Capítulo VIII: Kallen
Nene no tuvo más remedio que acceder a vestirse con aquella muda aunque era tan ajustada que el sitio donde ocultaba su Xros Loader, debajo del sostén, hacía ver la protuberancia rectangular por debajo de la tela. Tuvo que tomar la chaqueta púrpura que antes llevaba puesta para guardar el aparato en uno de los bolsillos. Casi parecía que Lelouch hubiera elegido previamente aquellas prendas ajustadas que se ceñían de aquella forma a su cuerpo para así evitar que ocultara el Xros Loader.
Después de todo, el muchacho aún no renunciaba a poseer aquellos poderes que encontraba tan fascinantes.
Tras darle un rápido vistazo a su aspecto en un espejo empotrado en la pared, la Idol salió de la habitación y CC esbozó una distraída sonrisa. Ambas echaron a andar de nuevo por los gigantescos e intimidantes pasillos, caminaron en silencio hasta salir por la puerta principal de la mansión. Sayoko las despidió con una sonrisa y las dos chicas se montaron en la camioneta negra que las esperaba.
Nene se llevó una gran sorpresa al ver a quienes se encontraban dentro del vehículo: todos vestían con el mismo tipo de ropajes que le habían proporcionado a ella. Algunos usaban máscaras para ocultar parcialmente su rostro aunque Nene no les encontró lógica a sus intentos considerando que los cristales del vehículo estaban polarizados.
La Idol ocupó un asiento entre un par de hombres, la única mujer en el grupo además de CC era ella. Por un momento nació en ella la esperanza de que aquél vehículo la llevara a un sitio que pudiera conducirla al DigiQuartz. Desgraciadamente, aunque encontrara la forma de volver, no podía hacerlo hasta que Mervamon y el resto de sus Digimons regresaran.
Llegaron a una bodega ubicada en la zona industrial de Britania.
El grupo se apeó del vehículo y caminó el silencio hasta llegar a la entrada secreta que era vigilada por dos sujetos enmascarados y armados. Nene no pudo evitar sentir temor al ver que más de la mitad de sus acompañantes, CC incluida, sacaban armas de fuego de entre sus ropas y las empuñaban para disparar en cualquier momento.
¿En qué peligroso sitio se encontraba?
Maldijo a Lelouch por haberla involucrado en lo que seguramente era narcotráfico o algo peor.
CC la condujo a través de la oscura bodega, no tardaron en llegar al sitio donde ya se había congregado la mayor parte del grupo. Zero volvió a aparecer en su campo de visión así que Nene no tuvo problemas para adivinar lo que ocurría.
Era una reunión de la Orden de los Caballeros Negros.
La mujer de cabello verde le indicó que la siguiera hasta el frente del grupo para colocarse junto a Lelouch. Nene se sintió como parte de un harem al ver que solo tres mujeres podían acercarse a él. Una era CC, la otra era Nene. Y la tercera era una mujer pelirroja que llevaba puesto un ceñido traje del mismo color. Cuando fulminó con la mirada a la Idol, Nene adivinó que tenía un carácter de cuidado.
— ¿Quién es ella? —escuchó susurrar a la mujer cuando ocupó su sitio entre CC y Lelouch.
—Mi invitada —respondió Zero con firmeza, su respuesta provocó que la mujer pelirroja perdiera el aliento por un segundo y reprimiera un ataque de furia.
Nene no pudo evitar sonreír con suficiencia.
— ¡Atención! —Llamó Zero para que todos sus hombres lo miraran y lo escucharan con toda su atención—. ¡Tengo un anuncio importante que hacer!
<< ¿Qué estoy haciendo aquí? >> Se preguntaba Nene, << ¿Porqué CC me trajo aquí? ¿Acaso Lelouch va a ordenarle a esos sujetos que me quiten el Xros Loader? ¿Será que Lelouch es uno de mis acosadores y me ha inyectado estupefacientes para hacerme tener alucinaciones? >>
Deseó poder estar en compañía de Taiki y Kiriha, sus fieles amigos.
—… He tratado su herida y ahora se encuentra en perfectas condiciones —decía Lelouch en ese momento, Nene salió de su ensimismamiento con un sobresalto—. No sabemos de dónde viene ella pero nuestra prioridad es impedir que caiga en manos de Cornelia. ¿Está claro?
— ¡Sí, Zero! —respondieron todos al unísono.
<< Es increíble lo que puede hacer una máscara y una capa ondeante… >> pensó Nene para sus adentros.
—Kallen —continúo Lelouch dirigiéndose a la mujer pelirroja—. Nene Amano es ahora tu responsabilidad.
Tanto Nene como la mujer pelirroja se mostraron sorprendidas, ofendidas, furiosas e inconformes. ¿Cómo se le ocurría a Lelouch semejante cosa tras el choque que habían tenido ambas pocos minutos antes?
—Sí, Zero —respondió la mujer pelirroja.
Nene supo que lo decía por compromiso más que por el placer de ayudar.
Cuando el grupo se disipó, Nene se acercó a Zero para intentar encontrar una explicación a aquella reunión. Le molestaba a sobremanera que Lelouch se ocultara detrás de tan intimidante máscara. Se preguntaba cuántos de sus hombres tenían ya el privilegio de haber visto su rostro.
Ya que Zero se encontraba ocupado conversando con una mujer de cabello plateado y curvas perfectamente definidas, Nene tuvo que llamar su atención tocando el hombro del muchacho con el dedo índice. Zero se giró y Nene supo que la fulminaba con la mirada a través de la máscara por haber interrumpido su conversación.
— ¿Podemos hablar? —preguntó la Idol con firmeza.
Imposible decirle que no.
— ¿Nos disculpas, Lakshatta? —dijo Zero a la mujer de cabello plateado y la mujer entendió a la perfección que tenía que retirarse.
Nene vio a Lakshatta retirarse hasta que la perdió de vista. Miró en todas direcciones para asegurarse de que nadie los escuchaba y habló en susurros con un aire de confidencialidad.
— ¿Qué está pasando, Lelouch?
—Zero —la corrigió él con firmeza—. Cuando uso la máscara soy Zero.
—Zero, Lamperouge, como te llames —comentó ella restándole importancia con un ademan de la mano—. ¿Qué está pasando? —repitió con insistencia.
Deseó poder ver las expresiones que hacía Zero.
—Tú no perteneces a Britania ni eres una Eleven —explicó Lelouch, Nene entornó los ojos cuando él dijo lo obvio—. Aunque no eres de aquí, posees un poder que Cornelia mataría por tener. Literalmente, te mataría con tal de obtenerlo.
—Igual que tú —puntualizó Nene con indiferencia.
Supo que Lelouch sonreía.
—La Orden de los Caballeros Negros te protegerá mientras encontramos una forma de llevarte al sitio donde perteneces —dijo Lelouch—. Mientras te mantengas al margen no correrás peligro alguno.
— ¿Mantenerme al margen? —reclamó ella indignada—. ¿Acaso piensas que me entrometeré en tu trabajo? Lo único que quiero es volver al lugar de donde vengo.
No hizo falta pensar demasiado para saber que Lelouch tomaba a todo intruso como una potencial amenaza. Nene no era la excepción.
—Y no necesito una niñera —añadió Nene señalando a la mujer pelirroja que en ese momento reía a carcajadas con otros dos hombres.
—Sí, la necesitas —respondió Lelouch con firmeza—. Enviaré a un par de mis hombres a buscar ese lugar de donde has venido.
—El DigiQuartz —dijo Nene—. Es ahí a donde tengo que volver.
—Como se llame —comentó Lelouch con indiferencia—. Mientras tanto, tendrás que hacer todo lo que Kallen te diga.
Dicho esto, Lelouch se retiró y Nene permaneció fulminándolo con la mirada durante cinco eternos minutos. La idea de estar en un sitio desconocido era ya bastante aterradora como para además tener que ser vigilada por una mujer que no le agradaba.
Maldijo a Lelouch y se dejó caer en el suelo tapando su rostro con las manos. Intentó recuperar la compostura antes de que el nerviosismo la dominara y le provocara un ataque, le era sumamente imposible poder relajarse. Sacó su Xros Loader del sitio donde lo había ocultado y vio, para su pesar, que la pantalla estaba apagada. Por un momento creyó que al mirarlo, el aparato la transportaría de vuelta al DigiQuartz. Se pellizcó la piel de los brazos en un intento de despertar de lo que seguramente era un mal sueño.
Nada funcionó.
Se preguntó qué estarían haciendo sus amigos. ¿Se habrían enterado de alguna forma que ella estaba atrapada en aquél sitio? ¿Taiki estaría organizando ya una campaña de búsqueda para encontrarla?
<< Qué tontería, Nene… >> pensó, << No vendrán a buscarte, no saben que estás aquí… >>
—Amano.
Levantó la mirada cuando escuchó que alguien la llamaba.
Kallen, la mujer pelirroja, caminaba hacia ella a paso decidido. Nene vio a Lelouch al fondo de la bodega, había reanudado su conversación con Lakshatta. CC se perdió de vista.
Estaba sola con aquella mujer que la detestaba.
Nene se puso de pie y esperó a que Kallen terminara de acortar la distancia entre ellas. A juzgar por la expresión de pocos amigos que esbozaba la mujer pelirroja, ser la niñera de la joven Idol no formaba parte de sus planes.
La pelirroja extendió su mano para estrechar la de Nene y se presentó de mala gana.
—Kallen Kozuki —dijo—. Soy la mano derecha de Zero.
<< Seguramente Zero le dice lo mismo a todas las mujeres que conoce… >> pensó Nene.
—Nene Amano —se presentó la otra chica—. Zero me ha cuidado desde que salí herida en la batalla.
Aquél alardeo logró hacer que Kallen adoptara una posición a la defensiva. Fulminó a la Idol con la mirada y se retiró sin decir más. Nene esbozó una sonrisa triunfal al ver que había asestado un golpe en un punto que a Kallen le lastimaría más que atravesarla con una de las garras metálicas del robot rojo.
Se percató de que CC había vuelto y la miraba fijamente.
Bufó y deseó poder estar en compañía de alguno de sus amigos
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