Capítulo L: El Pacto
Deseó haber estado más cerca de él para así atraparlo en sus brazos cuando se desplomara. Corrió a toda velocidad cuando lo vio caer, dejando una estela de lágrimas a su paso. Introdujo a Sparrowmon en el Xros Loader, ya tendría tiempo de hablarle cuando todo hubiera terminado.
Y vaya que terminaría.
Subió al Galahad derribado al tiempo que las compuertas de todos los Knightmares se abrían para dejar salir a sus pilotos. Taiki se sintió el ser más despreciable sobre la faz de la tierra. Todos los hombres de Zero debían tener sólo un par de años más que él. Segundos atrás, había considerado la idea de matarlos a todos. ¿Sería capaz de hacerlo luego de haberlos visto? ¿Podría arrebatarles la vida, arrancar todos sus sueños y sus esperanzas?
Nene llegó finalmente con Lelouch. El pecho del muchacho estaba bañado en sangre. El vital líquido se encharcaba debajo de él, manchando las rodillas de Nene. Estaba pálido cual cadáver, su piel fría como el hielo. Hacía un tremendo esfuerzo por respirar pero todo lo que conseguía era toser. El espeso líquido rojo salía por las comisuras de sus labios. Sus párpados querían cerrarse así que él se obligaba a mantenerlos abiertos. El dolor era tal que habría deseado morir de golpe.
—Lelouch…
Miró a Nene con esos ojos púrpura que comenzaban a cristalizarse. El Geass desapareció de golpe. Levantó una mano pesada como el plomo y Nene la tomó con fuerza. Entrelazaron sus dedos y la chica emitió un ahogado sollozo.
No podía ser el fin.
Simplemente no podía serlo.
—No… No llores…
Incluso la voz amable de Lelouch estaba muriendo. Nene se limitó a mantener la mirada fija en los ojos de Lelouch. El gigante nudo en su garganta le impedía hablar. Besó la mano del chico que aferraba con fuerza y ahogó otro sollozo.
— ¡Lelouch!
Eran las voces de Kallen, Suzaku y compañía. Taiki los vio correr hacia el punto donde aquél muchacho moreno estaba soltando su último aliento. Escuchó sollozar a la niña que Tagiru protegía. Zero, el temible Zero, ¿era ese muchacho por el que todos se preocupaban?
— ¡¡Hermano!!
Cayó de rodillas en el suelo cuando escuchó el desgarrador grito de Nunally. La única forma en la que Zero había salido, arriesgando su vida, era para proteger a su hermana. En ese momento, Taiki sólo quería morir.
—Mi amor… —decía Nene con su voz quebrada por el llanto—. Lelouch…
—Nene… —dijo él como respuesta, su voz era casi inaudible—. Te amo…
Fue aquella la última vez que escucharon su voz.
Los ojos de Lelouch se cerraron para siempre y su mano, la que Nene sostenía con tanta fuerza, se relajó hasta parecer hecha de trapos. Su rostro se inclinó hacia el lado izquierdo cuando la llama de la vida se apagó dentro de él.
—Lelouch…
Lo llamó con la esperanza de que él abriera los ojos y respondiera.
Tristemente, no fue así.
— ¡Lelouch!
Era como si pudiera devolverle la vida con el simple hecho de exclamar su nombre. Se agachó sobre el cuerpo del muchacho y fusionó sus labios con los de él en un último beso. Se separó de él y soltó un grito mil veces más desgarrador que el que Nunally había exclamado. Pasó sus manos sobre las heridas de Lelouch. El daño era tangible y no una ilusión como ella habría querido. Siguió gritando hasta que sus cuerdas vocales resintieron el daño.
— ¡Lelouch, regresa! ¡No me dejes, por favor! ¡Te amo!
Sintió las manos de Suzaku sobre sus hombros. Milly abrazaba a Shirley, quien también había prorrumpido en llanto. Kallen simplemente no podía creerlo. Los gritos de Nene taladraban en los oídos de Taiki. ¿Cómo era posible que las cosas se hubieran torcido de esa manera?
Nene estaba devastada. ¿Así era como terminaba el primer, único, verdadero y gran amor de su vida? ¿Qué pasaría con los Elevens y el Área 11 sin su defensor? ¿Qué pasaría con Nunally? ¿Qué pasaría con ella? ¿A dónde se habían ido las risas, las caricias, los besos? ¿Perdería así como así a su otra mitad?
Y de repente ya estaba subiendo de vuelta al Gawain tras haberle dado un empujón a Suzaku para sacárselo de encima. Ni bien se cerró la compuerta, la chica la golpeó con un puño y volvió a soltar un grito. Su mano derecha dolía pero ningún dolor asemejaba a lo que sentía en su corazón. Ocupó su asiento frente al tablero de mando y en la pantalla vio a Suzaku, Kallen y compañía subiendo a sus Knightmares. Estaba a punto de activar el cañón de Hadrones cuando escuchó la voz de Milly por el comunicador.
— ¡Nene! ¡Son cientos! ¡Vienen por la izquierda!
Nene los vio llegar a través de la pantalla. El Gloucester de Cornelia y sus hombres se abrían paso a toda velocidad. Se sintió enfurecida y traicionada. ¿Acaso querían atacar ahora que el líder de los Caballeros Negros, había…?
— ¡Vamos a darles guerra! —fue la respuesta de Nene y comenzó a guiarlos al puro estilo de Zero.
Su primera orden fue que Shirley se llevara lejos a Nunally. Cuando la pelirroja hubo emprendido la retirada, con Nunally en la mano del Akatsuki y gritando a todo pulmón que la liberara, Milly arremetió contra Britannia. X7 se preparó para atacar al Gawain al tiempo que Tagiru subía al lomo de Arresterdramon para perseguir al Knightmare que había secuestrado a Nunally.
Nene centró entonces su atención en X7.
<< Vida por vida… >> pensó.
— ¡Amano, usa el cañón de Hadrones! —escuchó decir a Suzaku por el comunicador.
— ¡No me digas lo que tengo que hacer, Kururugi! —respondió enfurecida.
Con un dedo ensangrentado, activó el cañón de Hadrones. Su ataque consiguió perforar de lado a lado a X7. Estalló en datos. De haber sabido que era tan sencillo, lo habría destruido desde un principio.
— ¡Shoutmon X7!
Así que Taiki estaba aterrado por su muerte… ¿Y Nene? ¿Acaso a Taiki le había importado un miserable comino su felicidad? La venganza parecía ser la única forma de acallar las voces que martilleaban en su cabeza.
— ¡Esto todavía no termina, Kudou! —respondió, poco convencida de que él pudiera escucharla.
Se preparó para lanzar un segundo ataque cuando el Guren se colocó frente a ella.
— ¡Amano! ¡No te dejaré usar ese Knightmare!
Para Nene fue obvio. Así como ella culpaba al Xros Heart de sus desdichas, Kallen Kozuki culpaba a Nene. Y tenía razón. ¿Qué habría sucedido si Nene jamás hubiera llegado a Britannia? Sintiéndose aún más traicionada, Nene dirigió el cañón de Hadrones hacia el Guren.
<< No me importa que sean mis amigos… Yo… ¡Voy a matarlos! >>
Dejó que la furia y el deseo de venganza se apoderaran de ella. Presionó el botón y el último sonido que se escuchó del Guren fue el metal siendo destruido.
Aquella fue la última vez que se supo algo de Kallen Kozuki.
Arresterdramon alcanzó al Knightmare cuando llegaron a un sitio vagamente familiar.
Sintió una felicidad momentánea al darse cuenta de que estaban en el mismo sitio donde se conocieron.
La mansión Ashford.
— ¡Prism Garret!
La técnica de Arresterdramon golpeó la parte trasera del Akatsuki. El Knightmare emitió un poco de rayos estáticos y se quedó paralizado por unos instantes. Tagiru bajó de un salto para tomar a Nunally en brazos y alejarse antes de que el Akatsuki se desplomara en el suelo. Arresterdramon volvió a su forma de Gumdramon para poder acercarse a Nunally sin dificultades. Ella gritaba y se retorcía entre los brazos de Tagiru. El chico la miraba angustiado, temeroso de que el colapso de Nunally pudiera acarrear consecuencias más severas.
— ¡Nunally, soy yo! ¡Soy Tagiru!
Ella se relajó de a poco al escuchar su voz. Tagiru retrocedió para dejarle espacio.
— ¿Tagiru…?
Nunally extendió una mano para intentar tocarlo y corroborar que efectivamente era él. Tagiru hizo otro tanto y las palmas de ambas manos hicieron contacto. Soltando un sollozo, Nunally enroscó ambos brazos alrededor del cuello de Tagiru y hundió su rostro en el pecho del muchacho. Tagiru respondió al abrazo y estrujó con fuerza el cuerpo de Nunally. Los sollozos de ella pararon por un segundo y Tagiru adivinó, cuando ella apretó su agarre, que entre sus brazos se sentía segura.
—Mi hermano… Mi hermano está…
¿Cómo decirle la verdad a una persona tan frágil? ¿Cómo explicarle que jamás volvería a escuchar la voz de su hermano?
—Yo estoy aquí, Nunally. No permitiré que te hagan daño.
Fue todo lo que Tagiru supo responder. La abrazó con más fuerza y le dedicó un cariñoso beso en la cabeza, aspirando el dulce aroma a flores que emanaba de su cabello. Si hubiera sido por él, se habría quedado abrazándola durante horas. Lamentablemente tuvieron que separarse cuando escucharon aquellos golpes en el interior del Knightmare derribado que había junto a ellos. Tagiru se aseguró de que Nunally permaneciera detrás de él. Los sonidos se acrecentaron y la compuerta dio una leve sacudida. Alguien debía estarla golpeando desde dentro.
— ¡Ayuda…!
Nunally reconoció la voz de inmediato.
— ¡Es Shirley! —exclamó ella e intentó arrastrarse para acercarse.
— ¡Espera! —dijo Tagiru y la sujetó.
Gumdramon usó el martillo de su cola para abrir la compuerta del Knightmare y vieron surgir a una chica pelirroja de su interior. Shirley Fenette salió arrastrándose y se quedó recostada en el césped, tan sólo preguntándose cómo era que había permitido que Milly la involucrara en esos asuntos. Tagiru la tomó por los hombros para ayudarla a recuperarse. Aunque fuera parte del ejército de Zero, el chico sentía el impulso de ayudarla. No quería ver morir a nadie más.
Kiriha y Taiki aprovecharon la confusión para correr así que pronto dejó de vérseles en el campo de batalla. El chico rubio tuvo que conducir a Taiki con empujones para evitar que se quedara ahí, de no ser así seguramente Taiki habría muerto.
La atención de Nene se había centrado en el Gloucester de Cornelia. Milly, Oggi y Suzaku no tenían problemas para mantener a raya al ejército de Britannia. Ahora que el Xros Heart estaba derrotado, era más sencillo centrar su atención en los Knightmares enemigos. Los Slash Harkens del Gloucester de Cornelia quedaban destruidos al hacer contacto con el cañón de Hadrones del Gawain. A punta de los pisotones de los Knightmares, el Galahad estaba lleno de abolladuras.
Gracias a su ataque de histeria, Nene pronto dejó de prestar atención a los ataques que lanzaba. Lo único que le importaba parecía ser causar destrucción. Cornelia no le daba tregua y atacaba cada vez que veía al Gawain indefenso. Soltando un grito para intentar deshacerse de todo el dolor y el coraje, Nene disparó el cañón de Hadrones una última vez.
Hubo una terrible explosión. Escuchó los chirridos del metal y un sonido que sólo pudo atribuir al grito de Cornelia. El Gawain se vio impactado por la onda expansiva y fue a estrellarse sobre lo que quedaba del Galahad. Todo ocurrió tan rápidamente que para Nene fue imposible preverlo. Tan sólo sintió el sofocante calor y todo su cuerpo aulló de dolor.
—Nene…
Era la voz de CC la que la llamaba.
Nene abrió los ojos haciendo uso de muchísimo esfuerzo. No podía mover ninguna parte de su cuerpo pues el mínimo esfuerzo le provocaba un horrible dolor. Sintió la sangre emanando de su estómago lentamente y adivinó que había un trozo de metal incrustado en su cuerpo. Seguía en el asiento del piloto del Gawain pero el metal del Knightmare destruido le aprisionaba las piernas.
—Nene…
La voz de CC la llamaba desde alguna parte. Nene tosió y un poco de sangre escapó de sus labios. Cerró los ojos con la esperanza de reunirse pronto con Lelouch. Deseó poder quedarse dormida en ese sitio y nunca más despertar. Una lágrima escapó de sus ojos.
—Nene, tienes que resistir…
¿Por qué CC insistía tanto? ¿No podía simplemente quedarse callada y dejar a Nene sumirse en un último estado de inconsciencia?
—Nene…
Respondió con un leve gemido. La voz de CC parecía venir de todas partes y, a la vez, de ninguna. Era similar a un eco sobrenatural.
—Nene, tienes que continuar con lo que él quería…
—No quiero seguir… —respondió Nene, el sabor metálico de la sangre le provocaba ascos.
—Tienes que ser fuerte. No puedes rendirte tan fácilmente…
—No quiero… No quiero seguir luchando si no está él…
No podía romper en llanto pues el simple hecho de respirar profundamente hacía que su pecho se quejara con fuertes punzadas de dolor.
—Acepta lo que te pido, Nene. Lelouch confiaba en ti…
¿Qué caso tendría seguir luchando si nada de eso podía devolverle la vida a ese muchacho? Soltó un gemido a manera de sollozo cuando se imaginó lo doloroso que sería seguir con su vida, con la Rebelión, a sabiendas de que jamás volvería a ver a su amado. ¿Cómo podría continuar sin él? ¿Cómo podría liderar la Rebelión siendo ella la causante de tantas desgracias? Y, sin embargo, sabía que tenía que hacerlo… Lelouch confiaba en ella y si Nene se negaba, entonces lo defraudaría. Lelouch habría muerto en vano y todos los Elevens seguirían siendo reprimidos por Britannia.
Soltó un ligero gemido y más sangre salió por su boca.
—Acepto —dijo con voz ahogada.
Sintió la mano de CC sobre la suya y al instante, un dolor intenso invadió su ojo derecho. Se imaginó que alguien le estaba extirpando el globo ocular con algún objeto punzocortante. Vio en su mente imágenes de colores brillantes, escuchaba voces, todo era imposible de describir para una chica que estaba cayendo en la inconsciencia. Soltó un grito cuando el dolor incrementó.
Y entonces alguien abrió la compuerta del Gawain a punta de golpes.
Lo último que escuchó fue la voz de Suzaku llamándola por su nombre antes de desmayarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top