Melanie Cross.

Estamos en el hospital esperando noticias de Eric. Luego, el doctor sale diciéndonos que afortunadamente, la bala no dañó ningún órgano y la pudieron sacar sin dificultad. El alivio que siento es inmenso. Es muy buen amigo. Jack también se siente aliviado, puedo verlo en su cara. Gracias a Dios, podrá recuperarse pronto.

Nos sentamos en la sala de espera.

— ¿Quién les ha hecho esto? — tengo curiosidad.

—Richard o Bilson, aún no tenemos confirmación. — veo la rabia en su rostro.

— ¿Y....qué fue lo que pasó? — intento entender.

—Alguien colocó un explosivo en la última planta y dejó muchos daños. Cuando intentamos salir, nos empezaron a disparar. Más tarde, podremos identificar quiénes fueron. — está muy afectado por todo esto. Siento que todos los problemas empezaron cuando entré en sus vidas, aunque estoy segura de que realmente no es así.

—Estoy segura de que lo harás. Ahora solo importa que Eric se recupere y reparen los daños. — acaricio su hombro para consolarlo. Espero que esto no haya sido culpa de mi "padre", porque entonces me enojaré bastante y se lo haré saber.

Pasan las horas y se queda dormido en el sofá.

Aprovecho para salir y enfrentar a los hombres que seguramente me han seguido hasta aquí por órdenes de Richard. Cuando salgo, los encuentro. Me memoricé sus matrículas y ya conozco la cara de Peter. Toco seguidamente el cristal de su ventana hasta que los bajan. Es el mismo que me trajo a casa la última vez. Peter.

—¿Ustedes hicieron esto, verdad? — les reclamo de inmediato.

—No fuimos nosotros. Nuestra gente está investigando quién.

—No sé por qué siento que mienten.

—No se trata de lo que creas, se trata de lo que es. Yo solo cumplo órdenes y ésta definitivamente no fue una de ellas.

— ¿Y quién ha hecho esto entonces? ¿Los Bilson? ¿Es que no se dan cuenta de que casi matan a mis amigos? — siento mucha rabia por dentro.

—Es lo más probable. Y no es correcto que te acerques a mí cuando se supone que estoy protegiéndote. Si alguien nos ve, puede joderlo todo. — mira los alrededores para asegurarse de que nadie nos esté viendo. Me importa una mierda.

—¿Puedo confiar en ustedes? ¿En ti? — siento cabeza.

—Lo único que puedo decirte es que a tu padre no le conviene que a Jack le pase algo malo. No por ahora, al menos. — enciende el auto y se va. La gente tiene el don de solo darme respuestas que me confunden más.

—¿Qué haces aquí afuera? — la voz de Jack a mis espaldas me hace saltar del susto.

—Solo...quería tomar un poco de aire. Es todo. — miento. Por la forma en que me mira, sé que no está muy convencido, pero prefiere hacerme creer que me cree. Lo sé. Su mirada es sospechosa.

Entramos de nuevo al hospital.

—¿Cómo supiste del incidente? — volvemos a sentarnos.

—Por las noticias.

—¿Y estabas lista para dormir? — frunzo el ceño. — Tienes la pijama puesta. — ni siquiera lo recordaba.

—Fui a tu casa en la tarde pero no estabas, así que volví. No tuve más opciones. Vestirse lleva tiempo y no podía perderlo sabiendo que tú estabas ahí. En medio de todo ese caos. — me mira con ternura, toma mi mano y la besa.

—Gracias por estar aquí. — recuesto mi cabeza en su pecho.

—Todo estará bien. Eric estará bien. — le aseguro. Implorando para que realmente así sea.

Una semana después.

Después de unos días llenos de preocupaciones, miedos, confusiones, amor y todo lo demás, finalmente es mi graduación. Eric y los afectados se han recuperado después del ataque. Reconstruyeron las partes afectadas del departamento federal (que no fueron tantas) y Jack ha estado algo distante conmigo después de todo esto. Que hirieran a Eric le afectó mucho, posiblemente porque pensó que sería peor y no lo juzgo. Solo me incomoda un poco que ya no me busque con el mismo afecto que antes. De igual manera, en general, estamos bien. Estamos juntos. Mi entrenamiento terminó y empezaré a trabajar formalmente en la próxima semana. Todo parece mejorar pero sigo sintiendo que algo malo pasará en cualquier momento.

Estoy frente al espejo, después de que Lisa se encargara de maquillarme para este magnífico día. Me he ondulado el cabello y llevo un vestido azul oscuro demasiado hermoso y cómodo. Jack me lleva junto a Eric (quien será mi padrino) en su jeep. Al llegar, me coloco la toga y lo demás, lista para en cualquier momento, recibir mi título.

— ¡La señorita Melanie Cross: Licenciada en administración de empresas! — dice el señor, después de media hora entregando diplomas.

Respiro profundo.

Todos aplauden, sonrío y subo a buscarlo. Me toman fotografías con el decano y lo celebro con mis amigos. Mi único círculo real (Lisa, Jack y Eric). Todos me felicitan y no puedo sentirme más contenta. Cuando miro a mi alrededor, mis ojos se encuentran con los de Richard, mezclado en la multitud. Está sonriendo y aplaudiendo mientras me ve. Creo que es su manera de felicitarme. Al menos, el detalle de estar presente en mi graduación sin importarle que lo puedan atrapar es especial para mí. Martha no puede estar presente pero él sí.

Le sonrío desde la distancia para que sepa que me ha encantado verlo aquí. Como ya sé que él no tuvo nada que ver con el ataque, mantendré las cosas por la paz. Una vez que lo hago, se retira y el sentimiento de amor paternal que pasa por mí en estos momentos, es inexplicable. Algo me dice que hubiera sido un excelente padre si Martha nos hubiera dado la oportunidad. Estoy segura de ello. No tengo el apoyo de mi madre, pero sí siento el suyo, aunque todo alrededor de ello sea un desastre y todavía no pueda perdonarlo.

—Muchas felicidades, señorita Cross. — Jack me felicita con una sonrisa y una copa de champagne. Estamos en la celebración de la universidad.

—Muchas gracias, señor Connor. — chocamos nuestras copas y damos un sorbo.

—Se siente gratificante culminar esta etapa. Espero que tengas una vida profesional muy exitosa.

—Y yo espero que seas parte de ella. — baja la mirada. — Sé que dijiste que esto no nos llevaría a nada, pero míranos, a pesar de todo seguimos aquí. ¿Qué más debe pasar para saber que lo que tenemos es real? — el intenso azul de sus ojos combina con el color de su traje. Se ve muy guapo.

—Que seamos honestos y no nos guardemos secretos. — su respuesta me duele, porque tiene razón. — No soy tonto, Melanie. Sé que me ocultas cosas, al igual como sientes que yo a ti. Pero simplemente nuestras emociones no dejan que seamos sinceros entre nosotros y eso...está mal.

—Yo no...

—Sé que sabes dónde está Richard y que aún peor, ya conoces su cara. Pero por razones que todavía no puedes saber no puedo hacer nada al respecto. — estoy atónita. — Tranquila, te entiendo. Sigue siendo tu padre pero también un criminal. Y quiero que sepas que cuando llegue el momento haré lo que sea necesario para detenerlo. Incluso matarlo. — me duele que esté siendo tan honesto. — Y me temo que eso nos va a separar.

—Nuestra historia no tiene porqué terminar mal. Puede que tengamos problemas pero hablándolo lo podemos solucionar.

—Por primera vez en la vida he puesto a alguien por encima de mi trabajo y ese alguien eres tú. — me mira a los ojos. — Quiero que sepas que si no he hecho nada contra Richard, no es por ti, es por alguien más. Y me está matando por dentro desde hace mucho tiempo. — su voz se quiebra. ¿De quién más está hablando? — Cuando rompa mis cadenas quiero que estés preparada para lo que voy a hacer y solo recuerda que jamás te haría daño. — acaricia mis brazos.

—¡Oigan! ¡Ustedes! Esta fiesta ya me aburrió, así que nos vamos a festejar a otro lado. ¿Quieren venir con nosotros? — Lisa y Eric se nos acercan, interrumpiendo nuestra melancólica conversación.

—No me lo perdería. — dice Eric.

—Después de la última vez, no creo ser capaz de dejarlas solas. — Jack cruza los brazos. Nuestra conversación me ha dejado algo desalentada pero no permitiré que arruine mi gran día. El día y el momento al que jamás pensé que podría llegar.

—Estoy lista. ¿Nos vamos? — me animo. Intentaré olvidar sus palabras por el resto de esta noche, al menos.

—¡Esa es mi chica! — Lisa me abraza y dejamos que Eric y Jack vengan con nosotras.