lelouch y arqueaba un poco la espalda. Lelouch jamás se imaginó que fuera posible sentir tanta calidez en el interior del cuerpo de una mujer. Estiró sus manos para tomar los senos de Nene y sólo pudo tomar uno pues la chica le aferró la mano libre con fuerza mientras aumentaba la velocidad.
—Le-Lelouch… —suspiraba ella, totalmente perdida mientras sentía las oleadas de placer embriagándole y recorriendo cada poro de su cuerpo.
El chico intentó incorporarse para cambiar de posición pero Nene se lo impedía dándole empujones y aferrándolo con fuerza contra la cama para evitar que se levantara. Le encantaba tener el control de aquella situación y Lelouch parecía no tener verdaderas intenciones de tomar el rol dominante una vez más.
Cuando consiguió incorporarse fue para abrazar a la chica y sentir sus senos colisionar contra su pecho desnudo. Se fundieron en un apasionado beso que ahogó sus gemidos y los movimientos de ambos aumentaron aún más la velocidad hasta que, soltando una serie de jadeos descontrolados, Lelouch alcanzó el clímax y pudo sentirse en las nubes. El gemido prolongado que soltó, el cuál utilizó para decir el nombre de la chica, fue lo que la impulsó a terminar por segunda vez. Siguió moviéndose hasta que estuvo segura de que ambos habían salido de su orgasmo. Lelouch pensó, con descaro, que bien podría haberse quedado en aquella posición el resto de sus vidas.
—Quizá está dormido —aportó Nunally cuando percibió la tristeza de Shirley.
La pelirroja se sentía devastada. Cinco llamadas había realizado y ninguna había obtenido respuesta. Lelouch jamás la ignoraba de esa manera, ni siquiera cuando le enviaba mensajes de texto a altas horas de la madrugada. Se torturó a sí misma imaginándolo con otra chica. En sus fantasías, Lelouch se besuqueaba con una rubia de rostro desconocido. Sintió su corazón partirse en mil pedazos y, más por orgullo que por auténtico deseo de hablar con él, realizó un último intento.
— ¿Quién es?
—No es nadie.
Claro que Nene no se lo había creído pues alcanzó a ver el nombre de Shirley Fenette en el identificador de llamadas. Con todo, se sintió complacida de que Lelouch rechazara la llamada y apagara el teléfono para volver a centrar toda su atención en la joven Idol.
Se habían cubierto con una sábana aunque ambos cuerpos estaban tan calientes que se sentían un poco sofocados. Nene acomodó su cabeza sobre el pecho de Lelouch y él le acarició la espalda con un par de dedos. Seguían desnudos y Lelouch tenía que evitar excitarse al sentir los pechos de Nene sobre su piel. Seguían siendo cálidos y suaves.
—Tu corazón está muy agitado —comentó Nene distraídamente.
—Fue extenuante —dijo el chico y esbozó una pícara sonrisa para añadir descaradamente—: Pero vaya que me encantó.
—No estuviste tan mal —sonrió Nene.
— ¿Mejor que Kiriha? —preguntó el chico entre risas.
—Mil veces mejor —dijo ella y se incorporó para besarlo.
Lelouch se sentía en el paraíso. Devolvió el gesto y se separó de ella para mirarla a los ojos. Sus narices estaban demasiado juntas, tanto que Nene movió la suya un poco y compartieron ambos una tímida sonrisa, nada acorde a lo que acababa de acontecer en la habitación.
—Te amo, Lelouch —confesó ella sin titubeos—. Te amo —repitió y soltó una risa.
—Y yo a ti, Nene —dijo él con timidez.
Ella volvió a besarlo antes de recostarse de nuevo sobre su pecho. Él soltó un suspiro y se dedicó a acariciar el cabello castaño de la chica mientras ella lo abrazaba con fuerza y sus cuerpos volvían a fundirse como uno solo. Nene estaba convencida de que ahora eran más que cómplices aunque deseaba que Lelouch lo formalizara con una simple pregunta.
Pregunta que Nene respondería afirmativamente, sin importar las circunstancias o el peligro que pudiera significar.
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