Capítulo LVI: ¡Cheepmon hace la Súper Evolución Matrix!

     — ¡Devidramon, destrúyelo!

     — ¡Tormenta de Tinieblas!

     Myotismon esquivó con habilidad el ataque de Devidramon, contrastando con una tormenta de pequeños murciélagos. Clarisse parecía muy divertida con aquel enfrentamiento. Aunque Devidramon era muy poderoso, era demasiado grande y no podía moverse con facilidad. Myotismon aprovechaba usando el Látigo Sangriento despiadadamente contra Devidramon y los demás no podían ayudar.

     De repente ocurrió lo inesperado. Myotismon lanzó tres veces más el Látigo Sangriento y golpeó a Devidramon. Con el tercer golpe, la bestia demoníaca perdió su Digievolución, transformándose en Cheepmon. Kira corrió para auxiliarlo, pero éste siguió luchando.

     — ¡Canto Sónico!

     La técnica de Cheepmon consistía en producir ondas sonoras que perturbaban el oído, robando las energías de su oponente. Los ataques de Myotismon ya no iban dirigidos a Cheepmon, si no a su compañera humana. Sin embargo, el curioso pollo negro la defendía con todas sus fuerzas.

     — ¡Látigo Sangriento!

     Cheepmon se interpuso entre Kira y el látigo de Myotismon, pero ambos fueron golpeados por esa técnica. Kira se levantó con el labio sangrante y la marca del látigo en su brazo izquierdo. Cheepmon, casi sin energías, volvió a atacar.

     — ¡Canto Sónico!

     Sin embargo, Cheepmon que apenas era un novato no era rival para Myotismon. Kira comenzó a temer por la vida de su compañero Digimon. Katsura miraba los esfuerzos de su amiga, impotente al no poder atravesar la bruma que Clarisse había producido. Miró la Carta Azul que aún tenía en la mano, poco convencida de que fuese a funcionar para eliminar aquella bruma mortal que les impedía ayudar a Kira.

     — ¡Canto Sónico!

     El ataque de Cheepmon era cada vez más débil, apenas podía volar y sus ojos comenzaban a cerrarse. Necesitaba descansar con urgencia, pero Kira corría un grave peligro. De repente, Myotismon golpeó con su látigo al pollo negro y lo derribó. Cheepmon hizo un esfuerzo por levantarse, pero no pudo. Su cuerpo comenzó a transformarse en Datos, pero aquello ocurría lentamente.

     Era como si Cheepmon se rehusara a morir.

     — ¡Cheepmon! —Asustada, Kira tomó a su compañero en brazos—. ¡Resiste, por favor! —suplicó—. ¡No te mueras! —Kira lloraba—. Te necesito, Cheepmon…

     —Kira… —Cheepmon abrió los ojos, hablaba con dificultad—. No llores, por favor… —levantó una de sus alas para acariciar el rostro de su compañera—. Mi deber es protegerte…

     Clarisse se mostraba molesta, como si aquellas muestras de afecto entre humanos y Digimons fuesen algo asqueroso para ella.

     Por otro lado, Takato se conmovió con aquel conato de despedida entre Kira y Cheepmon. Pensó fugazmente en que si Guilmon estuviese en el mismo riesgo de morir, habría suplicado ayuda. Arrebató la Carta Azul de la mano de Katsura y la lanzó por entre la bruma hacia Kira diciendo:

     — ¡Atrápala, Kira!

     La chica y Cheepmon levantaron la vista. Milagrosamente, la Carta Azul no fue consumida por las llamas. Clarisse retrocedió un poco, aquello no tenía precedentes. Kira atrapó la Carta Azul que brillaba intensamente.

     — ¿Qué pasa? —Dijo la chica—. ¿Qué es esto?

     — ¡En esa Carta están puestas todas nuestras esperanzas! —Dijo Takato, poco convencido de que lo que decía fuese verdad—. ¡Kira, usa la Carta Azul para Digievolucionar a Cheepmon!

     —Digievolucionar… —dijo Kira aún mirando la Carta Azul—. Pero yo no sé…

     — ¡Sólo deslízala por la ranura del Digivice! —Ordenó Takato—. ¡Hazlo, Kira! ¡Sólo tú puedes pelear en este momento!

     Kira miró su Digivice. En un costado había una extraña ranura que antes no había notado, tenía el tamaño perfecto para que la Carta Azul pasara por ahí. Miró a Cheepmon, incapaz de ordenarle que continuara luchando. Sin embargo, el pollo negro habló:

     —Si voy a morir, prefiero que sea defendiéndote, Kira.

     —Cheepmon… —se conmovió ella y asintió con la cabeza.

     El DigiLector naranja se encendió, activado quizá por el valor del pequeño Cheepmon. En la pantalla aparecía el símbolo del Emblema de la Fuerza. La chica tan sólo obedeció a su instinto de Niña Elegida. Se levantó e hizo un movimiento fluido con la mano que sostenía el Digivice:

     — ¡Emblema de la Fuerza! ¡Cambio de Carta! —Deslizó la Carta Azul por la ranura del Digivice—. ¡Súper Evolución Matrix! ¡Cheepmon Chou Shinka!

     — ¡Chou Shinka...! —Cheepmon se transformó en una creatura semejante a una mujer de piel blanca, como la de LadyDevimon. Sin embargo, a simple vista parecía un cuervo gigante. Sus ojos eran de color rojo y sus brazos iban unidos a un par de gigantescas alas de cuervo de color negro—. ¡...Crowkamon!

     —No puede ser… —dijo Clarisse incrédula—. ¿Cómo es posible…?

     — ¿Qué clase de Digimon es? —dijo Hikari.

     Katsura se percató de que su Digivice se había encendido. Lo miró, de él salió una imagen holográfica con la información sobre Crowkamon. La chica leyó en voz alta:

     —Crowkamon. Es la Súper Evolución Matrix de Cheepmon con el Emblema de la Fuerza. Digimon de Tipo Virus, es la forma Digievolucionada en Nivel Ultimate de Cheepmon, su técnica especial son las Alas de Cuervo.

     — ¿Nivel Ultimate? —Dijo Natsumi incrédula—. Eso significa que Kira y Crowkamon podrían ganarle a Mastermon.

     —Esa Carta Azul… —dijo Katsura—. Hizo que ocurriera un milagro…

     Crowkamon no dijo nada a Myotismon. Extendió sus brazos a ambos lados y de estos se desprendieron un centenar de plumas, que al punto se transformaron en cuchillas de color negro.

     — ¡Alas de Cuervo!

     La técnica de Crowkamon destruyó a Myotismon con un sólo golpe. Kira sonrió, sin embargo Clarisse se enfureció. Hizo que Mastermon volviera a su forma de Novato, un pequeño demonio parecido a un DemiDevimon, pero con la forma de un payaso.

     — ¿Qué es eso? —dijo Kira.

     Crowkamon adoptó una posición defensiva, preparada para seguir luchando.

     —El es la Digievolución en Nivel Novato de mi Digimon, PiccoClownmon —dijo Clarisse furiosa—. Los Digimons necesitan volver a su Etapa Novato antes de cambiar de Digievolución, niña idiota —añadió—. Ahora pelearé en serio, no seguiré jugando contigo —apuntó al pequeño payaso con el Digivice—. ¡A.D.N Digital Carga Total!

     — ¡PiccoClownmon UltraDigivolves a… Piedmon!

     —Así que esa es la Etapa Novato de Piedmon… —dijo Tai.

     —Piedmon —dijo Katsura leyendo la información que salía en su Digivice—. Digimon de Tipo Virus, es la forma Digievolucionada en Nivel Ultra de PiccoClownmon con el Emblema de la Obscuridad. Su técnica especial son las Espadas del Triunfo.

     Tai, Matt, Hikari y T.K no se atrevían a decir algo que habían notado en ese momento.

     Aquel Piedmon no era como el que ellos habían enfrentado en su época, aunque a simple vista eran idénticos. Ese Piedmon que tenían enfrente tenía los mismos instintos asesinos que su compañera humana, eso era lo que lo hacía más peligroso.

     — ¡Piedmon, destrúyelas!

     — ¡Crowkamon, tu puedes derrotarlo!

     — ¡Hechizo Final!

     — ¡Alas de Cuervo!

     Piedmon era un Digimon de Nivel Ultra, Crowkamon estaba en el Nivel Ultimate. Aunque sus fuerzas eran idénticas, así como su rapidez y su astucia, esa pequeña diferencia de Niveles Digievolutivos era fatal para Crowkamon. La Digimon de Kira era una diestra combatiente en cuestión de lucha cuerpo a cuerpo. Eso era una desventaja para Piedmon, porque este intentaba siempre atacar a distancia, cosa que Crowkamon le impedía, atacándolo directamente con patadas y puñetazos. Kira se notaba más animada que hacía un momento, porque parecía que Piedmon sucumbiría ante los poderes de Crowkamon. Sin embargo, llegó un momento en el que Piedmon comenzó a adivinar los movimientos de Crowkamon. Aprovechó para colocarse detrás de ella y…

     — ¡Hechizo Final!

     Crowkamon fue golpeada por aquella técnica y cayó al suelo. Kira corrió hasta ella, preocupada.

     — ¿Estás bien, Crowkamon?

     —Me tomó por sorpresa… —dijo Crowkamon dificultosamente—. Todavía puedo pelear…

     —Piedmon, acabala ahora —dijo Clarisse tranquilamente.

     Takuya se percató de que Clarisse no se refería a Crowkamon cuando había ordenado que la acabara.

     —No puede ser… —dijo el chico pero nadie lo escuchó.

     — ¡Espadas del Triunfo!

     — ¡KIRA, NO!

     Takuya empujó a Taiki inconscientemente al echar a correr en dirección hacia Kira.

     Atravesó la bruma a toda velocidad, de nuevo su cuerpo emanaba humo. Las Espadas del Triunfo de dirigían hacia Kira. La chica no encontró fuerzas para levantarse y correr, cerró los ojos esperando el golpe mortal de Piedmon y…

     — ¡TAKUYA! —gritaron sus amigos.

     — ¡KANBARA ENTROMETIDO! —espetó Clarisse.

     Kira abrió los ojos y se sorprendió de muerte al ver a Takuya frente a ella, con los brazos extendidos para protegerla, en la mano derecha llevaba el Digivice… Y cuatro espadas estaban clavadas en su cuerpo atravesándolo de lado a lado, una de ellas estaba clavada a pocos centímetros de su corazón. Las espadas destilaban sangre, la sangre del valiente Héroe Legendario que se había interpuesto entre el ataque de un Digimon maligno y la chica que no sólo era una camarada, si no también la hija de uno de sus amigos. El chico tenía una expresión aterradora en el rostro, la expresión de la muerte se reflejaba en el. Piedmon no hizo evidente su sorpresa, miró a Clarisse en espera de instrucciones, pero ella negó con la cabeza. El sacrificio de Takuya le había quitado todas las ideas que tenía. Las cuatro espadas se convirtieron en Datos, dejando cuatro heridas mortales en Takuya. El chico tenía la respiración agitada pero entrecortada a la vez, con los ojos muy abiertos y los dientes apretados, como si mezclara la sorpresa y el dolor.

     —Takuya… —dijo Kira levantándose.

     El chico no dijo nada, sólo cayó de bruces frente a ella, aún dándole la espalda.

     — ¡Takuya!

     Kira lo tomó en brazos, el chico no parecía tener fuerzas para salir vivo de esa.

     —Takuya… —dijo ella llorando desconsoladamente—. Por favor…

     —Kira… —dijo él con dificultad—. Se fuerte… —cerró sus ojos—. Salva el Digimundo…

     —Takuya… —él no respondió—. ¡Takuya, despierta!

     La mano de Takuya cayó inerte en el piso, aún sosteniendo un Digivice con la pantalla rota. La pantalla se apagó y el Digivice se rompió en mil pedazos, así como las esperanzas del Digimundo.

     Agunimon del Fuego nunca volvería a luchar.

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