Capítulo XI: JetMervamon

     Lelouch tardó menos de cinco minutos en ponerse el traje de Zero.

     Se dirigieron a toda velocidad hacia la bodega y abordaron una mole de metal de color negro. Lelouch le explicó a Nene que aquella máquina recibía el nombre de Knightmare.

     —Es el Gawain —aportó CC mientras ocupaba su puesto frente a los controles.

     El Gawain se veía más grande desde el interior. Lelouch se negó a compartir su asiento así que Nene se colocó detrás de él. CC puso el Knightmare en marcha, Nene cayó al suelo tras la primera sacudida.

     Sin duda sería un viaje difícil.

     Taiki y el resto de la comitiva tenían ahora que buscar a tres desaparecidos: Nene, Yuu y Airu. Tras varias horas de búsquedas infructuosas, el Dobermon de Hideaki logró percibir un aroma peculiar en uno de los recónditos callejones del DigiQuartz. Hideaki y su Digimon alertaron al resto del grupo y los condujeron al mismo sitio donde Dobermon había percibido el intenso aroma del dulce perfume de Airu.

     Al frente del grupo, Taiki y Shoutmon fueron los primeros que entraron en el callejón.

     Lo que vieron los dejó sin palabras.

     El vórtice luminoso había vuelto a las andadas aunque el zumbido que emitía no provocaba molestia alguna en los oídos del grupo. La luz era tan cegadora que Taiki y Shoutmon tuvieron que salir del callejón.

     — ¿Qué es?  —preguntó Akari ni bien los vio volver.

     — ¿Encontraron a Airu?  —secundó Ren.

     Taiki parpadeó un par de veces para recuperar la visión.

     —Es una especie de portal a otra dimensión -explicó como si aquello fuese algo que se escucha todos los días.

     — ¿Sabemos a dónde conduce?  —inquirió Kiriha.

     — ¿Quieres que vaya alguno de nosotros a revisar?  —secundó Zenjirou.

     Taiki negó con la cabeza y lo meditó por un momento.

     No sabían a dónde había ido Nene, pero Airu también estaba desaparecida y su rastro conducía a aquél vórtice. ¿Podría ser qué...?

     —Tagiru, Akari, Kiriha, Zenjirou, Ryouma y Ren, ustedes vendrán conmigo —dijo al fin, los aludidos asintieron con la cabeza—. Hideaki y el resto, ustedes seguirán buscando aquí —añadió mirando a los demás.

     Hubo un intercambio de palmadas en la espalda y palabras de aliento.

     Tras aquella emotiva, melodramática e innecesaria despedida, Taiki y sus compañeros atravesaron el portal.

     El Gawain no tardó en llegar al sitio donde el Knightmare rojo que Nene recordaba, y que en ese momento supo que se llamaba Guren MK-II, peleaba contra aquél Knightmare blanco, el Lancelot.

     Podían ver lo que acontecía en el exterior gracias a una pantalla frente a la que CC se encontraba piloteando la máquina. Se alegró al ver a Mervamon y Sparrowmon luchando contra el Lancelot aunque la felicidad duró poco al percatarse de que el Guren también los atacaba.

     — ¿Quién pilotea al Guren?  —exigió saber la chica, apretaba con fuerza los puños e intentaba controlar su furia.

     —Esa información es clasificada —fue la respuesta de Lelouch, usaba su tono serio e intimidante.

     — ¡¿Quién pilotea al Guren?!  —repitió ella alzando la voz.

     — ¡Kallen!  —respondió él exasperado—. ¡Kallen va en el Guren!

     — ¡Ordénale que deje de atacar a mis Digimons!  —exigió ella enfurecida.

     Lelouch intentó ignorarla.

     En la pantalla pudieron ver al Guren golpeando con fuerza el lomo de Sparrowmon para derribarlo y dejarlo fuera de combate.

     Nene sucumbió a la histeria.

     — ¡¡Dile a esa zorra malnacida que deje de atacar a mis Digimons!!  —exclamó.

     Lelouch se quejó por el molesto sonido de su voz aguda y accionó su comunicador.

     —Kallen, aquí Zero.

     — ¡Es un mal momento, jefe!  —respondió ella maniobrando para esquivar un ataque del Lancelot.

     —Kallen, deja de atacar a esas bestias —ordenó Lelouch—. Nuestro enemigo es el Lancelot, ellos son nuestros aliados.

     Bastó con eso para que Kallen dejara de atacar a Mervamon y Sparrowmon, Nene no podía dejar de fulminar al Guren con la mirada.

     — ¡Te habla Zero!  —Dijo Lelouch de repente y Nene se sobresaltó—. ¡Esa espada tuya que tienes, úsala para atacar al Lancelot!

     Mervamon supo que se refería a ella.

     Nene no comprendía cómo era que de pronto podía cualquiera escuchar a Lelouch. ¿Altavoces?

     La Digimon le dedicó una señal obscena al Gawain y siguió luchando por cuenta propia.

     —Qué mal has entrenado a esa bestia, Amano —se quejó Lelouch con tono hiriente.

     —Quizá te obedecería si no fueras tan prepotente —respondió ella furtivamente—. Déjame salir, tengo que pelear.

     — ¿Pelear, tú?  —Se burló Lelouch—. Sólo cállate y déjame hacer mi trabajo.

     — ¡Mis Digimons están ahí afuera!  —Insistió ella, CC se mantenía indiferente a su conversación—. ¡Déjame salir!

     Lelouch la ignoró olímpicamente.

    

     Cuando Yuu se levantó se dio cuenta de que había caído encima de Airu. La chica estaba inconsciente y el muchacho tuvo que asegurarse de que no estuviera herida. Se aseguró también de que tuviera pulso y respirara.

     Al intentar levantarse se percató de que tenía una grave herida en la rodilla derecha, seguramente se la había provocado con la caída. Arrancó un trozo de tela de la camisa amarilla que usaba para improvisar un vendaje. Se levantó cojeando y vio a sus dos Digimons acompañantes en la distancia.

     — ¡¡Yuu despertó-dame!!  —exclamó Damemon.

     El muchacho se fijó entonces en su entorno.

     Se encontraban en un hermoso jardín, totalmente distinto al DigiQuartz, dentro de una enorme y elegante propiedad de estilo colonial. La fachada de la mansión que se alzaba ante ellos era de color blanco y el cielo azul estaba libre de nubes.

     Airu emitió un quejido y abrió los ojos. Yuu se arrodilló junto a ella para ayudarla a incorporarse, la chica parpadeó un par de veces sin dejar de quejarse, estaba tan aturdida que olvidó intentar pronunciar cualquier frase sugestiva al ver tan cerca aquellos hermosos ojos azules.

     — ¿Qué pasó?  —consiguió articular en voz baja.

     Opossumon la miraba angustiado aunque mantenía su distancia en caso de que estuviera herida y le provocara algún daño si la rodeaba con un fuerte abrazo.

     —Creo que esa luz nos transportó a otro sitio —le explicó el muchacho—. ¿Puedes levantarte?

     — ¿Estás bien, Airu?  —preguntó Opossumon con un hilo de voz.

     —Estoy bien —respondió Airu intentando incorporarse, un fuerte mareo provocó que se tambaleara.

     Yuu la atrapó antes de que cayera y la chica rodeó los hombros del muchacho con un brazo para conseguir mantenerse en pie.

     —Creo que… Me he golpeado la cabeza… —explicó Airu esbozando una mueca de dolor.

     —Sí —corroboró Yuu al descubrir un hilo de sangre que corría por la nuca de la chica, la tomó en sus brazos y añadió esbozando una carismática sonrisa—: Te llevaré mientras encontramos un médico, puede ser grave.

     —Ojalá Cutemon estuviera con nosotros-dame —exclamó Damemon—. Él podría curar la herida de Airu-dame.

     — ¿Se pondrá bien?  —preguntó Opossumon angustiado.

     —Estoy bien —se quejó ella.

     Los cuatro sabían que aquello era mentira. Si realmente se sintiera bien, habría aprovechado cada segundo estando en los brazos del amable muchacho.

     Yuu echó a caminar para salir de aquella propiedad y buscar ayuda cuando escucharon una voz a sus espaldas que les provocó escalofríos.

     — ¡Ustedes, deténganse!  —dijo la voz, era un hombre quien hablaba.

     No tuvieron tiempo de responder pues fueron rodeados por una compañía de soldados que vestían uniformes de color gris.

     Mervamon y el Guren MK-II no parecían poder convivir en un mismo espacio, mucho menos podían ponerse de acuerdo a la hora de pelear contra el Lancelot.

     Sparrowmon no podía moverse luego del golpe que Kallen le había propinado y Nene miraba todo desde la pantalla del Gawain, aferrándose con fuerza al asiento de CC y deseando saber cuál de todos los botones del tablero lograría abrir la puerta al exterior de la máquina.

     Vieron llegar entonces a un grupo de cinco Knightmares más. Eran más pequeños que el Lancelot, todos de color púrpura.

     —Lelouch, se acercan los hombres de Cornelia —anunció CC innecesariamente ya que el aludido podía ver la pantalla desde donde se encontraba sentado.

     —Llama a Oggi y al resto —ordenó Lelouch—. Que ellos se encarguen de los hombres de Cornelia, Kallen peleará contra el Lancelot.

     —Oggi y los demás no llegarán a tiempo —dijo CC, Lelouch la fulminó con la mirada tras haberlo contradicho—. Si tienes otro plan, es hora de ponerlo en marcha.

     — ¡Déjame salir!  —intervino Nene con tono autoritario—. ¡Yo puedo vencerlos!

     —Tú no tienes un Knightmare, Amano —le respondió Lelouch furtivamente—. Te quedarás aquí dentro hasta que Kallen…

     No pudo terminar la frase pues la joven Idol presionó uno de los botones del tablero al azar. Tuvo la suerte de que aquél mando accionara la compuerta que conducía al exterior. Una ráfaga de aire entró a la cabina del Gawain y la chica saltó al vacío con su brillante Xros Loader en alto.

     — ¡DigiXros!  —Dijo mientras se deslizaba por la mano derecha del Gawain—. ¡Mervamon! ¡Sparrowmon!

     JetMervamon apareció en el cielo de Britania, Lelouch ahogó un juramento cuando CC logró cerrar de nuevo la cabina.

     — ¿Aún quieres que llame a Oggi?  —inquirió CC con indiferencia al ver que JetMervamon abatía al Lancelot sin problema alguno.

     Lelouch guardó silencio y presenció la batalla sin ordenar absolutamente nada, la ambición volvió a apoderarse de él.

     Debía poseer el extraño poder de Nene Amano.

     — ¡Manos en alto! ¡No se muevan!

     A Yuu le pareció estúpida aquella orden considerando que llevaba a una chica herida en brazos. Damemon y Opossumon se ocultaron en los Xros Loaders de sus respectivos compañeros cuando la compañía de soldados mostró sus armas de fuego. Yuu retrocedió un par de pasos, Airu miraba con miedo a sus enemigos.

     — ¡Manos en alto!  —Repitió aquél sujeto—. ¡Muestren sus identificaciones!

     Yuu intentó responder algo inteligente pero las palabras no salían de su boca. Escuchó en ese momento el sonido que los soldados provocaban al quitarle el seguro a sus armas y cerró los ojos esperando a ser acribillado.

     Aunque JetMervamon era poderosa, más veloz e igualaba la fuerza del Lancelot, seguía siendo Mervamon fusionada con un Sparrowmon herido. Los daños que Sparrowmon había recibido poco antes se hicieron notar cuando un terrible dolor de espalda aquejó a Mervamon y la dejó indefensa para que el Lancelot la dejara fuera de combate.

     Nene gritó antes de correr a auxiliarla, sorteando entre los escombros que los Knightmares provocaban con su pelea.

     — ¡Nene!  —exclamó Lelouch alterado al ver que el Lancelot apuntaba una de sus armas hacia la joven Idol.

     No hizo falta que el muchacho utilizara sus altavoces pues Nene no se detuvo en el sitio donde yacía su Digimon herida. Metió a Mervamon al interior del Xros Loader y dio un salto para evitar que el Lancelot la acribillara con una ametralladora. Se impulsó con una viga de acero para subir a la pierna del Guren y trepó por ella con gran agilidad.

     — ¿Dónde está Nene?  —exclamó Lelouch desde el Gawain.

     CC lo miró por el rabillo del ojo y corroboró que el muchacho estaba preocupado.

     —La perdí de vista —respondió su acompañante—. Esto no habría pasado si le hubieras dado un comunicador.

     —Sólo cállate —ordenó él y apretó los dientes en silencio.

     — ¡Bajen sus armas! ¡Déjenlos tranquilos!

     Yuu abrió de nuevo los ojos al escuchar aquella voz acompañada por el correteo de un par de tacones. Tuvo el valor para voltear cuando los soldados bajaron las armas y se dispersaron.

     A ellos se acercaba una hermosa jovensita de ondulado cabello rosa, iba ataviada con un precioso vestido de color blanco y caminaba velozmente hacia donde Yuu aún sostenía a Airu.

     La chica llegó con los dos recién llegados y, tras fulminar con la mirada a los soldados, les dedicó una amigable sonrisa a los muchachos y preguntó angustiada:

     — ¿Les hicieron daño?

     —Kallen, ¿ves a Nene?  —preguntó Lelouch desde el comunicador.

     — ¿Qué te hace pensar que quiero…?  —respondió Kallen de mala gana.

     Se interrumpió al escuchar que alguien golpeaba la compuerta del Guren. Con los puños, a juzgar por el sonido.

     — ¿Qué mierda…?  —exclamó ella tras apagar el comunicador.

     Logró hacer que el Guren sujetara con fuerza la cabeza del Lancelot para evitar que se moviera y abrió la puerta de la cabina.

     Todo ocurrió rápidamente.

     La mano de Nene se cerró sobre su hombro y tiró de ella para sacarla del Guren. La joven Idol tomó su lugar en el asiento de Kallen, la chica pelirroja cayó al vacío y tuvo la suerte de ser atrapada por la mano del Gawain, comandada por CC, mientras Nene accionaba el Guren y se preparaba para luchar contra el Lancelot.

     Lelouch sonrió complacido mientras seguía en su asiento, Nene le encantaba cada vez más.

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