Capítulo XXXIV: ¡Miyu Hace DigiXros!

     — ¡Miyu! —dijo Birdramon, cuando llegaron con quienes luchaban contra Tactimon—. ¿Ya viste quiénes están ahí?

     Miyu no había visto aún a qué se refería hasta que vio a Dorulumon protegiendo a la chica pelirroja de un ataque de Tactimon.

     — ¡Es Dorulumon! —Dijo Miyu—. ¡El Digimon que estaba en el Digivice de Taiki!

     — ¡La Señora Ophanimon debió enviar a los demás Digimons con sus respectivos compañeros! —dijo Birdramon.

     Miyu bajó de un salto de su Digimon mientras éste se disponía a atacar.

     — ¡Meteoros Fugaces!

     Los meteoros golpearon a Tactimon al mismo tiempo que Miyu se acercaba a los chicos que también peleaban.

     — ¡Oigan! —los llamó.

     Los dos chicos, el rubio y la pelirroja, que sostenían Xros Loaders en alto, se giraron para verla. El Digimon con forma de hada ya se había unido a la pelea contra Tactimon.

     — ¡Akari! —dijo el rubio—. ¡Parece que es una Digimon Hunter!

     —Tienes razón —dijo la pelirroja—. ¡Oye! —Llamó a Miyu—. ¿Enfrentarás a Tactimon?

     — ¡Exacto! —Dijo Miyu y por fin estuvo junto a ellos—. Me llamo…

     —No hay tiempo para presentaciones —la interrumpió Yuu Amano y señaló a Tactimon—. Ese es un Digimon muy peligroso.

     —Si no lo derrotamos, provocará un terrible daño en nuestro Mundo —secundó Akari Hinomoto.

     —Está bien —acordó Miyu—. ¿Tienen algún plan?

     —Ese Digimon Hada, Zephyrmon, parece ser muy poderoso —dijo Yuu señalando a Zephyrmon—. Pero no estoy seguro de poder hacer DigiXros con ella.

     —Tampoco yo —dijo Akari.

     Miyu miró su DigiLector y se preguntó cómo podría ayudar en la pelea.

     —Ese Digivice que tienes en tu poder —dijo Yuu—, ¿Qué funciones tiene?

     — ¿De qué hablas? —dijo Miyu.

     — ¿Puedes hacer DigiXros con ese Digivice? —preguntó Akari.

     —No estoy segura… —Miyu estaba confundida. De pronto se dio cuenta de que no tenía un plan y que no sabía mucho del Mundo Digital—. Puedo intentar otra Digievolución.

     —Cualquier cosa es buena en este momento —sonrió Yuu.

     En ese momento Tswarmon fue derribado por Tactimon transformándose de nuevo en Damemon y cayó a pocos metros de Yuu.

     — ¡Damemon! —Yuu volvió a capturar a sus Digimons en el Xros Loader y miró a Akari—. Es imposible, necesitaremos a OmegaShoutmon si queremos vencerlo.

     —Yo puedo hacer algo para ayudarlos —dijo Miyu decidida—. Le prometí a mis amigos que protegería este mundo —en ese momento estaba siendo rodeada por un resplandor de luz roja—. ¡A.D.N Digital Silver Charge!

     Birdramon volvió a su forma de Biyomon para tener una nueva Digievolución:

     — ¡Biyomon Silver Digivolves a… SilverGarudamon!

     Akari y Yuu hicieron expresiones de asombro. El Digimon que tenían enfrente parecía estar hecho de plata, sin embargo no era un robot. Era otra versión de Garudamon, pero de color plateado. Cuando agitaba sus alas, se desprendían plumas de ese color que resplandecían.

     —Increíble… —dijo Yuu.

     —SilverGarudamon… —secundó Akari en el mismo tono.

     — ¿Cómo se llama el Digimon Hada que pelea contra Tactimon? —dijo Miyu apurada mientras veía a Zephyrmon burlar un ataque de Tactimon.

     —Zephyrmon —respondió Akari.

     — ¿Piensas hacer DigiXros con ella y tu Digimon? —dijo Yuu adivinando el pensamiento de Miyu.

     —Éste Digivice —dijo Miyu mostrándoles el artefacto—. Puede copiar todas las funciones de los seis diseños anteriores. Por lo tanto…

     — ¡Drill Buster! —Dorulumon acababa de lanzar un certero ataque contra Tactimon.

     — ¡Ventisca Poderosa! —Zephyrmon no parecía cansada en lo más mínimo.

     — ¡Zephyrmon! —llamó Miyu y la Digimon la miró—. ¡Necesito que me prestes tus poderes!

     — ¿Prestarte mis poderes? —Zephyrmon nunca había escuchado semejante petición—. ¡Está bien, hazlo!

     Miyu respiró para darse valor, no estaba segura de que su plan realmente funcionara. Hizo un fluido movimiento con la mano que sostenía el Digivice y dijo:

     — ¡DigiXros! ¡SilverGarudamon! ¡Zephyrmon!

     Para su sorpresa, ambos Digimons se fusionaron.

     — ¡Xros Up! ¡SilverGarudamon!

     El Digimon que tenían enfrente había mezclado los cuerpos de SilverGarudamon y Zephyrmon, aunque seguía viéndose más como el primero.

     —Necesito que tu Digimon también ataque a Tactimon —ordenó Miyu a Akari, la pelirroja asintió con la cabeza—. ¡SilverGarudamon! ¡Une tus poderes con los de Dorulumon y derroten a ese Digimon Maligno!

     Dorulumon y SilverGarudamon asintieron con la cabeza.

     En el Mundo Digital, dos de los Amos Obscuros: Piedmon y Puppetmon, llevaban a rastras a un muchacho que llevaba un par de gogles de buceo en la cabeza. Takato Matsuki no había tenido la oportunidad de buscar a su compañero Digimon, porque había sido capturado. Ese par de Digimons malignos lo conducían por el Castillo de los Dark Tamers.

     Le habían quitado su Digivice, así que no tenía ningún arma, aunque de poco servía ese artefacto sin su compañero. Atravesaron una gigantesca puerta negra y entraron en una enorme habitación. Ahí dentro estaba Clarisse, sonriendo con ansiedad y malicia.

     — ¡Dorulu Checkmate!

     El ataque de Dorulumon logró ganar unos segundos, mientras Tactimon intentaba levantarse. Con fluidez, lanzó un ataque con su espada que hizo temblar la tierra. Akari y Miyu tenían sus respectivos Digivices en alto, dándoles todo el poder posible a sus Digimons. SilverGarudamon, a pesar de su tamaño gigantesco, se movía con la rapidez y agilidad que tenía Zephyrmon, lo que les daba la ventaja.

     — ¡Ventisca Ardiente!

     SilverGarudamon hizo aparecer una ventisca de fuego con sus manos. Yuu estaba atravesando por un momento de impotencia, sus Digimons seguían recuperando sus fuerzas dentro de su Xros Loader y no podía hacer nada para ayudar.

     — ¡Ataquen ambos al mismo tiempo! —ordenó Miyu.

     — ¡Dorulu Checkmate!

     — ¡Ventisca Ardiente!

     Ambas técnicas se unificaron y golpearon a Tactimon, haciéndolo añicos. Éste fue rodeado por un aro de luz mientras se transformaba en Datos.

     —Una… Captura Digimon… —dijo Yuu sorprendido—. Pero el DigiQuartz ya no existe, ¿cómo puede ser posible?

     La DigiXros que había formado Miyu se separó y Zephyrmon se acercó al cuerpo de Tactimon con un Digivice purpura en la mano.

     — ¡DigiCode! ¡Captura!

     El Digivice de Zephyrmon capturó aquella luz. ¿Cómo era posible que se hubieran unido dos distintas Épocas en un sólo enemigo? ¿Un General del Ejercito Bagra que al morir liberó una buena cantidad de DigiCode? Las cosas debían estar muy mal como para que aquello fuese posible. SilverGarudamon volvió a su forma de Pyocomon, exhausta. Sin embargo, nada de lo que había vivido en ese momento la sorprendió tanto como ver a Zephyrmon volver a su cuerpo de humana.

     —Lo hicieron muy bien —sonrió la chica rubia acercándose al grupo.

     —Imposible… —soltó Miyu incrédula—. ¿Zoe Orimoto? —la chica sonrió—. ¿Tú eres una…?

     —No me imaginaba que tú también tenías un compañero Digimon —dijo Zoe y miró a Yuu y Akari—. Lamento no haberme presentado como era debido cuando nos encontramos —les mostró su Digivice—. Me llamo Zoe Orimoto, soy la Portadora de los DigiSpirits Humano y Bestia del Viento.

     —Yo soy Yuu Amano —dijo el chico rubio mostrando el Xros Loader amarillo—. Soy el compañero de Damemon y un Digimon Hunter.

     —Yo soy Akari Hinomoto —dijo la pelirroja mostrando el Xros Loader naranja—. Soy la compañera de Dorulumon —dijo sonriente aunque no estaba segura de que eso fuera del todo cierto—. También soy una Digimon Hunter —tampoco estaba segura de que eso fuese cierto—. Ambos —añadió señalándose a sí misma y a Yuu—. Formamos parte del Xros Heart.

     —Y yo soy Miyu Lung —dijo la última dirigiéndose más a Yuu y Akari porque ya conocía a Zoe. Les mostró su DigiLector que era de color rojo—. Soy la compañera de Pyocomon y… —les mostró su Emblema—. Soy la Portadora del Emblema del Amor.

     —Es una suerte que hayas llegado —sonrió Yuu a Miyu—. Pude ver una terrible explosión desde el lugar donde me encontraba así que corrí a toda velocidad y encontré a Akari —explicó—. Pensamos que moriríamos porque no podíamos pelear, pero en ese momento nuestros Xros Loaders se encendieron y nuestros Digimons llegaron a ayudarnos.

     —A mi me pasó algo parecido —dijo Zoe sonriente—. Mis amigos y yo estábamos encubriendo a un amigo que partió al Digimundo, antes de que la madre de uno de mis amigos nos descubriera. En ese momento, todos mis amigos y yo recibimos una llamada de un Ángel del Digimundo, llamado Ophanimon. Ella nos dijo que teníamos que ayudar a las otras Generaciones y una luz me transportó aquí. Cuando me di cuenta, mi Digivice estaba en mi bolsillo con mis dos DigiSpirits, fue entonces cuando vi los estragos que estaba provocando Tactimon y me encontré con los dos Digimon Hunters.

     — ¿Cuál es tu historia? —dijo Yuu mirando a Miyu.

     —Estaba en el Digimundo con mis amigos, pero Ophanimon envió a un grupo de nosotros de regreso al Mundo Real para ayudar a las otras Generaciones —explicó Miyu y miró a Zoe—. Por cierto, no sé si deba decírtelo, pero Kanbara…

     — ¿Qué le pasó? —Se alarmó Zoe—. No me digas que él…

     —No, él está vivo —la tranquilizó Miyu—. Es sólo que sus DigiSpirits fueron dañados durante una pelea, no estoy segura de que…

     — ¿Viste a Taiki Kudou en el Digimundo? —la interrumpió Yuu apurado.

     —Sí —sonrió Miyu—. No tienes de qué preocuparte, Taiki Kudou y los demás Heroes Legendarios están…

     Miyu se interrumpió en ese instante porque descubrió algo que hasta ese momento no había notado. La preocupación debió reflejarse en su rostro, porque Akari dijo:

     — ¿Qué pasa, Miyu?

     —Los Heroes Legendarios… —dijo Miyu con seriedad—. Bokomon dijo que eran siete pero sólo conocimos a seis de ellos…

     — ¿Falta uno? —se alarmó Yuu.

     —Probablemente nadie del Digimundo lo ha contactado —dijo Zoe para calmar la nube de angustia que amenazaba con cernirse sobre ellos.

     —Eso espero... —dijo Miyu aunque le angustiaba que fuese todo lo contrario.

     Miyu pensaba y estaba casi totalmente segura de que el séptimo Héroe Legendario estaba ya en el Digimundo y que seguramente los Dark Tamers tenían algo que ver con su ausencia. Lo que Miyu no sabía era que tenía toda la razón al pensar eso.

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