Capítulo XLII: Yo Soy Zero

     Kallen tuvo que golpear a Guilford en la cabeza con una lámpara de escritorio para conseguir dejarlo inconsciente y poner su entera atención en la inusual actitud de Cornelia. Lelouch ocupó un asiento frente a ella y cruzó las piernas. Cornelia dio inicio a su relato con voz queda y tranquila. Kallen sólo podía asociar su comportamiento con los efectos de una hipnosis.

     —No conozco al asesino —dijo—. Tan sólo sé que la reina Marianne ordenó que se retirara su guardia personal aquél día. Schniezel se llevó su cuerpo.

     —Nunally casi muere también —dijo Lelouch entre dientes—. ¿Cómo puedes tomarlo tan a la ligera?

     —Creí que estaban muertos —respondió Cornelia aún con voz queda—. Por alguna razón sabía que tú eras Zero, pero…

     —No tiene ningún caso seguir hablando contigo —le espetó Lelouch—. Si no puedes decirme lo que quiero saber, será mejor que me vaya.

     Se levantó de su asiento y Cornelia parpadeó un par de veces mostrándose confundida.

     Lelouch y sus secuaces se colocaban de vuelta las máscaras en ese momento. La mente de Cornelia estaba hecha un verdadero lío, era similar a estar sufriendo una laguna mental.

     ¿Cuánto tiempo había estado ausente?

     —Ahora que sabes quién soy, debes estar consciente de que no importa el lazo que tengamos —habló Zero con la máscara ya puesta—. Seguiré defendiendo a los Elevens, cueste lo que cueste.

     Cornelia se quedó paralizada mientras lo veía salir por el pasillo. Escuchó a Guilford quejarse en el suelo y tuvo que llamar a un médico para que atendiera la sangrante herida que el hombre tenía en la cabeza. Seguía intentando llenar esa laguna mental. Recordaba haber escuchado a Lelouch darle una orden. Llamó su atención que el chico se llamó a sí mismo Lelouch Vi Britannia, conservaba ese título a pesar de luchar contra el sacro imperio. Vio un destello púrpura en el ojo izquierdo de Lelouch y entonces… Nada. Cuando recuperó la consciencia, Lelouch ya estaba retirándose con sus secuaces. 

     Lelouch había hecho algo con ella pero, ¿qué? ¿Qué había sido?

     Cecile tuvo que reparar el Lancelot por su propia cuenta pues Lloyd seguía muy ocupado jugando con su experimento. De vez en cuando, Lloyd daba palmadas o reía a carcajadas. El vórtice luminoso que hacía aparecer duraba activo cada vez más tiempo pero aún no podía jactarse de haber logrado su objetivo: viajar a voluntad entre dimensiones. Cecile entornaba los ojos mientras arreglaba los desperfectos del Lancelot mientras deseaba para sus adentros que Lloyd volviera a enfocarse en su trabajo.

     El trayecto en la camioneta blindada fue incómodo y silencioso. Kallen no le quitaba los ojos de encima a Zero. Se sentía tonta. Mirando todo en retrospectiva, era obvio que Lelouch siempre fue Zero. El enmascarado, por su parte, pensó y pensó hasta imaginar que salía humo de su cabeza. ¿Había sido inteligente de su parte no asesinar a Cornelia luego de revelar su identidad? Todo el imperio no tardaría en enterarse de que el 17° príncipe supuestamente muerto había salido de la tumba para vengar la muerte de su madre. Tenía que encontrar a Schniezel El Britannia lo más prontamente posible para encontrar respuestas. Pero, ¿qué si Schniezel tampoco lo sabía? ¿Euphemia se habría llevado el secreto a la tumba? ¿Sería Odysseus quien le diera respuestas? Pensó entonces en su padre. El emperador Charles. No olvidaba los tratos que había recibido por parte de su progenitor cuando era más joven. Sin duda él lo sabía, el emperador Charles era la pieza faltante del puzle. Tenía que encontrarse con él a toda costa y entonces, el Geass haría su trabajo. Seguiría luchando por la liberación del Área 11, no podía dejar desamparados a todos los Elevens que depositaban ciegamente su confianza en él.

     Y luego estaba el asunto de su verdadera identidad. Tenía que admitirlo: se sentía liberado luego de haberse mostrado ante Cornelia. Era como haberse quitado un enorme peso de encima. ¡Qué no habría dado por poder deshacerse de los secretos! Poder combatir a Britannia sin necesidad de enmascararse y escudarse bajo la imagen de Zero. Poder alzarse como el emperador Lelouch Vi Britannia y que toda el Área 11, que volvería a llamarse Japón, supiera que su libertador era nadie más y nadie menos que el 17° príncipe de Britannia. Pero, ¿qué pasaría con la Orden de los Caballeros Negros? ¿Accederían a seguir siendo comandados por él? Estaba convencido de que Nene y CC permanecerían a su lado. Kallen no se iría, no habría estado en la camioneta blindada de ser lo contrario. Diethard también permanecería con él. El Frente de Liberación sin duda se iría pero creía poder sobrevivir sin Tohdoh. Lakshatta no era prescindible pero era bastante seguro que se quedaría con él. Milly, Rivalz, Shirley y Nina no lo abandonarían, en especial Milly pues ella sabía que el muchacho era un príncipe. Suzaku… Suzaku se había unido al ejército de Britannia así que era imposible saberlo. ¿Qué pasaría con Oggi? Tamaki era prescindible pero Oggi…

     Sintió el apretón de manos que le dio Nene y eso lo devolvió a la realidad. Su decisión estaba tomada y no había vuelta atrás.

     Los Caballeros Negros se congregaron en el sitio donde Zero acostumbraba a hablarles.

     Kallen, CC y Nene tuvieron que mirar desde abajo por órdenes del muchacho. Suzaku no estaba nada cómodo con su uniforme de Caballero Negro, se había acostumbrado ya a vestir con el traje blanco de Britannia. Kallen hacía todo lo posible para permanecer tranquila y fingir que nada había ocurrido. Su angustia era evidente y fue gracias a eso que Nene le dio una palmada en el hombro y le dijo en voz baja:

     —Nadie te juzga si quieres irte.

     Kallen le agradeció el apoyo con una media sonrisa y Nene devolvió el gesto. Aquello no le pasó desapercibido a Milly Ashford. La rubia las observó, escuchó las palabras de Nene y sus ojos viajaron inmediatamente hacia Zero. Tuvo un mal presentimiento.

     —Tengo que hacer un anuncio —habló Zero finalmente y los miembros del comité estudiantil se quedaron sin habla.

     Suzaku ya lo sospechaba pero permaneció tranquilo y en silencio. Milly y sus amigos intercambiaron miradas. ¿Esa voz que escuchaban no le pertenecía a…?

     —Ustedes han luchado valientemente a mi lado para liberar a Japón de la opresión ejercida por Britannia. Es por eso que hoy he decidido revelarles mi identidad.

     Hubo un intercambio de miradas entre el grupo, Nene comenzó a negar con la cabeza.

     —Si alguien quiere abandonar la Orden cuando haya terminado, son libres de hacerlo —dijo Zero.

     Tomó una gran bocanada de aire y esperó un par de segundos para crear expectación.

     Finalmente, se sacó la máscara y la lanzó lejos. Todo el grupo soltó una exclamación de sorpresa.

     —Yo soy Zero —dijo el muchacho—. Lelouch Vi Britannia.

     Las pupilas de Oggi se contrajeron. Tamaki retrocedió un par de pasos. Diethard se cubrió la boca con una mano. Lakshatta bajó su cigarrillo. Tohdoh adoptó una actitud defensiva. Milly respiraba agitadamente. Shirley y Nina estaban aterradas. Rivalz soltó un epíteto en voz baja. Suzaku retrocedió.

     —También quiero decirles que he conseguido que nuestra rebelión llegara tan lejos gracias a un extraño poder que poseo.

     Todos se preguntaban qué estaba pasando. ¡Zero no podía ser él!

     —El poder está en mi ojo izquierdo —seguía diciendo—. Se llama Geass y sirve para hacer que cualquier persona que lo vea, me obedezca ciegamente.

     Comenzaron a escucharse los murmullos. ¿Acaso Lelouch los había estado controlando con el Geass?

     —Sé lo que se están preguntando, pero sólo he usado mi Geass en Kallen y en Milly Ashford.

     Milly comenzó a atar cabos. Después de todo, algo dentro de ella le decía que Nene no era una Lamperouge. Pero, claro, el Geass la había convencido de lo contrario.

     Kallen se sentía herida.

     —También deben saber que en realidad lucho por la libertad de Japón —aclaró—. Ya no quiero seguir ocultándome así que… —hizo una pausa para tomar aire y continuó mientras comenzaba a arrepentirse—: Así que les pediré que suban aquí, conmigo, todos los que quieran seguir en la Resistencia. El resto, puede irse y les pido una sincera disculpa.

     Ofreció una inclinación de la cabeza y el mundo pareció detenerse. 

     Los segundos eran eternos. Todos esperaban que alguien, fuera quien fuese, subiera con Zero o se retirara. Nadie quería ser el primero.

     Fue Nene quien se dio el valor de subir a su lado, seguida por CC. La tercera fue Kallen, incluso ella se sorprendió de haberlo hecho. Milly fue la cuarta, dejó sorprendidos a sus amigos. Lelouch les dedicó una cálida sonrisa.

     Hubo un momento de silencio hasta que Diethard, Oggi y Tamaki ocuparon sus puestos junto a Lelouch. Lakshatta apagó su cigarrillo antes de subir. Rivalz y Shirley fueron los siguientes, la pelirroja intentó colocarse justo a su lado pero el muchacho tenía a Nene de un lado y a CC del otro así que se colocó junto a Milly. Tohdoh y sus hombres del Frente de Liberación también acudieron con él.

     Suzaku fue el último en subir.

     —No puedo… —escucharon decir a Nina con voz trémula.

     La chica giró sobre sus talones y emprendió la salida. Ella encabezaba el grupo de personas que abandonaban la bodega sin mediar más palabras.

     Fue así como dejó de existir la Orden de los Caballeros Negros. O, al menos, sus filas se redujeron considerablemente.

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