Capítulo XVI: Nene... ¿Parte de una Rebelión?

     Las miradas de Suzaku y Nene se cruzaron y para ambos fue como si se hubieran conocido de toda la vida. La chica seguía sintiendo ese impulso de salir corriendo. Quería que Lelouch apareciera y la sacara de ahí.

     Suzaku prefirió quedarse callado.

     Nene se alegró cuando Lelouch volvió y pudo pasar el resto de la mañana con él y los otros miembros del comité estudiantil. Milly le agradaba bastante, Rivalz le parecía amigable y no podía evitar detestar la forma en la que Shirley miraba a Lelouch. Luego estaban Nina y Kallen. Nina tenía una especie de xenofobia en contra de los japoneses, que ellos llamaban Elevens, y Kallen… Bueno, Kallen era Kallen.

     Al finalizar el día, casi todos los estudiantes de la Ashford Academy se habían convencido de que Nene era la prima de Lelouch Lamperouge. La otra mínima parte creía que eran pareja, cosa que a Shirley le molestaba a sobremanera. Nene hubiera preferido esa coartada, no le agradaba tener que fingir que pertenecía a una familia de la que no sabía absolutamente nada excepto que Nunally estaba ciega y lisiada, y que Lelouch era Zero y lideraba la Orden de los Caballeros Negros.

     Lo único insoportable era que Suzaku también formaba parte del comité estudiantil así que Nene tenía que evitarlo a toda costa. El muchacho castaño no intentaba acercarse a ella pero no dejaba de mirarla con fijeza. Nene supo entonces que el plan de Lelouch había sido estúpido. Si Suzaku llegaba a enterarse de que Nene había piloteado el Guren MK-II, la identidad de Zero podría quedar al descubierto.

     Estaban a punto de retirarse cuando Lelouch, más bien Zero, recibió una llamada y tuvo que alejarse para atenderla. Nene consiguió ver el número de su interlocutor antes de que él se alejara, era Diethard quien buscaba a Zero.  La chica esperó sentada en una banca mientras el resto de los estudiantes de la Ashford Academy se retiraban. Milly, Rivalz y Shirley se despidieron de ella con cálidas sonrisas. Nina esbozó una tímida sonrisa y Kallen se limitó a fulminar con la mirada a la joven Idol.

     Mientras Lelouch, Zero, atendía la llamada, Suzaku aprovechó para confrontar a la chica. Se acercó a ella y llamó su atención colocando una mano sobre el hombro de la chica.

     — ¿Podemos hablar?  —preguntó el muchacho.

     Su tono de voz firme impedía negarse a su petición. Nene se mordió el labio inferior y accedió a regañadientes. Se levantó de su asiento y siguió a Suzaku hasta ocultarse detrás de un árbol. Estaban lejos de los pocos estudiantes que quedaban en el instituto así que Suzaku no tuvo problemas para estrellar a la chica contra el tronco del árbol sin temor a ser descubierto. La chica lo miró angustiada.

     —Tú no eres prima de Lelouch —fueron las primeras palabras que Suzaku le dedicó, ella intentó escapar pero Suzaku la sujetó con fuerza por los hombros—. Eres la chica que secuestró Zero, la misma chica que fusionó a esas bestias.

     —Será mejor que me sueltes si no quieres salir herido —sentenció Nene con un siseo amenazador.

     Le parecía estúpido insistir en ser una Lamperouge siendo que Suzaku estaba convencido de lo contrario.

     —Eres Nene Amano —dijo Suzaku confundido—. La hermana mayor de Yuu.

     Aquello fue como una revelación. La chica sintió que su corazón daba un vuelco y sólo fue capaz de articular unas pocas palabras con voz ahogada:

     — ¿Cómo sabes mi nombre…? ¿Y cómo conoces a…?

     — ¡Nene!

     Suzaku soltó a Nene cuando escucharon a Lelouch acercarse. El muchacho de los ojos púrpura se dio cuenta de lo ocurrido cuando Nene apartó a Suzaku de un empujón. Se detuvo en seco y esbozó su sonrisa cálida para decir:

     —Prima, te estaba buscando.

     —Vámonos ya —dijo Nene y echó a caminar para alejarse de aquél sitio.

     Oggi y Tamaki ataron a los miembros del Xros Heart de pies y manos. Los amordazaron y los obligaron a sentarse sobre la plataforma donde Zero solía dar sus discursos. Registraron sus posesiones y les quitaron las billeteras, teléfonos celulares y sus Xros Loaders. Todos sus efectos personajes se encontraban apiñados en la mesa donde Tamaki y Oggi discutían lo que debían hacer con los intrusos. Akari lloraba, Kiriha intentaba liberarse.

     — ¿Y bien?  —Urgió Tamaki—. ¿Qué deberíamos hacer con ellos? ¿Llamamos a Zero?

     —Era nuestra obligación cerrar nuestro escondite tras la última reunión —le recordó Oggi—. No podemos llamarlo y decirle que había intrusos aquí, nos meteremos en grandes problemas.

     — ¿Los matamos, entonces?  —inquirió Tamaki.

     Aquello provocó que Akari soltara otro sollozo ahogado.

     —Podrían ser espías de Britania —puntualizó Oggi—. Deberíamos obtener toda la información posible de ellos, seguramente nos dirán algo útil.

     — ¿Los interrogamos?  —preguntó Tamaki.

     —Necesitamos las instrucciones de Zero antes de hacer cualquier cosa —le respondió Oggi y le lanzó un teléfono—. Llámalo y explícale la situación.

     Aunque sabían que se meterían en problemas por haber dejado que alguien entrara a su guarida pero no podían hacer nada con los intrusos sin la autorización de su líder. Tamaki tomó el teléfono y realizó la llamada.

     Nene se dejó caer en la cama cuando estuvo de vuelta en la mansión Ashford. No recordaba que asistir a la escuela fuera tan extenuante. Lelouch la siguió y cerró la puerta detrás de él. CC también estaba presente, devoraba una pizza y parecía totalmente ajena a la presencia de Nene. La joven Idol deseaba que CC se esfumara para poder hablar a solas con Lelouch.

     — ¿Qué pasó con Suzaku?

     Era Zero quien hablaba.

     Nene relató lo sucedido sin excluir detalle alguno. Hizo especial énfasis en el hecho de que Suzaku conocía a su hermano menor, aquello provocó que Lelouch se turbara.

     — ¿Tu hermano está aquí?  —Le preguntó al cabo de un momento de silencio—. ¿Ha venido por ti?

     —No lo sé —respondió ella vagamente—. No me explico cómo fue que llegó aquí en primer lugar.

     — ¿Lo has visto?  —inquirió Zero.

     — ¿En qué momento?  —Le respondió Nene—. Me he pasado los días aquí, bajo tu vigilancia. Yuu tiene que haber venido, sólo así Kururugi sabría su nombre.

     —Si tu hermano está con Suzaku, hay una gran probabilidad de que él esté bajo los cuidados de Britania —razonó Zero—. Cornelia no debe saberlo, seguramente Euphemia está detrás de todo.

     —Hablas de Britania como si algo terrible —se quejó Nene—. Incluso cuando mencionas el nombre de Cornelia. No puedo evitar detectar el odio en tu voz. ¿Qué te hizo Britania para que decidieras combatirlos?

     Lelouch se levantó y comenzó a pasearse por la habitación para evitar mirarla.

     —Eres parte de la Orden de los Caballeros Negros ahora —dijo para evadir el tema—. Eso significa que estás con nosotros y no con Britania.

     —Esto no se trata de ti —le espetó Nene—. Se trata de mi hermano.

     —No dejaré que nadie de Britania te ponga una sola mano encima —continuó Zero con firmeza—. Arreglaré con Diethard una forma de hacer un anuncio público de Zero para toda el Área 11. Si tu hermano lo ve y te reconoce entre el público…

     —La matarían —aportó CC y los otros dos la miraron—. Si lo que dices es cierto, Lelouch, y Yuu Amano está con Britania, es probable que usen tu anuncio como una provocación para atacarnos y su principal blanco sea Nene.

     — ¿No podríamos simplemente pedirle a Yuu que nos veamos en algún sitio?  —Suplicó Nene—. Sin Knightmares ni Digimons, sólo nosotros dos.

     —Ni pensarlo, no con Suzaku interfiriendo —respondió Zero con firmeza—. Tendremos que discutir éste asunto con los demás. Les explicaremos la situación y tomaremos una desición.

     —No comprendo por qué no te fías de mi hermano —le espetó Nene indignada—. ¡No va a hacerme ningún daño!

     —Confiaría en él de no ser porque alguien que trabaja para Britania lo conoce —le espetó Zero de vuelta—. Está decidido, Nene. Esperaremos a ver cómo marchan las cosas.

     Nene intentó responder cuando el teléfono de Zero recibió una llamada. Guardó silencio mientras maquinaba posibles respuestas para dejarle en claro a Zero que no pretendía obedecer sus instrucciones de mantenerse alejada de Yuu.

     —Aquí Zero —dijo el muchacho.

     Hubo una breve pausa, Nene se distrajo al ver la forma en la que el queso de la pizza de CC colgaba de la rebanada.

     —Nos vemos ahí —dijo Zero tras unos segundos y terminó la llamada.

     — ¿Qué ocurre?  —preguntó Nene al ver que Lelouch avanzaba hacia el armario y le lanzaba a Nene el traje que usaban los Caballeros Negros.

     —Era Oggi —respondió Zero—. Encontraron intrusos en nuestra guarida.

     — ¿La viste? ¿Está bien? ¿Dónde está ahora?

     La noticia de que Suzaku se había topado con Nene provocó que Yuu se emocionara a tal grado que incluso abrazó a Airu para celebrar. Euphemia también se alegró al escuchar aquello. Suzaku omitió la parte donde Lelouch la presentaba como su prima. Aunque todo le parecía sospechoso, tenía que proteger a su mejor amigo a toda costa.

     — ¡Tengo que verla!  —Exclamó Yuu una vez que Suzaku terminó su relato—. Mañana mismo iré contigo al colegio, Kururugi.

     —Hay algo de todo esto que no me agrada —fue la respuesta que dio Suzaku—. Con gusto te ayudaré a acercarte a tu hermana pero iré contigo en caso de que Zero aparezca.

     Aquella tarde se dedicaron a hacer planes que incluían un arma de fuego que Yuu debía ocultar bajo sus ropas en caso de que Zero apareciera con su hermana. Las sospechas de Suzaku terminaron por afectar al chico rubio que comenzaba a preocuparse de que Nene se hubiera unido a esa rebelión de la que Zero era el líder supremo.

     La desaparición de la chica se había vuelto parte de un problema mucho más grande.

     Euphemia les había explicado a sus nuevos amigos todo lo que ocurría en Britania. Había una guerra entre ellos y el llamado grupo de los Caballeros Negros. Todo se complicaba ahora que Yuu estaba con Britania. Y Nene, aparentemente, era parte de la Rebelión.

     Antes de llegar a la bodega, Zero colocó una pequeña máscara en el regazo de Nene.

     —Úsala —le ordenó—. Cuando lleguemos a ver a los intrusos, CC, Kallen y tú entrarán conmigo —le colocó también una pequeña arma en el regazo y añadió—: No te pediré que asesines a nadie. Pero si acaso llega a ocurrir algo, quiero que dispares, ¿de acuerdo?

     —Tendrás que darme muchas explicaciones cuando terminemos con esto —respondió que Nene mientras se ponía la máscara que cubría sus facciones.

     —Tienes razón —concedió Zero, Nene hubiera preferido que Lelouch hablara en aquél momento—. Eres mi mano derecha así que te responderé todas tus preguntas cuando hayamos acabado con los intrusos.

     —En ese caso estoy a sus órdenes, señor —sonrió Nene.

     Zero no pudo evitar reír.

     La camioneta blindada aparcó afuera de la bodega. Kallen ya esperaba ahí, también ella utilizaba una máscara similar a la de Nene. CC vestía de la misma forma y Tamaki los esperaba cerca de la entrada.

     — ¿Dónde está Oggi?  —exigió saber Zero.

     —Adentro —respondió Tamaki—. Está interrogando a los intrusos.

     Nene sintió que su corazón daba un vuelco cuando escuchó las dos voces que provenían del interior de la bodega.

     — ¡Dime cómo entraron aquí!  —exclamaba Oggi.

     — ¡Ya se lo expliqué tres veces, maldita sea!  —respondió aquella voz.

     << No puede ser… >> pensó Nene incrédula, << Esa voz es de… >>

     —Andando —ordenó Zero.

     Con Nene a su derecha, y Kallen y CC cerrando la marcha, Zero entró en la bodega y pudo ver a los intrusos congregados cerca de Oggi, que sujetaba al muchacho vestido de rojo por el cuello de la camiseta y se estaba preparando para darle un puñetazo. Nene comenzó a respirar agitadamente y deseó que la máscararealmente le sirviera para ocultarse de los ojos de aquellos muchachos.

     —Basta, Oggi —ordenó Zero—. Yo me encargaré de ellos.

     Oggi soltó a Taiki Kudou y se alejó, se dirigió a un rincón en espera de que Zero volviera a necesitarlo. Taiki se levantó tan pronto como sus atadas extremidades le permitían y se quedó sin habla al ver a la chica enmascarada que sostenía el arma de fuego en alto. Kiriha también la reconoció a pesar de tener el rostro cubierto y aquellos gestos de sorpresa e incredulidad no le pasaron por alto a Zero.

     — ¿Nene?  —Preguntó Taiki con un hilo de voz—. ¿Eres tú? ¿Qué estás haciendo aquí?

     La chica soltó un pesado suspiro y se preguntó cómo reaccionaría Zero con lo que estaba a punto de hacer. Sin dejar de sostener el arma y con el dedo índice colocado sobre el gatillo, se retiró la máscara con la mano libre. Akari soltó un grito ahogado y la angustia se reflejó en los ojos de Zenjirou. Tagiru también estaba aterrado. Ren y Ryouma estaban tan sorprendidos como el resto. Kiriha y Taiki habrían querido tomarla por los brazos y salir corriendo.

     Ella dejó caer la máscara al suelo y dijo, experimentando un cambio de voz similar al que Lelouch sufría cuando estaba en el papel de Zero:

     —Sí, soy yo. Nene Amano. Y ahora soy parte de la Orden de los Caballeros Negros. Soy la mano derecha de su líder: Zero.

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