━━ Capitulo 03
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
El pasillo del hotel estaba sumido en una penumbra tenue. El cuarteto del chisme caminaban de regreso a las habitaciones después de una noche divertida en la ciudad.
-¿Te imaginas que lunes nos toque enfrentarnos a Miyagi-Do?"- preguntó Yoon con una sonrisa maliciosa.
-Ni siquiera quiero pensarlo en estos momentos"- respondió Zara, bostezando. "-"Quiero seguir disfrutando de mis vacaciones-
-Yo solo quiero dormir,"- agregó Axel, frotándose los ojos.
Justo cuando se acercaban a las habitaciones de las chicas escucharon una voz familiar.
-Kovacevic, ¿a dónde crees que vas?"- Era el sensei Wolf, su voz resonando por el pasillo.
Los cuatro amigos se miraron entre sí, el corazón latiéndoles a mil por hora.
-Corran!"- gritó Tory, y los cuatro salieron corriendo hacia las habitaciones más cercanas.
En su frenesí, entraron en la primera puerta que encontraron. La habitación estaba a oscuras, pero podían escuchar música a todo volumen y risas.
-Creo que nos equivocamos de habitación,"- susurró Axel, su voz temblorosa.
-Shhh!"- siseó Zara, tapándose la boca con la mano.
De repente, la luz se encendió, revelando una fiesta salvaje. Globos de colores, serpentinas y un montón de gente bailando. En medio de la multitud, un enorme panda de peluche se movía de un lado a otro, repartiendo bebidas.
-Oh, Dios mío!"- exclamó Tory, cubriéndose la cara con las manos.
Antes de que pudieran reaccionar, el panda gigante tropezó y derramó un batido directamente sobre la cabeza de Tory. El líquido pegajoso goteaba por su rostro y empapó su camiseta blanca.
-Joder, no!"- gritó Tory, limpiándose la cara.
El panda, avergonzado, se quitó la cabeza del disfraz para revelar a un chico rubio y nervioso.
-Lo siento mucho- dijo el chico, tartamudeando. -No fue mi intención.-
Mientras tanto, Zara, Axel y Yoon trataban de contener la risa. La situación era tan absurda que no podían evitar divertirse.
-No te preocupes- dijo Tory, tratando de sonreír. -Solo... ¿podrías ayudarme a limpiar esto?-
El chico asintió con la cabeza de inmediato y le entregó una toalla.
-Disculpa mis modales, te tire una bebida y ni siquiera me presenté- Le dijo el chico a Tory, su tono era nervioso pero con un toque alegre- Soy Marcus pero me pueden decir Marc, es un gusto conocerlos-
Mientras Tory se limpiaba, los amigos se presentaron. Resultó que Marcus era el hermano menor de uno de los invitados y había decidido disfrazarse de panda para divertirse.
La fiesta continuó con más risas y diversión. Tory, a pesar del incidente, se lo pasó en grande. Marc se había integrado al cuarteto, el chico no hacía karate más bien era muy malo con los deportes. Marc le encantaba cantar y bailar, su sueño más profundo era volverse cantante y algo que no pasó desapercibido era que Zara le estaba prestando demasiada atención, no lo dejaba de ver y desde que se había presentado estaba sonriendo. Tory, Axel y Yoon se dieron cuenta de esto rápidamente. Al parecer la chica karate influencer tenía un flechazo por el próximo cantante.
Al final de la noche, mientras caminaban de regreso a sus habitaciones, los cuatro amigos no podían parar de reírse.
-Nunca olvidaré la noche en la que un panda gigante me lanzó una bebida - dijo Tory con una sonrisa.
-Y yo nunca olvidaré la cara del sensei Wolf cuando nos vio salir corriendo- agregó Axel.
Barcelona dormía, envuelta en un manto de silencio. En una de las habitaciones del hotel, Tory se retorcía en la cama, presa de una pesadilla. Imágenes borrosas de su madre, su hermano y los momentos felices que compartieron se mezclaban con la angustia de su pérdida. El sudor perlaba su frente y su respiración era agitada.
Al fin, la pesadilla se disipó, dejando a Tory con un nudo en el estómago. Se levantó de un salto y se dirigió al baño, donde se lavó la cara con agua fría. La imagen que reflejaba el espejo era la de una joven cansada y con ojeras.
No podía volver a dormir. La angustia la consumía y necesitaba liberar la tensión acumulada. Sin dudarlo, se puso su dobok y salió en silencio de la habitación. El pasillo estaba oscuro y silencioso, solo interrumpido por el suave sonido de sus pasos.
El gimnasio del hotel era su refugio. Encendió las luces y se puso en guardia. Los movimientos fluidos y precisos de sus katas eran como una danza macabra, una forma de exorcizar los demonios que la atormentaban.
Con cada golpe, con cada bloqueo, sentía que una pequeña parte de su dolor se desvanecía. Sus puños se movían con una furia contenida, cada golpe un grito silencioso de frustración. La imagen que proyectaba era la de una guerrera solitaria, luchando contra sus propios demonios.
Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, la pesadilla seguía persiguiéndola. La imagen de su madre, pálida y fría, volvía a su mente. La traición de sus amigos y la pérdida de su hogar la abrumaban. Sus movimientos fueron fallando, ni siquiera podia realizar una patada sin que terminara en el suelo, tampoco podía mantener el ritmo, los chicos habían ayudado a distraerla pero todo volvió a su mente de la peor manera.
Se dejó caer al suelo, apoyando la cabeza en sus rodillas. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, silenciosas y amargas. Se sentía sola, perdida y abandonada.
Desconocida para Tory, Kim la observaba desde las sombras. Sus ojos, normalmente llenos de determinación, reflejaban una mezcla de preocupación y admiración. Reconocía en Tory una parte de sí misma, una joven que había luchado por encontrar su lugar en el mundo
-No estás concentrada - la voz de Kim cortó el silencio haciendo que Tory se sobresaltara.
Tory se giró, encontrándose con la mirada intensa de su sensei. Por un momento, el tiempo pareció detenerse. La habitación, que antes había sido un espacio de entrenamiento solitario, ahora se sentía cargada de tensión.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Tory, secándose las lágrimas.
Kim se acercó a ella y se sentó a su lado. No dijo nada, simplemente extendió una mano y la colocó sobre el hombro de Tory.
Kim se acercó, sus pasos firmes y seguros. Se detuvo a unos metros de Tory, estudiándola con detenimiento.
-Sé lo que estás pasando- dijo Kim en voz baja. -Perder a alguien a quien amas es una de las cosas más difíciles que puede experimentar una persona-
Kim por un momento se quedó callada, analizando a Nichols
- Pero estás dejando que el pasado y tus emociones te controlen - dijo Kim, su voz suave pero penetrante. -Tu ira te está nublando el juicio.-
Tory no respondió enseguida. Simplemente asintió con la cabeza por unos momentos intentando recuperarse, sintiendo un nudo en la garganta.
Tory se burló al cabo de unos momentos -¿Y tú qué sabes de eso?- respondió con sarcasmo. -¿No fuiste tú una de las culpables de mi pasado?-
Kim no se inmutó. -Lo sé - admitió. -Y lo lamento. Pero no puedo cambiar el pasado. Lo que sí puedo hacer es ayudarte a superar el dolor y a convertirte en la karateca que eres capaz de ser-
Tory se cruzó de brazos y se volvió Para dar la espalda a Kim. -No necesito tu ayuda- dijo con voz desafiante.
Kim suspiró. Sabía que no sería fácil ganarse la confianza de Tory. Pero también sabía que tenía que intentarlo.
-Mírame- dijo Kim, su voz firme. Tory se negó a obedecer. Kim se acercó y suavemente tomó el brazo de Tory, obligándola a mirarla
En ese momento, Tory intentó ejecutar un movimiento complejo, pero su cuerpo se negó a responder. La frustración la invadió y lanzó el puño contra la pared, dejando una marca roja en el nudillos.
Kim se quedó inmóvil, observando a Tory con una mezcla de tristeza y comprensión. Sabía lo difícil que era para Tory dejar ir el pasado.
-¿Ves?- dijo Tory, con la voz temblorosa. -No puedo hacerlo. Creo que nunca podré.-
Kim se acercó a Tory y la tomó entre sus brazos, envolviéndola en un abrazo cálido y protector. Tory se quedó rígida al principio, pero poco a poco comenzó a relajarse.
-Lo sé,- susurró Kim al oído de Tory. -Lo sé pero también se de lo que eres capaz-
En ese momento, ambas mujeres se dieron cuenta de lo mucho que se necesitaban. Y aunque el camino hacia la reconciliación sería largo y difícil, sabían que juntas podían superar cualquier obstáculo.
-No estás sola, Tory,- continuó Kim. -Estamos aquí para ti.-
Tory levantó la vista, sorprendida por las palabras de su sensei. Siempre había visto a Kim como una figura fría y distante, pero en ese momento, veía en sus ojos una genuina preocupación.
-Gracias - susurró Tory.
Kim sonrió levemente. -Ahora, levántate- dijo. -Tenemos trabajo que hacer.-
Tory se levantó con dificultad. Kim la ayudó a ponerse en guardia y comenzaron a entrenar. Con cada movimiento, Tory sentía cómo su cuerpo y su mente se iban liberando de la tensión. Y aunque el dolor no desaparecería por completo, sabía que no estaba sola en esta lucha.
: ̗̀➛MOMENTO MEMES..!
El cuarteto cuando escucho la voz de Wolf detrás de ellos:
El cuarteto be like:
Kim, los lectores y yo con Tory:
Zara mirando disimuladamente a Marc:
: ̗̀➛AUTHOR'S NOTE..!
・❥・Muchas gracias por tomarte el tiempo y molestias de leer Different people, same problems, una disculpa al ver incoherencias en algunos momentos de su lectura. Por cierto les quiero preguntar si ustedes ven las imágenes ¿Les aparecen?
・❥・Yoon, Axel y Zara serán una curita para el corazón de Tory <3
・❥・¿Les gusto la intervención de Kim? Intente captar su personalidad pero no se si quedo
・❥・¿Que les gustaría leer en los próximos capítulos? ¿Alguna sugerencia?
♡No olviden de comer y tomar agua al igual intentar dormir ♥
¡Nos leemos los próximos días!
1719 palabras
Publicado 24/12/2024
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top