Arco II: «Zarpen - ¡Hacia un Nuevo Continente!»



Los digimon reunieron sus fuerzas y derrotaron al poderoso Devimon. Pero en la batalla, Angemon gastó todas su energía y desapareció, regresando nuevamente a un huevo. Lunamon le brindó esperanza a Takeru, el cual se sentía desolado por la perdida de su compañero, haciendole saber que el afecto y su deseo traerían de vuelta a su amigo. Al mismo tiempo, habían averiguado que más allá del mar se encontrarían con enemigos más fuertes. Mientras los niños elegidos se sentía confundidos por las palabras de Devimon, un misterioso holograma apareció ante ellos.



Natsumi observaba impresionada al anciano que mostraba su imagen a partir del holograma. Sus facciones llamaron la atención de la niña, ojos grandes que se mantenían cerrados, nariz de gran tamaño y redonda, un largo bigote de color blanco al igual que la pequeña coleta que se formaba en el centro de su cabeza. Además daba respeto ante su capa que le hacía parecer algún tipo de herudito.

—Perdone, pero...—él anciano miró a Natsumi y sonrió, ella se cayó sorprendida ante su gesto, a continuación observó uno por uno a los presentes y rió ligeramente.

—Así que ustedes son los niños elegidos— pronunció él con un tono sereno y claro, comenzó a girar su cabeza observando a los niños de nuevo—y vencieron a Devimon, es algo muy impresionante, siéntanse orgullosos.

—¿Quién es usted? ¿Un aliado de Devimon?— preguntó Taichi que inconscientemente parecía proteger a Natsumi con su brazo, haciendo que esta, retrocediese hacia atrás.

—No necesitan preocuparse, soy un aliado—contestó simple— No represento peligro alguno para ustedes puedes bajar la guardia— aclaró, mientras bajaba despacio el brazo alzado en frente de Natsumi, él anciano rió por lo bajo y Taichi lo miró con confusión. Natsumi podía sentir que el anciano no suponía una amenaza, ya que ese sentimiento de peligro que surgía en muchas ocasiones en su pecho no aparecía, al contrario, un sentimiento de nostalgia se hacía presente.

—Es sorprendente ver a otro humano aparte de nosotros— dijo Sora, mientras colocaba sus brazos en su cadera— es un alivio— añadió Joe feliz— Lo raro es que los digimon nos habían dejado claro que no habían más como nosotros— dijo Taichi, Natsumi le miró y se colocó a su lado—Si, pero solo habían dicho que nunca habían visto más como nosotros— él joven pareció entender lo que ella le decía— es decir— dijo Taichi— que no significa que no hubiese más como nosotros— dijeron ambos al mismo tiempo prendiéndose.

—Comienzan a llevarse bien por lo que veo— dijo Sora con una sonrisa— Mejor, así no tendremos que aguantar sus discusiones de recién casados— dijo Mimi riéndose, ambos se sonrojaron—¡No estamos casados!— dijeron al unísono, todos rieron— Pero si pienso, que esa separación los ha cambiado a ambos—añadió Yamato con una leve sonrisa— sobre todo a ti— dijo mientras miraba a los ojos de la chica de cabellos naranja, ella abrió sus ojos ampliamente, intentando analizar lo que el rubio insinuaba, pero su cabeza no obtenía el resultado. Una tos se hizo presente en el silencio, el anciano parecía reclamar la atención de los niños elegidos.


—En realidad no soy humano, pero al mismo tiempo si lo soy— eso hizo surgir una nueva incógnita en las mentes de los niños—¿Qué quiere decir?— preguntó Natsumi— ¿Eres un fantasma?— preguntó Mimi con ese toque inocente tan característico de ella, pero él hombre pareció ignorarla ante tremenda suposición.

—Mi nombre es Gennai, debido a que todo este tiempo Devimon estaba interfiriendo conmigo, yo no pude contactarlos antes. Estoy feliz de que finalmente pude conocerlos— Natsumi se removió en su lugar al escuchar el nombre del espantoso digimon, la voz de Koushiro se hizo presente entre el espacio que había dejado el anciano—¿Contactarnos...? ¿Pero desde donde?Natsumi asintió haciendo ver que esa pregunta era notoriamente importante.

—Me encuentro en el Continente Server, que se encuentra muy lejos de la Isla File, lugar en el que se encuentran— Sora habló—¿Desde cuando has estado allí, Gennai-san?— él contestó al instante y su voz resonó ante los niños desde el holomisor que desprendía varios colores—Siempre he estado aquí— ¿Fuiste tú quien nos trajo aquí, señor?— preguntó Mimi, Natsumi le regañó con un ligero codazo—Tratale de ''usted'' Mimi— ella asintió y él observó a la pequeña de cabellos naranjas. Una tos se hizo presente, de nuevo el anciano reclamaba atención— no fui yo quien les trajo hasta aquí— ¿Entonces quién?— preguntó ella de nuevo, Mimi recibió otro leve golpe por parte de Natsumi, él hombre se removió levemente observando hacia arriba.


—Sobre eso...— después de pronunciar esas palabras se hizo presente un silencio, parecía concentrado pensando, tal vez en que le diría a los niños, una ligera brisa arenisca pasó alrededor de los niños—No lo sé— contestó simple, todos se mantuvieron en silencio hasta que la respuesta se asimiló en sus cerebros—¡¡¿Qué?!

—Entonces, ¿tú sabes lo que tenemos que hacer para regresar a nuestro mundo?— preguntó Takeru el cual sostenía el reciente huevo de Angemon, todos dirigieron su vista hacia Takeru, él hombre lo miró atento, se mantuvo un leve silencio y contestó— Eso tampoco lo sé— todos suspiraron— ¿Señor, usted sabe algo?— preguntó Natsumi mientras se acercaba hacia donde se encontraba Takeru, él la miró concentrado, de nuevo el silencio se hizo presente—No en realidad no— todos suspiraron de nuevo.

—¡Pero que rayos! ¡No nos sirve de ayuda entonces!— Natsumi asintió, Sora la regañó por asentir ante la respuesta maleducada de Taichi, ella suspiró— No podemos depender de él si no sabe nada— contestó a su hermana en un susurro—Es cierto, pero...— le intentó reprimir Sora.

—Pero pequeña— llamó Gennai a Natsumi, ella lo miró— Yo dependo de ustedes, de los niños elegidos— se escuchó un ''¿Qué?'' alargado por parte de los niños, Natsumi se mantenía en silencio— ¿Que quiere que hagamos?— todo la observaron confusos, él sonrió ligeramente—Necesito que vengan al Continente Server y derroten al enemigo aquí. Como los niños elegidos ustedes debería poder hacerlo.

—Pero no sabemos como llegar hasta allí— dijo Koushiro—Claro— contestó él anciano dirigiéndose a Koushiro—Les enviaré un mapa a través de tu ordenador— él observó el objeto mencionado con sorpresa—Pero, no podremos derrotar a un enemigo más fuerte que Devimon— añadió Joe.

—No, te equivocas joven, ustedes pueden hacerlo, siempre que logren que sus digimon obtengan un nivel mayor al actual—¿Pero como haremos eso?— preguntó Natsumi, él asintió— Necesitarán estos dos objetos— entonces la imagen del hombre desapareció, mostrando esta vez un colgante de extraño aspecto, dorado y con una ranura para insertar la pequeña placa que parecía ser la consiguiente a él. O eso es lo que pensaba Natsumi—¿Es algún tipo de dispositivo?— preguntó la chica, él anciano sonrió ante su respuesta y asintió— Insertando el ''Emblema'' dentro de esta medalla, sus digimon podrán lograr una digievolución mayor.


—¿Pero, donde podemos encontrarlas?— preguntó Joe—Digame que lo sabe, por favor— añadió Natsumi algo preocupada por la respuesta del anciano—Bueno, en realidad los Emblemas  podrían estar en cualquier lugar del Continente Saver, y sobre las Medallas... Devimon debió de esconderlas en algún lugar— entonces la voz de Gennai se disolvió entre las interferencia del misterioso aparato circular— ¡Oh, no! ¡Devi-! Interferencia.

—¡¿Qué sucede?!— exclamó Yamato preocupado—¡¡Gennai-san!!— exclamó Gabumon alterado— ¡Son interferencias!— exclamó Natsumi, en cuanto la niña dijo eso, la comunicación con el anciano se perdió. Koushiro ya se encontraba sentado en el suelo mientras tecleaba las teclas de su ordenador. 

—Al menos parece que el mapa ha sido enviado correctamente— Natsumi suspiró con alivio—¿Que deberíamos hacer ahora?— preguntó Sora, Taichi que se encontraba en frente de ella le contestó— Por ahora, bajemos de esta montaña—alzó sus antebrazos y sonrió enérgicamente—¡Podremos decidirnos después de comer un poco!— todos asintieron, en cuanto se dieron cuenta la noche se cernía sobre los niños elegidos, mostrando un hermoso cielo estrellado. Y junto a él, la hermosa luz de las estrellas que se reflejaba en el agua. Todos se econtraban cenando, Gomamon había pescado muchos peces para que el grupo de niños pudiese alimentarse. Takeru se encontraba a un lado apartado, mientras acariciaba con sumo cuidado, paciencia y concentrado el digitama de Patamon.

Yamato intentaba animar a Takeru para verle más enérgico, pero en cambio el niño parecía estar sereno ante la situación con su digimon y él. Él grupo comenzó a debatir sobre como llegarían a la siguiente Isla, pero a su vez, todos se mantenían con inseguridades, miedos y falta de confianza sobre viajar hacia más allá del mar. ¿Como llegarían? ¿De que forma? ¿Que pasaría al llegar allí? ¿Cuántos digimon poderosos los atacarían? ¿Deberían enfrentarse a personajes más fuertes como Devimon para regresar a su mundo? ¿En verdad, debían confiar en Gennai? Taichi parecía estar a favor de cruzar el mar, pero él resto no daba su brazo a torcer, a excepción de dos personas.

—¡Intentemos llegar!— todos se sorprendieron ante la voz suave del niño rubio—Takeru...— nombró para sí mismo su hermano mayor, Natsumi se levantó y tomó de posición el lado derecho del niño, al contrario del que se encontraba su hermano— Yo estoy de acuerdo— Sora la miró atenta y sorprendida—¿Lo estás?— preguntó su hermana mayor, ella asintió.

—Debemos afrontar lo que hay más allá del mar—Takeru asintió ante Natsumi—¡No sé que enemigos nos esperan más allá, pero hay que intentarlo!— miró su digitama y comenzó a acariciarlo suavemente, en los ojos del niño se podía observar nostalgia, él rostro de Natsumi mostraba cierta ternura, y una media sonrisa se asomó por su cara—Seguro que es lo que Angemon hubiese querido.

Todos comenzaron a asentir, sus digimon animaban enérgicamente el ambiente haciendo que los indecisos diesen su brazo a torcer. Todo terminó con una frase de Taichi.

—¡Bien! ¡Vamos hacia el Continente Server!— entonces el sonido de la cascada desapareció para hacer presencia el sonido del mar. Mientras que los chicos trabajan para construir una balsa, que con suerte, los llevaría al Continente. Los digimon trabajan en equipo junto a los niños para poder recoger el material. Sora y Koushiro se encontraban hablando.

—No creo que los materiales suministrados actualmente nos lleguen para finalizar el proyecto de la balsa hoy— dijo el de cabellos granates algo entristecido, Sora colocó su mano en su cadera, una posición muy característica de la chica—No te preocupes, debemos ser paciente y esperar— entonces unas pisadas se hicieron presentes cerca de ambos niños, observaron hacia atrás encontrándose con la figura de Leomon.

—¡Ah! ¡Leomon!— exclamó Sora sorprendida ante su aparición, él se adelantó ligeramente—He oído que quieren llegar al Continente Server, les ayudaré—Koushiro se acercó curioso—¿Pero como sabes que necesitábamos ayuda?— él rió ligeramente—Los digimon somos algo chismosos, además he traído algo de ayuda— miró hacia atrás, los dos niños le copiaron, y pudieron observar a varios digimon aliados con los que habían entablado amistad.


—¡Lekimon!— al ser mencionado por Natsumi, él digimon se acercó felizmente hacia ella y Takeru—¿Como estas Lekimon?— preguntó Lunamon alegre, él le sonrió—Bien, veo que te has acostumbrado a pelear— ella se sonrojó ligeramente, se acercó a ella—¡Debes cuidar bien de la señorita!— exclamó Lekimon, Natsumi sonrió con dulzura y lo acarició, el se sonrojó—¿Ya os conociaís?— preguntó Takeru sorprendido, los tres asintieron— Él me ayudó cuando me encontré a Lunamon— su digimon habló—No solo ayudó a Natsumi, si no que me dio el empujón que necesitaba para digievolucionar—Takeru exclamó un ''Oh'' muy grande. Los cuatro rieron junto. Taichi observaba la escena apoyado desde un árbol.

—¿Qué sucede Taichi?— preguntó Sora, la cual se había acercado a él—Ella ha cambiado— dijo mientras miraba a la mencionada, ella sonrió ligeramente—Pienso que es por Lunamon, ella parece haber dado un empujón a Natsumi para abrirse al resto— ¿Tu crees?— preguntó Taichi sin despegar la vista de ella— ¿Qué te pasa? ¿Acaso ahora te preocupas por ella?— preguntó Sora con seriedad, Taichi la miró algo molesto— ¿Qué pasa contigo? A mi ella...— parecía trabarse con sus propias palabras—Ella me odia— Sora pareció sorprenderse ante la preocupación del chico ¿era la razón por la cual no podía llevarse bien con ella?— Porque no te hable como los demás no quiere decir que te odie. Al contrario.— Sora comenzó a caminar dejando con la palabra en la boca a Taichi, y con más de una duda en su mente.

Al rato los niños se habían despedido de los digimon y ya se encontraban en la balsa. Y con un feliz Takeru porque Poyomon había salido del digitama. Eran tan blanco y lindo, que enternecía a todo el grupo. Los niños habían aprendido tantas cosas en la Isla File, sobrevivieron a fuertes batallas, evolucionaron sus propias emociones, entablaron vínculos más fuertes con sus digimon y con sus aliados, habían conocido a Gennai y ahora debían ser aún más fuertes. 

El agua del mar azul, balanceaba ligeramente la balsa del grupo, los niños aún miraban el escenario que los habían traído hasta este instante. El paisaje que estaba siendo dejado atrás, era el primer lugar en el que habían vivido tantas aventuras.


—Esto se balancea demasiado...— dijo Mimi mientras tapaba su rostro, seguramente porque podría vomitar en cualquier momento a pesar de estar sentada, Koushiro que estaba a su lado se encontraba en un estado parecido—No pensé que fuera tan difícil...

Natsumi se encontraba sentada junto a Lunamon con una gran serenidad y calma, Takeru jugaba con Poyomon e intentaba que el bebe no sufriera ningún daño por sus movimientos espontáneos. En ese instante una gran ola se presentó ante los niños mostrando lo que parecía una isla.

—¡Es una isla!— exclamó Taichi mientras gritaba nervioso—¡¡Eso no es un isla!!— aseguró Sora asustada—E-es un digimon...— dijo Natsumi, Lunamon asintió—Es Whamon— susurró Lunamon de manera vergonzosa. De nuevo una gran ola abatió la balsa del grupo y el gran digimon se sumergió en las aguas. En tan solo un instante estaban siendo succionados por la fuerte corriente que los llevaba por el interior de su aparato digestivo.

—¡Esto debe ser el esófago de Whamon!— exclamó Koushiro, Natsumi se tropezó y su amigo la ayudó a sentarse y agarrase a la gran caja en medio de la balsa. Mimi se encontraba al otro lado, Sora estaba agarrada al cuerpo de Taichi el cual se mantenía estable porqué se sostenían sobre la caja, lo mismo pasaba con Yamato y su hermano—Gracias Kou—él se sonrojó ligeramente al ver la sonrisa de su amiga—N-no es nada, tranquila— Taichi los miró con una mirada indescifrable.

—¡Nos comió después de todo!— exclamó Mimi que se agarraba con fuerza a uno de los barriles, Palmon la imitaba y se encontraba a su vera, como siempre—¡¿Dónde esta la salida?!— exclamó Sora—¡¿Donde crees que es, Sora?!— exclamó por alguna razón una muy irritada Natsumi, mirando a su hermana y al de cabellos castaños—¡Debe estar en su parte trasera!— añadió Koushiro—¡No quiero salir por ahí!— volvió a gritar Mimi—Como excremento— añadió Palmon—¡No digas eso!—gritó Mimi de nuevo.

Una especie de liquido pegajoso se abalanzaba hacia los niños, todos comenzaron a gritar.

—¡¿Porqué nos lanzan eso?!—¡Recuerda que estamos dentro de él!—añadió Natsumi mientras se aferraba con los ojos cerrados a un sonrojado Koushiro, Taichi se tensó—¡Probablemente piensa que somos bacterias o algo así!— añadió nervioso Koushiro. En tan solo un instante, los niños se encontraban en un lugar amplio.

—¿Esto es muy liso, no?— dijo Sora analizando el extenso -pero no sin final- lugar—¿Donde estamos?— preguntó Joe mientras alzaba la vista hacia arriba—Esto es el esófago seguramente— contestó Natsumi mientras miraba el lugar con cara de asco—Exactamente es el esófago, nos debió de llevar a su estomago— añadió Koushiro, dando una respuesta más completa.

Una sensación se hizo presente en el pecho de Natsumi, se lo agarró con fuerza y observó a su alrededor, pudo ver como un liquido marrón aparecían ante ellos, y escuchó como un sonido extraño y algo mecánico resonaba en las paredes del esófago.

—¡Es jugo gástrico!—gritó Koushiro—¡No caigan en eso!— añadió Taichi, Sora gritó de repente—¡Taichi, mira eso!— estaba señalando un engranaje negro.

—Es por eso que Whamon se comportaba de esa manera— gritó Agumon—De-debemos hacer desaparecer ese engranaje— añadió Lunamon nerviosa.

—¡Hagamos algo por él!— añadió Gomamon—¡¿Cómo qué?!— exclamó Joe algo preocupado—¡Palmon!— exclamó Natsumi, ella pareció entender—¡Usaré mi habilidad para que alguien pueda subir a quitarlo!— Mimi sonrió con energía—¡Muy lista Palmon!—¡Yo iré!— exclamó Taichi, Natsumi pareció querer decir algo pero se calló, Lunamon lo notó.

—Ten cuidado Taichi— le dijo Sora, él sonrió—¡No te preocupes!—Natsumi giró su cabeza hacia otro lado. Lunamon pareció darse cuenta de algo. Él de cabellos castaños comenzó a trepar las enredaderas formadas por Palmon, cuando se acercó lo suficiente el dispositivo comenzó a sonar haciendo desaparecer el engranaje, pero también haciendo caer a Taichi. Con suerte se sostuvo en la balsa. Una luz emergió desde debajo de sus pies elevando la balsa hacia arriba.

Después de un fuerte movimiento, los niños lograron ayudar al gran digimon, y como agradecimiento les prometió llevarles al Continente. Los niños se encontraban encima del lomo de Whamon.

—¡Ahora solo debemos encontrar los emblemas!— exclamó Taichi entusiasmado, Natsumi le miró inconscientemente—¿Mencionan a Devimon?— preguntó el digimon con aspecto de ballena—No se a que se refiere con emblemas o medallas, pero recuerdo que una vez Devimon escondió algo debajo del mar—Taichi se sorprendió—¿Y dónde está ese lugar?— preguntó él—Se encuentra en el camino hacia el Continente Server, refúgiense dentro de mí mientras tanto— todos obedecieron. Al rato los niños desalojaron el interior de Whamon y entraron en una cueva de colores grisáceos y azulados, adentrándose se encontraron con lo que parecía ser...


—Eso es...— dijo Taichi—una tienda 24 horas...— nombraron Natsumi y él al mismo tiempo, los dos cruzaron miradas y al instante las separaron—Es increíble que digan casi todo al unísono— susurró Mimi a Sora, ella asintió con una sonrisa nerviosa. Algo en el pecho de Natsumi latió con fuerza y al instante un fuerte estruendo se hizo presente cuando los niños dieron los primeros pasos, un digimon con aspecto de topo surgió de las profundidades de la cueva, había agrietado el suelo y su cuerno parecido a un taladro mostrada un aura peligrosa en él—¡Es Drimogemon!— mencionó Tentomon.

—¡Nadie tiene permitido la entrada, por orden de Devimon!— exclamó el digimon comenzando a mover su gran taladro—¡Ese cuerno no me da miedo!— exclamó Gomamon digievolucionando, al instante se estaba batiendo en duelo contra el otro digimon y los niños comenzaron  correr en busca del emblema. Tentomon se unió al rato cuando Ikkakumon destrozó seriamente la tienda 24h. En tan solo una orden por parte de Agumon para atacar a la espalda del digimon enemigo, el engranaje negro fue destruido por Kabuterimon.



—¡Poyomon! ¿Donde estas?— gritaba preocupado Takeru—¡Takeru aquí!— gritó Natsumi al encontrar al digimon de su amigo—Gracias— le dijo con una sonrisa cuando le entregó a su digimon—¿Qué es esa caja?— preguntó Takeru, ella sonrió—Sorpresa.



—¿Qué es eso, Nat-chan?— preguntó Mimi, ella sonrió ligeramente—Mirar— dijo Taichi al verlas—¡Son las medallas!— exclamó Koushiro.


El atardecer les mostraba un nuevo camino a los niños elegidos, de nuevo en lomos del gran digimon ballena Whamon, sonreían ante su nuevo logro.


—Él dijo que las medallas se encontrarían alrededor de Continente Server ¿cierto?— mencionó Yamato sonriendo mientras colocaba su brazos detrás de su cadera, su digimon asintió—Así es. Si combinamos las medallas con los emblemas—Podremos volvernos más fuertes— añadió Agumon.

—¡Si!— exclamó Taichi alzando su puño—¡Definitivamente encontraremos esos Emblemas!—Natsumi lo observó con atención y suspiró mirando al suelo. Lunamon notó algo extraño en la aptitud de su amiga.




Los niños elegidos deberían afrontar muchos más retos de ahora en adelante. Pero...sus corazones serían la prueba y fuerza clave a un futuro brillante. Natsumi suspiraba ante lo desconocido, pero un sentimiento que conocía perfectamente. ¿Y los otros niños? ¿Qué tipo de sentimientos emergerán en sus corazones?

















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