Capítulo XLIV: La Trampa del Xros Heart
Lloyd, aún a pesar de las quejas de Cecile, siguió trabajando en su experimento.
Una vez que los vórtices permanecieron abiertos el tiempo suficiente, Lloyd se dedicó a buscar un modo de aclarar la imagen para ver lo que había en lo que él llamaba la Otra Dimensión. Aún hacía falta perfeccionarlo pues el vórtice se apagaba de golpe cuando la imagen comenzaba a hacerse visible.
—Crearás un agujero negro que se tragará a toda Britannia si sigues jugando con tu portal —comentó Cecile una noche antes de irse a casa.
Pronto, Lloyd se dejó absorber totalmente por su trabajo. Estaba seguro de que pronto, muy pronto, podría conocer la Otra Dimensión.
Harto de quedarse siempre oculto, Taiki decidió una noche que era momento de lanzar su segundo ataque contra Britannia. Sus amigos estuvieron de acuerdo y pasaron la noche entera ideando estrategias.
— ¿Qué sitio atacaremos? —fue lo primero que preguntó Yuu.
Tras su breve encuentro con Nunally y Kallen, Tagiru se mostraba desanimado y reacio a participar en la lluvia de ideas. Observaba y escuchaba la conversación sentado en un rincón.
—Ya hemos reducido a cenizas dos edificios importantes —respondió Kiriha—. Creo que deberíamos dirigir nuestra ofensiva en dirección a un pez más gordo.
—Zero o Cornelia —dijo Yuu—. Son ellos los líderes de cada bando.
—Otro buen plan… —comenzó a decir Ren en voz baja—. Otro buen plan sería atacar la cuidad y luego, hacer responsable a uno para que el otro quiera tomar acciones en su contra.
— ¡Eso es brillante, Ren! —concedió Airu dando una palmada.
—Suena bien pero no tenemos cómo culpar a ninguno de ellos —intervino Taiki.
—Es cierto, no tenemos Knightmares —secundó Kiriha.
—Quizá no, pero mi hermana sí tiene un Xros Loader —comentó Yuu.
Fue como una revelación. Si tan sólo consiguieran que Nene abandonara su Xros Loader el tiempo suficiente…
— ¿Cómo podría hacerse? —preguntó Zenjirou.
—Todavía tenemos fuertes lazos con ella y con nuestros amigos que viven en su Xros Loader —razonó Kiriha—. Así que uno de nosotros tendría que robarlo y…
—La Great Xros no funcionará si no está ella con nosotros —lo interrumpió Taiki—. Para eso necesitamos tres Xros Loaders: el tuyo, el mío y el de Nene.
—Podrías hacer otra cosa.
Ren estaba demasiado comunicativo. Kiriha y Taiki lo miraron, y el chico de las gafas urgió que continuara dedicándole una mirada de impaciencia.
—Forzar la DigiXros —dijo Ren.
Hubo un intercambio de miradas.
¿Era posible obligar a Mervamon y Sparrowmon a unirse con el Xros Heart?
Lelouch despertó aquella mañana cuando sintió el golpe de la almohada contra su rostro. Cayó de la cama al intentar girarse y escuchó la risa cruel de Nene. Se levantó y tomó la almohada para devolver el golpe.
—Algunas novias dan los buenos días con un beso —se quejó Lelouch.
— ¿Cuántas oportunidades de golpear a un príncipe en el rostro con una almohada mientras duerme hay en la vida? —devolvió ella con una sonrisa.
Lelouch soltó una carcajada.
—Sayoko ha llevado a Nunally a dar un paseo —informó la chica mientras Lelouch estiraba los brazos por encima de su cabeza—. Tu desayuno se enfría.
—Voy en un momento —dijo Lelouch y acortó la distancia entre ambos para plantar un delicado beso en la frente de la chica.
Fue al desayunador luego de darse una veloz ducha matutina. Llevaba una toalla sobre los hombros y se secaba aún el cabello cuando ocupó su asiento. Nene servía en ese momento varios platos de omelette para Sparrowmon y el resto.
—Vaya, el hedor de Britannia ya no se percibe —dijo Mervamon con tono hiriente y esbozando una cruel sonrisa—. Te hacía falta un baño, Lelouch.
Beelzebumon ahogó una carcajada y Lelouch entornó los ojos. Y pensar que Mervamon y el muchacho no se soportaban al inicio… Tomó un tenedor y Nene fue a sentarse a su lado para hacerle compañía. Lo besó con dulzura y él devolvió el gesto.
—Me siento más tranquila ahora que todos saben nuestro secreto —comentó ella tras robar un trozo de omelette del plato del chico.
— ¿Nuestro secreto?
—Que eres Zero. Que no soy de tu mundo. Que me amas. Que te amo.
Enlistó todo aquello acariciando los nudillos del chico con su dedo pulgar. Lelouch detestaba que Nene tocara el tema de los distintos mundos. Pertenecer a un Japón distinto del Área 11 implicaba que ella tendría que volver a casa tarde o temprano. Le aliviaba no conocer ninguna forma de devolverla al DigiQuartz, pero… ¿Qué sucedería cuando encontraran un portal o algo semejante? No quería despedirse pero tampoco podía ir con ella. No mientras tuviera sobre sus hombros la responsabilidad de cuidar a Nunally. Además, aún existían los Caballeros Negros. Y Shirley. Y Suzaku. Y seguiría siendo el 17° príncipe de Britannia presuntamente muerto. ¿Qué hacer entonces?
— ¿Cariño, estás bien?
Cariño.
La voz de Nene se quedó grabada en su memoria, resonaba en sus oídos y rebotaba contra sus tímpanos. Le había ocurrido lo mismo tras escuchar su confesión de amor, y también cuando ella le dijo que siempre estaría con él y nunca lo abandonaría. Se dio cuenta entonces que se había quedado paralizado con un bocado de omelette a medio camino entre su boca y el plato. Nene tenía una mano sobre su hombro y lo miraba angustiada. Las palabras no salían de su boca. No conseguía decirle a la chica "Tranquila, estoy bien". No estaba bien. No podía estando a sabiendas de que todo podría terminar en un abrir y cerrar de ojos. Tenía que decírselo. Pedírselo. Suplicarle, de ser necesario.
La idea de estar lejos de ella era terriblemente dolorosa.
—Te amo, Nene —le dijo el chico y fue la voz de Zero la que se escuchó.
Nene se mostró confundida. ¿A qué venía esa actitud?
—Si algún día llego a ser emperador de Britannia, quiero que tú seas mi reina.
Se quedó sin aliento. ¿Era eso una propuesta de matrimonio o algo semejante? Creía que era una locura pero una voz interna le decía a gritos que le diera el Sí. Después de todo, jamás había amado a alguien de la misma forma que amaba a Lelouch. Y, aunque no llevaban mucho tiempo como pareja formal, podía sentir que su amor traspasaba cualquier barrera.
—Lelouch… —balbuceó ella—. ¿Quieres que yo sea tu…?
—No quiero separarme de ti —volvió a hablar Zero—. Imaginarte lejos de mí me hace sufrir como no tienes idea.
Sintió un par de lágrimas de alegría brotar de sus ojos. Tan sólo pudo acercarse a él y susurrar:
—No me iría nunca, ni aunque tuviera la oportunidad.
Se fundieron en un dulce beso. Al sentir la forma en que sus labios se conectaban, como las piezas de un rompecabezas, podían estar convencidos de que estaban hechos el uno para el otro.
El Xros Heart tuvo que escabullirse para llegar a un hermoso y enorme parque en el Área 11. Estaba lleno de Elevens, era el señuelo perfecto para que Zero y sus secuaces, Nene entre ellos, se presentaran para luchar. Tagiru había insistido en que no podían poner en peligro la vida de todos esos japoneses sólo para tratar de vengar la muerte de Akari. Claro que nadie lo escuchó y todos decidieron seguir ciegamente las órdenes del general del Xros Heart.
Se colocaron en hilera. Taiki, Kiriha y Tagiru iban al centro. Taiki tomó un profundo respiro. Había dejado bien claro que no debían atacar a ninguna persona, únicamente debían hacer que Zero entrara en la boca del lobo.
—Ahora —ordenó.
Levantaron sus Xros Loaders al mismo tiempo, como si estuvieran sincronizados.
— ¡Reload, Shoutmon! ¡Chou Shinka!
— ¡Reload, MetalGreymon! ¡Chou Shinka!
— ¡Reload, Gumdramon! ¡Chou Shinka!
— ¡DigiXros! ¡Ballistamon! ¡Revolmon!
— ¡Reload, Damemon! ¡Chou Shinka!
— ¡Reload, Opossumon! ¡Chou Shinka!
— ¡Reload, Dracmon! ¡Chou Shinka!
Ninguno de ellos podría siquiera haber imaginado que fue aquél momento el inicio del fin.
De alguna forma, Lelouch y Nene consiguieron llegar a la habitación del muchacho. Se retiraron de la cocina a tiempo antes de dar un espectáculo a Sparrowmon y compañía.
Nene estaba recostada en la cama y Lelouch estaba sobre ella. Se besaban con pasión y parsimonia mientras algo, una corriente eléctrica, se apoderaba de sus cuerpos. Nene inclinó la cabeza hacia un lado cuando sintió los labios de Lelouch sobre su cuello. Sus besos eran lentos, dulces. Soltó un jadeo cuando la mano de Lelouch se cerró sobre uno de sus pechos y gimió levemente cuando sintió la sugestiva presión que la rodilla de Lelouch ejercía en esa zona íntima ubicada entre sus piernas. La mano de Lelouch viajó hacia abajo para intentar colarse por debajo de la blusa negra que usaba Nene y entonces…
Fue el tono de llamada entrante proveniente del teléfono de Zero lo que los sacó de su estado de éxtasis. Ninguno podía quejarse ni ignorar la llamada. Que alguien contactara a Zero sólo podía significar que había problemas.
—Aquí Zero —respondió el muchacho.
—Lelouch, soy Kallen —se escuchó la voz de ella al otro lado de la línea—. Los amigos de Amano están atacando a los japoneses.
— ¿Dónde? —exigió saber Zero.
—Cerca del parque de atracciones.
—Llama a Milly y a los demás —ordenó Zero—. Estás a cargo hasta que lleguemos ahí.
Terminó la llamada y la feliz pareja se levantó de un salto de la cama. Nene introdujo de vuelta a sus compañeros en el Xros Loader y salieron pitando de la mansión. CC ya los esperaba dentro de la camioneta blindada.
—No llegaremos a tiempo —exclamó Nene sujetando a Lelouch por un brazo.
—Tenemos que ir por los Knightmares —le recordó Zero.
—Monimon puede teletransportarse.
No había lugar para discusiones. CC salió de la camioneta y el trío se aferró con fuerza a Monimon. En un abrir y cerrar de ojos, los tres se habían esfumado.
Aparecieron dentro de la bodega donde Kallen, Milly y compañía ya abordaban sus Knightmares. Sin mediar palabra con ellos, CC abordó el Galahad y Lelouch y Nene subieron al Gawain. Lelouch ocupó su asiento y Nene accionó los controles.
—Les habla Zero —decía Lelouch por los comunicadores—. Usaremos nombres clave para comunicarnos —dijo—. Shirley, tú serás E1. Milly, D1. Rivalz, E2. Kallen, E3. CC, D2. Oggi, D3. Tamaki, E4. Sparrowmon, Mervamon y Beelzebumon serán E5, D4 y D5. Suzaku, desvíate y ve por el Lancelot, tú serás D6. Nene y yo seremos E7. ¿Han entendido?
— ¡Sí, Zero! —respondieron todos al unísono.
Los Knightmares se pusieron en marcha emitiendo en conjunto un estruendoso rugido metálico. El Gawain se levantó en el aire y las puertas mecánicas de la bodega se abrieron con un rechinido.
— ¡A la carga, Caballeros Negros!
Nene puso en marcha el Gawain en cuanto Zero dio la orden. Ellos lideraban la marcha, seguidos por el Guren y el Galahad. Los Akatsuki de Milly, Rivalz, Shirley, Oggi y Tamaki iban en tierra. Suzaku tomó una dirección distinta.
Los Caballeros Negros entraban en escena sin saber que estaban cayendo en la trampa del Xros Heart.
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