Capitulo XIV: Pensando en Ti.

Tai se despertó y notó que algo había cambiado en él. Apareció el sol entrando por su ventana y el canto de los pájaros en el exterior.

Era la primera vez que se sentía así de feliz en años.

Ahora tenía un plan, una misión. Y estaba enamorado. Pensó en su querida pelirroja y sonrió, recordando como le quedaba el traje de baño, en el sabor de sus besos, la mirada de sus ojos color miel. Supo que tenía que trabajar duro para recomponer las cosas entre ambos. Pero sabía que la sorpresa que estaba planeando sería más que suficiente para reconquistarla.

Se levanto de la cama de un brinco, era un nuevo día y tenía mucho que hacer. Posiblemente sería el día más importante de su vida. No podía echarlo a perder.

Después de una rápida ducha miro en su armario pensando que ponerse ¿algo elegante? ¿un traje tal vez? No, a Sora le gustaba él tal cual y como era. Así que miro la vieja chaqueta de su abuelo y le brillaron los ojos. Era justamente lo que el necesitaba. Un poco de apoyo de la persona que le enseño lo que realmente significaba el Valor. En eso escucho como la puerta del apartamento se abría.

Hana entro al apartamento seguida de Matt y de Mimi. Esta última parecía que realmente la había pasado mal esa noche.

– He leído lo que sucedió ayer en las noticias mientras el tío Yamato nos traía a casa – Comenzó a hablar Hana, sin saludar y cruzándose de brazos – ¿Un pequeño accidente? Media ciudad podía haber saltado por los aires. ¡Podías haber muerto!

– Creo que me parece haberle dicho a cierto rubio que no te dijera nada del asunto – Comento mientras miraba a Matt, este solo se encogió de brazos.

– Lo siento Tai pero Hana me llamo desde muy temprano para que fuera a recogerla, estaba realmente preocupada por ti.

Probablemente el viejo Tai se hubiera puesto a discutir con su sobrina o con su mejor amigo, pero ahora era un hombre renovado.

– Gracias por preocuparte tanto cariño, pero aquí estoy de una pieza – Comento mientras le revolvía la cabellera.

Y sin avisar cargo a su sobrina y comenzó a darle vueltas como cuando era una niña pequeña. E igual que entonces comenzó a reír a carcajadas.

– Podrían guardar silencio por favor – Hablo Mimi, la cual estaba sintiendo los efectos de la resaca.

– Bebió demasiado anoche – reveló Hana con cierta alegría cuando Tai la dejo en el suelo.

– Sora me emborracho. No puedo creer que me haya hecho eso a mi ¿no se supone que era mi amiga?

– Para serte sincero creo que te fue bien – Hablo el rubio divertido ante esa situación.

– No le veo la gracia Matt

Tai también estaba divertido ante esa situación, de cierta forma Sora se había vengado un poco de Mimi. Pero eso le hizo recordar que también tenía asuntos pendientes con ella y quería arréglalo todo antes de llegar con Sora.

– Vamos Mimi, te invito a comer.

El sabía que tenía que hablar las cosas con Mimi y dejarle en claro que la única persona con la quería estar era con Sora. Es verdad que ambos intentaron salir juntos por un tiempo, pero no había funcionado. Pero el castaño presentía que Mimi aun sentía algo por el a pesar de ser ella quien termino la relación.

– ¿Puedo ir con ustedes? – preguntó Hana, mirando a uno y a otro alternativamente, con el ceño fruncido de ansiedad.

– Esta vez no – respondió él – Solo invitare a tu madrina a un nuevo restaurante que abrieron en el centro comercial y tú puedes pasar el día con tu tío Yamato.

Hana no pareció tranquilizarse con esa propuesta. Además, Mimi no parecía estar de acuerdo con esa propuesta. Ella solo quería regresar a su hotel a descansar un poco y recuperarse. Después de todo aún no había conseguido hacer lo que realmente la trajo de vuelta a Japón.

– Tai agradezco tu invitación, pero dejémoslo para otra ocasión, lo único que quiero es descansar ahora.

– Por favor, Mimi, necesitó hablar de algo importante contigo.

Esas palabras pusieron mas en alerta a Hana, desde lo comentado ayer por su madrina algo no le gustaba a Hana. Quería mucho a Mimi y todo, pero al final ella sabía que no era la mejor opción para su tío.

Mimi por su parte se quedo pensando un momento la propuesta de Tai, realmente también tenia que hablar algunas cosas con él y pensó que probablemente esa sería su oportunidad.

– ¿entonces que dices cariño? Seremos solos tú y yo esta tarde – Hablo el rubio en un intento de convencer a su sobrina, después de todo el presentía que su amigo planeaba algo.

– De acuerdo, pero con la condición de que me lleves al cine y me compres el combo grande.

Hana aun esta enojada de que su tío Taichi la excluyera de aquella comida con ellos, pero con la excusa del cine pensó que tal vez podría escabullirse y espiarlos.

Así que una vez decidido ambos salieron hacia donde estaba aparcada la camioneta de Tai, pero para la sorpresa de la castaña este fue directo hacia su motocicleta.

– ¿Es en serio Tai? ¿Cómo crees que me voy a subir a ese ataúd sobre ruedas?

Tai solo río por dentro, otra gran diferencia que tenían ambas entre sí, ya que la mujer que amaba si le gustaba su vieja motocicleta. Pero bueno pensó que realmente seria bueno que ella no subiera a ella. Ya que ahora la única mujer que quería llevar abrazada de él era a Sora.

– Tengo que ir a mi hotel primero Tai, ¿Qué tal si te adelantas y te alcanzo ahí?

Tal parece que las cosas estaban saliendo de maravilla, Así no tendría que llevarla de vuelta. Y podría elegir el anillo lo antes posible y partir rápidamente a casa de Sora.

Una hora más tarde, ambos se encontraban ya dentro del restaurante. Mimi estudiaba el menú, indecisa de lo que quería pedir mientras que Tai solo pidió un filete y una cerveza para acompañar. Sin que se dieran cuenta Hana los estaba espiando fuera de la ventana, la cual se había escapado de Matt mientras este compraba los boletos en el cine.

Minutos después ambos ya se encontraban con sus pedidos frente a ellos, y aunque Tai comenzó a comer Mimi solo se le quedo viendo al plato de ensalada en silencio, pensativa. Esta finalmente se quito las gafas de sol que tenia mostrando las enormes ojeras que portaba debido a la resaca.

– Supongo que debo tener un aspecto horrible en estos momentos – Comento en broma tratando de rompen la atención que había entre ellos.

Tai no contesto hacia eso, ahora en esos momentos solo tenía a una persona en la cabeza y seguía planeando todo minuciosamente. Finalmente, Mimi lanzo un gran suspiro.

– Tai, sé que tu querías hablar conmigo, pero supongo que yo también tengo algo que decirte. Creo que es hora de que pienses de lo que es mejor para Hana.

Este dejo de comer y frunció el ceño mientras la miraba ¿lo mejor para Hana?

– ¿a qué te refieres? Hana es una chica feliz de trece años, bien adaptada y tiene personas que la quieren.

Sobre todo, las últimas semanas, en las que había florecido bajo el cuidado amoroso de Sora. Igual que él. Mimi suspiró y le palmeó la mano pacientemente.

– Hablo de una madre Tai, una influencia femenina en su vida.

Tai empezaba a darse cuenta de lo buena que su decisión de casarse con Sora iba a ser para Hana. ¡Mimi acababa de abrirle los ojos! Sora sería una madre fabulosa. Le enseñaría a Hana lo que era ser una mujer de verdad, no de las que aparecían en las revistas. Una mujer amable con las camareras, que reconocía el valor de cualquier cosa, a la que no le importaba mancharse con pelo de perro y que sabía cómo disfrutar de una tarde de verano en el río.

– Creo que la elección es Obvia – Continuo Mimi.

¡Y el también lo sabía!

– Debe de ser Sora.

En esos momentos Tai casi se atraganta con su comida. Había quedado boquiabierto con las palabras de la castaña, no esperaba esa respuesta por parte de Mimi.

– Sigo sin perdonarme lo que sucedió hace quince años, desde el principio debieron quedar juntos.

– Eso no es lo que pensaste cuando te abalanzaste a mí a besarme.

– Pues yo no vi que opusieras mucha resistencia – Replico Mimi ofendida ante el comentario del castaño.

De repente él se sintió sumamente agredido, pero no podía reclamarle nada a Mimi ya que tenía razón, realmente él no hizo nada para impedirlo, inclusive se había dejado llevar por aquel momento sin imaginarse que Sora presenciaría aquel beso. Lo que provocó que en un principio ella se marchara de su lado.

– Ustedes siempre hacían la pareja perfecta – Continuo ella – Un equipo perfecto desde que tengo memoria. De hecho, tal parece que todos menos ustedes sabían de sus sentimientos por el otro.

Tai no podía creer lo que estaba sucediendo. Claro que él quería hablar con ella para dejar las cosas en claro. Pero jamás se imaginó que ella misma fuera la que comenzara con esa conversación y sea la que le indicara que debía estar con Sora.

– Se que fue egoísta de mi parte haberles hecho esto, pero era joven e inocente. Además de que pensaba que Sora aun estaba en esos momentos con Matt sin imaginarme que ahora ustedes estaban juntos.

Mimi comenzó a soltar varias lagrimas en esos momentos, finalmente había podido sacar toda esa culpa que la consumía por dentro. La culpa que hizo que ella misma fuera la que terminara con Tai a pesar de que siempre había querido estar junto a él.

– Por mis caprichos perdí a mi mejor amiga.

Por su parte el castaño comenzó a sentir lastima por su amiga, después de todo estaba completamente arrepentida de todo lo sucedido. No podía evitarlo, quería consolarla. No podía soportar ver que alguien sufriera de esa manera y menos si se trataba de alguno de sus amigos. Aunque se tratara de la persona que se encargo de terminar su relación con Sora.

Coloco su mano sobre su mejilla para secar sus lágrimas y después tomar la mano de la castaña mirándola a los ojos.

– ¿sabes? Después de todo eres una gran amiga, a pesar de todos estos años quieres arreglar las cosas con Sora. Y realmente admiro eso. Por eso me gustaría que asistieras a nuestra Boda.

Al escuchar eso los ojos de mimi se abrieron de par en par, las lágrimas cambiaron súbitamente por un grito de emoción.

– ¿de verdad se casarán? ¿Cuándo se lo propusiste? ¿Dónde será la Boda?

– Bueno, la verdad es que aun no se lo he propuesto – Comento apenado el castaño cambiando la expresión de Mimi por una de decepción.

– Típico de ti Taichi Yagami – Comento con los brazos cruzados solo para lanzar un gran suspiro –. Me alegra que finalmente puedas ser feliz Tai.

Después de aquella conversación finalmente ambos terminaron con su comida y salieron del restaurante. Irónicamente Mimi vio una joyería en frente del restaurante. Esta solo sonrió maliciosamente mientras miraba al castaño.

– Y conociéndote tampoco has comprado un anillo ¿verdad?

– Bueno, pensaba comprarlo en estos momentos – comento el castaño mientras se rascaba la cabeza.

Ella inmediatamente lo tomo del brazo para llevarlo directo a la joyería, comenzaron a ver en distintas vitrinas hasta que Mimi vio un hermoso anillo con un gran diamante que deslumbraba al solo verlo.

– ¿Qué te parece este? Te apuesto que Sora caerá rendida con algo como esto.

– Por dios Mimi soy policía, No el director ejecutivo de Amazon, además la conozco y se que ese no le gustara. Seria algo más como este.

Mimi se inclino sobre la vitrina para ver a cuál se refería él. Esta solo esbozo una ligera sonrisa sabiendo que el la conocía mejor que nadie.

– Esta muy lindo – Comento ella.

El anillo era sencillo y elegante, hecho de Plata y con un pequeño diamante sobre él. Algo que sabía que le iba a gustar a Sora. Finalmente, Mimi se acercó a Tai para acariciarle la mejilla.

– Siempre te quise para mi Tai, pero no a costa de tu felicidad o la de Sora. Así que espero que sean muy felices juntos. Y trata de no echar las cosas a perder esta vez.

– Gracias Mimi.

Y entonces ella se puso de puntitas para darle un último y breve beso en los labios. Él se sorprendió de recibir un beso así y que no le hiciera sentir absolutamente nada. Cuando la apartó de sí sin decir nada, ella se río y jugó con su pelo.

– Solo te estaba probado tonto, te vere después. Aún tengo un asunto pendiente que resolver.

Ella se puso nuevamente sus gafas de sol, giró sobre sus zapatos de tacón y se marchó apresuradamente, ganándose la atención de muchos hombres al pasar. Tai solo lanzo un suspiro y entro nuevamente a la joyería.

Tai volvió a la joyería y se dirigió al mostrador, inmediatamente pido el anillo que antes había visto, y aunque excedía su presupuesto, no le importaba.

– Excelente elección señor, seguro su novia será feliz con eso

– Muchas gracias.

¿Novia? Hasta el momento Tai no se había puesto a pesar en esa palabra, hasta el momento él nunca le había pedido que fuera su novia, ni siquiera hace 15 años cuando se besaron por primera vez. Y ahora ella seria su prometida.

El castaño estaba tan centrado en sus pensamientos que en ningún momento noto a Hana quien todo el tiempo estuvo espiándolos, lo vio todo. Desde el momento en que su tío se vio muy afectuoso con su Madrina, la forma en que ella brinco de la emoción y por su puesto ese ultimo Beso que le dio. Su temor se había vuelto realidad y su tío se casará con Mimi. Ella lo único que hizo fue correr de aquel lugar y alejar lo más que podía. Necesitaba estar sola.

Unas horas después, Sora se tumbó sobre su sofá con una toalla húmeda en la frente, sintiéndose como si ella fuera la que tomo el licor de anoche. Pero finalmente podía estar tranquila ahora que Mimi se había marchado aquella mañana, sin despedirse ni nada.

Y para el colmo aun estaba furiosa con Tai, No solo no le había dicho que Mimi era la madrina de Hana. Tampoco le dijo que realmente ambos habían tenido una relación más que cercana. Y por si fuera poco el le había pedido matrimonio a Mimi mucho antes.

En ese momento Kerry se acomodó a su lado para comenzar a lamerle los dedos.

– ¿Qué te pasa Bonito?

Hana quería llevarse el cachorro esa mañana, pero salieron tan de prisa que apenas tuvo tiempo de desayunar algo. Ella comenzó a jugar con él para apartarlo de su mente, pero prácticamente el mismo cachorro también le recordaba a él.

"Sora" Escucho su voz interna "No dejes que esto te eche para atrás, lucha por él"

– ¿Por qué pelearía por ese idiota? – exclamo en voz alta.

Pero en su interior sabia la respuesta, ella lo amaba y no había duda de eso. Pero no sabia si el realmente la amaba o solo eran palabras al aire. Y aun así recordó como ambos estaba jugando y correteándose por el bosque ayer, como se besaron y se abrazaban, y quien fue el quien la llamo a ella anoche antes que a nadie. Estaba claro que él también sentía lo mismo por ella. Entonces ¿Por qué tantas inseguridades?

Ya no volvería a cometer el mismo error de antes. Si realmente amaba a Tai tenia que luchar por él y encarar a Mimi. Fue directo a su habitación para buscar que ponerse. No solo le daría una oportunidad a Tai para que pudiera explicarlo todo. Se daría una oportunidad a ella misma para creer que ella era la mejor mujer para él.

Entro en una actividad frenética en su cuarto buscando la ropa más adecuada. Se decidió por una blusa blanca y unos pantalones de mezclilla. Entonces recordó algo que siempre guardaba con mucho anhelo. Fue directo hacia su cajón donde lo tenía. El broche de girasol que hacía tantos años Tai le había regalado. No sabia por que lo había guardado todos esos años hasta esos momentos. Pero al igual que la motocicleta de Tai, se trataba de un objeto muy preciado para la pelirroja.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien comenzó a llamar a la puerta. El cachorro inmediatamente comenzó a ladrar y a moverse de forma alegre como si reconociera quien estaba detrás de la puerta. Supuso que se trataba de Tai, llegando en el momento perfecto. Finalmente podrían arreglar las cosas entre los dos.

– Escúchame Tai, Se que tienes mucho que explicar así que ahora soy toda...–Se quedo sorprendida al ver a Mimi detrás de la puerta – oídos.

– Hola Sora, ayer no tuve la oportunidad, pero quisiera hablar contigo.

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