ღFeriaღ

La brisa nocturna llevaba consigo el dulce aroma del algodón de azúcar y las notas melódicas de un grupo local que tocaba en el escenario principal. El evento había sido organizado por Jewel para recaudar fondos destinados a ayudar a las comunidades afectadas por los recientes desastres naturales, y el lugar estaba lleno de familias, niños corriendo con globos y grupos de amigos riendo alrededor de los juegos de feria.

Claire paseaba entre los puestos de la feria con una mezcla de entusiasmo y curiosidad; llevaba semanas esperando esta noche. Como ciudadana común, rara vez tenía la oportunidad de cruzarse con los héroes que admiraba en las noticias: Sonic, Amy, Knuckles, Tails y todos los demás. Para la mayoría de las personas, estos personajes no eran solo héroes, sino también celebridades cuya mera presencia podía animar el día de cualquiera. 

Aunque ella había acudido con sinceridad para apoyar la causa, en el fondo albergaba la esperanza de ver a alguno de ellos en persona. Pues sabía que, siendo colaboradores constantes de la resistencia, al menos uno de ellos probablemente haría acto de presencia en el lugar.

Se detuvo frente a un puesto de tiro al blanco, donde un niño saltaba emocionado tras ganar un peluche de Chao. La sonrisa de Claire se ensanchó al contemplar la tierna escena, pero su atención se desvió al captar la conversación de un grupo de chicas que se pararon a pocos metros de donde se encontraba. Una de ellas, con evidente entusiasmo, exclamó lo siguiente:

—¡Te juro que era Amy Rose! Estaba cerca del puesto de algodón de azúcar, ¡y Shadow iba con ella!

—¿Shadow The Hedgehog? —respondió otra, con los ojos bien abiertos—. ¿Él no es como... súper serio y solitario? ¿Qué haría en una feria benéfica?

—¡Eso mismo pensé! —dijo la primera, balanceando sus manos con emoción—. Pero ahí estaban, caminando juntos como si nada. Y déjame decirte, Shadow es aún más guapo de lo que parece en las fotos. Es alto, tiene esa vibra misteriosa... ¡y su pelaje negro brilla con las luces!

—¡¿En serio?!

—¡Sí, y Amy Rose! Es tan hermosa y amable con todos...

Claire se detuvo disimuladamente cerca del grupo, fingiendo que observaba un cartel con los horarios de las presentaciones, mientras escuchaba cada palabra con atención. Su corazón latía un poco más rápido; ¿realmente estaban Amy y Shadow en la feria? Era una oportunidad única de verlos en persona, tal vez incluso de hablarles si tenía suerte.

"¡Esto es increíble!", pensó para sí misma. "Si están cerca, no puedo perder la oportunidad de conseguir al menos una foto."

La chica deambuló por la feria, sus ojos buscaban a los héroes entre la multitud con una mezcla de expectativa y nerviosismo. De hecho, pasaron varios minutos antes de que finalmente los viera cerca de un rincón tranquilo junto a la rueda de la fortuna. El área estaba adornada con luces parpadeantes y guirnaldas de colores, mientras la brisa nocturna hacía bailar suavemente las linternas de papel. Amy se encontraba de pie junto a un pequeño puesto de helados, charlando animadamente con el vendedor mientras intentaba decidirse por un sabor. A unos pasos de distancia, Shadow permanecía con los brazos cruzados, perdido en sus pensamientos, mientras sus ojos seguían con curiosidad el movimiento de la montaña rusa. 

Claire se escondió detrás de un puesto de artesanías, incapaz de reunir el valor para acercarse. Los nervios la mantenían inmóvil, así que optó por quedarse ahí, observando desde lejos mientras trataba de calmarse para ir a saludar apropiadamente y pedirles la foto que tanto anhelaba. A pesar de la distancia, la conversación entre ellos llegó hasta sus oídos, en un murmullo suave pero lo suficientemente claro como para captar cada palabra.

—¿Vas a quedarte ahí con esa cara de pocos amigos toda la noche? —preguntó la eriza con una sonrisa burlona mientras le ofrecía el helado que acababa de comprar.— Llegamos hace un rato y tu expresión no ha cambiado ni un poquito. 

—No necesito helado, Amy —respondió Shadow, cruzando los brazos y desviando la mirada hacia el horizonte. Sin embargo, su tono carecía del filo habitual, y había un matiz de suavidad en su voz.

—¡Oh, vamos! —exclamó la ojiverde, inclinándose hacia él con una mirada traviesa—. Ni siquiera tienes que agradecerme aún, pero te traje helado de café porque sé que te gusta.

El más alto la miró de reojo, dejando escapar un leve suspiro.

—No sé por qué insistes tanto.

—Porque quiero verte disfrutar de algo, aunque sea una vez en esta feria —replicó Amy, plantándose frente a él con una sonrisa decidida. Luego, bajó un poco la voz, casi como si estuviera revelando un secreto—. Además, sé que no odias este tipo de cosas tanto como pretendes.

Shadow pareció debatirse por un momento, pero al final tomó el helado que Amy sostenía frente a él y llevó una cucharada a su boca. La eriza sonrió triunfante mientras su acompañante probaba el bocado, y aunque él no dijo nada en respuesta, ella notó una leve inclinación de su cabeza, como si estuviera reconociendo que no estaba mal.

—Sabía que te gustaría —dijo Amy, dándole un suave codazo antes de girarse para disfrutar de su propio helado helado de fresa.

Hubo un momento de silencio entre ellos, pero no era incómodo. Más bien, parecía un entendimiento tácito, una pausa compartida entre dos personas que no necesitaban llenar cada segundo con palabras para saber que están bien. 

—A veces pienso que estás demasiado acostumbrada a meterte en mi espacio personal.

La heroína dejó escapar una risa ligera, mientras un delicado rubor se extendía por sus mejillas.

—Y tú estás demasiado acostumbrado a dejarme hacerlo.

El erizo ébano no respondió de inmediato, pero Claire vio cómo una pequeña sonrisa, apenas perceptible, cruzaba sus labios antes de desaparecer. Finalmente, dijo:

—Supongo que ya no tiene sentido intentar detenerte.— comentó, dejando su vasito de helado en la mesa más cercana. 

—No, no lo tiene. Pero sabes que eso no es malo, ¿verdad?— ella también imitó la acción del chico. 

Entonces, él la miró directamente, y aunque su expresión era seria, había algo más profundo en sus ojos, algo que Claire no podía definir del todo, pero que parecía una mezcla de aceptación y complicidad. 

—Tal vez no lo sea.

La atmósfera entre ellos cambió sutilmente. Amy dio un paso hacia Shadow, su brillante sonrisa fue reducida a una expresión más suave y tímida. Por un instante, ambos se quedaron mirando fijamente, pero la tensión en el aire decía mucho más de lo que cualquier palabra podría expresar.

"¡¿Es esto lo que creo que es?!", pensó Claire, incapaz de apartar la mirada pese a que su consciencia le gritaba que estaba mal espiar momentos como este.

Con un suspiro, el de ojos carmesí cedió a lo que su corazón parecía gritarle. Sin mediar palabra, cerró la distancia entre ellos. La eriza rosa apenas tuvo tiempo de respirar antes de que él inclinara su rostro hacia el suyo, capturando sus labios en un beso significativo y profundamente intenso.

Amy sintió que el mundo a su alrededor desaparecía, dejando solo el calor de Shadow y el latir sincronizado de sus corazones. Durante un instante eterno, todo parecía encajar, como si aquel momento hubiese sido inevitable desde el principio.

Claire sintió que su corazón se aceleraba por la emoción. 

No tenía idea de que ellos estaban saliendo, y nunca se le habría ocurrido que algo así pudiera suceder, pues sus personalidades eran demasiado diferentes. Aún así, no se podía negar lo evidente: estaban felices. Verdaderamente felices.

Si esa alegría seguía reflejándose en sus miradas, entonces deseaba que estuvieran juntos para siempre.

No esperó más para salir del lugar a toda velocidad; sentía que ya había presenciado más de lo moralmente permitido, y eso no le parecía correcto. Tal vez podría haber intentado acercarse, pedir una foto o un autógrafo, como habrían hecho muchos sujetos desubicados, pero algo en la escena la detuvo. Era demasiado personal, demasiado íntimo para interrumpirlo. En lugar de eso, decidió dejar que esa imagen quedara grabada en su memoria: Amy y Shadow, tan distintos como la noche y el día, compartiendo un momento que irradiaba ser el probable inicio de algo lindo y puro.

Obviamente, no podía contárselo a nadie. Aquello se convertiría en su secreto más bonito, guardado celosamente en el rincón más íntimo de su corazón. Al menos, hasta que ambos erizos decidieran compartir con el mundo su épica historia de amor.

O tal vez nunca lo compartirían, y los detalles quedarían como un recuerdo privado entre ellos.

En fin, solo el tiempo lo diría...

Con ese pensamiento, regresó a casa con una sonrisa serena.

Al fin y al cabo, había sido un gran día. 

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Hice trampita en esto de los 30 días y cambié "Dibujando" por "Feria" porque la verdad no se me ocurría nada bueno para esa temática, y esta idea la tenía anotada hace algún tiempito, vi la oportunidad de adaptarla para esta historia y no quería desaprovechar.

Además, había visto en otros fandoms que hacían One-shots de una pareja narrados desde el punto de vista de un externo que no es parte del cast principal y quería intentarlo yo también jsjsjs creo que quedó bastante bonito así que no me arrepiento de este experimento. Por cierto, no le di forma ni descripción al personaje de Claire para que ustedes se la imagen como gusten, al fin y al cabo solo fue creada para este capítulo y ya jejeje

Muchas gracias por leer. <3