dieciocho | plan

dieciocho | plan

–Linda tripulación la tuya. –habló el hombre que llevaba a Nana con él.

–Esas personas no son lo que creía. –habló por lo bajo. –Maldición, Trafalgar me las pagará, cuando acabe con ustedes-... –el tipo presionó su brazo, justo donde Nana acababa de ser curada, ella abrió los ojos al doble, dándose cuenta del error y del despiste que todos habían tenido.

– ¿Cuándo acabes con nosotros? –rió. –Hell es un hombre muy fuerte y persistente, si él dice que encontrará ese tesoro, lo hará. –Nana no respondió. – ¿Qué sucede? ¿Te comieron la lengua?

–No es muy cómodo hablar mientras me llevan directo a una tortura. –se excusó, el tipo apretó de nuevo su brazo, Nana se tragó el dolor. – ¿Qué lugar es este? –sintiendo las lágrimas en sus ojos por el dolor que sentía habló de nuevo.

–El lugar donde te quedarás hasta que Hell decida qué haremos contigo. –en la habitación había muchas celdas, en algunas había personas encerradas, ella pensó que posiblemente se trataran de los propios nakamas de Hell, cuyos actos no habían sido lo que él deseaba.

– ¡Hiro, maldito, sácame de aquí! –gritó un tipo dentro de una celda, se intentó levantar pero lo tenían encadenado a una pared. – ¡El robo fue inicialmente idea tuya! ¡¿Por qué sólo yo fui encerrado?!

–Supéralo, Mirio, yo soy astuto y más listo que tú, por eso estoy libre. –sin siquiera echarle una mirada continuó caminando, Nana lo miró con cierta empatía, el hombre sólo derramó una lágrima impotente.

–Ustedes me dan asco. –soltó ella enojada.

–No planeábamos caerte bien. –admitió él.

Al llegar al fondo de la habitación el tipo abrió una celda que parecía mucho más grande que las demás, esta no estaba pegada a la pared, sino que parecía literal una jaula enorme; aventó a Nana dentro y cerró la puerta.

–No se te ocurra hacer alguna tontería. –tras eso se dio la vuelta y caminó alejándose de ahí.

Ugh, la primera parte del plan ya está hecha, ya no hay vuelta atrás. –pensó ella acomodándose mejor en la celda, se sintió cansada de sólo estar ahí por lo que dedujo que las paredes de la "jaula" estarían hechas de Kairoseki. –Traffy, chicos, espero que estén bien.

***

–También necesitamos alcohol, ya sabes, vino, sake y de más. Tráeme un poco de eso. –ordenó Law sonriendo cínicamente.

–Como ordene, señor. –gruñó el hombre al que Hell había ordenado darle lo que pidiera a la tripulación de Law.

–Y que sean buenos, soy exigente en cuanto a la calidad de un buen vino. –el hombre se fue de ahí dando pasos pesados, claramente molesto e irritado con el comportamiento altanero de Law.

–El capitán y Nana son excelentes actores. –habló Penguin.

–Yo apenas y podía mantenerme serio frente a ese ejército, pero a ellos le sale natural. –se quejó Shachi. –Son el uno para el otro.

–Shachi, basta, por favor. –pidió Penguin tomándose el pecho. –Deja de lastimarme de esa manera.

–No seas exagerado. –ambos comenzaron a pelear, Ryu intentó separarlos pero le fue imposible.

–Capitán, Na-chan estará bien, ¿verdad? –habló Sally, Law sin mirarla asintió. –Me preocupa.

–La idea fue suya, así que no deberías de preocuparte, tiene todo controlado. –Sally suspiró. – ¿Cómo te trataron?

–Me humillaron con palabras, se burlaron y dijeron cosas horribles de ustedes. –susurró nerviosa.

–Les enseñaremos a no meterse con nosotros. –le dedicó una sonrisa, Sally asintió más tranquila. –Si no quieres actuar ahora puedes quedarte adentro con el grupo B.

–Estoy bien, quiero ser quien salve a Na-chan esta vez.

–Entonces entrarás en acción dentro de poco, alístate y quédate con Shachi. –Sally asintió y corrió con su nakama.

– ¿Algo más, señor? –preguntó el hombre trayendo con él dos cajas con botellas de alcohol dentro, Law le ordenó que se acercara echándole un vistazo a las botellas.

–Mm...no tienes buenos gustos para elegir alcohol. –el hombre apretó los puños enojado. –Shachi, Sally, acompáñenlo y elijan algo bueno.

–Sí, capitán. –ambos bajaron del submarino con ese hombre y lo siguieron dentro del almacén.

–Con esto comienza el plan, ¿no es así? –preguntó Ryu, milagrosamente había aceptado que Sally participara en el plan.

–Así es, Penguin, Bepo, Ryu, andando. –los tres asintieron y saltaron del submarino. –Paul, infíltrate y vigílalos de cerca. Los demás, manténganse alerta. –los cuatro chicos hicieron lo que les había tocado de acuerdo al plan, no es por nada pero Law era un buen estratega.

El plan era sencillo, se separarían en grupos pequeños e irían abriéndose campo entre el ejército de Hell hasta llegar a la cabeza, ¿cuál era la mejor manera de acabar con un grupo grande teniendo clara desventaja numérica? Justo eso, atacar de poco en poco y acabar con la cabeza como objetivo principal.

Nana les había comentado que a pesar de ser muchos no eran tan fuertes, lo que les daba puntos a favor. Bepo, Ryu y Penguin entrarían por el almacén, Shachi y Sally irían por Nana, Law se quedaría en el submarino hasta el momento indicado, los demás se irían separando poco a poco hasta quedar todos infiltrados en las instalaciones.

–Jean. –llamó Law. –Ya sabes lo que sigue, cuando me vaya guía a los demás a sus posiciones. –el gigante asintió.

Pasaron alrededor de dos minutos, el lugar se encontraba en silencio, de pronto se escucharon unos pasos por el pasillo principal, Hell junto a otros tres hombres apareció frente a todos, con una sonrisa enorme en el rostro.

–Trafalgar, ¿aún estabas aquí? –el moreno de un salto bajó y se posicionó delante de él.

–Ya nos íbamos, estaba esperando a que trajeran alcohol. –Hell pasó un brazo alrededor de los hombros de Law.

–Bueno, ahora que somos amigos deberíamos beber juntos, brindar y eso.

– ¿Cómo sé que esto no es una trampa para capturarnos? Tenemos desventaja contra ustedes. –Hell rió.

–No dañaría a alguien que me ha dado dos regalos tan especiales. –aseguró. –Vamos, trae a tu tripulación también.

–Lo siento, ellos se quedan, aún debemos subir los suministros. –ambos comenzaron a caminar. –Será solo una copa o dos.

Ambos junto a los tipos que llegaron con Hell se fueron por donde habían llegado, el equipo B se quedó sonriente, su capitán había acertado en sus predicciones, Hell lo había invitado a beber, ahora se ponía en marcha la segunda parte del plan.

***

–Malditos pechos. –gruñó Nana rindiéndose, había intentado salir de la celda abriéndose paso entre los barrotes para así alcanzar a Shachi y ganar tiempo, pero sus pechos no pasaban entre los barrotes.

Se tiró hacia atrás aún sin soltarse de las cuerdas, debía dar la impresión de estar capturada, miró el techo de la celda y poco a poco se fue dando cuenta de algo.

–Aquí hace demasiado calor. –se quejó.

– ¿Apenas te has dado cuenta? –se escuchó una voz, Nana se sentó de un solo intento y frunció el ceño. –Soy Mirio, el hombre de hace un rato. –entonces Nana recordó, era el que había reñido a su verdugo.

–Ya veo. –susurró. – ¿Cuál es tu relación exactamente con Hell?

–Qué curiosa. –carcajeó sin ganas. –Yo era muy cercano a él, de sus primeros nakamas, pero hace unas semanas el hombre que te trajo aquí cometió un robo, traicionó a Hell, lo que más le molesta.

–Él te inculpó. –dedujo.

–Algo así, yo prometí no decir nada y esconder lo que había robado para ayudarle, somos hermanos, ¿sabes? Pero se hizo de la vista gorda y simuló sorpresa al descubrirme.

– ¿Tu propio hermano te traicionó de esa manera? –preguntó sorprendida.

– ¿De qué te admiras? Tu tripulación es igual. –Nana suspiró. –Lo siento, ese comentario estaba de más.

–No pareces ser mala persona, Mirio, simplemente te tocó una mala familia y malos compañeros. –él rió.

–Debería decirte lo mismo, Shina. –ella se quedó pensando un poco.

– ¿Por qué la temperatura es tan alta aún cuando estamos a cierta distancia de la superficie?

–Detrás de tu celda, tras esa pared, hay un volcán submarino. –Nana se dio la vuelta inconscientemente. –Hell utiliza eso como basurero, o algunas veces como método de tortura. –Nana tragó en seco. – ¿Planeas escapar de aquí?

–Exactamente.

–No lo lograrás, nadie logra salir con vida de esta cueva, no sabes cuántas vidas he visto terminar aquí. –Nana miró al suelo, imaginándose lo duro que eso es. –Pero, si quieres morir intentando alcanzar tu libertad...iré contigo.

– ¿Me ayudarías, Mirio? –el hombre suspiró.

–Lo haré por mi propio beneficio, no me importa lo que pase contigo. –Nana sonrió de lado. –Me gusta tu actitud, eso es todo.

–Bien, alístate, cuando lleguen los refuerzos saldremos de aquí.

***

–Debí suponer que era una trampa. –Law con una sonrisa levantó las manos.

–Suelta la espada y el sombrero. –el moreno enarcó una ceja. –No sabes cuántas cosas se pueden esconder ahí.

–Está bien, ustedes ganan. –dejó la espada y el sombrero sobre la mesa y se dejó esposar con Kairoseki, un hombre lo arrastró del brazo caminando hacia lo que él suponía era el "calabozo".

– ¿No pondrás resistencia? –preguntó el hombre que lo llevaba, Law negó con la cabeza.

– ¿Qué ganaría con eso?

Cuando llegaron al salón principal Law fue rodeado por hombres con armas y de más, Hell dio la orden de llevárselo y simplemente se fue, con una sonrisa de satisfacción en el rostro se despidió de Law y dijo que lo vería después.

Su plan iba resultando bien, pero para poder continuar con la acción debía alejarse un poco de la sala principal, donde llevaba desventaja; o sea, debía reencontrarse con los demás primero.

–Lo llevaré a su celda. –avisó el hombre mirando a sus compañeros, él más otros cuatro comenzaron a caminar alejándose del grupo.

Bajaron unas escaleras que parecían infinitas y finalmente llegaron a la supuesta cárcel, pasaron las primeras celdas y llegaron al fondo de la habitación donde se encontraba la celda de Nana, ella al ver que se acercaban dejó de hablar con Nao y los miró atentamente.

–Vaya, no te duró mucho el truco, ¿verdad? –habló ella con falso rencor, Law le dedicó una sonrisa cínica, los hombres que llevaban al moreno sintieron la tensión entre ambos por lo que rápidamente abrieron la celda y arrojaron al moreno dentro.

–La basura se queda con la basura. –uno de ellos escupió al piso frente ambos y se dio la vuelta, nada más hacerlo recibió un puñetazo en la cara de uno de sus compañeros.

–De ser así húndete con tu capitán en el fondo del mar. –los otros se sorprendieron e intentaron atacar, pero el chico fue más veloz y los derrotó a todos usando las artes marciales de la tripulación de los Heart Pirates.

–Bien hecho, Paul. –el muchacho se quitó la tela que le cubría la cara y sonrió, sacó de su bolsillo una llave y la arrojó dentro de la celda.

–Me desharé de estos tipos y continuaré con el plan. –anunció, Nana sonrió y tomó la llave.

– ¿Desea ser libre ahora, capitán? –preguntó Nana con cierto humor, se acercó a Law aún con sus manos atadas y logró desencadenarlo. – ¿Todo en orden? –Law se quitó las esposas de encima y se puso de pie.

–El plan va avanzando bien, tenemos una clara ventaja y es que ese tipo es muy confiado, nos está subestimando. –levantó la mano y utilizó su habilidad para salir de la celda. –Sally y Shachi estarán aquí pronto.

–Los esperaré. –le sonrió a Law, él le devolvió la sonrisa. –Ten cuidado.

–Tú igual. –él y Paul se fueron corriendo de ahí para continuar con el plan.

–Así que todo era parte del plan, ¿eh? –escuchó la voz de Mirio, ella rió un poco. –Por un momento les creí.

–Eso buscábamos. –Mirio suspiró. – ¿Qué pasa?

–Se están metiendo en la boca del lobo, si Hell descubre el plan no dudará en darles el peor de los castigos. –Nana miró al suelo frunciendo un poco el ceño.

–Él se ha metido con nosotros, no nos quedaremos de brazos cruzados.

– ¿Se metieron con ustedes...o contigo? –Nana se quedó callada. – ¿Por qué incluir a gente inocente en tus problemas? ¿Crees que arrastrarlos a esto está bien-...?

–No lo entiendes. –susurró ella, levantó la voz poco a poco al hablar. –Nunca has estado en una verdadera tripulación, con personas que se comprometen a protegerte, a estar contigo en las buenas y en las malas. –cerró los ojos con fuerza. –Ellos no están siendo arrastrados a esto.

–Ellos-... –fue interrumpido de nuevo.

– ¡No los conoces! –el lugar quedó en un aplastante silencio durante un segundo. –Tus nakamas están ahí para protegerte, harían cualquier cosa por ti. –gruñó por lo bajo recargando la espalda en la celda, importándole muy poco que esta fuera de Kairoseki. –Yo haría esto y más por ellos, y sé...que lo que ellos están haciendo...no lo hacen a la fuerza...

– ¡Si Nana no es feliz aquí no puedes detenerla cuando decida buscar su felicidad! –la peli-verde admiró a Luffy gritarle con enojo a aquel que le impedía irse, justo como ella lo había confesado antes. – ¡Si te atreves a hacer llorar a mi nakama otra vez...te patearé el trasero!

–...si alguien trata de alejarte de mí, tendrá que atenerse a las consecuencias.

–Huyeron al notar que no estabas sola, Nana-chan.

–...lo hacen porque, de alguna u otra forma, los problemas de uno afectan a todos...si estoy mal ellos lo saben y hacen lo posible por ayudarme. –sonrió inconscientemente. –Somos nakamas, no me dejarían sola, jamás. Así que no te atrevas a dudar de ellos o a intentar hacer sentirme culpable con tus palabras. Si quieres salir de aquí tendrás que confiar en ellos tal como yo lo hago, y esperar a que sea hora de pelear.

El lugar quedó en silencio, Nana lograba escuchar los latidos de su corazón claramente en sus oídos, su corazón estaba latiendo muy rápido, habían sido muchos sentimientos en un momento. El hombre se mantuvo callado unos segundos hasta que una pequeña risa se escuchó provenir de él, Nana frunció el ceño pero no fue necesario decirle nada cuando por fin habló.

–Ya veo. –resoplóligeramente. –Eso era lo que quería oír.

n/a: estoy en semana de finales en la escuela y estoy demasiado ocupada pero ya había pasado tiempo que subí algo a wattpad así que traigo esto, espero les guste!

¿qué creen que pase con la extraña relación de law y nana?

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