«¡Calor abrasador! Birdramon».
El grupo decidió pasar la noche cerca del lago pero de repente Siadramon comenzó a atacarlos, al mismo tiempo Gabumon el compañero de Yamato, digievoluciono gracias al empujón de Natsumi y se convirtió en Garurumon para protegerlos. Yamato y Taichi los cuales habían tenido una discusión se abrieron él uno al otro, finalizando la disputa. Ahora los niños pensaban en cual sería el siguiente lugar al que tendrían que ir.
El grupo de niños caminaban junto a sus digimon por el bosque, con paso seguro y tranquilo, pero sin perder el ritmo. En ese instante Sora alzó su cabeza al cielo buscando la respuesta al sonido que estaba escuchando.
—¿Qué fue ese ruido?— preguntó Taichi— se escuchó como un engranaje.
—¿No sería un ovni?— preguntó Mimi inocentemente, Natsumi rodó los ojos ante su pregunta.
—Y pensaba que Taichi era idiota— pensó la de cabellos naranjas.
—A mi me pareció una especie de meteorito en forma de engranaje.— Natsumi miró a su hermana con atención— Eso podría tener más sentido, bueno teniendo en cuenta lo extraño que es este lugar.— Concuerdo con ella.— sonrió Koshiro para Natsumi, Taichi chasqueó la lengua.
—¡Espera! ¡Puede ser un engranaje y no un ovni! ¡No es justo, tienes favoritismos!— exclamó Mimi molesta— Yo vi una especie de rueda negra, así que no, no es un ovni. — La del sobrero rosa refunfuñó mientras cruzaba sus brazos.
—¡Sea lo que sea ese sonido no es nada agradable!— exclamó Joe mientras colocaba sus gafas.
Takeru tropezó haciendo resonar un gran sonido. Natsumi, Yamato y Taichi se acercaron hacia él rápidamente. Natsumi le ayudó a levantarse sujetándole de un de sus brazos.
—¿Te encuentras bien Takeru-kun?—preguntó ella amablemente, a pesar de que mantenía una serie expresión en su rostro. Él asintió.
—Ten cuidado Takeru—dijo Yamato—Si, hermano.—él sonrió de nuevo, su hermano como un espejo imitó su expresión.
—Si te duele dilo— dijo Taichi, él niño asintió de nuevo—Es cierto, no sirve de nada callarse si sientes dolor.— añadió Sora.
—No os preocupéis solo fue una caída. ¿Verdad Patamon?— él digimon asintió con una sonrisa, Natsumi cruzo sus brazos y los llevó a su espalda—Si que os parecéis— él niño la miró confundido—¿A que te refieres?—Siempre sonreís como tontos— entonces Sora tapó su boca.
—Lo que ella quiere decir es que siempre sonreís mucho. Eso esta bien.— él niño y su digimon asintieron con una ligera sonrisa. Natsumi balbuceaba entre la mano de Sora.
—Sora. ¿Porque le tapas la boca?— Oh, solo intento protegerla de que haga un conflicto— dijo ella.
—¿De igual manera que lo hago yo contigo?— Sora se quedo en blanco ante su pregunta, y asintió ligeramente. El rosado digimon la abrazo con fuerza. Sora se sintió algo agobiada por su comportamiento tan cariñoso.
—Si que os parecéis. Ella es igual de afectuosa que tú.— dijo su hermana pequeña, ella la miró extrañada—¿Eso crees? Yo no creo que sea tan pegajosa.—Sora se llevó sus manos hacia su boca. Pero la inocente y rosada digimon no tenía conocimientos hacía esa palabra.
—Ahora eres tú quien debería tener cuidado con lo que dice, hermana.— y ella comenzó a caminar, Sora asintió para si misma.
—Vamos Piyomon.— Si. ¡Yo iré a donde Sora vaya!— y una vez más le irritó ese comportamiento.
Cuando comenzaron a caminar se dieron cuenta que habían caminado tanto hasta que sus pies dolían. Estaba en un desierto con postes de luz y otras estructuras y objetos del mundo humano. Los niños discutían entre si por las posibilidades de que más humanos estuvieran ahí. Cuando Mimi sacó su brújula comenzó a girar como loca. Todos se cansaban del calor, el pobre Gomamon moría del cansancio. Mimi prestó su sombrero a Palmon la cual también parecía realmente cansada. Natsumi se colocó su capucha tapando su tez blanca del contacto del sol. A su vez una animada y enérgica Biyomon daba ánimos a la hermana mayor de la chica, pero esto solo irritaba a Sora.
—Taichi haz algo útil y saca tu binocular— dijo Natsumi, mientras tiraba de su capucha hacia adelante—Si, si princesa.— como dijo Natsumi, Tai sacó su binocular y comenzó a analizar el lugar. Extrañado y emitiendo unos constantes ''Eh'', él chico divisó a lo lejos una estructura.
—¡Deja de decir ''Eh'' y dino que pasa!— exclamó molesta Natsumi, él resopló ante su comportamiento—¡Es una aldea!
—¿Qué?— preguntaron algunos al unísono—¡Ven, sabía que había humanos, lo sabía!— exclamó alegremente Joe—Dudo mucho que así sea ya que los digimon dijeron...— pero ella no obtuvo la atención del grupo que había salido corriendo hacia la aldea, ella suspiró y comenzó a caminar.
Cuando llegaron allí el grupo supo que en realidad era una aldea de Yokomon.
—Vaya... era una aldea de digimon—suspiró Mimi— Os lo dije— dijo Natsumi.
—Esta aldea esta hecha a medida para Yokomon, es algo genial— dijo Taichi—Esto me recuerda a los cuentos que me leía mi mamá.—Natsumi tocaba las hojas de un Yokomon, y él digimon sonreía.
—Son lindos, eso sin duda— al decir eso todos se acercaron a ella— ¡Yo también! ¡Yo también!—Biyomon hablaba con los Yokomon con alegría sobre cuantas cosas había aprendido al estar con Sora y como había digievolucionado gracias a su ayuda.
—¿Protegerme? Solo quería que la consintiera— dijo Sora mirando al cielo—¿Tu crees? Yo creo que es así como ello evolucionan, os protegen gracias a estar con vosotros.—Sora la miró sin una expresión fija—¿Tu crees?
—¡Hey! ¡Hay un pozo! ¡Cojamos algo de agua!— todos se reunieron, cuando Tai bajo el cubo al subirlo una gran llamarada salió del pozo, asustando a todos.
Entonces Natsumi divisó una gran llamarada bajar por la montaña.
—¡Es Meramon!— gritaron los Yokomon. Se veía furioso. Todos comenzaron a correr. Consiguieron refugiarse en un barco en ruinas. Aún quedaba Biyomon la cual estaba ayudado a los otros digimon.
—¡Sora regresa!— Taichi y Natsumi gritaban para que regresara. Ella se acercó a la colina en la que estaba Meramon, él digimon de fuego atacó a Biyomon haciéndola caer por la colina. Sora logró salvar a Biyomon de chocar contra el suelo.
—Sora, te preocupaste por mí...—Claro que sí, tu eres mi compañera— contestó ella mientras la abrazaba, Meramon las atacó de nuevo y Biyomon intentó proteger a Sora, pero no lo logró. Los digimon de los otros niños intentaron defenderse pero no surdió efecto. Hasta que Biyomon evolucionó para proteger a Sora. Entonces una gran ave roja se hizo presente ante ellos.
—¡Biyomon digievoluciono en Birdramon!—exclamó Sora, el ave roja comenzó a atacar al centro de Meramon haciendo así, que el gran engranaje negro que tenía en su abdomen desapareciese.
—¿Desapareció? Eso era...— dijo para sí misma Natsumi—¡Eso era un engranaje de color negro!— exclamó Koshiro
—¡Biyomon has digievolucionado para protegerme!— exclamó Sora mientras abrazaba a su compañera. Natsumi observó a su hermana y sonrió, pero luego su expresión se volvió triste.
—¿Cuanto tiempo seguiremos así...?— dijo, Taichi la observó y la miró preocupado. Cuando quiso acercarse a ella, Koshiro estaba a su lado.
—¿Que piensas sobre esas ruedas negras?—ella negó con su cabeza—No lo sé, tal vez ellas son las causantes de ese cambio en los digimon— Yo pensé lo mismo— contestó Koshiro.
—Hey, Taichi. ¿Qué haremos ahora?—Yamato llamó al mencionado pero este observa a la pareja que se encontraba hablando—¿Qué te sucede?— preguntó de nuevo—¿Porqué ella me odia?— preguntó—No creo que te odie, es solo que siempre os molestáis mutuamente antes de que el otro diga algo.— Taichi miró sorprendido a Yamato— Así que, nos vemos de esa manera...
Los niños no sabían que esos engranajes negros serían una de las piezas fundamentales para resolver el gran enigma que se les había entregado. El mundo digital tenía mucho que ofrecer.
La aventura aún tiene que digievolucionar.
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