Capítulo 2

Habrán pasado tres horas desde que Castiel se marchó a la fiesta con los demás y ahora mismo me encontraba tirado en el sofá, pasando los canales con desinterés. No había nada bueno en la televisión realmente, así que simplemente comencé a pensar en cosas no demasiado serias como: si tenía algo pendiente para el fin de semana, qué podía hacer el domingo para pasar el rato y...sobre Castiel. Me sentía imbécil la verdad, pero no podía evitarlo, de alguna forma se filtraba en mis pensamientos, sobre todo lo de esta mañana...
Menuda gilipollez...siempre hacía ese tipo de cosas y a mí me seguían dando pequeñas taquicardias cuando eso pasaba. Pero es que cuando esos ojos grises me miraban me quedaba rígido y cuando sonreía... Hace poco no estaba tan acostumbrado a que me sonriera pero ahora es algo normalmente diario y es....Frena, frena,frena, Nathaniel ¿¡Qué es esto?!¿Cómo puedo estar pensando estas cosas...? Tal vez...no se... Estuviera empezando a atraerme o algo....
Pero no pude aclararme porque el teléfono interrumpió mis pensamientos. Di un respingo.

-¿Diga?- pregunté un poco desconcertado.

-Hey, Nath, - era la voz de Armin.- que ya vamos para allá a acercarte a Castiel. Ponle veinte minutos que tard...

-No ,veinte no tío, unos siete...si ya vemos su calle.-Interrumpió una voz que parecía ser la de Lyssandro.

-Bueno, es lo mismo veinte que siete, que vamos para allá. - dijo el pelinegro al otro lado de la llamada con una voz algo agotada.

-E-Em...vale.-asentí algo confuso. - ¿Cómo que le traéis vosotros?

-Bueno, digamos...-otra vez Lyssandro.- Que hemos tenido algunos percances.

-¡Va todo ciego, chaval!- habló Armin entre carcajadas y se escuchó un golpe.

-¡Cállate ya por Dios!- ese era Kentin y no parecía estar a gusto con su comentario. Se escuchó otro golpe.

-¡Ah, duele!- se escuchó quejarse a Armin.-Ven aquí, que te vas a enterar hijo de aidbqosnqkusjsos.- empecé a escuchar gritos imposibles de entender por parte del gamer y mucho escándalo. De repente dejé de oírlo.

-Bueno, que ya estamos ahí...¡Armin frena..!- escuché la voz de Lyssandro con un montón de gritos de chicos y chicas por detrás. Y colgó. Apenas había hablado nada en esa llamada pero bueno... Tampoco es que tuviera mucho que decir. Ahora que lo pienso...al mirar la hora me sorprendí. Las 4:35. Si que se me había pasado rápido la espera. Apagué la televisión dispuesto a acostarme en cuanto Castiel volviera. Pronto pegaron a la puerta y el pelirrojo se tambaleaba apoyado en el marco de esta.

-Hombre- sonreí divertido ante su aspecto. -Vamos, vete a dormir, yo haré lo mismo.- le dije en tono amable pero susurrando y me di la vuelta.

-Nathaniel- la forma en que lo dijo me produjo un estremecimiento. Me giré y lo vi con una sonrisa tonta.-No puedo ni andar recto.-el tono de su voz daba a entender como se encontraba. Yo solo levanté una ceja y me acerqué cuidadosamente.

-Hay que ver...-susurré mientras pasaba su brazo derecho por encima de mis hombros y cerraba la puerta. Intentaba caminar lento para que el pudiera también pero se balanceaba mucho y era difícil.

-Naaath-protestaba torpemente. -Que me caigo coñoo- dijo con su aliento apestando a alcohol y sus mejillas sonrojadas. Que impertinente.

-¡Uish!-exclamó porque me tropecé con uno de sus pies y casi caigo pero el me agarró. Gracias a su hermoso equilibrio, caímos, yo contra el suelo y el con ambas manos a los lados de mi cabeza.

-Ay...Castiel, joder...-me quejé por el dolor.- esto te pasa por tanto beber....- él por alguna razón me miraba sorprendido pero luego su expresión se suavizó y se puso serio.

-Ajá...- se inclinó peligrosamente sobre mí y puso una mano en mi mejilla, acariciándola. Me puse pálido pero creo que me sonrojé a la vez...si eso era posible. Todo lo que se es que un escalofrío me recorrió la columna vertebral.

-U-Um...Castiel, mejor si descansas... Mañana tendrás resaca...-miré a otro con una risa forzada y el frunció el ceño pero sonrió.

-No me digas que la rubia mandona...está asustada.-yo lo miré a los ojos rápidamente, sonrojado.

-¡Que no me llames rubia, imbécil! -y empecé a forcejear un poco, agarrando sus hombros para apartarle. Él quitó mis manos y me abrazó. Así porque sí. Después de insultarme coge y me abraza ¿Qué les pasa en la cabeza a los borrachos?

-S-Si estás intentando decirme algo...- agarré su camiseta negra por los costados y le separé para mirarle. - Tan solo dime y te ayudaré... ¿Te rechazó alguien esta noche..?

-Si fuera así... Con esta ya irían dos. -dijo serio de nuevo y rodando los ojos. Yo alce una ceja.

-¿Eh?-pregunté.

-Solo...cállate ya, rubia.-frunció el ceño y tomó bruscamente mi cara entre sus manos. -No lo entiendes.- Y entre cerro más sus ojos, acercándose a mí. Mierda, mierda, mierda. Comencé a agitarme un poco mucho.

-P-Pero...Castiel. - bajé la mirada a sus labios entreabiertos y demasiado cerca. Me sonrojé más ya que él no paraba de mirar los míos. En serio ¿qué mierda de atmósfera es esta? Me sentía extraño...un mezcla de nervios, miedo e impaciencia. Como un reflejo,cerré fuertemente los ojos y, al notar nuestras narices chocar, me sobresalté por la poca distancia ya. Cerré mis puños, agarrando más fuerte su camisa, nuestros alientos prácticamente se mezclaban y yo no sabía si pegarle una patada y huir o si besarle con todas mis ganas. Pero de repente, ocurrió.
Se levantó rápidamente con una mano en la boca y navegando de un lado a otro por el pasillo, llegó al baño y le pude oír vomitar. Los efectos del alcohol... Exacto. Alcohol. Todo esto era por el alcohol, claramente y nada más. Por la mañana todo volvería a ser como siempre. Pero ¿por qué sigo con el pulso acelerado? No voy a emocionarme por esta estupidez.
Ahí estaba yo, confundido y tirado en medio del pasillo. Me levanté y sacudi mi ropa, acercándome al baño.

-Hey...-dije con voz suave. Supuse que tendría dolor de cabeza y no quise joderle mucho. -¿Estás bien..?

-He estado mejor, la verdad.- contestó él con una sonrisa lastimosa y se giró a verme, después de lavarse la cara.

-Anda, ven. Tú lo que necesitas es dormir.- susurré con comprensión y me acerqué a él, ayudándole a llegar hasta su dormitorio y a sentarse sobre su cama. Le lancé el pijama sobre la cara y me empecé a marchar. Yo ya llevaba con el mío desde que llegué a casa.

-¿Te las puedes apañar sólo ya?- me giré con una sonrisa.

-....- agachó la cabeza mirando en pijama durante unos segundos y luego volvió a mirarme a mí. -Hey, Nath.

-Dime.- me acerqué de nuevo con los brazos en jarras, con una expresión de confusión.

-¿Te importaría... -empezó, mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza y agarraba mi brazo,tirando hacia él. -...dormir conmigo hoy?- abrí los ojos algo sorprendido por la pregunta. Creo que nunca habíamos dormido juntos antes así que mi corazón se aceleró un poco.

-Cla-Claro...- asenti, dejandome llevar por su agarre que me hizo de flexionar una rodilla para apoyarme en la cama y sentarme frente al pelirrojo.-Si así te duermes...- dije suavizando mi voz y sonriendole.

-Gracias, rubia.- sonrió abiertamente y cerró sus ojos con alegría. Yo ya simplemente lo dejé pasar... No tenia sentido discutirlo más.

-Sí,sí, de nada.- dije yo mientras me acomodaba entre las mantas grises y daba leves golpes al lado de mi sitio, indicando que hiciera lo mismo. Castiel lo comprendió y con cuidado de no tambalearse, se acurrucó a mi lado. Yo sonreí con ternura. El chico malo y rebelde de todos los días estaba ahí, mas cariñoso que un pequeño gatito callejero, frotando su mejilla contra las mantas intentando librase del frío. No hacía calor pero tampoco frió la verdad, pero igual tenía el cuerpo un poco cortado (significa que la temperatura de su cuerpo baja un poquito de repente y le da el "tembleque") por su malestar. Suspire, derrotado y, dejando mi orgullo un poco de lado me acerqué y enterré mi cara en su cuello. Rodee con mis brazos su espalda y me removí, acomodándome. Castiel,en silencio, rodeó no cintura y me acercó a él. La verdad es que... así se estaba muy cálido y me sentía protegido, así que tan solo cerré mía ojos y me dejé llevar por su aroma. Aunque solo fuera hasta mañana, no me molestaría quedarme de esta forma.

-Buenas noches, Nath.-dijo Castiel a gusto entre una leve risita que percibí.

-Igualmente,Castiel.-dije sin más , con un hilo de voz, antes de sentir lo que creo que fue un beso en el lado de la cabeza y caer dormido profundamente.

Veréis mañana la que se va a liar.

~~~~~~~~~~~~
Buenoop y asi termina el segundo capitulo qwq se que es muy cursi pero valoren mis esfuerzos ;w; en fin, espero les haya gustado y si así fue, voten y o comenten, que me anima mucho a seguir ≥w≤ Gracias por su atención y nos leemos ~

~Givin~♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top